Marcheline L. Roublé

En el ambiente del burdel me dicen Marée, que significa marea en francés.

Edad:

16 años.

Especie:

Humana.

Sexualidad:

Lo que el cliente prefiera.

Nivel Social:

Provengo de una familia de clase media, pero soy cortesana.

Lugar de Origen:

París, Francia.

La perfección es siempre aburrida, pero la búsqueda de la perfección lo es aún más. Ser la hija única de unos padres que siempre aspiran e intentar vivir como algo que no son puede realmente cansarte. Clases de piano, clases de danza, lectura perfecta, idiomas, dibujo, bordado, más clases que apenas alcanzaban a pagar, un padre esforzándose en un pequeño negocio en el centro de París y una madre que dedicaba su vida completa a atender a la pequeña de sus ojos. Esa que había heredado aquel carácter escondido que ella simplemente no podía revelar. Estaba mal visto que una mujer tuviera ideas tan liberales, pero quizás cuando su hija fuera mayor las cosas cambiarían y era por lo mismo que le mostró aquellos libros que podían ser considerados no adecuados para alguien como ella.

Dos veces ha visto el mar y todo el resto del tiempo ha querido volver a él, vivir cerca y escuchar las olas antes de abrir los ojos, sabe que no es cosa de llegar e irse, sabe que necesita dinero para eso y sabe que si no actúa o lo intenta por si misma puede terminar siguiendo la línea de una vida pensada por alguien que no es ella. De sus labios nunca pudo salir la palabra “padre” porque nunca lo sintió así, prefería llamarlo Señor, aunque a sus espaldas fue siempre Adolphe o simplemente Roublé, con su madre fue lo mismo, el apego hacia esas personas no existía, no habían sentimientos cálidos que la hicieran extrañarlos en las pocas ocasiones en que estuvieron separados. Lenore era casi una institutriz, una profesora, alguien que daba órdenes, guiaba, un trato ameno pero no maternal, el apelativo de “madre” sólo se lo había ganado por llevarla 9 meses en el vientre, aunque según contaban los sirvientes, apenas fueron 8.

Páginas que hablan de temas que no puede pronunciar, sus escritos poseen líneas similares, mujeres que no son de su familia pero viven con ella le dicen que eso sólo está reservado para después del matrimonio, sólo para las parejas cuya unión ha bendecido el Señor, para ella todo es mentira, ella sabe que hay mujeres que hacen eso por dinero y sabe que pueden ganar bien, ella quiere ser una de ellas, Marcheline quiere conocer el negocio por su cuenta para poder escribir sobre eso, para vivirlo, para juntar lo necesario y estar por fin sola. Le han dicho que su cuerpo sería usado, que no la van a tratar bien, que le harán cosas que ni siquiera podría imaginar, que no aparecen en esos libros que tanto ama, pero esas advertencias sólo logran que su curiosidad aumente. Quiere saber si una virgen como ella que ni siquiera ha dado un beso es capaz de llamar la atención de alguien que quiera comprar lo que puede ofrecer.


En su rostro aún está la marca del golpe, sabía que sus padres no se tomarían bien la noticia de que había decidido ser una cortesana y usar aquello aprendido en el ballet para danzar sin ropa a cambio de unas monedas. Los gritos de Adolphe sólo repetían una y otra vez que no tenía más una hija, que se olvidara de ellos si hacía algo así y la sonrisa de ella sólo reflejaba que jamás se había sentido parte de aquel trío que en otros casos llaman parientes. Lenore ni siquiera opinaba, nuevamente el silencio se hacía parte de ella y aumentaba el ahora odio que Marcheline sentía, quizás hasta hubiera desistido de su decisión si la mujer se atreviera a expresar lo que pensaba en vez de sólo acatar lo que su esposo daba como ley.

Sin familia dentro del burdel a encontrado a otra, Solèil es su mejor amiga y con quien comparte largas horas conversando acompañadas de un cigarro o una copa y Scarlett ha sido más madre para ella que esa que la crió durante tantos años, sus consejos la han llevado a estar en casi lo más alto, cada día hombres ofreciendo más y más por ser quienes le arrebaten su pureza, pero ella sabe que debe esperar, tiene claro que puede hacer muchas cosas mientras consigue la suma adecuada. Ella no busca clientes, ellos la solicitan, no está esperando a los hombre o mujeres cada noche, sólo que queda ahí, jugando a tocar el piano, jugando a bailar, jugando a quitarse la ropa, jugando como la casi niña que es.

Otros datos:

- Ha escrito cuatro novelas, todas eróticas.
- Sigue buscando al hombre que pague más por “desflorarla”
- Gasta mucho de su dinero en tabacos, tinta y papel.
- Su mejor amiga es Soléil Molyneux y en realidad la única que ha tenido.
- Su color favorito es el azul y lo usa en la mayoría de sus cosas.