Emmanuelle Seberg

Lugar de origen: Bourgogne (Borgoña-Francia)
Especie: Humana
Clase social: Cortesana/Clase baja
Orientación sexual: Heterosexual


Habilidades: Al ser mortal, no goza de capacidades sobrenaturales. Pero enlaza los rabillos de las cerezas con la lengua. Sabe hacer círculos con el humo y también es capaz de producir dos sonidos diferentes, a la vez, con la garganta (tiene mucho tiempo libre y se aburre en exceso). También posee el don de la intuición (eso cree ella).

Descripción física: de pelo largo y espeso, marrón oscuro, casi negro (depende de la luz). Tiene unos ojos enormes de color verde, que llaman la atención de la gente, allí donde va. De manos siempre cuidadas, con las uñas pintadas de rojo carmesí, de forma coqueta. Casi siempre lleva el pelo suelto, menos cuando tiene un descanso y se lo recoge con un par de pasadores. De piel blanca, casi traslúcida como una hoja de papel y tersa como la seda china, con pequeñas pecas en sus mejillas que aportan a la joven un toque aniñado. Cara de aspecto delicado y cuerpo de depredadora. Mide 1,79 y tiene más curvas que una carretera. Labios carnosos, piernas kilométricas. Complexión física de nivel medio, ágil y de fortaleza igualita que un roble. Su estructura corporal, se asemeja a la de un guepardo, silenciosa como una brisa leve, sus caderas oscilan de un lado a otro como un péndulo. Tiene dos señales producidas por un cuchillo, en su muñeca izquierda. Si la ves de rubia, no te preocupes. Es una peluca. Tiene una risa melodiosa, digna de escuchar, viva como el sonido de un riachuelo.

Descripción psicológica: Es una mujer muy elegante y sofisticada, fresca como una tarde de primavera. Además de educada, no escatima en generosidad, siempre y cuando reciba el mismo trato a cambio. Por lo general es pacífica. Aunque si te echa el ojo de mala manera, más te vale salir corriendo, sin pensártelo dos veces. Inteligente y profunda, le gusta que la sorprendan. Aunque ya lo ha visto casi todo. Es extremadamente curiosa, con los temas que la desconciertan. Pero eso no quiere decir que sea una fisgona. Por supuesto temeraria, de ahí su mote. Es la que más palos ha recibido y casi todos se los merecía otra. De carácter fuerte, no le tiene miedo a casi nada. Puede que actúe de manera impulsiva en los mementos menos indicados. Suele fumar en exceso cuando está intranquila. Ella afirma, que el tabaco le calma los nervios. La gusta ir bien arreglada.


Historia: Emmanuelle quedó huérfana con motivo de la guerra (Primera Coalición) a los 14 años y tubo que buscarse la vida como pudo, para forjarse un futuro prometedor. Sus expectativas eran grandes, pero la falta de empleo, el hambre y la miseria de la calle, consiguieron defraudarla. Y cuando tiró la toalla, intentando cortarse las venas; apareció alguien en su vida. Una mujer de gafas enormes que olía a tabaco y perfume barato. Se fijó en ella, recogiéndola de la calle y acogió a Emmanuelle en su casa, curando su muñeca. Juró que era la niña con los ojos más grandes que jamás creyó ver, con suficientes dotes para convertirse en una de sus prostitutas, afirmando que poseía aptitudes. Emmanuelle por entonces no sabía lo que supondría tal trato y aceptó, tomando a Madame Bovary como un ángel alado. Pero no era ningún ángel.
Actualmente trabaja en una casa de putas, en la que no se baila. Para la alta sociedad, puede parecer un antro. Pero para una puta, es todo un lujo. Peor sería hacer la calle.
Duerme en la zona alta de la casa, en la misma habitación que sus cinco compañeras. Pero si el mes ha sido rentable gracias a una de ellas, esa prostituta podrá dormir sola, en otro cuarto mucho más aclimatado, durante el siguiente periodo, como recompensa. Emmanuelle no es capaz de sacar nada positivo, salvo la relación que tiene con las chicas.
Allí reciben palizas con regularidad, a manos de los chulos de Madame Bovary, cuando estas cometen alguna falta. Luego deben cubrirse los moratones, para que los clientes no los vean. Si se da el caso y el moratón queda expuesto, la prostituta recibe otra paliza por falta de discreción. Seberg hace vida en la casa de putas: come allí, duerme allí y pocas veces tiene ocasiones de salir. Además reciben de pago una miseria, quedándose la propietaria con las grandes sumas de dinero y regalando por cortesía a sus esclavas, una pequeña aportación, para que se compren chucherías.
Emmanuelle se ha acostumbrado a la tiranía de su dueña, durante todos estos años, haciéndose más fuerte, con la esperanza de lograr escapar, algún día, de la prisión que la retiene.


Curiosidades:
-Fuma tabaco italiano.
-Lleva un brazalete de cuero negro, en la muñeca izquierda, que cubre las señales de un intento de suicidio.
-No cree en ningún Dios.
-Madame Bovary, la llama deslenguada, cuando no se comporta. Entonces Emmanuelle la llama Madame Bon voyage y se va a dar una vuelta.
-Es hija única. Después de su nacimiento, su madre no pudo volver a tener hijos. Su padre era marine.