La sirenita

por **Jean Baptiste Fontaine** Mar Jun 21, 2011 4:00 pm

El barco se tambaleaba con el balanceo de las Jean se sintió justo como el bargo, a merced de la marea. Sus padres deseaban verlo casado pronto y aunque no lo obligaban los comentarios ocasionales y su insistencia por presentarle mujeres creía día a día.

En unos días seria su cumpleaños y tenía que le diesen una esposa envuelta en papel de regalo y con un moño en la cabeza, no era un Casanova pero le gustaba su situación actual, es cierto deseaba algún día casarse y formar una familia, pero seria a su tiempo, cuando era ese tiempo? Sencillo. Cuando conociese a la chica adecuada. Se recargo de la baranda y suspiro. Lo malo es que parecía que la chica no pensaba aparecer pronto… de cualquier forma el aun era joven tenía mucho por vivir y conocer… lo malo. Sonrió para si mismo. Es que sus padres no lo eran, querían tener nietos antes de ser más viejos. Al pensarlo casi estalla en carcajadas con aquel pensamientos, el no podía conseguir siquiera una prometida y sus padre soñaban ya con bebes… quien sabe posiblemente su hermana les cumpliese el deseo antes que el.

Volvió al vista al cielo, estaba nublándose y el viento estaba cargado de humedad, no era solo la briza causada por el mar… aquel clima indicaba sin duda una tormenta- bueno al menos opacara el caos de mi vida- murmuro intentando ser positivo. Pero nunca le había gustado navegar con mal clima. Viviendo en la costa había aprendido a respetar el mar y a saber, que no existe bestia más feroz que las olas embravecidas.

por **Moira Andersen** Miér Sep 14, 2011 10:50 am

Hundida a infinitas brazas de la superficie, Moira, la más joven de las hijas del rey del mar, exploraba un barco hundido con la ayuda de una medusa que le servía de iluminación.

Apartando musgo y morralla, inspeccionaba lo poco que podía quedar de la civilización humana, a saber:

Una brújula con el cristal roto, una bota reblandecida, trozos de loza que anteriormente fueron platos y un artilugio que era como una gran pelota con extraños dibujos.
La sirenita recolectó todo esto y se tumbó en la cubierta mientras jugaba a juntar los fragmentos de vajilla como un rompecabezas.

-Es todo tan... hermoso. Aquí bajo no hay más que perlas y vulgar coral. Nos falta tanto. Me falta tanto... Al menos desde mi último cumpleaños se me permite subir a la superficie en la noche como a todas mis hermanas, pero observar sin poder tomar parte en ello es aún más tortuoso. Yo quiero poder bailar. No importa lo que abuela diga, sigo creyendo que las piernas son más hermosas que la cola de pez.-

Suspiró, y salieron burbujitas de su nariz.
Decidió que ya era hora de marchar a palacio y abandonar su melancolía, pero por el camino, unas luces acompañadas de zozobra le advirtieron de que se estaba gestando una tormenta.

Para las sirenas, las tormentas nunca suponen un problema. Es más, se divierten y entretienen tumbandose en las rocas para sentir las cosquillas de la lluvia. Y por supuesto, Moira, siendo tan curiosa como era, no pensaba perdérselo.

Guardó rápido sus tesoros en el pequeño recoveco de un arrecife, y nadó entusiasmada hacia 'allá arriba'.

por **Jean Baptiste Fontaine** Mar Sep 27, 2011 4:30 pm

La tripulación había recogido las velas y aseguraban todo el barco, la tormenta no había tardado en iniciar y parecía que seria de las malas, el cielo había empezado a crepitar con la amenaza de los rayos, no estaban tan lejos de puerto pero no iban a llegar antes de que la tormenta estuviese en la cúspide de su fuerza.

- bueno supongo que si que opacara el caos de mi vida- se dijo para si mismo antes de comenzar a ayudar a la gente, lo hacia en modo automático, se necesitaba mas fuerza que inteligencia en esos momentos, solo el seguir la monótona rutina de precaución, aun así, parecía que había cierto caos en los demás... su mirada se dirigió al mas... parecía que las olas se levantaban un poco mas cada vez, mas altas, mas bravas... el mar siempre le había fascinado, tan hermoso como peligroso... Estaba perdido en sus pensamientos cuando una imagen llamo su atención... parecía una figura humana entre las holas, jugando sobre las olas... sin darce cuenta soltó las sogas dejándolo a los demas marinos acercándose a la baranda... que era lo que había visto? busco entre las olas pero ya había desaparecido... ahí frente a el ya no había nadie. Parpadeo un par de veces y regreso sobre sus pasos, los tripulantes le veían extrañado y se dijo a si mismo que había demasiado estress en el, se estaba volviendo loco, ya veía cosas.

Antes de que la tormenta arreciara se dedico a ayudar a los demas, definitivamente necesitaba distraerse, olvidar por un segundo sus fallidos intentos de comprometerse, de enamorarse

por **Moira Andersen** Lun Oct 03, 2011 7:22 pm

'Un barco, ¡un barco! ¡Un barco humano!' pensó Moira mientras se escondía con excitación tras la roca en la que se encontraba.

Aquella debía ser la noche más maravillosa de su vida. No sólo hacía tormenta, ¡sino que también habían seres humanos navegando por allí!
Volvió a asomarse con cautela y observó cómo las blancas velas del barco se recogían. Ella desconocía de qué se tratanban, y eso la emocionaba aun más.

El navío le resultaba tan magnético que no pudo evitar nadar hasta él, para observarlo más de cerca. Le supuso un considerable esfuerzo, ya que la corriente fluía en su contra. El viento le enfriaba en las mejillas, pero ella no reparó en absoluto en este hecho, claro está.
Sólo podía pensar en investigar más, y más, y todavía más.

En ese momento, un rayo cortó de golpe el hilo de su pensamiento. Moira trató de enfocar la vista lo más que pudo para ver cómo los marineros, aturdidos, corrían de aquí para allá, presas del pánico.

Frunció el ceño, confusa:
'¿Qué ocurre? ¿Les desagradan los rayos? ¡Si son inofensivos!'

Y en ese momento, otro cayó, certero, en el mástil del barco.

por **Jean Baptiste Fontaine** Jue Oct 13, 2011 12:15 am

Las olas caían sobre ellos y el agua escurría por la cubierta, los marineros corrían de un lado a otro reforzando los amarres e intentando mantener a salvo el barco pero las cosas cada vez se ponían peor, era increíble como podía ser el mar de impredecible, incluso a los marineros mas experimentados podía engañarlos...como lo había hecho con ellos esa tarde, los rayos comenzaron a caer, estremeciendo la piel de los marineros, de un momento a otro la desesperación desbordo a todos, un rayo fue a dar al mástil principal y el fuego se extendió quemando las velas amarradas aun a pesar de estar empapadas, la madera ardió y aunque el agua parecía cesarle el viento volvía a avivarlo, los botes salvavidas estuvieron rápidamente llenos y aunque era sabido que el capitán se hundía con su barco el no quiso dejarlo atras,se las arreglo para dejar al mucho mayor hombre inconsciente y lo lanzo al agua donde le esperaban sus marines, demasiado tarde fue para el que quedo atrapado contra la cubierta con una parte del mástil que callo sobre el, intento safarce, no se sentía herido solo atrapado, tenia todas sus fuerzas y aun asi no lo logro, el barco comenzó a hundirse.

Des de los botes los marines vieron el barco hundirse con su príncipe en el... esperaron por bastante rato, buscando entre el agua esperando que un milagro ocurriese...pero nada paso... debían regresar al reino e informar de la tragedia...serian señalados, tal vez acusados de dejarle morir, de alta traición... ninguno quería regresar, pero no podían dejar a sus familias... al final, todos volvieron con la tristeza de la perdida, y la desesperación del proveniente futuro.

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