Erzsébet Batoríy (La condesa sangrienta)

por **Erzsébet Batoríy** Vie Ago 27, 2010 1:35 pm

“Evike me estaba cepillando mis cabellos cuando, inesperadamente, tiró de ellos muy fuerte.
Sin pensarlo ni preguntar qué le había sucedido, le golpeé en la cara. Parece que mi anillo le produjo un tajo en su mejilla, haciendo que su sangre saltara hasta mi mano.
Me limpié con un pañuelo, pero con el paso del día vi que allí, donde había caido la sangre de mi sierva, la piel estaba más clara, más brillante. Parecía rejuvenecida.
No he dejado de observarla, y lo puedo ver, lo puedo confirmar. Su sangre ha hecho algo en mi piel”

-Nombre del Personaje:
Gabriella Erzsébet Batoríy

-Edad:
27

-Especie:
Humano (Realeza)

- Tipo y Nivel Social:
Realeza, Condesa de Rumanía

-Lugar de Origen:
Hungría

-Descripcion Fisica:
Erzsébet Batoríy (La condesa sangrienta) 030809_14

Es una mujer baja, de complexión normal. Tiene unas caderas bastante anchas aunque el resto de su figura es impecable. Posee un busto más que abundante, por lo que sus vestidos suelen tener forma de reloj de arena. Su cabeza es más bien cuadrada, con la barbilla saliente en forma de óvalo. Tiene el pelo de un rubio muy oscuro, entre miel y castaño, rizado y algo enmarañado. Suele llevarlo recogido, aunque debido a su hiperactividad siempre lleva más de un mechón suelto. Sus ojos, redondos y de aparencia regordeta, son claros, aunque hay quien dice que se vuelven oscuros cuando mata. Viste siempre adecuada a la época, aunque odia las joyas, pese a que éstas son una muestra de su alta clase. Sin embargo, puesto que nunca sale, no necesita portarlas.

-Descripcion Psicologica:
Obsesionada y completamente enfuscada en su único objetivo: la belleza. Es una cruel asesina que vive por y para su espejo, puesto que piensa que sus virtudes más preciadas son la juventud, que en su sociedad una mujer empieza a perder peligrosamente a partir de los treinta años de edad, y por supuesto, la belleza y el poder. Ostenta las tres con gran altivez, deseosa siempre de una ocasión en la que pueda desmotrar su superioridad y marcar la diferencia siempre existente entre ella y cualquier otra mujer. Odia lo ordinario, lo cotidiano, y por supuesto, las ofertas tediosas. Evita relacionarse con temas de realeza, pese a que ama pertenecer a ella.
Desde el punto de vista psiquiátrico, Erzsébet es una anomalía que se sale del patrón común a todos los asesinos en serie conocidos. Es muy sádica, y en consecuencia se aplica especialmente a la hora de impartir disciplina, siendo ésta siempre física. Obliga a sus sirvientas a formar parte en prácticas sadomasoquitas, e incluso en experiencias sexuales en las que vejaba y humillaba a las doncellas. Es muy cruel, y nunca se mantiene serena. Generalmente tiene un humor muy cambiante y poco ético. Carece por completo de educación y suele poner motes a la gente que conoce en vez de llamarlos por su nombre. Suele sentirse satisfecha ante el dolor ajeno, y sobre todo, ante las situaciones de muerte y desamparo de los más humildes.
Pierde la noción del tiempo, y no sabe tampoco orientarse.
Erzsébet no es para nada el prototipo de asesino estratega que tiene perfectamente pensado su crimen y que elige a sus víctimas con minuciosidad. Es bruta, y sobre todo, mata por placer, por envidia, por reencor y por mero afán de superioridad y atención. No piensa lo que hace, simplemente comete sus actos con cualquiera que no sea santo de su devoción.
Odia el gentío y siempre que se encuentra en situaciones de aglomeración, grita y blasfema hasta que la situación no sea de su agrado.

-Historia:
La condesa Batoríy vio la luz en Nyírbátor, Hungría, el siete de agosto de 1773. Nació en una de las familias más antiguas y adineradas de Transilvania. Nació de un matrimonio consanguíneo, es decir, sus padres (Anna Bátoriy y Jorgze Bátoriy) fueron enlazados por conveniencia y por pertenecer a la misma clase, casi insuperable, y a la misma familia -orgullosa y reacia a mezclar su sangre con la de otro apellido-, a pesar de ser primos hermanos. Su madre era sobrina del Gran Príncipe de Transilvania, y rey de Polonia. Su infancia transcurrió en el castillo de los Ecsed, donde sufrió varias enfermedades como la epilepsia. Era una niña muy rara y con mucha facilidad para enfermar, por lo que su familia decidió quitársela de encima lo más pronto posible. Así pues, a los once años la comprometieron con un hombre que la doblaba en edad. Un año después la enviaron a vivir al castillo de los Nádasdy, para que fuera congeniando con su familia, lo cual no logró jamás, puesto que odiaba a la madre de su prometido, y constantemente le demostraba que ella pertenecía a una familia superior a la de su futuro marido. De hecho, cuando contrajeron matrimonio a los quince años de ella, adoptaron el apellido de soltera de Erzsébet porque éste tenía mucho más peso. Su marido no pasaba ningún tiempo en casa, puesto que lo pasaba combatiendo en el extranjero. Esto hizo que él y su esposa, la joven Erzsébet mantuvieran una relación únicamente por carta. Fue entonces cuando comenzó a emerger el carácter terriblemente violento y cruel de la joven.

“Ferencz ha partido ya hacia el campo de batalla. Es su deber como guerrero. Es su deber por nuestra casta, pero ¿por qué se aleja de mí? ¿Estoy menos bella?. Las noches se hacen cada vez más largas, y ya no sé qué hacer en este Castillo.
Noches largas, de grises lunas"

Ella le explicaba a su marido, por medio de cartas, cómo debía torturar a sus víctimas antes de matarlas, para hacerse respetar. Tan poco se veían, que no fue hasta cuatro años después cuando nació la primera hija de ambos, Ana. Posteriormente nacieron otras dos hijas, Úrsula y Katrynna, y por último, diez años después de haber contraído matrimonio, nació Paulio, el varón y heredero del cargo de conde.
Poco disfrutó Erzsébet de su familia, puesto que en ese mismo año, su marido murió de súbita enfermedad en una de sus batallas. Es aquí cuando comienzan sus supuestos crímenes. Para empezar, despidió a su muy odiada suegra del castillo, junto con el resto de la parentela Nádasdy; las muchachas a las que ésta protegía en esos momentos fueron llevadas a los sótanos y allí recibieron por fin los castigos que, en opinión de ella, merecían.

Esto dejó a Erzsébet en una situación peculiar. Señora feudal de un importante condado de Transilvania, metida en todas las intrigas políticas de aquellos tiempos convulsos, pero sin ejército con que proteger su poderío. Por la misma época, su hermano Gabriel Báthory se convirtió en conde de Transilvania, con el apoyo económico de la riquísima Erzsébet.
Empezaron entonces a surgir los rumores de que algo extraño sucedía en el castillo de aquella viuda loca. Los pastores protestantes comenzaron a difundirlos, contando que aquella poderosa mujer practicaba la brujería, utilizando la sangre de mujeres jóvenes para perpetuar su belleza propia. Estos rumores se debían a que, pese a sus casi treinta años seguía manteniendo el mismo rostro impávido e inmóvil, incapaz de perturbar que tenía cuando se casó con su difunto marido, a los quince juveniles años.
Su hermano decidió que la tendría alejada de ella, así que la envió a París, donde permanece encerrada en su castillo amplio y con un imborrable olor a putrefacción.
Se dice que guarda la sangre embotellada y la bebe a su antojo y placer, y que llena la bañera de sangre que ella misma extrae de cuerpos de jóvenes doncellas y sirvientes de su castillo para mantener una piel joven. Esto hace que muchos se planteen incluso si es una criatura normal, o por el contrario, está entregada al diablo.

-Datos Extras:
En la actualidad convive en su castillo de Ecsed, apodado así pese a estar en París, con sus tres hijas y su único hijo, lejos de su hermano, conde de Rumanía.
Odia a los curas, monjas y a todo lo que tiene que ver con la religión protestante y católica. Si se entera de que alguien en su castillo es un fiel cristiano, es capaz de arrancarle la cabeza de cuajo por el mero hecho de serlo. Sin embargo, acepta que su hermano coloque la fachada de que son una familia protestante, porque así se lo exige la realeza más alta.
Odia a sus tres hijas, y de hecho ha planeado más de una vez su muerte. Pero las fuertes medidas de seguridad a las que están sometidas las pequeñas siempre le impide acercarse demasiado a ellas. Ve la única salvación en su hijo Paulio, pues piensa que es la forma de perpetuar su esfinge y familia.
Evita las visitas a su casa, al menos en el lugar donde ella se encuentre, puesto que siempre hay restos de su diversión. Es fácil encontrar miembros sueltos de doncellas escondidos en cajones, hornos, o incluso, ollas.
Oculta los cuerpos enteros bajo los colchones de las distintas habitaciones, o incluso, los coloca sobre los muebles (sofás, sillones, camas), para jugar con ellos como si fueran muñecas.
Nunca ha matado a un hombre, puesto que adora al género masculino. Sus vícitimas son siempre mujeres.
Posee un diario en el que anota cada día las nuevas vícitmas para hacer un recuento.

*La Condesa Sangrienta*

por Invitado Vie Ago 27, 2010 5:04 pm

Priemero que todo, bienvenida al Foro.

Siguiente, me temo que Transilvania no es un país disponible dentro de la lista de cargos Reales, por lo que tendrás que pedir otro.
Antes si, de colocar en tu ficha el cargo de Realeza por el que optarás, es necesario que pases por el sector de "Cargos" (https://victorianvampires.foroes.org/r-e-g-i-s-t-r-o-s-f3/cargos-y-empleos-dentro-del-rol-t1056-120.htm?highlight=cargos) para así solicitar un lugar en la Realeza de los países ahi disponibles.

una vez hecho eso, tu ficha podrá ser aceptada.
Gracias_

por **Erzsébet Batoríy** Vie Ago 27, 2010 5:09 pm

Perdón, me he confundido. Quería poner duquesa de Rumanía. Perdón por las molestias >.< Lo hablé con Nigel y todo, pero me confundí al ponerlo. Es condesa de Rumanía. La ficha ya está editada ^^

por **Heloise Chénier** Vie Ago 27, 2010 6:57 pm

Bueno, me parece que ya está solucionado el asunto así que procederé a aprobrar la ficha.

Te insto otra vez a pasar por https://victorianvampires.foroes.org/r-e-g-i-s-t-r-o-s-f3/cargos-y-empleos-dentro-del-rol-t1056-120.htm y registrar tu cargo real.

¡Bienvenida una vez más!