Tabhyta Angelique Moreau

-Nombre del Personaje: Tabhyta Angelique Moreau
-Edad: 21 años.
-Especie: Humana-Bruja.
-Tipo y Clase Social: Clase baja. Cortesana.
-Orientación Sexual: Heterosexual.
-Lugar de Origen: Paris (barrio pobres), Francia.
-Habilidad/Poder: Hechicería, premonición y encandilamiento.
-Descripción Física:

Spoiler:

-Descripción Psicológica:
Tabhyta es toda una luchadora. Y una desconfiada. Pero su vida la ha hecho así. Siempre tira hacia adelante, sea lo que sea lo que se le ponga delante, o sea quién sea. Siempre consigue lo que quiera, aunque la gente intente ponerselo difícil, aunque su propia vida se lo ponga dificil. Es respetuosa y orgullosa como si fuera de la realeza. Si no fuera así, ya la habrian pisoteado tantas veces que de ella sólo existiria el cuerpo con el que algunos disfrutan.
Es toda una actriz, puede hacer creer a cualquiera que se siente como ella crea que es apropiado. Nadie se entera de su verdadero estado de ánimo, para ella, que lo supieran sería mostrar débilidad. Algo que no puede mostrar dado su trabajo, muchos se habrían aprovechado de ella ya. Como hicieron cuando era pequeña. Suele tener un carácter dificil, sólo con muy determinadas personas es una chica amable.
-Historia:
La historia de Tabhyta comienza en la juventud de su madre. Una codiciada cortesana. Tuvo que aferrarse a lo único que le quedaba para poder sobrevivir malamente: Su cuerpo.
Y esa profesión, le llevó a tener a todos sus hijos, es obvio en esta época no hay nada para evitar un embarazo, por lo cual la madre de Évanie se quedó embarazada numerosas veces. La rubia fué la doceava hija de la mujer. Y la más maltratada.
De pequeña se dedicó a limpiar el burdel dónde su madre trabajaba, mientras a la vez era enseñada para poder ejercer la profesión de su madre. Era maltratada malamente desde que tuvo 5 años, su madre la pegaba cuándo se sentía triste, frustrada, estresada o enfadada. Es decir prácticamente siempre. Por eso desde muy pequeña tuvo que aprender a ser fuerte, sobretodo con su madre. Sus hermanos conforme fueron cumpliendo la edad adecuada se fueron yendo de aquel pequeño infierno. Tabhyta los miraba con envidia desde la puerta y cada vez que uno de sus hermanos se iba a ella le caían más responsabilidades y su madre le pegaba una fuerte cachetada por impotencia.
Conforme se fué haciendo mayor, la niña se iba convirtiendo en mujer, y los hombres se fijaban más en ella que en su madre y preguntaban por ella seguidamente a la jefa del burdel. Su madre estaba realmente enfadada por ello, ya que a la vez que ella se iba haciendo más mayor y más mujer, su madre se iba haciendo más vieja y menos deseable. La paliza por aquello fué monumental, jamás se le ha borrado de la cabeza a la rubia.
De muy joven, descubrió sus habilidades de hechicera, las fué descubriendo poco a poco y aprendiendo a controlar ella sóla, ya que jamás se lo dijo a nadie, sabía lo que le hacían a las brujas y también sabía que su madre sería capaz de acusarla y permitir que la mandaran a la hoguera. Su odio hacia su propia hija era tremendo. Y el odio de la hija, era el doble de grande.
Creció con ese odio acumulado en su interior, haciendose cada vez más orgullosa y aprendió a aguantar sin soltar un sóla lágrima muchas de las palizas de su madre. No sólo su cuerpo crecía, también su mentalidad y su razonamiento.
Llegó a la edad adecuada para ejercer de Cortesana, y la jefa de su madre ya estaba preparando la sustitución de una por la otra. Pero la propietaria de otro de estos locales de 'diversión' la vió y quiso comprarla, ya que pudo ver en ella 'potencial' para el negocio. Obviamente al ver la suma de dinero que daban por ella, la jefa del burdel de su madre no tardó ni dos segundos en venderla y dejar que se la llevaran.
Aunque se indignó al ver que la trataban cómo un objeto y nada más, en parte lo agradeció, se libraba de estar con su madre a la que esperaba no volver a ver en su vida.
La niña aún era virgen cuándo se la llevaron, por lo qué eso hizo que de alguna manera se 'vendiera' su virginidad, haciendo pagar por ella mucho más de lo habitual. Aquel momento también es inborrable en ella, el dolor y las lagrimas aún le queman cuándo lo recuerda.
Y así ha pasado los últimos años de su vida, madurando y aprendiendo a aguantar lo inaguantable. A evadirse cuándo parece imposible. A esconder sus poderes y a prácticarlos de forma clandestina.

-Datos Extras: De su casa se llevó el collar más caro de su madre, para así acordarse de todo lo que había pasado y por qué nunca debía volver allí. Siempre lo lleva. Viste siempre con colores oscuros.

¡Listo! Todo cambiado.