Un saludo al estilo gitano

por **Johnel Disraeli** Vie Ago 05, 2011 11:08 am

John acababa de llegar a la ciudad. Después de haber colocado su carreta a las orillas de la carretera y haberse asegurado que nada le pasaria a sus pocas pertenencias habia comenzado a caminar desde muy temprano. En el camino, se encontro a un par de guardias, y con su facilidad de engatuzar a la gente les propuso que el adivinaria que pensaban cada quien y se ganaría unas cuantas monedas. El chico sabia que eso podia traerle problemas, pero no le importo, estaba hambriento y ademas necesitaba un poco de plata. Despues de haber obtenido sus monedas siguio caminando hasta que vislumbro a lo lejos aquel perfecto lugar. Se acerco curioso por saber que encontraría ahí.
Hacia mucho tiempo que no se topaba con un circo tan grande como ese. Asombrado se acerco y observo a la gente, como el, sin hacerle siquiera un gesto feo. Se sintio emocionado y siguio andando hasta que se topo con una pequeña carpa. Estaba descolorida y de adentro parecía salir una voz de una joven dama. Sonrío un poco y se quedo ahí parado, intentando decifrar el pensamiento de aquella mujer.

por **Éabann G. Dargaard** Lun Ago 08, 2011 6:30 pm

Se encontraba trabajando en el circo como hacía de vez en cuando. No es que fuera algo habitual, pero lo cierto es que le gustaba estar con los suyos. En vez de haber ido al mercadillo a vender algunas de las cosas que realizaba con sus propias manos, había decidido quedarse en el circo. Necesitaban ayuda. Estaban escasos de manos y a ella no le importaba, además así se mantenía alejada de la ciudad. Necesitaba en cierta manera desintoxicarse de ella.

Se encontraba en el interior de una de las carpas recogiendo los vestidos que habían utilizado los bailarines en uno de los últimos números. Tendría que remendar un par de ropas cosa que no le importaba. Mientras lo hacía cantaba a media voz para acompañarse en aquel movimiento mientras iba poniendo la ropa en su sitio. Estaba ajena a lo que ocurría a su alrededor, relajada pensando que se encontraba a plena luz del día y que eso significaba que no tenía que preocuparse.

—Deberían tener un poco más de cuidado, esta tela es delicada.—susurró para sí, al tiempo que se volvía a poner a cantar.

Fue en una de las vueltas que estaba dando que finalmente se dio cuenta de que había alguien en la puerta aunque no llegara a reconocer el rostro que se encontraba oculto entre sombras debido a que el sol le daba desde la espalda. Era más bien una figura recortada. Se quedó quieta en el lugar donde estaba con uno de los vestidos en las manos mirándole.

por **Johnel Disraeli** Lun Ago 08, 2011 6:46 pm

Noté como ella se detenía y miraba hacia donde yo me encontraba. Sus movimientos eran suaves, con gracia. Y su voz... ¡Uy! Para que describirlo, era tan hermosa que me habia dejado ahí parado, como si me hubieran clavado en ese lugar hacia mucho tiempo y mis piernas estuvieran enraízadas inevitablemente.

Después de unos segundos, que debierón de haber sido terriblemente largos, carraspee y me acerque con paso decidido quitando el pedazo de tela que nos impedía a los dos mirarnos bien.

Sorprendido me tope con una joven. Muy hermosa por cierto. Tanto como su voz.

-¡Hola!- salude cortesmente mientras inclinaba un poco la cabeza y le sonreía -Disculpa si te interrumpo- agregue en cuanto ví que llevaba un vestido en la mano, tal véz era una baílarina.

por **Éabann G. Dargaard** Mar Ago 09, 2011 2:19 am

Fue un segundo en el que el corazón de la gitana estuvo a punto de pararse. Algún punto de su mente racional se desconectó y únicamente quedó la sensación de peligro. Su mente fue directamente a unas noches pasadas cuando se había encontrado con un ser inmortal en un callejón. Era una estupidez, era de día, no podía salir —o al menos eso creía ella, aunque sus insinuaciones casi decían lo contrario—. Cuando habló el aire que estaba dentro de sus pulmones fue expulsado lentamente y cuando finalmente le vió el rostro se atrevió a moverse. No era él sino un joven al que no reconocía.

Suponía que sería de su propio pueblo, sino no le hubieran dejado entrar tan dentro de la organización del circo, por lo que de forma visible su cuerpo se relajó lo suficiente como para moverse para dejar el vestido que llevaba en las manos en el montón de ropa y girarse ya de nuevo hacia él con las manos libres.

— Hola, no te preocupes, estaba organizando un poco esto.—contestó con amabilidad mientras le miraba. — No te había visto nunca por aquí.

Lo que a su mudo de ser significaba una pregunta, pero era demasiado “educada” como para pronunciarla directamente.

por **Johnel Disraeli** Mar Ago 09, 2011 8:46 am

Hola, no te preocupes, estaba organizando un poco esto.—contestó con amabilidad mientras me miraba y seguía. — No te había visto nunca por aquí.
Me hundí de hombros sonriente.

-Soy nuevo, hace pocos días que llegue a París- respondí cruzandome de brazos.

Mire por encima de mi hombro como la gente comenzaba a moverse, tal vés la función ya estaba por términar. Eso me animaba, hacia mucho que no estaba en algún acto. Desdé que mi abuelo habia muerto, simplemente no habia habido tiempo para esas cosas. Recorde la noche cuando de pequeño, simplemente mi abuelo me avento sobre una tarima y tuve que hacerle de animador. Fué una noche mágica...

Suspire largamente y miré a la joven que estaba frente a mí.

-Así que, ¿trabajas en el circo?- pregunte volviendo la mirada a ella -Por cierto, soy Johnel, tú eres...

por **Éabann G. Dargaard** Mar Ago 09, 2011 5:07 pm

Ahí estaba la razón de que no le sonara de nada el rostro que tenía delante. Comenzó a trabajar de nuevo recogiendo las prendas de ropa que había por el lugar. Tenían que hacer todo tan rápidamente que muchas veces terminaban por ser descuidadas. Frunció el ceño un instante, tomando una falda que necesitaba ser remendada seguramente porque la bailarina había tirado demasiado fuerte de ella para bajarla antes de cambiarse para el siguiente espectáculo. Fuera el movimiento indicaba que la gente andaba recogiendo. Seguramente en la carpa central la función estaba dando sus últimos coletazos.

No tenía prisa por salir, la verdad, estaba bien allí y sabía que por el momento la tienda estaría vacía. Las bailarinas ya habían acabado y seguramente estarían en sus tiendas o comiendo algo. Se detuvo por un momento a unos pasos del hombre, inclinando con suavidad el rostro en una señal de saludo y una ligera sonrisa en los labios que buscaba ser amable.

— Encantada, yo soy Éabann.—miró por un momento a su alrededor, negando un instante. — Estrictamente no trabajo en el circo, pero siempre que puedo vengo a echar una mano para que todo funcione correctamente. Es lo mínimo que se puede hacer ¿no crees?

por **Johnel Disraeli** Mar Ago 09, 2011 5:24 pm

Observaba que la chica parecía ocupada y bastante atareada con lo que hacía. Me quede quieto observandola atento.

-Éabann- repetí sonriendole -Muy interesante el nombre que llevas... - Sonreí y era verdad, nunca habia conocido a nadie llarmse de tal manera, y lo que me parecía tan raro era que a ella le quedaba perfecto -Creo que tienes razón.

Me hundí de hombros mientras me acercaba -Si gustas, puedo echarte una mano... No tengo nada que hacer...

Me hundí de hombros con la sonrisa que no se habia borrado. Me sentía emocionado, hacia mucho que no mantenia una conversación con uno de los míos, y mucho menos mujer. Sabia que tal véz de esto resultaría algo bueno. Quien sabe, a final de cuentas nosotros siempre adorabamos la soledad, pero nunca se negaba un poco de compañia.

por **Éabann G. Dargaard** Mar Ago 09, 2011 6:29 pm

La gitana sonrió al cumplido del hombre, al tiempo que asentía con suavidad el rostro. Era normal que la gente se quedara extrañado al escuchar su nombre, sobre todo cuando lo hacían por primera vez, a fin de cuentas no era algo habitual. Era gaélico irlandés, como su segundo nombre, producto de un amigo de sus padres. Había sido en cierta manera su “padrino”, un hombre solitario que había terminado en la kumpanya familiar siendo casi como un hermano para su padre. No entendía mucho de por qué había sido así, solo que había sido una constante en su vida. Muchas veces se iba, pero siempre terminaba por volver al seno del grupo. Estaba demasiado lejos de casa, ni siquiera era gitano, y sin embargo parecía como si su lugar fuera con ellos.

— Si no te importa, vendría bien un par de manos extras—comentó con una media sonrisa mientras comenzaba a moverse recogiendo más prendas de ropa. — Las que tengan algún roto o descosido, déjalos en este montón.—dijo dejando la falda de antes sobre un par de prendas de ropa. — Mi nombre es gaélico… el tuyo tampoco me resulta conocido.—reconoció mientras le miraba, agachándose después para coger una camisola que tras asegurarse que estaba bien, pero que tenía que ser lavada, la echó en otro montón.

por **Johnel Disraeli** Mar Ago 09, 2011 9:04 pm

Escuche las indicaciones que me daba y asentí con la cabeza mientras me acercaba a un monton de ropa y comenzaba a inspeccionarla.

Mientras lo hacia escuche lo que comentaba y sonreí muy a mi pesar.

-Mi nombre es parísiano... ¡Y ni que decir de mi apellido!- musite y agradecí que le estaba dando la espalda en esos momentos a la chica, porque acababa de hacer una mueca nada agradable por el recuerdo que me daba mi nombre y aún más mi apellido.

-Mi abuelo patérno se llamaba así...- le dije sin mas mientras colocaba un par de ropas en el montón -Mi madre logro colar ese nombre entre nosotros, pero prefíero que solo me digan Nel, se escucha más... más yo.

Seguí con el trabajo observadola de véz en cuando, parecía tan sumida en el trabajo

por **Éabann G. Dargaard** Miér Ago 10, 2011 3:12 am

El toque francés en el apellido del chico no se le había pasado a la mujer que le miró por un momento cuando escuchó sus palabras y se detuvo una vez más con una prenda de ropa en la mano. Al menos parecía que el chico era francés, cosa que le facilitaría las cosas sin duda. Por su parte el francés que hablaba tenía un ligero acento que le identificaba como extranjera. No tenía muchos más problemas, a fin de cuenta los gitanos se comportaban como una comunidad aparte, pero el problema venía cuando se iba relacionando con otras personas. Ya había tenido algún que otro choque con personas que consideraba que le vendría bien volver a su tierra. Se encogió de hombros un momento para seguir trabajando.

— Nel, es más fácil de recordar.—comentó la mujer deteniéndose, mirándole con una breve sonrisa. — Espero que no te importe pero te llamaré así.—dejó una camisa en el montón de la ropa para remendar y se le quedó mirando. — ¿Vas a quedarte mucho por aquí o solo estás de paso? Hay muy buen ambiente en este lugar.

Aunque ella hubiera decidido alejarse un tanto del resto, seguía yendo siempre que tenía oportunidad. No olvidaba el recibimiento que le había dado Amaris cuando había llegado, chiquilla a la que tendría que buscar para ver cómo se encontraba ya que hacía semanas que no la veía.

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