Alessandra Volkova

-Nombre del Personaje: Alessandra Volkova
-Edad: 24
-Especie: Humana
- Tipo y Nivel Social:
Bajo, Gitana
-Lugar de Origen: Bulgaria

-Descripción Física:
De rasgos afilados, pero sutiles, Alessandra goza de unos labios carnosos y perfilados, ojos almendrados, verdes grisáceos, y expresivos, pómulos altivos, cuello de cisne y orejas ni muy grandes ni muy pequeñas. Su cabello es oscuro como el ala de un cuervo con reflejos azulados y bastante largo. Su cuerpo, plagado de tentadoras curvas, tentaría hasta el mismísimo diablo. Su tez no es oscura, pero tampoco clara.


-Descripción Psicológica:
Es muy carismática, decidida y no tiene miedo a nada. Suele embarcarse en cualquier locura que le surja sin pensar en las consecuencias, solamente guiada por un impulso o corazonada. No tiene pelos en la lengua para poner a alguien en su lugar y, por supuesto, pobre de aquel que llegue a injuriarla, porque se acordará toda su vida de ella y de que debería haber mantenido la boca cerrada.
Tiene su vena justiciera cuando ve alguna injusticia, pero también es precavida. No suele confiar ciegamente y no es ninguna ingenua… bueno solo en ocasiones.

-Historia:
Alessandra fue encontrada a las puertas de la iglesia de Saint George, las monjas las acogieron de buen grado. En principio. Alessandra nació con lo que las monjas lo llamaron, la marca del demonio, una mancha de nacimiento que simulaba un pentagrama incrustado en un circunferencia perfecta. Por lo que, al descubrir esto, la trataron despectivamente, inclusive los sacerdotes y demás clérigos. Por lo que cuando cumplió 12 años y fue suficientemente “madura” a vista de la iglesia para buscarse las castañas, la echaron con el falso motivo de que tenían que atender a enfermos y no podían estar cuidándola. Además Alessandra era muy dada a las travesuras.
Con 12 años y lo puesto, vagó por Dubroch sobreviviendo por su cuenta, ya fuera birlando comida o cualquier cosa que pudiera vender por unas cuantas monedas.
Cincuenta días antes de la Pascua, se celebraba la fiesta Kukeri, es decir, los juegos de carnaval, donde hombres se disfrazaban con máscaras, pieles y campanillas. Alessandra estaba fascinada con tal celebración, pero las mujeres no podían disfrazarse, así que solo pudo contemplarlo.
En las afueras de la ciudad, los gitanos se reunían y formaban su propia fiesta, ya que no eran bien vistos. Alessandra, una niña todavía con demasiada libertad y con poco seso, se acercó hasta ellos sin saber las consecuencias que podía tener. Los gitanos la acogieron como una más, sin hacerle preguntas, el líder o patriarca, la aceptó como una más de sus hijas y la quiso y mimó como a una de ellas. Por una vez, Alessandra se sintió querida y siempre tendría en cuenta lo que hicieron por ella.
Los gitanos se movían por todo el continente, ya que no tenían un emplazamiento fijo, incluso por el oeste de Europa. Recientemente han asentado su hogar en París, donde las gentes son menos cautas y son más fáciles de engañar y persuadir, dos cosas que a los gitanos se les da de fábula.

-Datos Extras:
- Tiene como mascota un halcón que rescató cuando era nada más una cría, lo curó y desde entonces siempre acude a ella.
- Le encanta el tiro con arco.
- Sabe manejar una daga igual que un hombre, pero solo la usa cuando alguien la inoportuna demasiado.
- Le encanta la libertad de la que gozan los gitanos, las pocas preocupaciones que gobiernan su vida.
- Le encanta participar en las ferias, ya sea en pruebas de hombres y mujeres y, sobretodo, si termina ganando.
- Participa en las ferias como bailarina y cantante en los puestos gitanos.

Ficha aceptada, bienvenida