Osian T. Ferro

# Descripción física: Osian tiene ojos marrones oscuros grandes, pestañas espesas y cejas delgadas. Debajo de sus ojos tiene ojeras visibles, debido a su falta de sueño o insomnio crónico desde que tenía diez años. Todas sus facciones son muy finas, desde su mentón hasta la punta de sus cabellos, los cuales siempre lleva cortos y bien peinados, son de color marrón tirando para negro. Su rostro tiene forma geométrica, semejante a un rectángulo. sus labios son carnosos y rosados. Tiene pómulos bien marcados y una frente amplia, que van de la mano con su pequeña nariz perfilada. Es alto, más o menos llega al 1.80, y fornido, sin llegar al extremo. Su contextura es ejercitada, lo suficiente para alguien de su talla.

# Descripción psicológica: Elegante, pasional. Osian es un caballero por donde se le va, correcto y de modales envidiables, como si hubiera sido criado por gente de la realeza y no por una familia de clase media. Es reservado, no toma confianza de un momento a otro y se hace amigos facilmente. Pero claro, no al punto de ser antisocial, sabe perfectamente como moverse en lugares que, incluso, jamás pisó. Tiene un talento natural para eso, como para caerle bien a la gente con solo mostrar una sonrisa pícara y risueña. Maneja bien sus dotes físicos como rostro y su cuerpo. ¿Suerte por haber nacido bien parecido? Oh, no.

El moreno es inteligente hasta decir basta, es un hombre instruido y con cultura, por lo que en un concurso de quien está en lo correcto, él defenderá su posición con uñas y dientes. Y no necesariamente transformandose en lobo. Sabe, tiene conocimiento de un hombre anciano de 80 años. Es responsable, cuando algún propósito se le ha metido entre ceja y ceja él hace todo lo posible para conseguirlo, en el ámbito que sea.

Suele ser un tipo agradable, con el que se puede entablar una conversación de horas sin aburrise. Hace bromas a veces, pero su humor se va más por el negro. Eso sí, luego de cada transformación sufre un cambio de ánimo que le dura practicamente dos días. Se pone de mal humor, no se conoce así mismo, muestra un cansancio físico y emocional. Cuando aquello sucede, él prefiere quedarse en su casa hasta que pase, para evitar crear problemas y conflictos que al final lo dañen a él también.

En el aspecto amoroso es estable. Cuando encuentra a alguna joven digna de su cariño y respeto la quiere consigo, y hace hasta lo imposible para conquistarla. Ahora no tiene pareja, pero si la encuentra espera poder contarle su secreto, confiando que no se vaya corriendo. Claro, él preferiría lo contrario, decirle y que ella lo quiera lo suficiente como para quedarse a su lado y convivir a pesar de su condiciónj tan complicada. Pero bueno, si está soltero vive la vida al máximo, sale con una y con otra, lo importante es divertise, ¿no? Pues, cuando quiere, Osian puede hacerlo mejor que nadie.


# Historia: De nacionalidad inglés, con rasgos italianos. El amor nació en Londres, cuando su padre y su madre se conocieron por casualidades del destino. Su padre era de Inglaterra, hijo de un comenciante adinerado y su madre de Italia, que llegaba por x motivo con un tipo que le triplicaba la edad. En aquellos tiempos él tuvo que robarsela del hombre que la tenía como su meretríz personal. Se puede entender también como que la rescató. Le dio una vida que ella merecía: una bonita casa, bonitos vestidos, amor y un hijo, el único que pudieron.

Frederick, padre de Osian no creía que aquellas leyendas historias que le contaba su abuelo y su padre acerca de seres míticos que se convertían en mounstros a la luz de la luna. Sin embargo, al pequeño Osian le fascinaba que su abuelo le contara ese tipo de cosas, ya que muy aparte de ser su profesor particular, el abuelo del niño le dedicaba muy tiempo, al igual que su mamá y su papá. En ese aspecto el moreno no se pudo quejar jamás, porque siempre fue bien antedido y sintió el amor de su familia, la unión y respeto.

Su abuelo se retiró del negocio cuando él tenía diez años, dejándo al padre de Osian con el negocio de la familia, que realmente no iba muy bien, pero se logró sostener cinco años más. Él estudiaba y ayudaba a su padre en lo que podía, mientras que su madre se quedaba en casa haciendo los deberes que todas las mujeres hacían. Tenía trece años, mucha responsabilidad, sueños, esperanzas y ganas de salir adelante, pero algo raro le sucedía.

Una noche como tantas, tardó más de lo normal en llegar a casa. Pero al hacerlo la escena fue indescriptible. Su hogar estaba hecho cenizas, quemado, destruido. Para su desgracia y desdicha sus padres estaban dentro. Osian se quedó solo al lado de su abuelo en el mundo cuando a penas había cumplido los quince años. No se repuso facilmente, ni siquiera siente que ha superado ese hecho que marcó su vida para siempre.

Osian trabajaba no solo para mantenerse, si no también a su abuelo ahora que no tenían a nadie más. Desde tempranas horas de la mañana hasta muy entrada la noche estaba en constante movimiento, ayudando y laborando donde podía. Siempre con cuidado gracias a consejos de su abuelo, pues, las cosas en la ciudad se estaban poniendo tensas debido a despariciones y asesinatos sin explicación. La gente hablaba de seres míticos que se convertían en bestias, cosa que le interesaba mucho al moreno, pero no tenía certeza de que fueran ciertas, hasta que pudo ver a uno de esos seres cara a cara.

Era bastante tarde, casi la media noche cuando pasaba por el parque central, el cual estaba vacío. Cruzó un callejón con un extraño miedo, que antes no había sentido. Su paso era lento y calmado, pero a la vez atento, por si algo sucedía. Recuerdas claramente cuando una bestia de dientes grandes saltó hacia él, moriéndole una parte del cuello y luego el hombro. El dolor fue insoportable, pero pasó pronto porque quedó inconsiente tirado en el suelo. Cuando despertó no sabía donde estaba, se sentía desorientado y con el cuerpo cansado.

Llegó a su casa y para su sorpresa, había desaparecido tres días. Los gritos de su abuelo no faltaron, y mucho menos las observaciones acerca de su aspecto más grande y cambiado. Desde esa ocación su vida no fue la misma. Sus cambios no solo eran de humor y apariencia, también sus sentidos se había vuelto agudos y su fuerza había aumentado. Su abuelo notaba la diferencia entre el antiguo Osian y el nuevo. El segundo ahora se mostraba más cauteloso y reservado, no hablaba demasiado, parecía un extraño dentro de la casa. Solía cambiar de humor de un momento a otro, se desaparecía dos noches seguidas. De ellas no recordaba más que él tirado en algún lado sin ropas. No comprendía lo que pasaba, y tampoco lo comentaba, buscaba pretextos y excusas para justificar sus faltas.

¿Cómo descubrió que sus cambios se debían a su condición de licántropo? Todo gracias a su abuelo, que también notó los cambios de humor y desapariciones que tenía su nieto. Lo encaró una tarde de domingo, y Osian no pudo esconder más lo que pasaba. Tenía miedo de hacerle daño a su abuelo, así que pidió mudarse, vivir en otro lado, pero el anciano no lo dejó. Sus lazos con su único nieto eran muy estrechos, no permitiría que pasara por esas cosas solo, lo ayudaría. El hombre sí creía en las leyendas y en esos seres, así que le informó todo lo que sabía acerca de ellos. Las cosas para el moreno mejoraron, pero no del todo. Aún llevaba consigo el temor de hacerle daño a otra persona, ya que a veces no recordaba absolutamente nada de lo que hacía cuando se convertía en un lobo gigante.

"Ríe por no llorar", Osian se enfocó en lo que era la interpretación en sus ratos libres, tenía un talento en la sangre. Quería buscar algo que pudiera hacer, y hacerlo bien, y era aquello, por lo que decidió mudarse a Paris, dejando a su abuelo en Londres. El hombre, ya entrado en años, no quería dejar su ciudad natal y amigos cercanos. Falleció luego de dos años, dejando solo en el mundo a Osian.

Actualmente radica en Paris, actuando en el teatro. Vive con su propio dinero, se mantiene solo. Ha aprendido a sobre llevar mejor su vida como licántropo y hace todo lo posible para que no le afecte en general, aunque su condición no le guste para nada. Eso de ser un mounstro jamás estuvo en sus planes, no lo quería, y si pudiera retroceder el tiempo lo haría.