La noche, la iglesia y dos... ¿ángeles oscuros?, curioso... (Jacqueline S. Ritchway)

Otra noche empezaba a formar parte de mi historia inmortal, me preguntaba ¿que haría esta noche?, no tenia demasiado entusiasmo en ir a algún teatro o museo, no esta vez queria conocer un sito diferente, ¿Pero... a donde?, esa era mi gran duda y como un estallido luminoso, se me ocurrio ir a un sitio que nunca habia pisado desde que arribe a París, ¡Si iria a la catedral!
Despues de mi almuerzo, en los callejones parisinos, me dirigi hacia la catedral, que deseaba encontrar ni yo misma lo sabia.
Cuando al fin estuve frente a aquella imponente catedral, recorde que antes de convertirme en este oscuro ser, nunca pise un recinto sagrado,lo que llevaba a preguntarme ¿Me haria cenizas aquí?, inmediatamente alguien aclaro mi duda pues en lo más profundo de la iglesia vi a un ser que no podia ser mas que un vampiro, un bonito cuadro la noche, la iglesia y dos¿Ángeles oscuros? esto parecía ponerce facinante e intrigante para mi.
¡Ah! Como llamó mi curiosidad aquel miterioso ser, me puse a pensar por un momento ¿Que proposito le traia a este lugar?, ¿Podra ser este el lugar donde encuentra su menú para la noche?
Decidi entrar y dirigirle unas palabras, camine y a cada paso me ocultaba detras de algún santo, cuanta desesperación y tristeza percibia de los pocos humanos presentes, meditando en silencio profudisando sus rezos.
Cientos de velas encendidas, como luces de devoción y esperanza ciega y con fe que iluminaba y enmarcaba aún más el rostro de virgen, vaya hermosa escultura de ella, un expresión de arte humano consalador para los mortales.
Conforme avanzaba me percataba que aquel busco escondite en un pilar, desde donde observaba atentamente a cada humano incado en los reclinatorios.
Seguia avanzando admirando el arte que reinaba en ese lugar, yo y mi inseparable arte no dejaba de ser apasionada a él y de hallarle en todas partes acomodo, observe por un momento los diversos vitrales que enmarcaba figuras de ángeles en colores azules y amarillos que aun con la luna brillaban mostrandome su luz infinita y santa.
Finalmente llegue aquel pilar, descubri que aquel ser era una dama cubierta con velo negro, muy parecido al mio, que observa atentamente a todos esos mortales que de ellos se me figuraba que alguno seria su cena.
Me detuve detras de ella y dije en voz baja similar a un susurro -Buenas noches mademoiselle, ¿Se divierte viendolos o es una especie de ángel oscuro que viene a redimirlos?, disculpe pero es que para mí es demasiado extraño que un ser de mi naturaleza se encuentre aquí cuando hay miles de mitos que amenazan con nuestra existencia a quien se atreva a entrar este scrosanto lugar, gracias a que la vi a usted, y al ver que no sucedia nada decidí entrar a este bello recito artistico.- Ella parecia escucharme, sin embargo no se giraba hacia mi.
-¡Qué descortez! no me he presentado aún,bien mi nombre es Montserrat Shapplin Brightman y yo he venido a observar el arte que vive aqui, y ¿usted como se llama?- seguia susurrando, pero fue entonces vuandoella volteo y me esbozo una sonrisa, ahora era a mi a la que observaba, aunque yo tenia el ligero presentimiento de que me había observado antes sin que yo me diese cuenta,
¿El que que hacia allí? aún me daba curiosidad, pero quiza dentro unos minutos todo se aclararía.

Solitaria. En uno de los templos que habia visitado, en una piedra que daba a los visitantes, habia una inscripcion. Tambien una frase al final pero el autor habia decidido tacharlas. Era el mensaje de lo que habia escrito. Luego de leerlo atentamente, no fue dificil encontrarle el sentido...porque lo vivia...Uno no puede leer "Solitaria", porque lo siente...

Al ser tragados por la oscuridad y nuestra vida enviada al exilio cuando nos transformamos en seres de la noche, se dice que es cuando Dios no posa más sus ojos en nosotros y el Diablo lo hace. Siempre oia leyendas urbanas de nosotros y de que si pisabamos suelo sagrado de las tierras de Jesucristo, arderíamos como si nos expusieramos al sol. Pero no alli. No era una Catedral comun y corriente. Ya habia decifrado algunas palabras clave en sus muros.
Era una Catedral para cualquier ser, mortal o inmortal, que penetrase en ella.

Predi unas velas y observe a algunos humanos rezar y pedir por sus vidas. Deberian pedir el no ser tragados por alguien con nuestras fauces. Lamentablemente no me escucharian. No lo entenderian nunca. Sonrei. Que patetica me sentia alli observando a algunos orar porque les llueva dinero del cielo...
Senti una presencia entrar con una leve brisa al templo. No era humana...

Voltee en cuanto senti escuche sus palabras quedas. Le sonrei, me alegraba encontrar a alguien como yo por estos lugares.
-La Iglesia es un santuario para aquellos que por sus almas estan desesperados...-dije en un susurro medio alto, algunos humanos levantaron la cabeza poniendo atencion.-Jacqueline Samantha Ritchway. Visitaba este lugar para poder recordar un poco lo que era ir a una Iglesia...Hace sglos que no venia...-y rei un poco torciendo mis labios.

Al fin contesto a mis interrogantes, realmente me había sorprendido su respuesta, no prestaba su presencia aquella noche para buscar algún bocadillo, más bien queria recordar los sentimientos de su vida pasada, y el sentir al adentrarse a un recinto de semejante santidad.
A su respuesta algunos mortales interrumpieron sus rezos, humanos siempre metiendose en lo que no les concierne, quizá sea por eso que terminen en las manos de seres ocultos que habitan entre ellos.
El nombre de aquel ser era Jacqueline Samantha Ritchway, alguien que seguia siendo misterioso por lo menos para mi, y aquella su respuesta, aumentaba mi curiosidad.
Ante su amable contestación yo dije, siguiendo con mi tono suave y bajo:
- ¿Desamparados?, ¿Quienes los mortales? ¡Ja!- solte una carjada cuyo eco resono en la iglesia, nuevamente aquellos humanos interrumpieron sus rezos, después de tranquilizarme prosegui: -Disculpe mi risa, pero sinceramente muchos de los que estan aquí no estan desamparados, algunos vienen por interés, "para ganar indulgencias y obtener su lugar en el cielo", otros vienen a juzgar a otros, desde como estan vestidos hasta su clase social, otros vienen a buscar damas puritanas para jugar un rato con ellas, en fin pocos son los que ralmente vienen a lo que tienen que venir, ¡Vaya decadencia!.-
En cada palabra mostraba el odio por los mortales para mi era inevitable, y ella que sentiria por ellos, me decidi a preguntarle quiza seria imprudente pero la curiosidad para mi era mayor que mi sensatez.
-Entonces usted tiene ¿Siglos? de no venir aquí, esto me lleva a preguntarme despues de años ¿que siente por los mortales?, y usted ¿Es de aqui, de París?- pregunte arqueando ligeramente la ceja. -Que le parece, si para que esta conversación se haga más amena nos sentamos en aquellos reclinatorios, cerca de ese vitral de ese bello angel luminoso,intentaremos opacarlo con la oscuridad que llevamos cargando, y de paso puede informarle a Dios nuestro señor la conversación de dos seres que nunca vera y cuyos ojos no volveran a cuidar su camino, pero.. venga sigame alli continuaremos- comence a caminar y ella siguio mi paso, me pregunto ¿Confiara en mí o de igual manera tendra curiosidad de saber quien soy?

No me hizo ninguna gracia que se riera a semejante tonada en un recinto sagrado. No era gracioso; y aunque lo fuese, deberia mofarse de los humanos en una zona mejor.
Pero en si, su comentario sobre los humanos me hizo reirme por dentro. Me cruce de brazos y camine despacio hacia ella, siguiendola hacia los asientos.
-Para reirnar donde otros lo hacen en el mundo, para crear paz y escribir las leyes, para ser amables con los que te son fieles y malvado con quienes estan contra ti...Nada cambia...-dije y tome asiento al lado de ella.-Dos mil años y aun actuan como si el mundo fuera enteramente de ellos...-y torci mi sonrisa, conteniendo el reirme a carcajadas.

Humanos, borregos, corderos, ganado que solo nos da de comer...eso es lo malo de depender de ellos...El comer, no, el beber de ellos es para lo unico que a veces nos son utiles pues casi siempre actuan como perros peleando y ladrandole a cualquier cosa que se mueva...

-He llegado a Paris desde hace ya un mes supongo...y usted señorita? Debo confesarle que tiene una aura oscura y a la vez gris que esta despertando mis sentidos y mi curiosidad.-dije mirandola con una sonrisa mitad seductora, mitad inexpresiva.

Bien, admito que el alejarme de aquel lugar y movernos a otro se debio a que mi comentario sobre aquellas debiles y torpes criaturas no le había caído en gracia, no la culpo la vida como mortal es diferente para cada uno antes de convertirse en un ser condenado, además después de miles de años como ella, quizá llegas a apreciarlos, o odiarlos aún más.
Mientras yo me movia hacia aquel asiento, escuchaba sus pasos y el roce de su ropa cuando se cruzo de brazos ¡Al fin no era la única que solia caminar así!, me seguía y en palabras quedas y suaves contesto a mi pregunta es por eso que tengo noción que su existencia ha sido largo ha comparación de la mía que se traducia en pocos años.
Me sorprendio su respuesta, Jacqueline comprendía que los humanos pese a miles de años sus comportamientos eran iguales y nada cambia en estos, lo cual me recordaba a las palabras de mi creador, en el transcurso a aquella banca me mostre suspendida, pero mi recuerdo fue interumpido por otra respuesta suya, ella ya llevaba un mes en París, la apariencia me habia dado a entender que llevaba más tiempo en aquel país, a si mismo me hizo la misma pregunta, sentada alli me miraba de una manera seductora y al mismo tiempo inexpresiva, yo conteste mirandola fijamente a los ojos, esa mirada me era interesante e hipnotizante.
-Un mes ¿Ha?, bueno yo tengo tres semanas aqui, como ve muy poco tiempo pero me da gusto saber que no soy la unica recién llegada o con poco tiempo viviendo por estos parajes, Soy originaria de Inglaterra, en cuanto a su comentario realmente me toma por sorpresa, pero a decir verdad tambien usted tiene algo especial que ha llamado infinitamente mi atención y curiosidad, pero no se que es con certeza, bueno creo que ya he preguntado demasiado, ahora puede cuestionarme si es que así lo desea quedo a su merced-
Sonrei y le mire directamente a los ojos pues no tenia intención alguna de volverla a otro lado donde no estuviera esa mirada, que era el vivo reflejo de la noche.

-Asi que Inglaterra...-sonrei y solte un leve suspiro. Extrañaba bastante aquel lugar que hacia lustros en vida solia llamar hogar...Deberia volver pronto, quizas no, quizas deberia volver a explorar Alemania o las Americas, quizas no...No estaba del todo segura. Intente no irme por las ramas de mis pensamientos.-...Yo me crie de viva en Somerset del Oeste, tambien en Inglaterra.

Un cura paso a nuestro lado, venia rezando y se detuvo cuando paso frente a nosotras. Nos vio con rostro inexpresivo y siguio su camino, orando por los presentes, segun pude oirle.
-Lo unico bueno de esta Catedral es que los cazadores no pueden hacernos daño aqui. Los vampiros tambien podemos venir a rezar...-dije conteplando los amplis sitios vacios que habia.

Curioso era de Inglaterra, al igual que yo, parecia que al decir su procedencia, sentia cierta melancolía quizá por que la extrañaba, por un momento parecio perderse en sus pensamientos, pero sinceramente parecia tener bastante fuerza para no perderse por completo en ellos.
Mientras esto me lo decia un sacerdote paso por delante de nosotras, como era tipico con rosario y biblia en mano, con su mirada profunda y sin expresion alguna, nos observo por unos escasos segundos. después continuo su camino.
Al observarlo, nuevamente volvi mi mirada hacia ella, cuando dijo una frase que me puso a reflexionar por un momento, después me dispuse a contestarle: -Quizá en esta iglesia podamos rezar, pero la pregunta que siempre me ha intrigado ¿Dios nos escuchará?, sinceramente yo no lo creo, somos ángeles ¡Sí! pero oscuros, de la noche... no pertenecemos a la luz gloriosa de nuestro señor, ya sus ojos no pasan por nosotros, estamos manchados de color carmín, de pecado.... ¡Le avergonzamos! ¿Usted no piensa lo mismo?- voltee a ver la cúpula, la luna se reflejaba en mis ojos, intensificaba mi color hipnotizante, algunos humanos voltearon al ver la sobrenaturalidad de mis ojos, ella se percató. -Por otro lado -agregué, -En lo que llevo viviendo por las noches en París no me he encontrado cazador alguno que me amenacé, no he tenido encuentro con alguno, pero gracias a usted he decifrado una nueva tactica, no se sorprenda, no tengo mucho tiempo siendo un.... usted sabe, apenas etoy aprendiendo nuevas cosas que ignoro por eso he venido a este país a aprender un poco más sobre los míos, y a propósito ¿A qué ha venido usted en este pintoresco París?-. le dije señalando todo el aldedor con mi mano extendida, volvi a sonreirle levemente.

La miraba y escuchaba atentamente. No pense que fuera una neófita, tenia una juventus latente, eso es verdad pero no espere que fuera más joven que yo. Casi siempre los vampiros que me cruzo son simplemente varios siglos o decadas mayores que yo, como vampiros y en edad humana.

Sonrei un poco, volteando mi mirar unos segundos a cura que seguia su camino orando.
-Hay algo que me dijeron cuando era niña...que ni en mas 300 años he podido olvidar...Si bien al Señor le damos verguenza de ver en lo que nos hemos convertido, no deja de observarnos; aunque ya el paraiso sea más que inalcanzable para los de nuestra estirpe, no estaremos solos...él jamas olvida a sus hijos, ni siquiera a las ovejas negras del mundo de la luz...-dije y luego mire la cruz con el Cristo colgado de ella. Estaba hecho en madera y la sangre que salia por sus muñecas y tobillos parecian ser de oro.-En el infierno estaremos solos...en esta tierra, jamás...-luego agache mi mirada al suelo.-Por experiencia lo sé...

Parecia sorprendida sobre aquella confesión sobre mi edad, por un momento me puse a pensar que era lógica su reacción, no todos los días te encuentras con un vampiro neofito, sabía que debía admitirlo este hecho era insolito.
Comenzó a comentarme sobre una frase que como infanta mortal le habian dicho y cuyo significado quedó grabada en su memoria tanto era el hecho que a pesar de tener más de 300 años no lo olvidaba, a esto yo le respondí, mientras su cabeza la mantenia hacia abajo mirando aquel suelo empedrado:
-Vaya hermosa frase, es decir, una vez que te conviertes en este ser pareces entenderlo, pero para mí como mortal y como vampiro me cuesta creer que eso sea verdad, sinceramente siempre crei que él- desvie la mirada hasta el crucifijo que ella había admirado anteriormente -se había olvidado de mí, y ahora con más razón por lo que soy, tuve una vida aburrida y dessafortunadamente melancolica,mientras que hoy es color carmín, y puedo hacer y deshacer como se me venga en gana ¿Y a quién debo agradecerlo? ¡A ellos!...- señale a todos los humanos con la mano extendida.
-Verá del señor seguía sus sagradas leyes, todos ellos eran mis hermanos, los ayudaba y como me respondieron ellos, me tomaron por su bocadillo de abusos y burlas, los odio y alguien que odie a estos seres, no es buena oveja del señor, estoy más lejos de él, que alguno más de esta estirpe condenada.-
-Pero probablemente- voltee a verla y con mi mano temblorosa, levante su rostro para girarlo al cristo -Usted tenga razón, por lo menos ahora no estaré sola nunca, y menos en mi muerte, porque ¡Ja! ya lo estoy, además ahora él quizá tenga más compasión por mí y por todos los angeles oscuros, sabiendo que por alguna razón fuimos nosotros los que nos olvidamos de él, ignorando que afortunada o desafortunadamente siempre estuvo con nosotros, ¡Como sea ya tengo demasiado duro el corazón como para volver a sentir su misericordiosa precencia!, pero gracias por compartir su experiencia, trataré de verlo de la perpectiva que usted me ha dicho.-
Retire mi mano y me levante -Venga vamos a dar un recorrido a la catedral, veamos cuantos santos interceden por ellos, y también podemos seguir conversando,volviendo a la plática ¿Usted solo viene a París por diversión o busca algo en especifico?- voltee a verla mientras ella caminaba con la vista al frente a mi lado.

Ahora lo comprendia. La habian transformado recientemente y su vida mortal no fue un lecho de rosas. Aunque si bien ninguna lo es, a veces y en partes se convertia en una buena vida, pero a veces, puede ser tan agonizante como el que te quemen con un cigarrilo encendido en la espalda.

La oia atentamente, comprendia muy bien por lo que habia pasado. Cada vampiro carga su cruz y sus pesares, no hay ni un solo no-muerto que conozca, o no, que no sufra siendo lo que es.

En un momento, estando caminando, la tome de la mano y la hice detenerse. La mire unos segundos. Primero inexpresivamente y luego con algo de pena, haciendole ver que estaba casi en lo cierto con ella y tambien triste por la vida que habia tenido.
Con algo de atrevimiento, la tome entre mis brazos, estrechandola en un abrazo. No dije nada por unos instantes. Luego hable en un susurro que solo ella podia escuchar.
-Lo que busco es volver a amar...mi esposo y mi novia murieron a lo largo de mi existencia...sé lo que es el infierno, sé lo que es el dolor...pero creeme, tienes toda la eternidad para lograr la vida que de humana no pudiste tener...

Mientras ibamos caminando, esperaba obtener alguna respuesta suya, pero no fue asi, entonces decidí dejar de mirarla y volver mi vista al frente igual que ella.
Mientras observaba la decoración en las columnas de la catedral, sentí su suave y fría mano sobre la mía, suspiré al recordar que tenía tanto tiempo de no sentir contacto con ningún ser, por lo menos hasta ahora.
Baje la vista para admirar aquella acción que por un momento me distrajo del lugar y sus ornamentos, después levante mi mirada y la deje fijamente clavada en sus ojos.
Analizaba minusiosa y cuidadosamente aquella mirada que si bien por un momento me inspiro inexpresión, poco después me dio a entender que sentia pena, pero pena... ¿Pena por quién?, ¿Por mí?, sin duda este ser seguía sorprendiendome.
Me abrazo, me estrecho en sus brazos, sentía un nudo en la garganta, en esos momentos no podía emitir una sola palabra.
Me sentía extrañada y confundida, tanto era mi sentir que por instante quede pasmada sin estrecharla y con los ojos bien abiertos, poco después también me decidí por abrazarla, la estremeci con fuerza, como si hubiese necesitado ese abrazo por largo tiempo, para mí era sorprendente y consolador aquel acontecimiento.
En un susurro, el cual solamente yo pude escuchar, me dio la respuesta que había planeado desde aquel momento que nos levantamos de aquella banca.
Suspire -Lamento escuchar aquella tragedía que empaña tu vida, nunca lo hubiera imaginado, en fin cada quién carga con sus pesares sean humanos e inmortales, es por eso quizá que se dice que el cielo y el infierno estan aquí en la Tierra.
Así que tu buscas volver amar, ¡Oh el amor!, divina sensación que pocos sienten, sufren y que muchos anhelan.
¿Como es que se siente? siempre me lo he cuestionado-
Finalmente me separe de ella unicamente, tomandola entre mis manos sus brazos, -Digámelo usted que tragicamente o benevolamente el amor toco a su puerta, por que de mi siempre se olvido...- por un mometo los ojos me brillaron con intencidad reflejando mi duda y mi dolor.

Al sentir que habia correspondido mi abrazo, de alguna forma me sentí bien. Era como si ambas, con una pequeña muestra de afecto, nos deshiciesemos de un poco de peso que acarreasemos en una cruz individual. Oh...divina sesación...aun siendo una desconocida, me senti mejor de poder expresarle mis condolencias por su vida humana perdida de mala forma. En tal caso, era como abrazar mi espejo, pues mi vida, lejos de ser estricta, ante ella, fue un lecho de rosas...hasta el momento de mi muerte...

Le sonrei al sentir su tacto en mis brazos.
-Es una historia larga...-dije como encogiendome de hombros. Me habia impresionado algo que dijo:-De veras nadie ha tocado su corazón?

Mostraba darme el pesame por aquella vida tan... desdichada, en todo caso yo le estaba ¿agradecida?, mmm... me parece que esa es la palabra por su gesto.
Como era lógico de esperarse nadie piensa que en mi el amor nunca se alla posado y tener el dulce sabor de este en los labios, pero desgraciadamente o afortunadamente depende del cristal con que se mire, tampoco habia pensado en tal sentimiento hasta últimas fechas antes de mi tragica muerte.
-Lo sé- seguía mirandola a los ojos y solte uno de sus brazos dejando solo una mano apollada en su hombro -Parece increible el hecho que el amor nunca inundará mi espiritú y mi ser, igualmente para contar esta historia se necesitaría casi cien años para contar a detalle, pero si le puedo decir que la idea del amor llego demasiado tarde, probablemente una o dos semanas antes de mi partida al mundo de los condenados, adémas al convertirme me enamore de quien no debía, tuve dos creadores y a uno de ellos lo ame, pero como siempre, fue demasiado tarde, y cuando intente decircelo, me abondono en esta la gran París y el seguramente sigue con su carrera de modelo para los pintores ingleses.-
-¿Qué si algún día los veré?, ja, por mucho lo dudo- voltee a ver el enorme pasillo que nos faltaba recorrer, -sera mejor que caminenos obtruimos el paso a esas debiles criaturas, conozco un camino al campanariopor este pasillo, desde allí se puede ver toda la ciudad, además es mas tranquilo y podemos convensar de más vivencias mortales sin censuras, por que aqui hay demasiados oyentes, que no estan escuchando a dios, sino a dos ángeles caidos-Empecé a caminar mientras observaba a un joven, que habia estado atento a la conversación.
Espere un momento hasta que Jacqueline alcanzará mi paso, me sorprendió la belleza del lugar, el brillo de la luna traspasaba el gran vitral y dejaba ver destellos de todos colores al altar cual tesoro de joyas escondido en lo más profundo del mar, daba tonalidades doradas y azules, estos reflejaban la sombra del crucifijo,aquel de madera y oro en la sangre parecia un milagro aquel reflejo que dejamos atrás en el camino.
-Venga es por aqui-le dije en un susurro-comenzamos a subir unas escaleras de caracól hechas de piedra, lo único que nos alumbraba eran una veladoras a punto de drretirse, mientras ella caminaba junto a mí en ocasiones giraba la cabeza para verme.
-Descuide aquí nadie sube, en unos momentos vera por que se lo digo- esbocé una sonrisa.
Al subir se hallaban santos olvidados y otors objetos polvorientos rotos cubiertos algunos con sabanas, otros descubiertos contando las historias de los siglos, con todo esto daba una admosfera gris, nocturna y al mismo tiempo tranquila.
-Siempre hay algún camino para llegar a este tipo de lugares, en las iglesias, esta no podia ser diferente se parece mucho a la de mi antiguo hogar, enseñanzas de mis creadores- incline la cabeza y pregunte -¿Qué le parece este lugar mademoiselle?- clavando mirada en arco que enmarcaba a la luna.
---------------------------------------------------------------------------
User: Disculpa la tardanza, estaba algo ocupada por la escuela.

off: no te preocupes. me alegra que hayas respondido ^^. Te aclaro que en una parte quizas te diga Mon-san. Es una forma de cariño japones. ^^

Camine con ella y no pude evitar sentirme muy bien en el campanario...Ese lugar solo, un poco triste y algo nostálgico pero...no sentía lo que transmitia, sentia simplemente paz...Aunque parecia un viejo sitio olvidado, era más que eso...ante mis ojos o los de mi acompañante, claro. Pero lo que más me dejaba callada era que sentía un dèjá vú. Sentia que en algun momento de mi vida o no-vida, ya habia estado alli.
Habia encontrado un marco en el suelo. Lo levante y le quite el polvo que tapaba el vidrio. Parecia ser una fotografia. Era la Catedral desde afuera; un hombre y una mujer serenos con un pequeño bebe en sus brazos. Primero crei que era el padre de esta Iglesia pero...algo me decia que era alguien más...

Deje la imagen sobre una mesa tapada por una manta blanca y observé la vista, aun más bello era lo que veia.
-Mon-san...-suspire.-Es...hermoso...

La observaba mientras ella exploraba el lugar, parecia que igual que yo se sentia comoda sin importar cuan lugubre fuera.
Levanto posiblemente algún retrato, no estoy segura pues solo lo contemplo por instante después lo tapo con una manta, el sonido parecia como si proviniera de un portaretrato antiguo y roto, fue demasiado rapido que no me pude percatar de que reliquia se trataba.
Su respuesta coincidia con la mia ralmente la vista era hermosa, se veia la luna alumbrando cada calle cada tejado dejando ver los colores que tenian por decoración, gente cerca del centro y los gitanos y sus antorchas a lo mas alejado era todo un espectaculo humano.
-Si realmente es hermoso- suspire -Querida usted realmente me sorprende, al parecer saba más sobre el habla japonesa, le entendí perfectamente por eso el atrevimiento de decirle afectuosamente-.
Venga vamos a sentarnos al pie de la ventana camine por delante -Sabe en estos lugares se contempla aun más el compartamiento de los humanos, de vez en cuando vengo aquí a componer música o elegir un malhechor que le roba la limosna a los ancianos, esa sangre en verdad me sacia; sin embargo noto que a usted este lugar le ha traido otra sensación a parte de paz, ¿Puedo saber cual es?, seguramente es un deja vu, para mi es algo natural pues recuerdo las noches en que volaba con mi creador, pero para usted debe ser algo inquietante para tener esa expresión en el rostro-
Aquel rostro que contemplaba de Jacqueline contenia un aire de preocupación, misterio y sorpresa, como si tratase de recordar algo, nunca esperé llegar a verla con semejante semblante ¿Qué sará lo que abrá visto? ¡Vaya curiosidad!....

Le sonrei y mire el paisaje. Mi rostro poco a poco se torno inexpresivo pero algo deprimente.
-Pierdo la memoria muy facilmente...mi no-vida es casi un dejá vú porque...a veces sé a donde voy y con quienes y a veces, me olvido de donde estoy parada...-agache la mirada.-Estoy segura de que las personas de la fotografia que encontre, los conozco de alguna parte; no es esta la primera vez que vengo a Paris, sé que he estado antes pero...-suspire. Era muy agotante estar asi siempre.-Es como si me hubieran transformado con amnesia...-mire la luna. Tan bella y radiante en compañia de las estrellas del firmamento oscuro y desolado de las nubes.

-Solo puedo decirte que si no he dejado que me matasen en todas las ocasiones que alguien tuvo la oportunidad, fue porque vale la pena intentar revivir parte de mi cerebro muerto y seguir conociendo el mundo...Si hubiera dejado que hace dos siglos y medio me mataran en un incendio, no habria conocido a mi esposo. Si me hubieran capturado unos sacerdotes Alemanes, no habria conocido a mi novia Lucy...y no habria conocido su compañia, Madmoiselle...-dije, con mi inevitable acento inglés, mirandola amablemente.-Que la mantiene a usted a continuar?

Sus ojos miraban fijamente la luna y su acompañamiento, estas daban un poco de luz a aquel campanario olvidado pero aún más iluminaban sus ojos, en los cuales refleja la historia tormentosa de un vampiro a quién parte de su pasado no recordaba y que quizá esa sea la razón de que haya seguido con su existencia a pesar de tan gran penitencia.
La escuchaba atentamente, no prestaba atención a ningún sonido o habla que no proviniera de ella, me resultaba inaudito aquello de lo que padecía pero al mismo tiempo me daba.... es dificíl decirlo: Nostalgía.
En toda aquella noche en que había platicado con ella, sabía que estaba hablando con alguien que los grandes obstaculos que la vida le impuso habían sido dolorosos pero la habían hecho fuerte.
Mis ojos no reflejaban sentir alguno pero por dentro la situación era diferente, incluso cuando ella pregunto algo que me tomó por sorpresa.
-¡Vaya pregunta! usted me ha tomado por sorpresa- dije mientras caminaba en dirección al arco del campanario dejandola ligeramente atrás.
-¿Qué me impulsa a seguir adelante?, mmmm, buena pregunta, bien a decir verdad lo que me mantiene en pie es vivir mi "vida" no importa cual sea, ni como sea, desperdicie toda aquella mortalidad poniendo a un lado los retos que la vida me planteo por conformidad, no tuve fuerza ni enteresa y como resultado fui tan debil, que siempre fui un objeto de burlas para los mortales.
Pero esta oportunidad quiero darle la importancia para aprender, vengar, disfrutar y conocer todos los secretos que el mundo guarda bajo la estela del misterio- al igual que ella observe fijamente la luna y el firmamento después di media vuelta y volví con ella quien tenia la vista fija en mí, la lleve hacia aquel arco que enmarcaba aquel paisaje nocturno parisino y abranzandola le dije -Sabe alguna vez alguien me dijo que el mejor autor es el tiempo, puesto que siempre tiene un final perfecto, el tiempo apenas escribe nuestra historia inmortal, nosotros dos personajes que nos encontramos, y Montserrat el personaje que se aventuro a conocerla es entera de su sufrir, dice entonces: Mademoiselle yo no soy alguien que viva desde hace siglos más sin embargo me ofrezco a formar parte de su historia y ayudarle a recordar su pasado- me separé de ella y pregunte -¿acepta que la ayude? y si puedo solo digame como, debe haber alguna manera- la mire a los ojos mientras ella reposaba su mano en mi hombro, entonces solo hubo silencio, polvo y estrellas.

De alguna forma me senti identificada con ella y su historia humana; me daba pena que ella tampoco haya pasado muy bien su humanidad, tendrá sus motivos al igual que yo los mios. Quizas por su familia, quiza por sentirse más débil que otros o simplemente por no haber abierto sus ojos a tiempo...Yo era más que nada alguien que no habia aventurado lo suficiente gracias a las sobreprotecciones por parte de mi padre. Un buen hombre, a quien yo aprecie mucho lejos de ser estricto, pero en un sentido restringido, odiaba su forma de ser...

Su peticion de querer ayudarme me hizo sentir muy comoday alegre a su lado; pero no sabia muy bien que contestarle, puesto que el problema se hallaba en ningun sitio que no fuera mi mente...Como lograr que no olvidase más donde estaba o quienes me rodeaban? Ni yo lo sabia...
La mano que estuvo en su hombro, la eleve a su rostro y acaricie su mejilla con una leve sonrisa que luego apague con el sonido de mi voz.
-Ni yo sé si tengo esperanza...-agaché un poco la mirada, retirando mi mano de su rostro por si la habia incomodado.

Su mano acaricio mi rostro, y tenía una leve sonrisa que se borro de ella al decir algunas palabras que acompañaban a la última, que me hizo estremecer:Esperanza.
¿Esperanza?, ¿Qué era eso?, esa palabra jamás existió en mi vocabulario, esa infinita palabra que nunca fue mi consuelo, mientras mi madre me restringía de todo y de todos, quizás por ser hija unica, o por qué sus hermanas nunca la quisieron, por que su padre falleció, no lo sé,quería retenerme a su lado para no sentirse abandonada, aún teniendo a mi padre, esa es una historia larga, de igual manera siempre la quise a mi manera, un poco rencorosa, pero al final de cuentas a mi modo.
Volví a tomar sus manos ente las mías, al tiempo que volvio a levantar su mirada, quizas mis manos ya no le brindarán calor pues estaban muertas, pero si podían indicarle que seguía en pie mi ayuda.
-Escuché- dije mientras acariciaba sus manos -La única vez que supe lo que era esperanza, fue la ocasión en que menos crei que existiera, hasta que sucedio mi afortunado accidente.-
-Mi historia- suspiré - No da cupo a la esperanza, mi madre y su sobreprotección me hizo ser debíl, no tuve experiencia alguna, ni siquiera en el sentimiento más humano qué es el amor, y sus mismas restricciones me llevaron a violar sus reglas, encontrando mi muerte en manos de asltantes y mi esperanza en manos de dos modelos que en realidad eran vampiros, la esperanza existe pero en el lugar menos esperado con las personas menos imaginadas...
Quiero ayudarte, tal vez sea la persona menos imaginada y la esperanza se halle en algún recondito lugar de tu mente-
Escucha si no puedo ayudarte a rescribir tu pasado, quiero aparecer escrita en tu presente.- Dije mientras en mi mente pensaba somos, tan similares que ahora que la conocí no quiero desconocerla o perderla, su manos seguían cubriendo las suyas....

Sus palabras...oh...con que calidez bañaban mi ser, abriendo paso a una nueva perspectiva que se trataba de ver algo que ya creia totalmente perdido. En sí, existia la esperanza; no habia escapado de la cajita de pandora con todos los males que nos bañan. Estaba en mi...no...estaba frente a mi...
Sentia el deseo de hacer algo, algo que hacia mucho, con mi novia Lucy, no habia hecho...Pero...no sabia si realmente era lo correcto. En realidad...era algo que queria y casi anhelaba...

Pase mi pulgar sobre sus labios. Suaves y firmes a la vez...tenia curiosidad...Pero no iba a averiguarlo alli y ahora. Me acerque a su rostro y bese su frente. Luego me aparte un poco, soltandola despacio, con una sonrisa cálida en mi rostro.
-Caminamos?-dije sin dejar que soltase mis manos.