Combatiendo la soledad [Constantin]

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 4:46 pm

Hacía a penas unos días que había comprado la mansión que a partir de ahora sería mi hogar en aquella París desconocida para mí pese a haberla visitado hacia más de siete siglos. Todo cuanto me rodeaba había cambiado, ahora. Estaba irreconocible y en cierto modo, aquello me daba miedo.

Dejé que los sirvientres contratados aquella misma mañana hicieran la mudanza por mí mientras yo dormía plácidamente en mi nuevo colchón de sábanas rojas. Cuando cayó el día y la luna se acomodó en su trono celeste decidí salir a airearme, pues pese a que la casa era bastante grande me sentía oprimida entre aquellas paredes.

Envolví mi escultural cuerpo de mujer con un fino y elegante vestido rojo palabra de honor con toques a negro. Adorné mi cuello con una gargantilla también de color negro y unos pendientes rosados colgaban sutilmente de mis orejas. Con escaso maquillaje y abundante perfume, salí son una sonrisa en mis labios a caminar por las calles más céntricas de la capital, deteniéndome en un puente que cruzaba el río más importante de París. Allí apoyé los codos y me deleité con la vista que se extendía frente a mí, perdiéndome en mis pensamientos.

por **Constantin Skellington** Lun Ago 15, 2011 5:29 pm

Noche de luna, y sin compañía. Ya empezaba a acostumbrarme a dar mis poco comunes paseos por las calles de la ciudad, con mis botas, mi cimitarra, y mi taciturnidad. Ahora ocultaba parte de mi rostro con una máscara, fiel imitación de la que alguna vez usara "El Fantasma de la Ópera"... consiguiendo que parte de mi cara mostrara más palidez que la normal en un vampiro

Mis pasos sin rumbo consciente se detuvieron en el puente, donde una criatura de la noche fijaba la vista en sus quietas aguas. Una joven, hermosa, ¿Sola?

-Buenas noches- disfracé un poco la voz, para evitar que, si luego me ordenaban asesinarla, me recordara. Y porque además se me estaba haciendo costumbre

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 5:39 pm

Una voz varonil y desconocida, mezclada a un aroma de vampiro, asaltó mis cavilaciones con una cordial salutación. Volteé mi rostro con parsimonia, sin pizca de interés en aquella persona que llevaba una máscara para ocultar su rostro. ¿Tan adefesio debía ser si se escondía tras una máscara?

- Buenas noches, monsieur.- respondí con una media sonrisa, intentando contener una carcajada por aquél pensamiento sobre su agraciabilidad. - ¿En busca de la cena?- me aventuré, ahorrándome las presentaciones y girando de nuevo mi rostro hacia el río.

La brisa golpeó con suavidad mi rostro haciendo que mis largos cabellos anillados bailaran a su son tras mi espalda a penas cubierta por el provocativo vestido que lucía. Sonreí por aquella sensación de libertad y me pregunté qué hacía un vampiro enmascarado solo en aquél puente.

por **Constantin Skellington** Mar Ago 16, 2011 3:52 am

Sonreí cortésmente, pues los comentarios de ella me divirtieron. Apoyé los codos en la barandilla del puente y observé la luna, blanca amarillenta

-Ya he cenado, pero no me molestaría el postre- dije mirándole con fijeza mientras me relamía, mis ojos pasaron revista de lo que había, y me convencí de que era exactamente lo que buscaba. Hacía tiempo que no sentía la calidez del cuerpo de una mujer... y no perdería la oportunidad. Hacía tiempo que no usaba mis habilidades para atraer a las personas, y por alguna razón decidí hacerlo

-Gustaría pasear bajo el brillo de la linterna celestial conmigo?-

Le ofrecí una mano y le dediqué la más franca de mis sonrisas

por **Arlette** Mar Ago 16, 2011 6:41 am

Aquello del postre me hizo sonreír y asentí levemente, puesto que yo ni tan siquiera me había alimentado desde la noche anterior, tomando la sangre de uno de mis sirvientes por desesperación al no hallar otro donante voluntario. Entonces, el vampiro me sugirió dar un paseo. Le miré de hito a hito con extrañeza, pues no estaba acostumbrada a que los hombres se acercaran a mí, más bien solía seducirlos yo misma. Por ello la invitación me pareció interesante y puesto que tenía toda la noche por delante y sin ningún propósito en mente, decidí aceptar en silencio, pasando mi brazo por el suyo y alzando la vista hacia el puente que ahora recorríamos.

- Su rostro me resulta familiar pero no logro recordarle.- comenté casi con indiferencia, pues en siete siglos como vampiresa había visto y conocidos numerosos vampiros y otros seres, recordando siempre sus facciones faciales pero no siempre su nombre. Aquél hombre era uno de esos casos, pues estaba segura de haberme cruzado ya alguna vez con él.- ¿Es francés, quizás?- aventuré con una leve sonrisa y ahora volteando mi rostro hacia él.

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