Un susurro lejano.

Noche. Oscuridad. Ya se ocultaba el sol por el horizonte y estaba en la calle, sola. Os preguntareis qué hacía ahí o por qué con lo que siempre dicen de lo peligroso que puede ser estar sola en la ciudad. Y más de noche. Pero tengo una buena razón ¡Estrés! Básicamente no podía estar más encerrada en casa ¡Llevaba todo el santo día! La noche anterior me invitaron a un baile y, claro, como toda buena señorita no podía faltar. No cuando descendía de la familia que descendía. Si alguna vez dejaba a mi familia en mal lugar lo pagaría demasiado caro como para "contarlo" así que prefería no arriesgarme en ningún momento. Aún que por unos años me libraba de ser la heredera ¡bendito de mi hermano! o, mejor dicho, hermanastro pues yo había marchado demasiado pronto como para relacionarme con él. No cambiaría el echo de que es mi hermano pero tampoco quería tener demasiado trato con él, ni con mi familia. Mi familia..sí, se había portado bien conmigo a pesar de mi "deficiencia" pero, a pesar de eso y de tener mucho dinero no podía decir que había pasado una infancia totalmente feliz. También les daba las gracias pues, posiblemente, habría mucha gente que no tendría ni comida a llevarse a la boca pero ¿Por qué me trataban como una retrasada? Si hubiese sido un hombre posiblemente el trato habría sido diferente. Machísmo..por desgracia era mi padre quien mandaba y mi padre quien quería para su gran imperio era a un hombre. No a una mujer que, encima, no podía ni hablar prácticamente. Definitivamente, les daba las gracias pero justas. ¿Cómo hubiese sido mi vida de haber nacido en una familia pobre? Puede que mi pensamiento resulte egoísta y que muchas de esas personas quisieran ponerse en mi lugar pero es una pregunta, un deseo, que no puedo evitar.

Volviendo a la realidad, me había quedado embobada mirando hacia el frente mientras pensaba conmigo misma. Estaba sentada en un pequeño banquillo de una plaza cerca del lugar dónde vivía. La casa de mi familia, una vez más dependía de ellos pero ¿Qué podía hacer? ¿Trabajar? ¡Qué risa! Eso si dejaría en muy mal nombre a la familia ¿Desde cuando una muchachita de clase alta se pone a trabajar con la plebe? No, definitivamente era una opción que descartaba. Y sin trabajo no había ingresos propios, ingresos con los que depender únicamente de mi misma..No de momento ¡En el futuro! Se vería, cuando tal vez tuviese un par de años más. En este momento mi única salida era casarme con un marido y que yo pudiese llevar sus cuentas, es decir, que no tenía ninguna salida ¿Yo casada? Eso tampoco iba a verse. No me podía interesar ese mundo del sexo menos de lo que a mi me interesaba. Nada. Cero. Nein. Absolutamente imposible. Mi madre había intentado casarme y yo, con mi sutil formalidad coqueta, había rechazado todas sus propuestas. Hombre altos, bajos, flacos, gordos de todo y con una única cualidad. Ricos. Muy, muy ricos.

Una suave brisa me desconcentró de nuevo. Brisa que me puso algunos pelos por delante haciendo que me los comiera prácticamente y tuve que apartarlos, echándomelos todos a un lado. Suspiré, infinitamente aburrida. - A.bu.rri.da - susurré para mi misma. Sí, no hablo pero eso no quiere decir que esté completamente muda. Puedo utilizar mi voz únicamente en susurros, ya intenté hace muchos años hablar como los demás y me costó una leve infección de garganta. Así que en un momento de mi vida decidí no volver a intentar ser "normal"; mi voz era lo que era y no iba a poder cambiarlo por mucho que le pusiera empeño en hablar. Y me va bastante bien porque voy a mi aire sin preocupaciones y, cuando la gente no me entiende, me mira curiosa pero no hace ningún tipo de comentario. A veces puedo utilizar esta supuesta "minusvalía" para hacerme la inocente ¡Es tan divertido!

De repente escuché unos pasos que me sacaron, por tercera vez, de mis pensamientos. Miré hacia delante y lo que vi si que me sorprendió. Mucho. Era una cara que conocía, iba con ropa negra y oscura pero ¡inconfundible! Con ese sombrero y esa ropa, yo solo conocía una persona que pudiese ser tan oscura. Aunque de eso ya hacía tiempo...Sin embargo, mi cuerpo se levantó y caminó hacia dónde él estaba. Caminaba por la calla, recto y parecía pensativo. Al igual que yo también podía perderse en su mundo con facilidad. Cuanto más me acercaba más segura estaba y por preguntar tampoco me iba a pasar nada. O eso creía yo. Sin darme cuenta, me había introducido en una especie de callejón bastante oscuro ¿Qué hacia allí? Caminaba y caminaba a una distancia prudencial de él y cuando vi que se encontraba con un muchacho entendí ¿Pero por qué en un lugar tan oscuro? Lo ¿Abrazó? se estaba moviendo ¡Qué pensamientos se me venían a la mente! Y nada más lejos de eso le ¿mordió? le mordió el cuello ¿Qué estaba haciendo? No comprendía nada pero el miedo que me dio fuese o no mi amigo me hubiese echo gritar de haber tenido voz. Un pequeño jadeo fue lo que alcancé a soltar, involuntariamente. No me había visto así que lentamente retrocedí hacia detrás. Algo me hizo caer ¡Pisé una lata! Maldita, que mal momento. Me levanté como pude y sin pensarlo eché a correr hacia fuera. Nada más importaba, ni si estaba sucia ni si me había echo daño. Solo quería volver a mi casa y olvidar esa escena tan escalofriantemente extraña.