Geraldine Fontaine

-Nombre del Personaje: Géraldine Fontaine
-Edad: 43
-Especie: Humana
-Tipo y Nivel Social: Alto, Realeza
-Lugar de Origen: España

-Descripción Física:




-Descripción Psicológica:

De inteligencia aguda, pero instintos candidos. Tiene una habilidad increíble para ver algo bueno en todas las personas, algo que ni ellas misma pueden verse. Capaz de hacer todo por aquellos que de verdad lo necesitan. Talentosa en casi todo lo que hace, quizás debido a su sentido tan desarrollado de la responsabilidad, del deber y el decoro. Nunca dejara de hacer las cosas a la hora, de la forma que se debe y para quien lo requiera y aun asi es muy modesta para todo. Pese a su condición de princesa y después reina, sigue siendo muy humilde. No le gusta discernir a la persona por su clase social, tampoco tolera el abuso de poder o las injusticias… se esfuerza demasiado, dentro de sus posibilidades como reina en ayudar como pueda y a quien pueda. Es una madre y esposa devota, no hay nada más importante que sus hijos y su esposo, siempre procura su bienestar y se esfuerza en complacerlos llegando a veces en mimarlos más de lo debido.

Sabe Español, Latin, Frances y Ingles, tiene una fascinación particular en los idiomas del mundo y diario se esfuerza en aprender mas. Le gusta mucha la literatura, la música y la danza. Sus manos son prodigas, todos los trabajos manuales le quedan de maravilla y no duda en regarlarle arreglos, tejidos, etc, a las personas que estima para que nunca olviden que son parte de sus afectos. Le gustan las personas y la convivencia. Cree profundamente en Dios, pero no por ello llega al grado fanatico de juzgar de paganos a otros.

-Historia:

En una época de esplendor después de las cruzadas y guerras civiles, España y Francia buscaron la manera de crear una alianza en base al matrimonio, como el rey español solo poseía hijos varones, fue responsabilidad del hermano menor de este entregar a una de sus hijas, la mayor y mas hermosa de todas que fue Geraldine. Procedente de la honorable familia real de Castilla y siendo ella reconocida por sus gracias, como lo fluido de sus danzas, lo armonioso de su voz y lo increíble de su hermosura fue una candidata ideal para el delfin de Francia Abelard Fontaine. Tenia 10 años cuando la comprometieron con el y aunque al principio la idea de un matrimonio con un desconocido no le agrado para nada, todo lo hizo por su familia quienes le habían enseñado a valorar todo lo que tenia y el enorme deber que estaba por hacer cumplir. A los 15 años fue enviada a Francia y las nupcias mas esplendorosas se realizaron cuando ella tenía apenas 15 años. Su llegada a la corte no fue una experiencia mejor de lo que se esperaba, aunque le protocolo francés le parecía mucho mas frio y frívolo que aquel en el que se había criada. Le costo mucho acostumbrarse a eso, y aunque nunca dio comentario negativo con francia,siempre sintió la nostalgia de su antiguo país. Los principios de su matrimonio la relación de los dos fue amablemente fría. Sin embargo el tiempo hizo que lograran conciliar una relación llevadera, convirtiéndose en dos grandes amigos que se confesaban todo y crearan los principios de un romance que tenia más respeto que pasión.

El rey murió y Abelard junto con ella pasaron al trono, siendo aun jóvenes y sin haber dado ningún heredero a francia, lo que provoco las habladurías de la corte entera y los rumores de infertilidad de Geraldine. Presionada, abrumada y triste Geraldine se dedico a hundirse en los lujos y a encontrarle un gusto especial a los bailes, fiestas y juegos que pudieran distraerla de su realidad. Gasto inmensas cantidades de dinero en puro derroche. Se mostro indiferente con la política o la situación de España y francia, tomando amistades que solo le provocaban mas habladurías.

Los años pasaban y la familia de Geraldine le mandaba cartas de urgencia, recomendarle medicinas, brebajes, doctores, mas insistencia en su compartir la cama con su marido, todo lo que fuera necesario para que pudiera embarazarse y asegurar su posición de reina, las cosas en Francia eran aun peores, todos querían un hijo, especialmente su marido con el que llego a tener altercados por el mismo tema. Las cosas se aplacaron cuando finalmente se embarazo y concebio un hermoso hijo varon, a quien llamaron Jean. Todas las habladurías se callaron y la alianza con España no volvió a peligrar. En cuanto a Geraldine, su hijo se volvió la luz de su mundo y gracias a esa luz pudo darse cuenta del camino errado que estaba tomando, lleno de indiferencias, rencores y deudas, fue entonces que con su hijo en brazos prometió hacer todo lo posible por reponer los daños que creía haber hecho.

Se volvió una reina mucho mas dedicada, una amiga incondicional y aunque no se le permitió ejercer de madre todo el tiempo que quería, no dudo en tomar cada oportunidad para ver a su hijo. Años después volvió a estar encita, dando a luz una niña a que amo tanto como al primero. Fue su instinto maternal el que la hizo volverse mas centrada y menos escandalosa en las festividades que solia hacer y no volvió a olvidar o ignorar las responsabilidades para con su marido y su reino, al que se creyo eternamente en deuda.