Caleb Reed

Nombre del Personaje:

Caleb Reed

Edad:

17 años

Especie:

Cambiaformas

Tipo y Clase Social:

Clase media, Cortesano

Orientación Sexual:

Homosexual

Lugar de Origen:

Noruega

Habilidad/Poder:

Es un cambiaformas de tipo felino, así que tiene la habilidad de convertirse en dicho tipo de animales. Posee tres transformaciones, indicadas quizás para poder defenderse en momento puntuales. Como felino, es ágil, habilidoso, y aunque tenga una fuerza deficiente es experto en técnicas de camuflaje y espionaje que a veces le pueden resultar útiles. Sus tres transformaciones son la de un gato atigrado blanco, la de un cerval y la de un joven leopardo de las nieves.

Descripción Física:

En su apariencia humana corriente, Caleb es un muchacho delgado, no demasiado alto. Con un cuerpo esbelto y bien torneado, parece que dedica a él horas de ejercicios para mantenerse ejercitado… nada más lejos de la realidad. Su piel tiene un matiz levemente bronceado, con algunos lunares pero sin ninguna imperfección grave a resaltar. Sus ojos son de un intensos tono azul claro, de forma almendrada, que encuadran a la perfección en su rostro de facciones finas, que casi se podrían considerar femeninas. Su cabello es de color rubio platino, corto, pero algo más largo en la parte superior. Sus labios quizás sean una de las partes de su cuerpo que más resaltan, gruesos, carnosos… y sobre todo sensuales.
En su primera forma felina, es un pequeño gato blanco, de rasgos atigrados. Su segunda transformación es la de un cerval, un felino algo más grande, similar al leopardo pero con las orejas algo más grandes y el cuerpo más fino. Y su última transformación, la de leopardo de las nieves, quizás sea la más impresionante. No es demasiado grande, debido a su juventud, pero si tiene un buen porte.

Spoiler:

Descripción Psicológica:

Caleb es u n chico peculiar, y por lo tanto complicado de describir en unas cuantas líneas. Sólo aquellas personas que logran acercarse lo suficientemente a él como para mantener una amistad o cualquier tipo de relación, pueden presumir de conocer al verdadero Caleb, y no la faceta que el resto del mundo contempla a diario. Se muestra como un muchacho arrogante, prepotente… y sobre todo egocéntrico. Es incapaz de pensar en el bien de los demás por encima del suyo propio. Es desconfiado por naturaleza, siendo incapaz por lo tanto de entablar conversaciones con desconocidos, o conocer gente nueva de forma sencilla. Pesimista y poco entregado al futuro, siempre se pone en el peor de los casos, sin darse esperanzas o fe en que algo bueno pueda pasarle. Cínico, responde a la gente de forma elocuente pero cortante, sin darles tiempo a reaccionar si es posible. Le gusta quedar siempre por encima, no dejarse pisar… y eso es algo complicado teniendo en cuenta el trabajo que tiene.
Aunque su actitud y su conducta puedan llevar a pensar que es un rebelde sin causa y un chulito común, Caleb esconde en lo más profundo de su alma a un muchacho asustado, que herido por los sucesos crueles de su pasado busca refugio en una cara oscura de sí mismo, tratando con ello de protegerse de aquellos que puedan llegar a hacerle daño. Toda esa confianza que demuestra ante los demás, esconde en realidad la carencia de ella, ya que duda de sí mismo como persona y como ser humano, y se exige demasiado. No cree en los sentimientos de amor, pero sí en la amistad… y cuando hace un amigo, le es leal cueste lo que le cueste. Es además un chico con un sentido de la justicia muy desarrollado, y no se quedará parado si algo fuera de lo moral ocurre ante sus ojos. Quizás esas son las excasas ocasiones en las que llega a mostrarse como es.
En definitiva, Caleb es un chico con dos formas muy diferentes de actuar, que quizás podrían rallar en la bipolaridad. Aunque finja que no le importa… le duele estar en guerra con el mundo, y que el mundo esté así mismo en guerra con él.

Historia:

La historia de Caleb no comienza en una bonita casa, rodeado de una familia que lo quiere o de un cálido ambiente acogedor. Sus primeros recuerdos tienen lugar en el internado en el que pasa la mayor parte de su infancia y adolescencia. Nunca supo quiénes eran sus padres, cómo había llegado allá o por qué lo habían abandonado. Todo eran dudas en su mente, que con el paso del tiempo iban adquiriendo más y más importancia. Los primeros años de su vida fueron de lo más sencillos. Asistía a clase con los otros niños, jugaba en el patio y hacía caso de lo que las religiosas dueñas de dicho orfanato ordenaban. No destacaba por encima de nadie, y tampoco sentía la acuciante necesidad de hacerlo. Fue al entrar en la etapa de la adolescencia cuando todos sus amigos empezaron a cambiar, a desarrollar voces más graves, cuerpos más masculinos y a hacerse unos hombrecitos. Caleb, al contrario que los demás, era un muchacho delgado y femenino, poco común en ese momento... y por ello se ganó la enemistad de aquellos que hasta ese momento le habían presentado su amistad. Empezaron a meterse con él, a insultarlo e incluso a darle palizas. Caleb se sentía rechazado, diferente... Se odiaba a sí mismo por ser tan débil, por no poder ser un hombre como los otros chicos se estaban haciendo.
Fue en esa dura época en la que aprendió a alejarse de los demás para no ser dañado, a intentar no mirarlos, no hablarles... no sentir dolor, pena o alegría por ellos para no inmiscuirse en asuntos de los cuales podría salir escaldado. Alrededor de los catorce años, fue cuando empezó a conocer algo de calma y de tranquilidad. Muchos de los chicos mayores estaban saliendo del orfanato, y ya no tenía tanto miedo a ser asaltado por los pasillos. Quizás gracias a esa relativa calma... empezó a desarrollar dones innatos en él, pero que hasta ese momento no conocía. Sus sentidos se agudizaban, corría más rápido, saltaba más alto... se sentía mejor a nivel físico incluso. Días después de empezar a notar estos cambios, sufrió su primera transformación. Al principio se asustó de sí mismo, y se odió todavía más si cabía por considerarse un monstruo... pero a medida que pasaba el tiempo se daba cuenta de las ventajas de su condición, y de su recién descubierta naturaleza. Comenzó a investigar desde el orfanato, o en las horas libres en las que lo dejaban salir por la ciudad... y descubrió que había más gente como él.
Aunque quiso aguantar en el internado hasta cumplir la mayoría de edad para que su salida fuese legal... con diecisiete años ha decidido escaparse para ir en busca de su destino. Quizás encuentre a sus padres... quizás encuentre a otros cambiaformas... De momento ha llegado a París, y para dar un paso hacia una nueva vida... ¿qué mejor que prostituirse por dinero?

Datos Extras:

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