El lobo guardián (Yalinca)

por **Joris Toulalan** Sáb Sep 24, 2011 7:23 am

Era noche cerrada. Algunas nubes otoñales flotaban en el cielo, ocultando la luna creciente y las estrellas. Joris estaba en su pequeña casa del jardín, tendido en el suelo y medio desnudo. Le gustaba aquél lugar que le había proporcionado Yalinca. A pesar de que alguien podría pensar que era la casa del perro, al licántropo le gustaba la soledad e independencia que le proporcionaba. Cuando tenía hambre podía ir a la casa principal a comer o a hablar con los del servicio. Tenía ropa limpia, una cama cómoda y comida siempre al alcance de la mano. Yalinca a veces buscaba su compañía y hablaban un poco, pero en general el holandés tenía absoluta libertad para moverse y entrar y salir como quisiera.

Sin embargo aquella noche había decidido pasar la noche allí, sin moverse demasiado y descansar. Había algo en el ambiente que no le terminaba de gustar, y cada día sospechaba más que aquella ciudad y aquellos muros no serían suficientes para separarle de aquella maldita cazadora. Temía encontrársela cada vez que cruzaba una esquina y estaba de peor humor que de costumbre. ¿Es que nunca le iba a dejar en paz? Maldito fuera su Dios...

Joris se levantó de golpe del suelo. Había oído algo que le hizo estar alerta y hubiera jurado que había oído la voz de Yalinca. Se puso una camisa que le quedaba bastante grande y se ajustó los pantalones con el cinturón del que le colgaba el cuchillo de carnicero. Salió descalzo al césped y se dirigió hacia el muro frontal de la casa, de donde venían las voces. Estaba claro que allí estaba Yalinca y alguna otra persona, pero por el tono de la primera no parecía ser una agradable conversación. Aquello era parte del trato, si había algún cliente que se propasaba con su casera era trabajo suyo protegerla.

Joris escaló el muro sin dificultad y se encaramó a la cima, oculto entre las sombras y fuera del alcance de la vista de aquellos dos. Efectivamente, parecían estar discutiendo. Pero antes de entrar en acción el licántropo se quedó allí, observando…

por **Yalinca** Sáb Sep 24, 2011 10:17 am

Hoy era una de mis noches de descanso, de las pocas que me solía tomar al mes ya que una persona se cansa de tener sexo todos los días y mi cuerpo necesitaba descansar ya que últimamente estaba siendo muy solicitada, necesitaba descansar, relajarme y brindar a mi cuerpo lo que se merecía una noche de placer, pero placer al sentir el agua caliente recorrer cada centímetro de mi piel, placer al sentir las cremas de olores perfumándome esa era el tipo de placer que me apetecía esta noche, ya me encontraba sumergida en la bañera cuando una de las doncellas llamo a la puerta del baño –Que quieres?- dije de mala manera, ya que había prohibido a todas ellas que nunca me molestaran mientras me encontraba en mis momentos de relajación, salí de la bañera envolviéndome el cabello con una toalla y el cuerpo con otra, una vez tapada abrí la puerta –Que ocurre para que me molestes en mi noche especial- la joven apenas temblaba, no se si se debía a mi o ese era el motivo de que me molestara, me quede en silencio esperando a que hablara pero seguía callada –Que ocurre?- pregunte mientras la zarandeaba un poco para que reaccionara pero antes de que la joven abriera la boca escuche unos gritos que procedían del salón, corrí escaleras abajo, pero antes de llegar al ultimo escalón, me tope con el –Que haces aquí? Sabes que no me gusta que vengas a mi casa- mi tono era tan desagradable que las muchachas se quedaron con la boca abierta al escucharme hablar de tal manera.

Baje de las escaleras mirando siempre a los ojos a George, mientras caminaba en dirección al salón hice un gesto con las manos a las doncellas para que se fueran y me dejaran sola con la visita. –Dime que quieres y porque te has atrevido a venir a mi casa- dije mientras servia una copa de vodka y me sentaba en unos de los sillones cerca de la chimenea ya que al salir mojada de la bañera tenía frío. El hombre se sentó enfrente de mi sin decir nada, tomo aire y por fin hablo –Yalinca porque no estas trabajando, te busque en el Burdel y la madame me dijo que hoy no ibas a ir en toda la noche- paro para coger aire mientras me mira de arriba a bajo frotándose las manos para luego proseguir –tenia que verte, no podía esperar hasta mañana necesitaba sentirte- se paro de la silla y se acerco a mi cogiendome de la mano y levantándome para pegar a el y besar mi cuello –Suéltame- grite –hoy es mi día de descansó y no pienso estar contigo, te lo dije la ultima vez que te vi, no quiero volver a verte, me estoy convirtiendo en una obsesión para ti y eso es peligroso tanto para ti como para mi- yo hablaba mientras forcejeaba con el para que me soltara.

Ojala Joris estuviera en la casa, hoy era una de esas noches en que necesitaba su protección, me quede pensativa en si hoy era luna llena pero creo que no así que amenos que haya salido a divertirse debería estar en la casa y con mis gritos seguro ya estaría alerta. Seguía forcejeando con George pero no podía soltarme el era mas fuerte que yo, me estaba poniendo nerviosa al sentir como su boca recorría todo mi cuello para luego posarse en mi mejilla así una y otra vez –Déjame, te estas buscando problemas George, porque no vuelves al Burdel y buscas la compañía de otra mujer, en el Burdel hay muchas mujeres hermosas y dispuestas o darte placer en cantidades- dije en el ultimo intento de que me soltara.

por **Joris Toulalan** Sáb Sep 24, 2011 11:23 am

Joris estaba oculto y desde el exterior podía ver todo lo que ocurría en el salón. Como había imaginado Yalinca no estaba en las mejores condiciones. Podía oír toda la conversación y aquél estúpido no entendía los mensajes. Parecía que la cortesana intentaba manejar la situación, pero sin mucho éxito.

Aunque Joris no se dio cuenta, había desenfundado el cuchillo de carnicero. El frío filo brillaba gracias a la luz de la luna, descubriendo su posición. Pero no parecía que ni el hombre ni la mujer estuvieran demasiado atentos a lo que ocurría en el exterior.

Aquello le gustaba cada vez menos. Enseñó los colmillos al aire y un gruñido salió del fondo de su garganta. El vello del pelo se le erizaba, molesto por lo que veía. Apretó el mango del cuchillo hasta que casi le hizo daño. Y cuando vio cómo el hombre empezaba a besar y babosear a Yalinca el licántropo decidió que ya había tenido suficiente. De un salto entró en el salón limpiamente; dio dos zancadas y alcanzó al hombre del cuello de la camisa. Lo tiró al suelo con fuerza y se colocó sobre él, presionando el filo del cuchillo al cuello del hombre. Un hilillo de sangre empezó a manar del cuello. Los ojos de Joris estaban inyectados en sangre y sus colmillos habían crecido ostensiblemente. Tenía el vello de los brazos y la nunca de punta y su aspecto era, cuanto menos, aterrador.

-¡Estúpido! Debiste haberte ido cuando te lo dijo...-dijo en un gruñido antes de pegarle un puñetazo en el rostro. El hombre gritó de dolor y escupió un poco de sangre. Joris giró su rostro hacia Yalinca y la observó, alegrándose de que pareciera estar bien-. ¿Quieres que lo mate?-preguntó con el mismo tono de voz que usaría alguien para preguntar si quería leche con el café-. Sé de alguien que se encargaría del cadáver...

por **Yalinca** Dom Sep 25, 2011 8:35 am

Seguía pidiéndole a George que se fuera de mi casa, pero el seguía sin escucharme por el contrario seguía besando mi cuello y su mano ya empezaba a bajar por el escote que formaba el tamaño de mis pechos con la toalla que me envolvía, pero antes de poder decir nada sentí como George aflojaba la presión que tenia sobre mi, cuando volví a mirar y George se encontraba tirado en el piso con Joris sobre él.

Joris estaba enfadado, su apariencia me daba miedo y no sabia como actuar antes de que pudiera hablar el había arremetido contra George que ahora escupía sangre. Mi cuerpo por fin reacciono y se acerco a los dos hombres, Joris ahora me miraba fijamente sus ojos eran rojos y eso me dio miedo pero aun así me acerque mas a ellos –No lose- fueron las ultimas palabras que salieron de mi boca, la verdad no sabia si quería que mataran a George, si lo hacia ya no me volvería a molestar pero si lo hacia tendría problemas porque había gente que sabia que el había estado en mi casa, además yo no quería cargar con un muerto encima, mi alma era muy pura a pesar de las cosas que hacia con mi cuerpo pero un muerto eso era algo diferente. Me arrodille al lado de George –Dime que dejaras de molestarme y que dejaras de buscarme?- le pregunte en un tono de voz suave, pero que aun así reflejaba el miedo que sentía, mientras le preguntaba limpie su boca con mi toalla, pero antes de terminar George se removió debajo de Joris, en un intento por liberarse –Nunca dejare que te alejes de mi Yalinca- dicho esto se soltó de Joris y se aferro a mi haciendo que mi toalla cayera al suelo dejándome completamente desnuda.

por **Joris Toulalan** Dom Sep 25, 2011 8:55 am

-¿No lo sabes? Es fácil, sólo tienes que decir sí o no...-dijo mientras apretaba un poco más el filo del cuchillo contra la piel-. Sólo un tajo y adiós a cualquier problema que pudiera darte...

En ese momento Yalinca se acercó a ambos hombres. Estaba vestida sólo con una toalla, lo que hacía que se le viera casi todo el cuerpo desnudo. Joris no pudo evitar que se le fueran los ojos y se fijara en ella; el aroma que desprendía le inundó las fosas nasales y la rabia se iba convirtiendo poco a poco en lujuria y pasión. Todo eso contribuyó a que aflojara la presa que ejercía sobre aquél hombre.

Por eso no se esperó que el idiota se revolviera y se quitaba a Joris de encima. Se abalanzó sobre la mujer, a quién arrancó la toalla y la dejó completamente desnuda. En cualquier otro momento se hubiera parado unos segundos y se habría regodeado la vista con el exuberante cuerpo de su casera. Pero no estaba el horno para bollos y fue directo a su objetivo. Se puso en pie, llegó hasta el hombre y lo volvió a coger del cuello de la camisa. Pero en lugar de tirarle al suelo le clavó el cuchillo por la espalda, entre las costillas. Tapó la boca del hombre para que no alertara a nadie con los gritos y lo volvió a acuchillar media docena de veces hasta que dejó de moverse y resistirse.

El licántropo dejó caer el cadáver al suelo. Tenía el pulso acelerado y los ojos completamente dilatados; tenía la respiración pesada y el cuerpo empapado de sudor. Sus ropas estaban manchadas de sangre, al igual que el cuchillo y el suelo de la habitación.

-¿Estás bien?-preguntó, mirando hacia Yalinca-. ¿Te ha hecho daño?

por **Yalinca** Dom Sep 25, 2011 9:19 am

Vi como George me dejaba desnuda, pero antes de cualquier reacción de los dos Joris ya estaba a su lado sujetándolo y antes de lo previsto vi como un afilado cuchillo se abría paso entre la ropa y piel de George para terminar incrustado en su espalda, pero no satisfecho con haberlo hecho una ves Joris se ensaño y se lo clavo muchas veces más, mi cuerpo estaba temblando debido al miedo que sentía ahora mismo, después de ver lo que Joris había hecho no sabia si debía agradecerle o temerle. Mis ojos se movían de un lado a otro pero todo estaba lleno de sangre, la ropa y rostro de Joris, el suelo donde ya hacia el cuerpo de George, el cuchillo. Lo único que no tenia sangre era yo y creo que era debido a que me encontraba a una distancia prudentes de los dos. Recogí mi toalla y al hacerlo la de la cabeza callo y mi melena rubia callo sobre mis hombros como una cascada de oro. –Yo estoy bien, no me ha hecho nada- pude hablar después de varios minutos de silencio, me acerca a Joris y con una de las toallas limpia sus manos y su rostro –Muchas gracias- no sabia si era eso lo que tenia que decirle pero fue lo que dije –ahora que hacemos- mis manos seguían limpiando cada parta de la piel de Joris, ahora que lo tenia tan cerca era mucho mas atractivo que antes, o era la adrenalina que recorría mi cuerpo debido a lo que acababa de pasar lo que me hacia verlo así.

por **Joris Toulalan** Dom Sep 25, 2011 10:07 am

A pesar de la situación en la que estaban no era la más tranquila ni la mejor Joris no pudo evitar fijar su mirada en el cuerpo desnudo de Yalinca. Y cuando se acercó a él para limpiarle la sangre llegó al olfato del licántropo el suave y sensual aroma de la rubia. Nunca la había visto tan bella y hermosa como en aquél momento.

-Ahora tenemos que deshacernos del cadáver... Habrá que desnudarle y quitarle todo lo que tenga de valor para que crean que ha sido un robo sin más cuando encuentren el cadáver. Si preguntan diremos que vino, sí. Pero que se fue al poco rato...-Joris dio un paso y se acercó más a la rubia, sin dejar de mirarla a los ojos. Alzó una mano y le acarició el mentón con la yema de los dedos, dejando alguna mancha de sangre en la blanca piel de Yalinca-. Y si se muestran demasiado inquisitivos unas monedas servirán para desviar su atención sobre este asunto...

Se quedó unos momentos quieto y estuvo a punto acercarse más aún para besarla allí mismo. La habría apretado entre sus brazos y la hubiera tomado en el suelo, al lado del cadáver. Pero en lugar de eso se alejó un par de pasos y se acercó al cadáver, que se echó sobre el hombro sin demasiados esfuerzos.

-Vendré en media hora aproximadamente...-explicó, mirando a Yalinca a los ojos-. Espérame, quiero verte...

por **Yalinca** Dom Sep 25, 2011 12:01 pm

Dejo caer mi mano, al terminar de limpiar la cara de Joris –deshacernos del cuerpo?- no podía creer que yo estuviera metida en esta situación lo mío no era ocultar gente, hacer creer que habían robado a alguien cuando la verdad yo vi cuando lo mataban, sobornar a los investigadores, eso tampoco era cosa mía yo a los investigadores los seducía cuando visitaban el burdel, que estaba pasando como había dejado que esto ocurriera en mi casa. Cogi la toalla con la que había limpiado a Joris y me envolví en ella pero antes limpie mi mentón donde Joris había dejado un rastro de sangre.

Mis ojos se posaban cada dos por tres en el cuerpo inerte de George, pero antes de que yo pudiera decir algo, Joris se hecho a los hombros el cuerpo –A donde vas?- pregunte mientras miraba la mancha que había dejado la sangre en mi hermosa alfombra, lo que conseguí por respuesta fue que volvía en media hora y que volvería porque quería verme, para que querrá verme, será que quiere que hablemos lo que acababa de ocurrir y que nos pongamos deacuerdo para cuando vengas a preguntar los investigadores, me limite a asentir mientras el salía por la puerta trasera de la casa, mientras Joris se encargaba del cadáver yo me dirigí a la cocina en busca de los productos con los que las doncellas solían limpiar la casa, cogi unas cuantas botellas, que derrame sobre la mancha y con un cepillo comencé a limpiar aquella sangre, no se porque razón pero mis ojos se llenaron de lagrimas, era la culpa que me invadía, habían matado a un hombre y yo no hice nada por ayudarlo. Mi limpieza estaba funcionando la mancha ya casi había desaparecido, me levante en busca de mas productos de limpieza pero cuando me gire vi a Joris mirándome, ya había pasado media hora –Joris para que querías verme?- pregunte mientras me dejaba caer al lado del cepillo de limpieza.

por **Joris Toulalan** Dom Sep 25, 2011 12:26 pm

Joris salió de casa por una de las puertas traseras. Por suerte la noche era cerrada y las nubes ocultaban la luna y las estrellas. Además, podía oler u oír a los que se acercaban por donde él estaba y tenía tiempo de evitarles. Se movió rápido entre los callejones hasta que llegó a una de las peores zonas de la ciudad. Una vez allí y tras asegurarse de que no había nadie por allí cerca desnudó al cadáver y le quitó todo lo que tenía de valor. Se metió el dinero en el bolsillo del pantalón, así como los gemelos de oro y el reloj de mano que llevaba. Parecía bañado en plata y estaba seguro de que podría venderlo por una buena cantidad si hablaba con la gente adecuada.

Hecho aquello y tras asegurarse de que encontrarían el cadáver volvió a casa dando un rodeo, de forma que si alguien le había visto no pudieran seguirle. Saltó el muro y se metió en la casa sin hacer ningún ruído. Vio a Yalinca, que todavía estaba vestida sólo con una toalla, agachada sobre la alfombra, tratando de limpiar la mancha de sangre que había en la alfombra. Aquella imagen le excitó aún más de lo que estaba desde hacía media hora, cuando casi se lanzaba a besar a Yalinca. Pero al cortesana se dio cuenta de su presencia y se puso en pie.

-Para ésto-dijo antes de dar un par de zancadas. Cuando estuvo lo bastante cerca tomó a la mujer por la cintura, la pegó contra él y la besó en los labios, todo pasión y lujuria. Subió una mano por la espalda y tiró de la toalla para desnudar por completo a la casera.

por **Yalinca** Miér Sep 28, 2011 4:31 am

-Para esto- fueron sus palabras y antes de poder preguntar a que se refería lo tenia delante de mi pasando una de sus fuertes manos por mi cintura atrayéndome hacia el, note el calor que desprendía su cuerpo, su aroma a hombre que hizo que todo mi cuerpo temblara de deseo, antes de que mi cuerpo pudiera reaccionar sus labios se juntaron con los míos en un beso lleno de puro deseo y pasión contenida, su mano se apropio de mi toalla haciendo que esta cayera al piso y que mi cuerpo quedara completamente desnudo en sus brazos.

Quería que siguiera que se apropiara de mi cuerpo, era la primera vez que estaba con un hombre por puro placer y no por trabajo y me gustaba la sensación que sentía en aquel momento, Joris era muy atractivo y fuerte como me gustaban a mí los hombres. Mis manos comenzaron a acariciar el pecho de Joris adueñándose de sus botones y poco a poco desabrochando su camisa mientras mis labios se humedecían con su embriagante sabor, para poco ir bajando hasta llegar a su cuello. –Estas seguro de esto- dije mientras seguía besando aquel maravilloso cuerpo y disfrutaba de aquel momento como si no se fuera a repetir en ninguna otra ocasión.

por **Joris Toulalan** Lun Nov 14, 2011 12:38 pm

-Cállate-dijo en un tono más propio de una orden que el de un amante-. No digas nada…-susurró al oído, esta vez de forma más suave. Fue besándola en los labios, las mejillas, la oreja y el cuello; poco a poco, acariciándola con la lengua y mordiéndola con los dientes y los labios. Dejó que le quitara la camisa y luego una de las manos bajó hasta las nalgas de la mujer, que apretó con fuerza, acercándola más a él. A aquellas alturas el bulto que tenía entre las piernas se frotaba contra la piel desnuda de Yalinca.

Sus labios fueron bajando por el cuello, dándole más de un mordisco y un beso, saboreando la piel que todavía sabía a jabón y agua perfumada. Llegó al hombro y lo mordió con más fuerza que antes. Continuó descendiendo hasta llegar al pecho, que apretó con una mano y besó y mordió, metiéndoselo casi entero en la boca.

Se separó de ella de repente. Si continuaban así lo más probable es que no fuera a aguantar mucho más de pie. Cogió a Yalinca por la muñeca e hizo que la siguiera hasta uno de los sofás de la habitación. Se sentó en él y obligó a la mujer a ponerse sobre él para volver a besarla como segundos antes había hecho. Joris gemía y rugía mientras la besaba, mientras bebía de ella. El corazón le latía cada vez más fuerte y el vello de la nuca se iba poniendo de punta. A aquellas alturas no hubiera podido detenerse ni aunque Yalinca se lo hubiera pedido.

por **Yalinca** Jue Nov 17, 2011 11:24 am

Yalinca notaba los mordiscos y besos de Joris, lo que hace que su cuerpo tiemble de placer -Joris- un gemido sale de sus labios. nota la mano de Joris en su muñeca y lo sigue, ve como se sienta y seguidamente hace lo que el dice y se pone sobre el, nota sus besos sobre su piel y eso la excitaba mucho, comenzó a moverse sobre el notando su mimbro con cada movimiento de sus caderas, comenzó a gemir suavemente mientras sus manos quitaban la camisa que cubría el pecho del hombre -me encantas- dijo antes de comenzar a besar el cuello y pecho del hombre, su excitación era tan extrema que rápidamente llevo sus manos al pantalón de el para quitárselo también.

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