Valerie Denoir

por **Valerie Denoir** Dom Sep 25, 2011 11:13 am

Valerie Denoir

-Edad: 20 años
-Especie: Cambiaformas. Gran agilidad y habilidad de camuflaje. Pero poca fuerza y resistencia en una lucha cuerpo a cuerpo. Gato, Leopardo de las Nieves, Pantera Negra.
-Clase Social: Clase media
-Orientación Sexual: Heterosexual
-Lugar de Origen: Paris

-Descripción Física
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-Descripción Psicológica:

Independiente y segura de si misma Valerie, desde los 5 años ha vivido sin padres, con la única compañía de su tío. Cuando éste la ingreso en la Orden Escarlata ella era tímida y dulce, la típica joven aniñada e inocente que obedecía sin oponer resistencia. A pesar de ser de clase media siempre se consideró bien educada y correcta en los modales. Tras la estancia y aprendizaje en dicha orden, su carácter se modificó en algún sentido. Sin perder la dulzura y timidez de siempre, que la hacía enrojecer demasiado para su gusto, su carácter se volvió algo más duro. Si percibe algún peligro y amenaza contra ella no dudará en usar los conocimientos adquiridos en la orden sobre lucha y defensa, así como si cree que atacan a un amigo o alguien especial para ella. Cuando algo no le gusta suele cambiarlo por otra cosa que sí le agrade y cuando ve algo fuera de su sitio, se agobia un poco. Suele trabajar en una floristería, así que está acostumbrada a mancharse pero le gusta ir siempre como un pincel.

-Historia:

Nacida en 1780, en Paris, en el seno de una familia humilde, mis padres trabajaba en una fábrica de algo relacionado con la mecánica y mi madre se encargaba de su cuidado y educación, ya que no podían permitirse el lujo de enviarme al colegio o contratar a alguien para que me instruyera. Por cuestiones del empleo de mi padre, tuvieron que mudarse a Londres cuando yo apenas tenía cinco años. Supuso un cambio muy importante en la vida de mi familia, diferente idioma, clima y sociedad. Durante tres años, hasta que cumplí los ocho vivimos en una pequeña casa a las afueras donde teniamos huerta y jardín, donde yo pasaba la mayor parte de su tiempo plantando y colocando flores. Apenas veía a mi padre pues cuando me levantaba por las mañanas él ya había partido a trabajar, y cuando regresaba estaba acostada. En cambio con mi madre pasaba todo el día, ayudándola en la limpieza de la casa y tareas domésticas. Por supuesto, fue ella quien me enseñó a leer y escribir, a bailar y peinarme adecuadamente, fue mi madre quien me hizo ser quien soy ahora en lo que se refiere al comportamiento en público.

Un día más, uno como cualquier otro, por la noche sonaron unos nudillos golpeando la puerta de la casa. Puede parecer algo normal, un hecho que no merezca mención en mi historia, pero no es asi. Mi padre jamás llamaba a la puerta, abría con las llaves y además no era aún su hora de llegada. Mi madre se apresuró a abrir la puerta y yo me mantuve en una esquina para ver qué pasaba pues no estábamos acostumbrados a la visitas. Al abrir la puerta aparecieron dos hombres, bastante sucios, con manchas de grasa por toda la ropa y las manos, busque a mi padre tras ellos, pero no lo vi y me acerqué a mi madre con los ojos llenos de preguntas. Me mandó a mi cuarto y les mandó pasar con la voz rota. Sin hacer caso me quedé en la escalera escuchando la conversación. Todo lo que recuerdo es la voz de uno de ellos relatando un accidente en el que mi padre había perdido la vida.

Tras el entierro, se nos planteó una dificultad, ya no teníamos ingresos con los que mantenernos. Recuerdo la conversación que mantuve con mi madre como si fuera ayer. Me entregó su anillo familiar, lo único de valor que poseía. Te nía un pequeño zafiro engarzado y una fina pulsera a juego –Pase lo que pase no te separes de esto- me dijo. Me enviaba de vuelta a Paris, a cargo de mi tío. Tenía una floristería en el centro de la capital en la que yo podría trabajar para no ser una carga para él. Mi madre se quedaría en Londres buscando trabajo, estaba demasiado mayor para regresar conmigo a la capital francesa.

Cuando llegué a casa de mi tío, él ya tenía pensado que haría conmigo. Me ingreso en la Orden Escarlata. No sabía que era aquella Orden en la que mi tío había inscrito mi nombre para que hiciera ¿Qué? Lo mío era cuidar la tierra, las flores, a mi no me gustaba matar a animales, pero cuando mi tío me acompañó a la orden para que no anduviera entre cocodrilos, pude ver que estaba equivocada. Pude ver que había chicos a un lado y chicas al otro. Eran rostros bellos y de rasgos muy definidos. Como si este lugar fuera famoso por su exterior. La arquitectura también era bella, sus jardines, todo. Me quede alucinada en cuanto vi la cantidad de flores que había, hasta un invernadero. Todo pasó rápido y me quede con mi tío en la entrada antes de que un hombre me llevara al despacho principal.

Desde entonces, fui conociendo a gente, a los directores, al cardenal Logfroy y a la madre superiora que "dominaba" el sector femenino. Pensé que todo era un estereotipo comercial para ganar reputación entre los puestos de grandes categorías, pero en aquel lugar, la gente era bella, tanto exteriormente, como interior. La orden se encargaba de preparan a chicos y chicas en el arte de la cacería de los llamados “seres anti-naturales”. Mi primer curso no fue tan malo como pensaba, me enseñaron defensa y el uso de ciertas armas. Aprobé con notas cada una de las clases que recibí, pero en la celebración de final de curso un incidente cambió todo. Uno de los alumnos de último curso, decidió que era hora de divertirse y saltarse las reglas de separación de sexos en la orden. Después de hacerse el chulo con algunos de sus amigos delante de mi y mis compañeras, se acercó con la clara intención de besarme y dios sabe que más. De hecho lo consiguió, hubo un beso entre forcejeos. Los encargados del centros al ver el comportamiento de ambos, decidieron que Oliver, creo recordar que se llamaba fuera recluido y yo fuera expulsada. ¿Por qué? Porque en la Orden Escarlata siempre un hombre valía más que una mujer y solo merecían un castigo a diferencia de las mujeres que incluso por un error que no era su culpa eran expulsadas sin miramientos.

Al volver a casa de mi tío, este no puedo sino ponerme a trabajar en la floristería tal y como había dicho mi madre. El carácter dulce e inocente se volvió algo más precavido y cauto, asi como gané seguridad en mi misma.

-Datos Extras:

• No es hasta la actualidad cuando se entera de que es cambiaformas, debido a caer enferma, esa parte de ella sale por primera vez. Dejándola descolocada y perdida.
• Lo único de valor que posee es un anillo con un pequeño zafiro y pulsera fina a juego. Joyas que siempre pertenecieron a su familia materna.
• Tiene debilidad por el bourbon, afición que adquirió por su tío.
• La gusta nadar, sobre todo si llueve o de noche pudiendo disfrutar del reflejo de la luna en el agua.
• La gustan los hombres con ojos azules y personalidad fuerte.
• No soporta a la gente que se deja arrastrar y convencer por lo que impone la sociedad.

por Invitado Dom Sep 25, 2011 3:27 pm

Ficha aceptada, bienvenid@

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