Ilithyia Dardanos

-Datos Personales:

-Nombre del Personaje:
Ilithyia Sybilla Dardanos.
-Edad:
23 años.
-Especie:
Bruja.
-Tipo y Clase Social:
Clase Media.
-Orientación Sexual:
Biesexual.
-Lugar de Origen:
Santorini {Thera}, Grecia.

-Habilidad/Poder:
~Hechicería: Habilidad para hacer que cosas sucedan ya sean a favor o en contra de alguna persona por medio de conjuros, hierbas y pociones.
~Premonición: Habilidad para percibir el futuro. En ocasiones solamente se expresa en la forma de vagos sueños mientras se duerme, mientras que otras veces es clara y ocurre a voluntad, mientras se está despierto, o incluso pintándolo.
~Ilusión: Capacidad para alterar relativamente la realidad por medio de alguna ilusión, algo no real para confundir a las personas.

-Descripción física:

Ilithyia no es de Francia y eso se nota no solo en su acento al hablar, sino también en su físico. Es todo lo contrario a lo que las normas sociales de la época han marcado como adecuado; no tiene la piel pálida, sino que es dorada dando la sensación de estar siempre bronceada aunque no haya tomado el sol o el invierno haya caído con fuerza sobre París; no es rubia y delicada, sino que su cabello es oscuro y sus ojos claros que varían entre el verde y marrón provocando que según de la luz se vean casi dorados, le dan una apariencia de fuerza y vitalidad que rompe con ellas. Su forma de moverse no es afectada, como si se fuera a romper en cualquier momento, como si le faltara el aire en los pulmones, sino que con cada uno de sus gestos denota con claridad que hay una fuerza interna que habla de un espíritu fuerte y emprendedor. Por mucho que intente pasar desapercibida, camuflándose entre las personas que la rodean, vistiendo como ellas, lo cierto es que no lo termina de conseguir del todo: siempre hay un gesto que la delata, una mirada que provoca inquietud, una palabra que está dicha con más claridad o vehemencia de la debida.

Su rostro es ligeramente redondeado y a pesar de su edad todavía parece en muchas ocasiones como el rostro de una adolescente. Su cabello oscuro aunque esté recogido tiende a salirse pronto de este, provocando que hondas caigan por su cuello o sobre su frente aunque intente por todos sus medios colocarlas en su sitio con múltiples horquillas. Sus manos son fuertes y en ellas se puede ver en cierta manera a qué se dedica: pequeños cortes, ligeras rasgaduras provocadas tanto por las cuerdas del violín, del violonchelo o del arpa, como de las plantas con las que suele trabajar. Su voz es sin duda su rasgo más característico, con ese acento que habla de otros lugares exóticos y alejados.

Un detalle significativo es que, cubierto de forma general bien por los cuellos de los vestidos, bien por los recogidos más bajos, lleva en la nuca un tatuaje de un ojo de Horus, de la misma forma que siempre lleva al cuello el mismo símbolo realizado en oro blanco como si fueran sus talismanes y en cierta manera eso es precisamente lo que son.

-Descripción psicológica:

Imprevisible como el viento, fuerte como la tierra, pasional como el fuego y amoldable como el agua son, sin duda, lo que más puede definir a Ilithyia. Es caótica como la Naturaleza y terriblemente difícil de conocer en un simple vistazo. Puede ser amable, agradable, dulce, atenta y cariñosa, pero también terriblemente altiva, soberbia, cruel e irónica. Definirla con un grupo de palabras es prácticamente imposible, sino que en ella misma se reúnen tanto lo bueno como lo malo de todo ser humano. Por regla general, sin embargo, procura mantenerse en un eterno equilibrio que a veces le provoca reaccionar de manera exagerada cuando se quiebre por una u otra razón.

Se amolda a la persona que tiene delante, sabiendo perfectamente diferenciar entre lo que puede decir entre los amigos, entre desconocidos y entre clientes. Tiene una capacidad de observación y un conocimiento de las personas que hace que parezca que sabe mirar directamente dentro del corazón, su mirada intensa y directa provoca muchas veces nerviosismo porque hay en sus ojos una sabiduría que no debería estar para una persona de su edad. Es empática y cala perfectamente a la otra persona, sabiendo ponerse en la postura de los que le rodean, haciendo muchas veces de abogado del diablo para hacer pensar que no solo es válida una postura, sino que hay tantas posturas como personas.

Muchas veces es difícil saber qué piensa en realidad, reservada y celosa de su intimidad, es muy difícil que deje franquear las barreras defensivas que se pone a su alrededor, aunque en un primer momento pueda parecer que es extrovertida con las personas que la rodean. Pocas veces se deja ver en realidad y cuando lo hace puede ser impactante puesto que es una persona carismática y tranquila, orgullosa y un tanto cabezota, seria en ocasiones, bromista en otras. Su forma de ser puede ser hiriente si se siente atacada, pecando quizá de ser excesivamente sincera y no controlando en ocasiones la forma de serlo, aunque por regla general es políticamente correcta dentro de esa sinceridad que le caracteriza. Tiende a ayudar a los demás y la gente suele confiar en ella.

Es un alma libre, que cree en la libertad y en la independencia, que cree que todo el mundo se merece una oportunidad. Prefiere defenderse a atacar, aunque no dudará en hacerlo si se siente amenazada o ve que amenazan lo que más quiere. Le gustan los placeres de la vida, sentirse útil y, aunque caótica, sabe perfectamente qué hacer y dónde tiene las cosas que necesita. Es una persona muy segura de sí misma, aunque en ocasiones las inseguridades la atacan como a todo el mundo, sabe lo que quiere, cómo lo quiere, cuándo lo quiere y luchará por ello, siendo una persona extremadamente trabajadora que no dudará en quitarse horas de sueño si es necesario, lo que muchas veces provoca su agotamiento físico y mental, haciendo que en ocasiones se vuelque en el trabajo para no pensar.

Es una persona sensual hasta el extremo, extremadamente sensible y sensitiva. Un tanto caprichosa en ocasiones, puede llegar a manipular si fuera necesario aunque no lo hace de manera continua, siendo capaz de utilizar su voz suave e hipnótica, como si se tratara de suave seda negra que te mete directamente en sus redes. Con las personas que quiere, con sus amigos, es leal, valiente y divertida, mimosa como si se tratara de un gato grande, necesita atenciones continuas. Puede ser una auténtica fiera cuando se enfada, sacando una parte de su personalidad de la que no está del todo conforme, pero que suele mantener bajo control. También aparece su vena más niña, mostrándose como es y dejando atrás sus grandes dotes de interpretación.

-Historia:

Thera, 13 de Noviembre de 1777

Estamos de enhorabuena hoy, mi esposa ha dado a luz a una hermosa niña que se llamará como mi abuela; Ilithyia. Su cabello, a pesar de las pocas horas de vida, es oscuro y fuerte. Sus ojos, incluso a pesar de estar ciegos, ya son inquisitivos. Todas las señales indican que será una bruja poderosa, como no puede ser menos considerando los linajes de nuestras familias, las sangres que se juntan en ella.

Extracto del diario de Isaac Dardanos, brujo de la Isla de Thera.

Ilith fue una niña querida, amada y protegida. Pronto se hizo un hueco dentro del corazón de todo aquel que ponía sus ojos sobre ella. Su infancia estuvo rodeada de los miembros de su extensa familia, todos ellos brujos, que cuidaron de ella y la enseñaron lo fundamental. Lo dicho por su padre aquel primer día de vida en su diario se cumplió: la joven tenía en sus venas la sangre de dos poderosos linajes de brujos, los Dardanos por una parte que pertenecían a las líneas más antiguas de Grecia y por otra parte la familia materna procedía de Egipto, de la hermosa tierra bañada por el Nilo. Como si de un juego se tratara la enseñaron lo que era, lo que la hacía diferente, lo que la hacía especial. Su abuela, Sybilla, de la que habían tomado su segundo nombre, fue la encargada de ello. Junto con su hermana Althea, un año mayor que ella, su madre y su abuela, las tres generaciones de mujeres, se deslizaron por el conocimiento de la magia siempre bajo la atenta mirada de su padre.

Thera, 2 de Agosto de 1785.

Madre me ha dicho que tengo que comenzar este diario. No sé muy bien qué escribir. Dice que escriba sueños y dibuje lo que veo. ¿Por qué? Quiero salir a jugar como el resto de los niños. Los escucho y los veo pero Althea no me deja acercarme. Dice que no son como nosotros. Yo quiero ser como ellos. Quiero tocar el violín y jugar, saltar, correr y no tener preocupaciones. Quiero ensuciarme e ir a la playa.

Extracto de las memorias de Ilithyia Dardanos, bruja de la isla de Thera.

Es cierto que no tuvo demasiados amigos en su infancia, pero no la necesitaba gracias a la constante presencia de su hermana y al hecho de que su vida se dedicó a los estudios. No solo fue la brujería lo que fue enseñado en aquella casa, a controlar lo que tenía en su interior, sino también conocimientos diversos desde lengua, hasta historia, pasando por filosofía o literatura, matemáticas, ciencias y todo lo que estuviera a su alcance. Su padre era el médico de la pequeña isla, su familia siempre había sido una de las más importantes y eso se notaba. La presión sobre ellos aumentaba de forma lenta y constante. Pronto, además, comenzaron los vientos que llevaban revolución. Esos aires que iban a agitar la vida de Ilith mucho más de lo que hubiera imaginado en un primer momento.

Fue en esta época cuando conoció la belleza del violín y se enamoró de él. No era la magia lo único para lo que parecía estar destinada, no era ser bruja el único camino que se le ponía delante. El violín, el violonchelo, el arpa, cualquier instrumento que cayera en sus manos parecía ser tocado con prontitud como si tuviera algún tipo de don. Su voz, infantil que lentamente fue cambiando a una mucho más adulta, atraía cuando se ponía a tararear mientras realizaba el resto de sus quehaceres. Tenía un don único y especial para la música, un oído perfecto. Era una virtuosa, un genio, con una facilidad para componer y tocar que muy pocas veces aparecía, pero tenía algo en su contra: era mujer. Este hecho hizo que a pesar de que su genio estuviera presente, fuera mucho menos visible de lo que le hubiera gustado.

El Cairo, 28 de noviembre de 1792

Tengo quince años y ya soy toda una mujer. Debería ser todo de otra manera, pero la realidad es muy distinta. Debería comenzar mi vida, pero en realidad ha acabado. Lo había soñado, había visto las señales y las había ignorado pensando que no eran más que pesadillas que me atacaban por mis propios miedos. Ahora me doy cuenta de la maldición que me ha caído encima. Como Cassandra se lo que está por venir, pero no me creen, sé lo que va a pasar, pero mi voz no es capaz de decirlo en voz alta, sé que soy culpable porque no he sido capaz de enfrentarme a la realidad y en cambio me he encontrado ocultándome.

Aun así juro algo: venganza.

Extractos de las memorias de Ilithyia Dardanos, bruja exiliada de la isla de Thera.

Sangre, muerte, fuego y horror marcaron los quince años de la joven bruja. Después solo quedó la huía junto con su hermana sabiendo que detrás dejaban a toda su familia muerta por la ignorancia, por el oscurantismo, por las ideas equivocadas. Fueron atacados, diezmados y masacrados. Comenzó su madre, se desató la guerra y se dio cuenta de que el odio no tenía por qué llegar de los humanos que no eran capaces de practicar el Arte, sino que bien podía llegar de otros como ella. Se vio envuelta en las trifulcas del odio y de la desconfianza, de los celos y de la traición. Otra familia de brujos de la isla fueron los que se encargaron de marcarlos, de señalarlos. Fue una excusa, a fin de cuentas no era nada mágico por lo que lo hicieron: secesionistas, los llamaron, amantes de las ideas de la Revolución Francesa, traidores al Imperio Turco, libertadores, librepensadores, afrancesados en definitiva. ¿Cómo iba a poder permitir eso el gobierno? Y ciertamente la familia Dardanos era muchas cosas y entre ellas estaba la de ser intelectuales, las de recibir y beber de las ideas que venían del Continente, directamente de Francia y de lo que se había conseguido.

Eran un peligro no solo por ser brujos, sino por ser capaces de pensar más allá de lo que se dictaba, incluso sus mujeres.

Ilithyia jamás olvidará la sonrisa de burla de la joven de la otra familia de brujos que tenía su misma edad ni los ojos de aquel que se había convertido en un buen amigo a pesar de que él fuera considerando todo un hombre con sus casi veinte años y ella básicamente una niña. Fue la primera traición que recibió, la primera directa al corazón, junto con la pérdida de su familia. No es de extrañar que el tiempo que pasó en El Cairo bajo el cobijo de la familia materna fueran dos años de reconciliación con ella misma, dos años en los que la música estaba también desaparecida de su vida.

Y sería la música la que finalmente la devolvería a ella. Sería la música, sin desperdiciar sus conocimientos sobre brujería, la que terminaría por alzarla, por levantarla, por hacerla moverse, por provocar que siguiera hacia delante. Sería la música la que terminaría por empujarla a viajar y que la llevaría finalmente a Francia junto a su hermana. Sería la música la que la haría entrar en el Conservatorio mientras que su hermana encontraba trabajo como enfermera y finalmente se casaba. Sería la música la que marcaría desde ese momento toda su vida.

París, 14 de Enero de 1797

Mi hermana dice que debería casarme, que a mis veintitrés años de edad sería el momento adecuado para ello, pero está lejos de mi deseo y de mi alcance. Ella ha tenido suerte, Pierre es un buen hombre y la ama, el nacimiento de mi sobrino Jacques ha sido toda una bendición, con su año de edad es lo más hermoso que he visto nunca, pero no está entre mis planes seguir sus pasos. Vivo bien tal y como estoy ahora, con mi música. En el Conservatorio, además, me han ofrecido el puesto de Maestra de violín ¿cómo voy a desatender algo que deseo y vivir de lo que en realidad me gusta? Amo a mi hermana, pero no entiende que la vida que ella ha elegido no es la mía, ni que parte de mi corazón sigue en Thera, junto a nuestra familia, y que no puedo recuperarlo por mucho que quiera.

Extractos de las Memorias de Ilithyia Dardanos, bruja exiliada de la isla de Thera.

Lleva tres años trabajando en el Conservatorio Ascarlani como maestra de Violín. Su vida es bastantes sencilla aunque no se olvida de sus orígenes. Tiene una pequeña bohardilla alquilada en el centro de París muy cerca del Conservatorio. Sigue con sus rituales, sigue siendo una bruja, sigue escribiendo lo que sueña o dibujándolo como la enseñaron en el pasado. Sigue respetando cada una de las fiestas, apaciguando a los dioses en los que en ocasiones tiene duda. Sigue siendo ella, Ilithyia Sybilla Dardanos, bruja de Thera, miembro de dos de los linajes más importantes del Próximo Oriente, hija del Desierto y del Mar Egeo.

-Datos Extras:

~Habla los siguientes idiomas gracias a sus estudios y sus viajes: Griego antiguo y actual, turco, árabe, francés, latín, y algo de inglés e italiano.
~Tiene conocimientos de Hechicería que se remontan en el tiempo. En su biblioteca particular hay libros de todas las tendencias, desde la viaja tradicional y ceremonial Egipcia, pasando por la propia griega, conocimientos sobre cultura celta o escandinava. Además de libros de Historia, Literatura, Filosofía, Ciencias en general, Música en particular.
~Le encantan los dulces, de todo tipo, no se privaría nunca de ellos.
~Fuma en ocasiones, sin embargo no es demasiado dada al alcohol.
~Mantiene la fachada de una adecuada profesora de música, pero la verdad es que cuando está lejos de sus círculos habituales se muestra más como es ella misma y menos como los demás quieren que sea, incluida su hermana a la que adora.
~Además de las clases en el Conservatorio también da clases particulares para conseguir dinero extra.
~Es una virtuosa del violín, tiene un oído absoluto muy fino que la ayuda mucho en ello. Además de componer, toca otros instrumentos como el arpa o el violoncelo además de cantar.
~Le encantan las plantas y la Naturaleza. Le encantaría tener un jardín, pero en su bohardilla no puede, por lo que tiene plantas prácticamente por todo el lugar, la mayor parte relacionadas directamente con sus prácticas de hechicería.