Cole Cavallari

Nombre del Personaje:

Cole Cavallari

Edad:

18 años

Especie:

Cambiaformas

Poderes:

Se trata de un cambiaformas que puede adquirir la forma de varias aves, dependiendo de la función que quiera ejercer con cada una de sus transformaciones. Como cambiaformas ave, tiene una gran agilidad y una vista muy aguda, aunque carece de fuerza y destreza a la hora de emprender un combate sea cual sea. Es capaz de volar en cualquiera de sus tres formas si está totalmente transformado. Sus tres transformaciones son:


Ruiseñor:

Spoiler:

Halcón Peregrino:

Spoiler:

Águila Negra:

Spoiler:

Tipo y Nivel Social:

Clase Alta

Lugar de Origen:

Italia, Roma

Descripcion Fisica:

Cole es un muchacho con un físico no demasiado particular a simple vista, pero sí llamativo. Es un muchacho de estatura media, y una complexión física delgada y esbelta, de músculos marcados pero poco desarrollados. Su tez posee una tonalidad ligeramente bronceada, no demasiado pero sí lo justo para apreciarse un leve color en ella. Algunos lunares la marcan, pero no así ninguna cicatriz, quemadura o marca de nacimiento que hubiese podido romper esa armonía. Tiene unos ojos oscuros, marrones con algunos brillos verdes que apenas se perciben, de forma almendrada y dulce, como el resto de su rostro. Los rasgos de su cara son suaves, redondeados… casi se podrían considerar infantiles a simple vista. Su cabello es corto y de color rubio, más oscuro o más claro en algunos lugares y mechones concretos. Suele vestir ropa cómoda, pantalones anchos y camisas holgadas, en cualquier tipo de tonalidad y color. Los accesorios no son de su tipo… Es la clase de chico que no comprende todavía para qué sirve una corbata.

Spoiler:

Descripcion Psicologica:

Cole es un joven con una forma de ser enrevesada y complicada de entender. La primera impresión que una persona se lleva al conocerle, es de un chico serio, poco confiado… y sobre todo silencioso. Intenta pasar desapercibido entre la agobiante muchedumbre que lo rodea, apreciando la soledad, el respeto de esta y la ausencia completa de ruidos de cualquier clase. Prefiere mil momentos de soledad y tranquilidad a un solo segundo de algarabío y fiesta. Celoso de sus sentimientos y su pasado, muy pocas personas encuentran el momento, el lugar o la forma de acercarse realmente a él y a lo que el muchacho pueda pensar o sentir. Se trata así de una persona muy cerrada, incapaz de confiar en los demás por miedos y temores pasados que le han pasado factura en el presente.
Dada su forma de actuar y de ser, le es muy complicado crear lazos, ya sean de amistad, de amor o cualquier otro tipo de vínculo con una persona que no conozca demasiado bien… pero en cuanto alguien logra hacerse un hueco en su vida, le es leal y lo da todo por dicho sujeto. Es un muchacho con una serie de principios humanos y morales, que intenta respetar y acatar en todo momento. Tiene un sentido de la justicia muy desarrollado, y pese a su aparente timidez e introversión, no se mantendrá callado si ve algo que no le parece lógico o justo. No es un justiciero… pero por diversos motivos que le atañen, no deja que los demás sufran el mismo derribo que en su día él tuvo que soportar.
Además, es un joven muy intelectual. Adora la escritura, la lectura y la pintura. También toca la guitarra, el piano y el violín, y compone sus propias canciones como una especie de hobbie, que le sirve para desahogarse y transmitir lo que no puede decir con palabras a través de la música. Como buen solitario que es, adora los días de lluvia, las charlas escuetas e insustanciales y sobre todo las personas interesantes por las que merezca la pena lanzar su fachada de chico serio y disciplinado al suelo. Tiene unos modales pulcros, educados, inculcados a fuego en su alma desde que era muy niño a manos de sus progenitores.


Historia:

La historia de Cole no empieza como la de cualquier muchacho normal de su edad, rodeado por una familia que lo quiere y hundido entre las cuatro paredes de un hogar acogedor y cállido. Los primeros recuerdos grabados en la mente de este cambiaformas, tienen lugar en el orfanato en el cual pasó gran parte de su infancia. Él no sabe quiénes son sus padres, de dónde viene o por qué lo abandonaron a las puertas de esa institución… simplemente conoce de su procedencia que es italiano, un dato que no le da muchas pistas sobre su verdadera familia o sus orígenes completos. El internado en el que vivió durante los seis primeros años de su vida, estaba regentado por unas monjas, supuestas enviadas de dios, que acogían en su morada a niños de la calle que se habían quedado sin hogar por un motivo u otro. Por aquel entonces, Cole ya estaba en Francia, y ni siquiera se le había pasado por la cabeza emprender la búsqueda de sus auténticos padres. Era demasiado pequeño e inexperto para lanzarse a las calles parisinas y caminar o recorrer diversos caminos hasta llegar a la lejana Italia. Las religiosas que lo criaron sabían algo sobre él, pero jamás se lo comunicaron de forma abierta, sino con sendas indirectas que no dejaban nada en claro.
Esos largos años fueron una auténtica tortura para el pequeño Cole. Los otros niños se burlaban de él, asegurando que era débil, enfermizo… distinto de ellos. Cole no salía a jugar al jardín, no charlaba con ellos y no comía en la misma mesa que los demás. Eso lo convirtió en un bicho raro, en un solitario que ni siquiera esos muchachos sin madre podían aceptar. Le gastaban bromas pesadas, estropeaban su ropa, manchaban su pelo… eran niños pequeños, pero igualmente crueles. Las monjas tampoco hacían nada para impedir dichos abusos… estaban seguras de que eso sería bueno para el niño, que lo haría resistente y firme como una roca, que tarde o temprano dejaría de ser débil. Cole en cambio no veía la hora de poder salir de allí de la mano de una familia que lo quisiese y respetase.

Su deseo se vio medianamente cumplido el día en que un matrimonio joven se presentó a las puertas del orfanato. Ella era estéril, no podía tener hijos… y él necesitaba un descendiente varón en quien depositar toda su confianza, su fortuna y sus negocios cuando decidiese dejarlo todo en un futuro. Examinaron a los niños uno a uno, mientras Cole, acostumbrado a los desprecios de las familias que visitaban el lugar, se escondía como un cobarde en una de las esquinas del salón. A pesar de sus ganas de volverse invisible… no pasó desapercibido a los ojos de la pareja, que se acercaron a él… y para sorpresa no sólo del niño, sino también de sus tutoras y compañeros, decidieron adoptarlo y llevarlo a su casa, según ellos por su comportamiento silencioso y formas. A partir de entonces, empezó una nueva etapa, una nueva parte de su historia que no le deparaba nada malo… pero tampoco nada excesivamente bueno.

A medida que pasaba el tiempo, Cole se daba cuenta de que el matrimonio formaba parte de un universo superficial del que él, hasta ese momento, no había tenido ninguna noticia. Desde que llegó a esa casa, le inculcaron modales, tradiciones, respeto… Además, le enseñaron a comportarse como lo que ellos denominaban un caballero, a mantenerse en silencio de forma frecuente y le dieron clases especiales en el hogar sobre finanzas, música y sociedad. Querían convertirlo en un muchacho de provecho, y para ello… lo trataban como si fuese un objeto, un trofeo con el que estuviesen comerciando. Presumían ante el resto de sus amigos y amigas de las altas esferas acerca de su hijo pequeño y adorado, que avanzaba poco a poco en su educación y formación. Quizás este agobio, este acoso psicológico, fue lo que hizo que Cole empezase a aborrecer la familia que le había tocado. No podía hacer nada que se escapase de los planes de su agenda, y mucho menos conocer gente, hacer amigos… Se convirtió así en un muchacho taciturno y poco sociable, que odiaba en secreto a esos padres adoptivos que parecian mirarlo como a un cojín muy valioso.

Los problemas de verdad empezaron cuando Cole les comunicó que deseaba dedicarse al arte, fuese cual fuese el estilo de esta: literario, en pintura o en interpretación y música. Ellos no aprobaban la decisión de su hijo, y las discusiones se volvieron tan pesadas e insoportables, que un día el muchacho se marchó de casa, con claras intenciones de no volver. Tras un día completo vagando a través de las calles parisinas, decidió que era incapaz de mantenerse solo, que a pesar de haber alcanzado ya los casi dieciocho años… era incapaz de valerse por sí mismo sin un colchón económico y una casa bajo la cual guarecerse… Pero cuando regresó al que había sido su hogar, lo encontró consumiéndose entre las llamas, siendo pasto de un incendio que nadie se explicaba, y cuyo origen por lo tanto era desconocido.

La muerte de sus padres de acogida fue un duro golpe para él, y lo sigue marcando… pero a pesar de ello, no había logrado apreciarlos tanto como si hubiesen sido sus progenitores reales. A la muerte de ambos, él heredó toda su fortuna. Compró su propio hogar, mantuvo los negocios de su padre activos… pero a pesar de ello, comenzó camino de su propio sueño actuando en el teatro. Empezó con pequeñas obras, y a pesar de la escasa importancia de estas a nivel internacional o nacional, fue la época más feliz de su vida. Pero de nuevo, los problemas no habían terminado… Descubrió su verdadera naturaleza de cambiaformas. Empezó una noche oscura, en la que salía del teatro a altas horas de la madrugada. En uno de los callejones fue asaltado por dos bandidos que intentaron robarle y golpearse… se transformó. Adquirió el aspecto y la constitución de un bello halcón, y logró escapar. Los primeros días después de esa primera conversión fueron confusos, se consideraba un monstruo y apenas salía de su hogar por temor a que los demás pudiesen apreciarlo. Pero poco a poco fue tomando control sobre sus capacidades, y viendo en ello más ventajas que inconvenientes. Desde entonces hasta ahora, intenta encontrar su camino, y sobre todo… aceptarse como es.