Aracelis y Magnus Arceneau

Nombre:
Aracelis/Magnus Arceneau

Edad:
35/38

Especie:
Humanos

Tipo y clase social:
Clase Alta.

Orientación Sexual:
Heterosexuales

Lugar de origen:
París-Francia

Descripción física:

Spoiler:

Descripción Psicológica:
Arrogantes, egocéntricos, vanidosos, injustos. Son palabras que describen a esta pareja perfectamente.
Aracelis es en extremo vanidosa y egocéntrica, todo tiene que suceder a su alrededor. Para ella no hay nadie más que ella.
Magnus es orgulloso, porta con orgullo su apellido y su posición en la sociedad. Muy machista, para él la mujer no vale nada, solo sirve para ser ama de casa y criar hijos.
Ambos consideran que lo más importante es mantener una excelente imagen ante los demás, no hay que cometer ningún error para no manchar el nombre de la familia, siempre lucir perfectos y con una gran educación.
Perfectos mentirosos y actores, nunca se muestran como en verdad son, y actúan como una familia muy feliz.

Historia:
Matrimonio Arreglado. Esas dos palabras describen todo. Desde la adolescencia Aracelis y Magnus fueron elegidos para casarse. Ambos fueron criados con todos los lujos que sus padres pudieron conseguir gracias a sus posiciones financieras.
Cuando se casaron pronto descubrieron que nunca, jamás, serían el matrimonio feliz que muchos esperaban. Lo único que compartían eran sus gustos por el lujo y su tremenda necesidad de perfección, es por esa razón que pronto llegaron a un mudo acuerdo. Frente a la sociedad serían la pareja perfecta, que nunca discutían y que siempre estaban de acuerdo en las cosas que hacían. Mientras que dentro de la casa las discusiones no cedían, todos los días discutían y discuten por algo.
Estás discusiones como son de suponer alejan a una pareja, en especial sexualmente. Pero Magnus en eso se aferraba bastante, siempre quiso tener un heredero, un varón al que dejarle su titulo. Mientras que Aracelis, no tenía más opción que hacer lo que Magnus le decía, pero tras una discusión fuerte, se cansó y desdichada en plena noche salio de su casa para buscar refugio y consuelo en un burdel donde no había nadie que la conociera. Tras unas horas desenfrenadas con un hombre, regresó a su mansión. Esto hizo varias veces más, siempre con el mismo hombre. Hasta que este hombre se fue de París y no volvió a saber de él.
Grande fue la sorpresa de la pareja cuando supieron que Aracelis estaba embarazada. Magnus por primera vez estaba feliz, esperaba poder tener un heredero. Aracelis, por otra parte, estaba asustada y angustiada, no sabía si este bebe aún no nacido era de su esposo o de aquel hombre con el que tuvo esas apasionadas aventuras. Aracelis quería deshacerse de la criatura, pero cuando le planteó esa posibilidad a Magnus, él reaccionó violentamente y por lo tanto Aracelis desistió de hacerlo.
Los nueve meses pasaron y el día llegó… un día detestado por los Arceneau. Para Aracelis es su peor día porque finalmente nació la niña que demuestra y le recordará eternamente de sus aventuras sexuales. Magnus, por el simple hecho de que su heredero esperado, resulto ser una niña, una mujer que para él no sirven de nada, solo para criar. ¿Qué hacer con la criatura? Ambos lo pensaron y no tardaron en decidirse, no podían hacer nada, todos sus conocidos sabían que ya tenían una bebé, no podían ir y abandonarla por ahí… ¿qué impresión darían? ¿Qué pasaría con el renombre de su familia? No. No iban a tirar todos sus logros a la basura solo por una niña, la criarían.
Y así fue, la pequeña Celestine fue creciendo en un lugar lleno de lujos, pero esos lujos no eran para ella, por supuesto que no. De no ser por una habitación llenas de juguetes, nadie diría que ahí vive una niña.
Aunque le compraban a su hija las mejores cosas, los mejores juguetes, no permitían que jugara con ellos, decían que los romperían y que solo eran para mostrar, lo único que le permitían tocar y usar eran sus costosos vestidos, pero pobre de la niña si llegaba a mancharlos.
Las cosas empeoraron para Celestine el día que accidentalmente rompió varios jarrones frente a Aracelis. Eso lo confirmó. Celestine era la hija de aquel hombre… y ese hombre del burdel… era un brujo. Espantada por su descubrimiento Aracelis decidió tomar cartas en el asunto, evitaría que la brujería se desarrollara en la niña, no sería nada que varios castigos y agresiones no quitaran. Y así empezó. Cada cosa extraña que hacía Celestine, implicaba un castigo por parte de Aracelis o de Magnus. Magnus no necesitaba más razones para castigarla, lo hacía por el simple hecho de ser mujer y no “servir” en la sociedad.
Pero siempre vigilan que nadie lo sepa, nadie los vea actuar de esa manera, y le enseñaron a Celestine a fingir frente a otros, fingir que son unos padres grandiosos. Los únicos que saben la verdad son los sirvientes de la mansión que son amenazados por Magnus para que no cuenten nada.

Otros:
Odia los animales.
El dinero es su punto debil.
Machista en extremo.
Le encanta el buen vino.
Desearía poder deshacerse de Celestine sin que nadie se entere de ello.
Le agrada estar con gente de su mismo nivel social o mayor.
No le gusta mezclarse con gente de nivel inferior.
No cree en ninguna criatura extraña.

Odia los animales.
Le encanta siempre vestir con costosas joyas.
Odia los dulces.
Desearía poder deshacerse de Celestine sin que nadie se entere de ello.
Le agrada estar con gente de su mismo nivel social o mayor.
No le gusta mezclarse con gente de nivel inferior.
Solo cree en los brujos.