Simplemente confundido (LIBRE)

por **Derek Crawfield** Miér Oct 19, 2011 4:46 pm

Se escuchaba el susurro de aire pasear por las calles, el sonido del levantar las hojas sueltas sobre esta o alguna que otra basura que la gente había tirado durante aquel día. En lo demás, todo está absolutamente silencioso en el puerto, por supuesto, las cantinas y sitios que se acostumbraban a llenar de marineros o trabajadores había un bullicio considerable, pero por la zona donde yo estaba, la calma habitaba. Los olores frecuentes en ese tipo de lugares, ahora eran percibidos de diferente forma por mi nariz, no era que me molestara eso, no lo hacía, simplemente era incomodo el recordar mi infancia donde habitualmente me gustaba ir y ver zarpar a esos grandes barcos que hacían parada en Inglaterra.

Ahora, mientras mis pasos se oían contra aquellos charcos en el suelo al dirigirme sin ningún rumbo y solo con mis pensamientos, todo era diferente. No era que el agua me hiciera algo, pero prefería mantenerme alejado de los grandes volúmenes, pero a pesar de ello, aún disfrutaba de esos paseos como el que estaba teniendo. Sonreí al notar como algunas embarcaciones estaban ahí, pocos hombres eran los que custodiaban esos navíos evitándome ser robados por malhechores, ¿un lugar excelente para cazar?, lo era sin duda, con movimientos silenciosos y una rápida muerte podría darme un festín con esos hombre que por el sonido de sus ronquidos solo me indicaban que se encontraba profundamente dormidos.

Pero al parecer, a pesar de pensar en ello, no me provocaba ni la más mínima sed. Prefería seguir con mi andar pensando en lo que había ocurrido la pasada noche, pensar solo en esa pelirroja que como siempre había sido, se encontraba nublando todos mis demás pensamientos en mi cabeza-Debería marcharme de Paris- Suspire dejando que mi cabeza girara en una negativa y mis dedos se colaran entre mi cabello para después bajar mi mano y dirigir mi vista hacia la oscuridad de las aguas de ese puerto.

por **Constance Boissieu** Miér Oct 19, 2011 5:13 pm

Aquel parecía ser un día como otro cualquiera, y tal vez lo fuera para la mayoría de los habitantes de la hermosa e inquietante ciudad de París, pero para mí no era más que otro día de castigo. Era mi noche libre, lo cual podría considerarse como algo bueno, pero a pesar de que detestaba mi trabajo, sabía que me mantenía la mente ocupada, mientras que en noches como aquella no hacía otra cosa que recordar viejos tiempos de cuando vivía con mis padres. Les echaba de menos, eso era algo que no podría negar, sin embargo, estaba completamente segura de que jamás volvería con ellos, deberían aceptar que habían perdido a su hija, porque yo era incapaz de aceptar sus condiciones.

Suspiré suavemente, tenía que pasar página y aprender que aquella ya no era mi vida, y el pasado no regresaría. Me encontraba vagando por las calles del puerto que estaba bastante solitario en aquel momento, sin prestar atención a los piropos y groserías de algunos borrachos que deambulaban por las calles haciendo alarde de su "hombría" cuando realmente a los ojos de la gente resultaban patéticos, pero no era algo que a mí me preocupara, por lo que continué caminando en silencio.

Entonces, mientras mis pies seguían avanzando sin un rumbo fijo, pasé junto a un chico que al parecer había optado por la misma opción que yo, pasear por el puerto, y al escuchar que decía algo, me detuve y le miré con cierta curiosidad.-Disculpa...¿estás bien?-pregunté amablemente.

por **Derek Crawfield** Miér Oct 19, 2011 5:43 pm

Fueron unos pasos similares a los míos que escuche haciendo que bajara con ligereza mi cabeza y prestara atención a la persona que se venía acercando hacia donde estaba, hacia tardo algún tiempo en acostumbrarme a esos nuevos sentidos pero ahora, agradecía ser portador de ellos. Fue su aroma, el palpitar de su corazón que me hizo entender de que se trataba solo de un humano más paseando por el puerto como yo. Quería simplemente que pasara de largo, que fuera a hacer sus asuntos, es lo que se supone que la mayoría de las personas haría al encontrarse en ese lugar, ¿acaso no era peligro detenerse a hablar con un tipo desconocido a esas horas de la noche?, al parecer ella no pensaba en eso.

Gire mi cuerpo levemente para encontrarme con la dueña de esa voz que había preguntado por mi estado, fue un poco lo que tarde en contestarle al mirarle, su cabello rojizo caía sobre sus costados y esos ojos en tono azul me veían esperando por mi respuesta. Su piel clara, la mirada que me dedicaba en esos instantes me hizo recordar a Cathleen nuevamente esa noche, hubo breves instantes que jure ver su imagen lo que hizo que cerrara con fuerza mis ojos y girara mi cabeza para apartar mi vista de esa joven frente a mí.

-Yo… estoy, estoy bien- dije con cierto titubeo en mi voz para regresar nuevamente mi vista a la chica- Gracias por preguntar…- volví a decirle con más seguridad en mi voz pero dejando a un lado las sonrisas u otra cortesía por lo que había hecho- Pero… ¿no crees que es peligroso andar caminando por estos sitios de noche, y sola?- pregunte alzando una de mis cejas dándole más énfasis a lo que decía.

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