Alexyandra Saint-Cyr (Completo)

Nombre del Personaje: Alexyandra Saint-Cyr
Edad: 21 años
[color=indigo]Especie:Humana
Tipo y Clase Social: Clase baja, por no haber sido, de momento, reconocida.
Orientación Sexual: Heterosexual
[color=indigo]Lugar de Origen:Paris, France


Para la época, Alexyandra es una mujer alta (1,70) de complexión delgada pero atlética, su piel, aunque en su principio fue blanca se ha tornado del color de la miel, al cabo del tiempo, aunque sigue siendo, de color claro.. Su pelo, consta de una ondulada melena peliroja que suele llevar recogida siempre, normalmente en un moño o una trenza sólo su flequillo contrastan con el azul, casi sobrenatural de sus ojos. Suele llevar vestidos simples (gris, marrón...) aunque suele escoger el color azul intenso y el bourdeos, a menos que sea necesario llevar zapatos "finos" suele usar botas, más del estilo del campo. No gusta de lujos ni de atavíos extravagantes, es a todos rasgos una mujer sencilla pese a los finos rasgos de su rostro. Unos pómulos realzan sus pequeños ojos, sus labios, tiernos y, en la zona superior de los pómulos unas pocas pecas, sutiles, casi imperceptibles, de hecho. Sus manos son finas, y es lo único que puede hacer pensar que pueda ser de clase media y/o alta, aunque no sea así. Por el contrario su tono de voz es suave y núnca se la oído alzarla más que para imponer un poco de cordura en algún infante alocado que no prestara atención.
Siempre, siempre lleva un pequeño collar con un pequeño portafotos de plata.


Es una mujer a todas formas, no le gustan los juegos cortesanos, es directa, aunque no por ello sincera, su vida, su pasado y sus pensamientos forman parte de ella y no habla núnca de ello. Tiene las ideas muy claras. Es una mujer trabajadora y luchadora, no le gustan los juegos de palabras, aunque es ducha en ello y tiene un aférrimo desdén hacia los juegos políticos de las cortes, tristemente, banales y causantes de la falsa idolatría de sus participantes que, aún si lo supieran, preferirán su posición y condición antes que el fuego que yace en los humanos que les rodean y les alimentan. Es a todas formas carismática para algunos y para otros misteriosa, su apariencia y forma de ser, contribuyen a ello. Para Alexyandra la amistad es un término banal, pero sabe qué es la fidelidad, tiene un código de Honor que no ha roto y tampoco lo hará. No le importan las cunas, las castas, la ideológia, el credo o la ideólogia, sólo las personas. Considera que la nobleza se lleva en el corazón, en el fuego que lo hace latir y el que nos guía. Está empeñada en que los jóvenes niños y niñas de los bajos fondos aprendan a leer y a escribir.

Historia:

Alexyandra Saint-Cyr nació en la noche del 31 de Octubre, se crió en un orfanato católico para huérfanos de familia noble, al menos eso es lo que se dice, lo cierto es que algunos niños del orfanato eran conscientes de que estaban ahí por una noche pasajera del capricho de algún noble. Alexyandra sabía desde muy pequeña que, aunque alguien en algún lugar de Paris, Francia, Inglaterra... Les estaba pagando los estudios, que podía comer, dormir, que aprendería a leer y a escrbir y otras materias, pero que, no quería saber nada de ella y ese fue el sentimiento que predominó en ella durante años. Alexyandra dejó de interesarse por su familia, decidió que así es mejor, núnca le importó saber si por sus venas corría sangre noble o no, pues cabía la posibilidad de que no lo fuera, lo importante es tener dinero para pagar la manutención y los estudios,así que, al cumplir los 16 años de edad, tomó su pocas pertenencias y su refinada católica educación (aunque siendo sinceras, no es precisamente muy creyente) y marchó a Londres, donde, durante unos años, enseñó a infantes de diversas familias burguesas (Francés, latín, griego, literatura clásica y herbología)
Fue en aquella tediosa y maloliente ciudad donde sufrió un cambio radical. La sociedad media y alta son iguales, no importa la máscara que se vistan, la enseñanza no le importa a los padres, sólo poder decir que, sus hijos, tienen una Institutriz francesa. La diferencia entre clases es demasiado abrupta y el "qué dirán" hiere los oídos y censura las jóvenes e inquietas mentes. Al menos esa es la versión que da, la versión oficial... Recogió todos sus ahorros y sus pocos bienes y volvió a París. Pero volvió más viva que núnca.
Es una mujer reservada, aunque núnca niega la palabra a sus vecinos y conocidos, digamos, silenciosa para sus cosas, no se le conoce amigos de confianza; algunos niños van a su habitación/apartamento sólo para escuchar historias, o evitar la calle. Vive en una antigua Chambre de Bonne alquilada en un edificio cerca del centro de París, pues la familia que ahí habitaba tuvo que dejarla y fue una familia de mercaderes, burguesa quien la compró y que, a buen precio, le permiten vivir ahi. Normalmente, suele realizar trabajos de costura para la familia y ayuda en la enseñanza de los hijos, pero sólo si no queda más remdio, pues un trabajo, es un trabajo.
Suele ser de carácter afable, amable y educada, pero no con todos, suele mostrarse mordaz con los de alta cuna (no puede ocultar, quizá, el hecho de haber sido abandonada por uno de ellos) aunque si su trabajo lo exige (hacer un vestido, impartir clase, servir en algún restaurante de la zona alta…) Sin duda alguna, la hipocresía de la sociedad alta es su especialidad. Habla muy bien, como manda una educación refinada, pero no le da miedo trabajar limpiando chimenéas, por asi decirlo. Es una mujer viva, luchadora y pelea para que otros no tengan que sufrir el destino que su baja condición exige. Así, hasta hoy, vive avivando la llama de cualquier corazón que le pide ayuda, aunque ella jamás la ha pedido, su orgullo, que no su dignidad, se lo impide.

Datos Extras:

Cuando está en su habitación, suele escribir poesía, es una ferviente admiradora de Victor Hugo, tiene realizados dibujos de los niños que ha conocido en su corto periplo por Londres y, compañeros del orfanato sobre todo, a todos ellos los dibujó siempre con orgullo en los ojos.
Cuando está distraída haciendo algo (coser, dibujar, cocinar, pasear…) suele tararear una vieja canción infantil.