El caso de Cornelia...( Reservado)

El reloj marco las siete de la tarde, Jack salía del cuartel policial algo molesto por los últimos acontecimientos que habían ocurrido en Paris, aun conociendo el mundo o mejor dicho a los seres sobrenaturales que habitaban en el no sabía cómo podía sorprenderse de la maldad de los vampiros. Con frustración e ira en su pensamiento cosa que no era costumbre en el tomo el ultimo expediente de Cornelia, 10 años, desaparecida y muerta, aquel era el tirulo que había en esa carpeta la cual tenía extractos del periódico local e información contundente de aquel caso, que precisamente no se trataba de una niña si no de toda una granja en las afueras de la ciudad, extraños sucesos habitaban últimamente en Paris y el policía se sentía en la obligación de llegar a una conclusión, necesitaba más que nunca tener contactos, pero sus ánimos no le permitirían hacer nada, prácticamente andaba endiablado y de muy mal humor.

Camino por las calles con el rostro tenso, no miro a nadie, no respondió a los tantos saludos de varios parisinos, no hizo su recorrido habitual, ese día no era uno de los mejores, le habían tratado de mentiroso, flojo y mala persona, el si era todo eso, pero nadie sabía lo que en realidad sucedía por la cabeza de Jack. El don nadie, era más inteligente que toda la tropa de policías y se lo demostraría a todos. Muchos decían que solo era suerte la de aquel gordo, pero el aun aparentando ser algo desairado pensaba más que un científico su mente le permitía sacar conclusiones muchas veces bizarras pero acertadas. El no era el tipo ingenuo, como mucho lo tachaban y si ponían las cartas sobre la mesa descubrirían que él era uno de los policías que mas capturas había tenido en los últimos tiempos, su orgullo día a día era pisoteado pero esta oportunidad no la dejaría pasar por nada.

Lo primero en su mente fue visitar el burdel, aquel lugar era el único donde encontraba lo que necesitaba, todas las historias de vampiros, muertes, sexo, lujuria y una infinidad mas llegaban ahí, los hombres siempre eran los más conversadores y el prestaba atención mas allá de las palabras de aquellos que se iban a desahogar, siempre un paso adelante lograba ser certero y preciso, hoy no iba a divertirse sino mas bien esta noche se dedicaría a investigar.

Llego a su destino, con el rostro más tenso que nunca, entro por las puertas del burdel y miro el lugar, era la primera vez que no estaba feliz de ir a su segundo hogar como el solía llamar a ese sitio. Camino sin saludar a sus tantas amigas y confidentes, miró de lado a lado en busca de algún lugar desocupado, necesitaba re-leer el expediente y hacer unas anotaciones. Pensó vagamente que era ridículo que fuera a ese lugar en busca de concentración, pero para él era definitivamente el mejor lugar. En una esquina cerca de unos sofás donde bailaban unas cortesanas ubico una mesa desocupada con dos sillas, sin más camino hacia ella y tomando asiento puso la carpeta sobre la mesa y se metió de lleno en la lectura…