¿Me das o no me lo das? [+18] -Privado-

*La proxima vez se prometía hacerlo en algún lugar mucho más limpio que ese. Había estado en las garras de un hombre que le habia pedido como favor especial hacer el sexo en el bosque pero en vista de que aquel hombre tenia unos fetiches extraños había preferido otro camino del bosque, conocía el bosque tan bien que podia caminar por él pero dado a las lluvias que había sufrido ahora estaba todo lleno de barro, se habia tenido que quitar los tacones para andar, llevaba un vestido corto por encima de las rodillas que era suficiente para esconder sus muslos pero no dejaba de insinuarlos, el escote ronroneaba de manera lasciva sin esconder sus senos objeto de deseo de mucho de los hombres que se encontraba pues eran exhuberantes igual que el vaivén de sus caderas.

No habia nadie de quien o que preocuparse asi que se metió el agua, la gente se volvía muy rencorosa o fina depende de la situación cuando entrabas en el agua con los pies llenos de barro, por si bebían o intentaban limpiarse para que tu suciedad no les hiciera sentir asco lo cual siempre habia sido raro, todos sentian asco de lo que no era de los demás pero se glorificaba hasta los errores que cada persona tenía, un rizo escondió su rostro desde una persecpectiva mientras que de otra los ojos claros de Mar viajaban por el agua curiosos por si habían peces u animales de los que preocuparse. La última vez que se baño un pez la siguió mordisqueando hasta que salió del agua pero eso a lo mejor solo habia sido una vez y no tenia nada de lo que preocuparse, bueno, ojos que no ven cuerpo que no se preocupa debería de ser la frase, la ignorancia daba la felicidad según cuanto abusaras de ella*

¿Que? *Habia bajado totalmente la guardia de una forma descarada por lo que cuando alguien habló detrás de ella volteó el rostro observando a esa mujer que le estaba mirando, no parecia estar demasiado bien por como tenia el rostro y las facciones algo congestionadas, tensas como si hubiera pasado algo. Eso hizo que Mar también se tensara, sus pies estaban disfrutando de un descanso asi que no le extrañó que se empezaran a quejar cuando los movió, exteriormente andaba con sensualidad y coquetería mientras que en el interior sus articulaciones clamaban por un pequeño descanso. Ella estaba acostumbrada a correr por allí día y noche pero con el calzado adecuado, no con tacones o descalza porque se podian clavar las ramas, las piedras...* ¿Estas bien? *preguntó con un tono de voz prudente a la par que se detenia en frente de ella.

Era una mujer verdaderamente hermosa, incluso si no fuera porque no era de las mujeres que se creían excesivamente superiores se habria sentido celosa de la hermosura de sus ojos o de sus cabellos. El tono engreído de su piel no podía ser rival para ese tono moreno que haría que todos le desearan, se despreocupo por hacer las diferencias despues de un momento colocando la mano en las mejillas de aquesta de nuevo preguntandole pero con el tacto si todo iba bien*

*no cabia en si de confusión pues primero pasó los dedos por los labios de la cortesana que no es que hiciera mucho por impedirlo sino todo lo contrario ella como cortesana complacia tanto a hombres como a mujeres ya que el vicio siempre adquiría muchas y entretenidas formas de hacer que el papel de cortesana sea divertido, una mujer podía proporcionarte a veces más placer que uno o dos hombres así lo habia sentido en ocasiones pero el que esta mujer no solo paseara los dedos por sus labios corriendo el carmín de su boca sino que tampoco conociese lo que le habia manchado los dedos era lo que la dejó perpleja, los gritos o el hecho de que creyese que le iban a comer solo por llevar eso* Tranquila nadie me va a comer *intento decir varias veces con un vano resultado si se le permitía opinar, ella seguia corriendo intentando quitarse lo que tenia en el dedo incluso mar quiso abrir los labios para sugerirle que era mucho mejor que se lo frotase con la hierba o en la ropa pero despues lo pensó mejor

Si se ponia asi ahora porque tenia manchado el dedo ¿que pasaria cuando la ropa se le manchase solo porque se lo habia restregado?* Eso, querida, se llama maquillaje *su tono seguia siendo curioso mientras un mechon acariciaba sus labios por unos segundos antes de que lo apartase, si aquella mujer no hubiera sido demasiado interesante lo que habria hecho habría sido voltearse, no presentaba una vista demasiado buena para lo orgullosa que era la pelirroja no seria demasiado facil haberse marchado tan rapido como habia empezado aquel contacto.

Algo le hizo que lo impidiese ¿el estornudo? ¿como se veia? algo le estaba recordando a como habia sido mar en tiempos remotos incluso se sentia en deuda con aquella mujer a pesar de que no la conocia, era alguien hermosa intuía que habia pasado por algo que como un trago del mas amargo licor caía por la garganta, los recuerdos siempre eran una botelal de whisky con un agujero negro te absorvía desde la primera copa y despues no podias parar de beber y beber hasta que llegas al final y no tienes dinero, te hechan del bar y te quedas en el suelo con la cartera vacia y un sabor extraño y satisfactorio en la boca* Eso pasa mucho, confundir a la gente *se dejó tomar de la mano pero tambien sentia como si debiera de ayudarla sin cuestionar mucho acerca de su vida privada, no queria molestarle*

¿Quieres venir a mi casa? tiene agua caliente y comida podrías pasar la noche allí * después sabia que se asustaria, la casa de Mar era normal pero despues tenia una puerta donde habia todo tipo de juguetes lascivos, desde cremas para que estuviera preparada y húmeda hasta juegos y disfraces que a varios clientes le habian gustado y pedían con frecuencia subiendo tambien las tarifas cuando un cliente pedía varios juegos, eso era una lástima el no poder tener amigos normales sin que estos supieran que ella era una cortesana. Sus manos se entrelazaron en aquellas, era cálida bueno lo que el invierno permitía claro pero tambien esperaba su respuesta, ella no era un angel o iba a eliminar de golpe las penas que tenia esa muchacha pero algo es algo*

El maquillaje no se come *Se lleno los dedos de su carmín, como se hechaba en grandes cantidades no importaba perder un poco, lo puso con suavidad en los labios de esa desconocida y con total confianza como ella habia mostrado antes le guió cerca del lago para que se viese, el carmín suave le cambiaba bastabte el rostro dandole un poco de color, era una mujer muy hermosa. La pelirroja que siempre estaba acostumbrada al mundo del sexo podia sin pestañear afirmar que esa mujer era la más hermosa de las que habia visto y que no solo su belleza externa sino la interna lo que hacia que Mar sintiera un cariño extraño hacia ella deseando protegerle de todo lo que pudiera* ¿Ves?