Here we go again [Privado]

por **Lionel D'Maine** Mar Ene 11, 2011 5:21 pm

-No habia vuelto a la catedral desde que hacía tiempo asi que aun recordaba el aroma a incienso que brotaba de la catedral. ¿Qué hora seria? habia pasado la noche en el campamento gitano asi que se habia levantado con deseos de haber encontrado un trabajo a pesar de que le mantuvo hasta entrada la noche trabajando siendo ahora cuando pudo salir...de nuevo topó con la catedral mientras sus cabellos se mecían con sus cabellos volvió a sonreir escondiendo las manos en los bolsillos mientras entonces se encaminaba hacia la catedral. No podría ser tan malo después de todo además a esas horas no habia nadie que pudiera molestarles.

Ladeó entonces el rostro cuando las cartas empezaron a notarse en el bolsillo de su pantalón quizás queriendo advertir de algo, normalmente solo se caldeaban hasta arder cuando habia un peligro y el calor ahora era agradable asi que imaginaba que era algo bueno lo que deseaban decir, las cartas de Lionel eran como una caprichosa dama que cuando deseaban hablar podrían tirarse horas y horas sin dejar de hablar mientras que cuando menos lo esperabas cesaban de hablar como esperando que con lo que habian dicho tuvieras suficientes pistas o qu epor lo menos no hablarian más.

Ahi era cuando simplemente las ignoraba puesto que ultimamente su cabeza no estaba por la labor de inventar intrincadas fantasias que habian sido festejadas por las cartas, lo que tuviera que llegar llegaría y eso lo tenía más que claro asi que ¿porqué empezar a inventarse historias? cuando entró haciendo caso omiso de la señal de las cartas cerro los ojos aspirando el aroma a iglesia que habia alrededor ocasionándole una sonrisa inconsciente en la boca...los curas, ultimamente todos aquellos que decian estar en nombre de dios no eran sino una falsa ya que los habia visto por los burdeles o en las tabernas bebiendo-

por **Kristina C.Holland** Dom Ene 30, 2011 8:03 am

Kristina había echo un corto viaje hacia un pequeño pueblo de Francia para poder relajarse un poco.El pueblo donde había estado era pequeño y estaba casi vacio era perfecto porque así ella podria estar sola pensando o tal vez repasando alguno de sus conjuros.Luego de estar unos días allí habia decidido volver a París.El día estaba un tanto oscuro las nubes amenazaban con llover,pero solo era una simple amenaza.El aire comenzaba a juguetear con los mechos castaños de la joven de nuevo estaba en su ciudad.Comenzó a caminar por las calles que estaban casi vacias,pues seguramente la malloria estaria trabajando o dedicandose a sus labores.Se encamino hacia la catedral un sitio bastante hermoso,segun le habian dicho sus tias cuando una bruja entraba en una catedra o una iglesia un rayo le caia encima pero para Kristina eso solo eran vulgares mitos.Cuando llego fijo su mirada hacia arriba de la catedral,habian unas gargolas antiguas parecia que la estaban observando como cuidando aquel lugar,pero a ella no le daba miedo esas figuras.

Al fin entro dentro de aquella catedral estaba casi vacia,los pasos de Kristina hacian eco por todo el lugar pero nadie prestaba atencion estaba ocupandos con sus oraciones.Llego al final del pasillo y respiro profundamente haciendo que sus pulmones se llenasen de aire y ese tipico olor a incienso que inundaba todo el lugar.Era de lo mas agradable para ella.En eso se giro y vio a alguien que llamo su atencion.No era bruja eso estaba claro porque las brujas se reconocian entre ellas,pero algo raro habia en aquella persona.

por **Lionel D'Maine** Mar Feb 01, 2011 11:19 am

-Las caprichosas cartas seguian esperando a que el adivinase que estaba sucediendo a su alrededor, las cartas en un momento brillaban más luego al instante dejaban de hacerlo, fué cuando decisió acomodarse en uno de los asientos para estar un poco más comodo ya que despues de todo no tenia nada que temer en la iglesia, muchos de los sacerdotes estarian predigando en un burdel lo que ellos creian correcto mientras sus cuerpos retozaban junto con las mujeres que alli habian.

Los sacerdotes eran segun la opinion de Lionel lo más pecadores de todo paris pues los chantajes e incluso cuando las mujeres acudian para pedir el perdón eran las mas perjudicadas, lo habia vivido el mismo cuando una vez en la tierna edad de 13 años le habia llevado una mujer a la iglesia mas cercaba, el se habia quedado en un sillon mientras la mujer estaba pidiendo casi con lagrimas en los ojos que pidiera por ella, al final el sacerdote solo se aprovecho de su cuerpo haciendola aun mas sucia de lo que estaba, Lionel no tardó en marcharse sin preguntarse hasta ahora como le habria ido a la mujer.

Ladeó entonces el rostro en cuando una mujer entro, el rostro de Lionel estaba serio pero eso no queria indicar que estuviera enojado o que las emociones le hubieran gastado una broma haciendo que su cuerpo se deprimiese, era todo lo contrario pues estaba mirando quien habia llegado, en la iglesia todos se suponian que debian de guardar silencio era por eso por lo que el rostro de Lionel parecia que estaba actuando.

Cuando los orbes de aquella mujer volvieron a los suyos una sonrisa se notó en sus labios volviendo a bajar el rostro e inclinandolo como en un saludo, se habia sentido observado algo que le hacia sentir algo incomodo, acarició inconscientemente las cartas mientras despues de haberla saludado volvió a mirar hacia delante dejando que sus cabellos escondieran su silueta gracias a que eran bastante longevos más que incluso los de una mujer-

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