mon vie: Alexandre Fontaine

por **Alexandre Croÿ-Roeulx** Miér Dic 21, 2011 1:11 am

Alexandre Fontaine
mon vie: Alexandre Fontaine Mathias-lauridsen-model-william

-Nombre del Personaje:
Alexandre Louis Fontaine Wittelsbach

-Edad:
Fecha de nacimiento: 16 de abril de 1781
Edad: 19 años

-Especie:
Humano

-Tipo, Clase Social o Cargo:
Hijo de Francia, clase alta.

-Descripción Física:

Spoiler:

-Descripción Psicológica:

La personalidad de Alexandre es compleja y en varios aspectos contradictoria, el primer rasgo que resalta en él es la rebeldía, desde pequeño no le agradaba en nada las ordenes que le daban sus tutores porque sabía que eran dadas por un padre distante y sumamente estricto llegando en muchos aspectos a la crueldad, por tanto para él, la rebeldía y la contestación a la autoridad son normas de conducta típicas, le encanta hacer rabiar a aquellos que tratan de ordenarle que realice ciertas acciones que son contrarias a sus deseos, sin embargo esa misma rebeldía se contrapone con un fuerte sentido de lealtad, al menos para su familia, para con su tío el rey y sus primos tiene total lealtad, igualmente para con su hermana, más aún con ella dado que en mas de una ocasión, Alexandre se culpo a sí mismo por algunos desmanes hechos por Alexandrine, solo para protegerla, esto nos lleva a otro lado de su personalidad, es sumamente protector con ella, con Dominique y con todos los que lo rodean no solo con su familia sino con todos aquellos que en la mente de Alexandre están indefensos, sobre todo si vienen de las clases más humildes de la sociedad. Su afán protector llega en el caso de su hermana hasta la sobreprotección pues toma muy mal que alguien se acerque a ella con las excepciones de sus tutores y de Jean Batiste, no le agrada que hayan jóvenes cerca de ella, esto nos da un indicio de otro de sus rasgos poco positivos, es celoso, al menos en lo que respecta a Alexandrine, a sabiendas que no tenia afecto en sus padres, todo su cariño se centro en ella por lo que siempre tiene un miedo constante que alguien le robe su cariño.

En cuanto al aspecto sentimental se podría decir con justicia que Alexandre es afortunado, al menos en cierta forma, su excelente presencia física combinada con sus maneras principescas le han asegurado numerosas conquistas, pues muchas fueron las noches que paso acompañado hasta que fue atacado y convertido en un no muerto, su temperamento y modelas caballerescos le generan muchas simpatías con el sexo opuesto y no solo por el aspecto sensual, sino porque él es un genuino admirador de la mujer, no solo como amante, sino como compañera o amiga, dado que no hay nada que disfrute más que la compañía, la charla y la dulzura que solo una joven puede proveer, sin embargo para desgracia suya, en el espinoso terreno del amor, Alexandre vive atormentado, pues si bien tiene algunas amigas por quienes siente aprecio y cariño, su corazón solo tiene un lugar especial, reservado para su otra mitad como bien dice él, mezcla de amor platónico, cariño y necesidad, pues si bien sabe que jamás hará nada con ella, está perfectamente consciente del amor atormentado y sin medidas que siente por Alexandrine.

Entre sus buenas cualidades están aparte de la lealtad y el compañerismo su pasión por la justicia, es un hombre de su tiempo, mezcla explosiva entre romántico y liberal, imbuido en las lecturas de Roseau, Voltaire y Diderot cree sinceramente en que el pueblo tiene el derecho de opinar, de gozar de una vida digna y ser respetados pues considera que todos son iguales ante la justicia, o que al menos deberían serlo, por otro lado ya desde antes de su transformación creía que se debían perseguir a aquellos que dañaban a los indefensos y es por eso que ha tomado la consigna de solo beber sangre de aquellos criminales, violadores, etc que pululan en las oscuras calles de Paris. Podemos pues decir por tanto, que Alexandre es complejo, leal y fiel protector como amigo, apetecible amante, pero al mismo tiempo rebelde e indolente, terrible enemigo pero con una muy definida percepción de la justica, es en esencia una persona compleja, con claroscuros y que esconde mucho más de lo que a simple vista se ve de él.

-Historia:

La historia de Alexandre y toda su familia directa debe comenzar con tres hermanos que fueron en su tiempo príncipes de Francia, el mayor, Satine, destinado a heredar la corona, Ethan el segundo y el tercer hermano, el príncipe Louis, abuelo de Alexandre, por desgracia el hermano mayor, Satine moriría de tuberculosis dejando como heredero de la corona a Ethan quien ascendería al trono de Francia como Ethan I, junto a su hermosa esposa, la reina Marlenne, de su matrimonio nacerían dos varones, algo que produjo gran regocijo en un país donde solo los hombres podían reinar, Abelard, el delfín de Francia, destinado a la corona gala y su hermano menor, Marcus, el segundo, un orgulloso príncipe, siempre receloso de la posición de Abelard, mientras eso sucedía con su hermano y sus sobrinos, el príncipe Louis comenzó una gloriosa carrera en la armada Francesa, destacándose brillantemente en la guerra de los siete años contra el reino unido, tristemente la guerra la perdería Francia a manos de su enemigo secular, debilitando gravemente la imagen exterior de la nación gala como la potencia hegemónica del continente europeo, sin embargo los servicios de Louis para con la corona lo hicieron merecedor de la mano de Elizabeth, la unica hija de James Stuart, uno de los mas ricos aristocratas del Gran Bretaña, heredera de su titulo como duquesa de Albany, con ella viviría un matrimonio que si bien no fue feliz, si fue tranquilo, Elizabeth le daría un hijo, Alexander quien heredaría la prestancia física que era sello de la familia real asi como el titulo de duque de Albany y de Borgoña, el principe Louis viviria despues de la guerra en un semi retiro dedicado a sus libros y sus caballos, él moriría en el año de 1773, quizás fue lo mejor mara el morir antes de la tormenta, pues Louis tenía un gran aprecio por su hermano el rey y tuvo la buena fortuna de no ver el sufrimiento de Ethan. Ya antes de la muerte de Louis existian rumores sobre que el matrimonio real no había sido el más exitoso, dentro de los círculos de la corte de Paris se especulaba de infidelidades por parte de la propia reina, algo que era completamente inaceptable para la mentalidad cortesana, tristemente aquellos rumores se acrecentaron hasta el punto que se transformaron en una acusación formal de adulterio en contra de Marlenne quien seria decapitada en el año de 1774, arrojando la mancha de la ilegitimidad sobre sus hijos y sumiendo al rey en una profunda depresión pues Ethan había amado profundamente a su reina, la belle Marlenne como había sido conocida por el orgulloso pueblo francés, su amor por ella provenía desde hacía décadas cuando se habían unido en matrimonio, por tanto las dudas sobre ella y sobre la paternidad de sus hijos quebraron sus fuerzas tanto físicas como mentales obligándolo a abdicar a favor de su hijo, el joven rey Abelard I, en ese momento una nueva era se abrió en Francia, el pueblo recibió con alegría a un soberano joven y apuesto, posteriormente de la misma forma hubo gran felicidad por el matrimonio del rey con la princesa Geraldine de España pues trajo paz con el reino vecino, antaño enemigo de Francia.

Alexander mientras tanto, creció en esta época un tanto convulsa dentro de la familia real, sin embargo el príncipe siempre se mantuvo fiel para con su primo el rey, pues si bien Abelard era estricto, siempre era generoso y atento para con su familia, tristemente Alexander jamás fue feliz, era un hombre con inseguridades, sumamente estricto más aun que el rey, dado que había sido educado en la mas rígida educación cuasi militar por su padre, el príncipe Louis, por tanto a muy temprana edad le solicito a su primo un puesto en el ejercito galo donde pudiera probar su valor tratando de igualar todo el respeto que su padre había ganado durante la guerra de los siete años. Al mismo tiempo en el año de 1779 contrajo nupcias con Sophia Wittelsbach, hermana del elector Maximiliano I José, el rey Abelard impulso este matrimonio no solo porque quería para su primo un matrimonio digno de un príncipe de Francia y que mejor que una gran heredera europea, poseedora igualmente de una gran belleza, pero que era al mismo tiempo hermana de un príncipe tradicionalmente aliado a Francia, pues el rey Abelard buscaba aliados dado que comenzaba de nuevo la pugna historia contra Inglaterra, la unión resultaría prolífica al menos en un aspecto, pues en solo tres años los duques tuvieron dos hijos, Alexandre en 1781 y su hermana Alexandrine un año después, en un principio Sophia había querido llamarlos Alexander y Alexandra, pero el deseo de reafirmar en todo momento la condición de franceses de los pequeños había hecho que su padre los llamara a ambos con nombres de una evidente raíz francesa. Pocos meses después del nacimiento de su hija, Alexander partió a la guerra de independencia de los jóvenes Estados Unidos donde se expondría numerosas veces al fuego enemigo ganando un gran prestigio equiparable al que el príncipe Louis había ganado décadas atrás, algo que sin embargo solo incremento sus recelos por aquellos aduladores que siempre rodean a los príncipes, seria esta fama la que haría que Marcus, el rebelde hermano menor del rey Abelard, buscara apoyo en Alexander durante su rebelión contra el rey, apoyo que le fue negado, pues había en el príncipe una gran conciencia de lealtad para con el rey, no solo como su soberano sino como un primo que había sido en tomo momento cabal para con él. Ese sería el motivo por el que apoyaría la sentencia de muerte de Marcus por cargos de lesa majestad y alta traición, en esos años sin embargo Alexander se tornaría aún mas melancólico y hosco siempre buscando mas reconocimiento del que tenia, así mismo, su gran conciencia de orgullo de casta le hizo volcar su atención a que sus vástagos recibieran la mejor educación posible.

Toca ahora el turno de narrar la vida del joven Alexandre, protagonista de esta historia, al nacer, como miembro de la familia Fontaine, ocupo desde ese instante el tercer puesto a la sucesión del trono Francés, pues su tío Marcus y su primo Darcy quedaron excluidos de la misma por el cargo de traición, podría esperarse que la doble combinación de realeza y riqueza le aseguraba una vida feliz y protegida… nada más lejos de la realidad, desde casi el momento en que nació fue apartado del regazo de su madre para ser cuidado por dos nodrizas, posteriormente y de forma dolorosa tendría una cordial y hasta cálida, pero muy distante relación con su madre, ocupada brillando en sociedad junto a su cuñada, la reina y las otras grandes damas de la corte, con su padre la situación sería aun peor, Alexander era hosco y sumamente estricto a la par de distante, por lo que el niño lejos de recibir muestras de cariño fue introducido en un programa arduo e intenso, comenzó desde los cuatro años con la enseñanza de idiomas, llegando a dominar el latín, ingles, alemán, español e italiano a la par que el francés, al mismo tiempo recibió una dura formación militar, largas marchas bajo la nieve a los nueve años, sesiones intensas de esgrima y equitación amen claro del obligado aprendizaje de las humanidades y ciencias que eran el orgullo de la civilización francesa, en todos estos aspectos se destaco el joven príncipe, pero por cada felicitación que sus maestros le daban, por cada avance logrado no recibía de su padre más que desdén, jamás el pequeño recibió una felicitación paterna o una muestra de alegría, lejos de eso, cada vez que el chico hacia una de sus muchas travesuras recibía severos castigos físicos, ordenados por su padre para quien la chispa de rebeldía del niño era completamente inaceptable en un miembro de la realeza, de su madre si bien recibía comentarios positivos y muestras de cariño, no eran numerosos, lejos de eso, fueron muy pocas las veces que podía verla y estar con ella mas de unos minutos, por tanto si bien era extrovertido y alegre en la primera niñez, Alexandre se fue volviendo más discreto y retraído con casi todas las personas que lo rodeaban, podía decirse que era casi un niño solitario.

Casi, pues tenía la muy agradable compañía de sus primos, el delfín Jean, su primo, atento, educado, correcto todo el tiempo, de un gran corazón y su prima, la vivaz y precozmente hermosa Dominique, con quienes podía jugar cada que les era posible, algo que tristemente no era muy común, pues ellos como el propio Alexandre estaban atareados igualmente en la instrucción de la dura tarea de ser miembros de una casa real, por tanto en su círculo inmediato solo había una presencia, presencia que día a día tomo mayor lugar en el corazón de Alexandre hasta ser la piedra angular de su vida, su hermana, la hermosa Alexandrine, su otra mitad, en sus primeros años no habían sido particularmente unidos, sin embargo con el correr de los años su soledad mutua los haría volverse sobre sí mismos, creando un mundo de compañía mutua, para los diez años eran inseparables, estudiaban juntos, realizaban sus comidas y cenas juntos y más de una vez a escondidas de sus sirvientes habían dormido juntos, en el más puro de los ambientes, aquel de la soledad infantil compartida, circunstancia que se incremento dolorosamente mas con la muerte de su madre a los doce años.

El tiempo y los años de la infancia pasaron, entre lecciones, aprendizajes y travesuras cada vez mayores que metieron al chico en numerosos problemas, estas conductas eran severamente criticadas por su hermana mucho más estable y juiciosa, aunque sus personalidades siempre se complementaban y ella trataba siempre de cubrirlo ante los ojos de sus tutores, igualmente fue la adolescencia el momento en que Alexandre descubrió su sexualidad, su atractivo físico y su posición le brindaron sus primeras aventuras a muy corta edad y para los 14 años ya había tenido a varias chicas entre sus brazos, esta precocidad la trataba de mantener oculta con la ayuda de Alexandrine, quien lo apoyaba en todo, aunque no podía ocultar muy bien su molestia, fue precisamente a los pocos meses de cumplir quince años cuando la vida daría un vuelco para ambos hermanos, su padre murió en un accidente de caza dejándolos completamente huerfanos, si bien jamás habían tenido una relación cordial con su padre, su muerte afecto profundamente al chico colocando más presión sobre sus hombros, pues desde ese momento él era el segundo a la sucesión real, después de su primo Jean, quien se transformaba igualmente en un chico atractivo aunque mucho mas juicioso que Alexandre.

Llegamos en este punto a la inflexión de la vida del joven y no solo por que la muerte de su padre lo habia dejado como heredero de su titulo, sino porque para los quince años era evidente para sí mismo que una muy poderosa atracción se había despertado en el, mezcla de cariño, empatía y hermandad, aquella chica con quien había crecido se convertía rápidamente en una joven preciosa y era cada vez más difícil para el joven apartar su vista de ella, su voz, su estilo, su belleza deslumbrante lo atraían de forma magnética, temió por un tiempo que todos lo notaran y peor aún, que ella lo descubriera, pues ¡que pecado más grande había que la atracción que sentía por aquella joven que era su propia hermana!… esto hizo que él se alejara de ella, aquella relación de fraternidad se rompió poco a poco, lenta pero inexorablemente, Alexandre prefería las salidas largas, viajes y amantes esporádicas a encontrarse con la mirada de su Alex, su hermana, temía que ella lo descubriera, que notara sus miradas y lo rechazara horrorizada, sabía que le dolía y a el mismo le lastimaba alejarse de su mejor amiga, pero la sola perspectiva de que alguna vez sus sentimientos se desataran y cometiera una locura lo aterraban, para los 17 años eran casi unos desconocidos, había optado por estar lo más lejos de ella pues Alexandrine era ya a los 16 una joven de belleza tal que hipnotizaba los sentidos de aquellos que la veían.

Su vida cambiaria definitivamente por esas fechas, al inicio de 1799 su atracción hacia Alexandrine era tal que desesperado le solicito a su tío que lo enviara como embajador a la corte de su primo el joven elector del Palatinado, su petición fue aceptada por el rey que lo dejo marchar, no podría imaginar cuanto cambiaria su vida hasta que pisara de nuevo el suelo francés. Su viaje fue largo, de más de un mes y lo cambio para siempre, había decidido visitar primero la corte de Berlín y justamente en el camino hacia la capital prusiana fue atacado por cinco hombres, quienes ocultos por las sombras de la noche se lanzaron sobre él, quiso pelear pero le fue imposible, al principio pensó que se trataba de un robo, sin embargo era evidente que era una agresión planeada con anterioridad, todo termino en unos segundos, había recibido tres certeras puñaladas y medio inconsciente estaba seguro que su vida había terminado, sin embargo mientras la misma se le escapaba por entre los dedos, fue encontrado por unos hombres cuya identidad jamás pudo conocer…

Le tomo días despertar, cuando lo hizo sintió un horrible dolor en la cabeza y la garganta completamente quemada, en ese momento tuvo la necesidad de beber algo que calmara su sed pero en medio de la noche solo contemplo unas figuras en las sombras que comentaban palabras que no entendía, estaba atado de pies y manos, comenzó a gritar desesperadamente, tratando de liberarse de sus ataduras aunque sin ningún dominio de su propio cuerpo, cuando una de las figuras le extendió una copa llena de una sustancia roja que bebió calmando un poco aquel horrible dolor, en ese momento se desplomo. Así pasaron semanas, en las que apenas despertaba comenzaba a gritar y trataba de liberarse, recibía aquel liquido que lo calmaba, sin embargo parecía estar atrapado en una horrible pesadilla, no razonaba, no podía hacer que su cerebro funcionara, pensó sinceramente que aquel dolor lo mataría pues su trance se hacía interminable, hasta una noche en que mientras permanecía medio inconsciente escucho lo que parecía ser la voz de una mujer que le llamaba, quiso despertar sin embargo le era imposible hasta que oyó el nombre de Alexandrine, en ese momento su cerebro comenzó a reaccionar y lentamente abrió los ojos dominando sus instintos al recordarla a ella.

Aquella noche recibió una terrible noticia, sin salir de las sombras que la ocultaban, aquella figura femenina le informo que en esencia le había matado, es decir, lo había convertido en un vampiro para evitar que muriera desangrado, para salvarle la vida que se escapaba entre sus dedos había sido convertido en un “no muerto” un inmortal que vagaba entre los dos mundos, le tomo días creer en aquellas palabras, sin embargo su propia inteligencia le basto para entenderlo, su necesidad de beber ese liquido rojo que era sangre, sus colmillos que había crecido, su piel que se había hecho aún mas blanca, todos eran signos de lo evidente, pues apenas pudo serenar su mente le fue muy sencillo romper sus ataduras, solo necesitaba controlar su propio instinto para dominar las habilidades que venían con su nueva condición, sin embargo no fue fácil para él asumir su eterna maldición, durante semanas apenas tenía deseos de de hacer algo, en su mente la sola idea de convertirse en un monstro lo torturaba, probablemente no hubiera salido de su estado si no fuera porque aquella mujer que lo había convertido lo visito de nuevo, el joven desesperado le pregunto cómo era posible que ella pudiera salir, la respuesta de la mujer misteriosa fue que debía aprender a contener su deseo por la sangre, a disimular sus instintos y que podría hacer todo lo que deseara, cuando Alexandre le pregunto cuándo podría salir de allí la única respuesta que recibió fue “cuando estés listo”

Más de seis meses le tomaron al joven dominarse a sí mismo hasta el punto de poder salir por las noches, fue un proceso duro y doloroso, controlarse a sí mismo, sin embargo lo logro en un relativamente corto periodo de tiempo, tomando en cuenta que le quedaban cientos de años de vida, su meta era clara, poder ver a su hermana de nuevo, cuidarla y protegerla, sabía que sus sentimientos por ella debían morir dado que no solo era un pecado y un error terrible, sino que al ser lo que era no podía pretender nada mas con nadie a menos que quisiera atarla a un destino que se antojaba solitario y doloroso, por tanto decidió destinar su vida a proteger a su familia, al rey, a sus primos y sobre todo a su Alexandrine. Estaba listo para regresar a Paris cuando aquella mujer que lo había convertido sin mostrarle jamás su identidad, le revelo que dentro del imperio había estallado una terrible sublevación contra el gobierno de un tío lejano del propio Alexandre, el emperador Francisco, se entero que había sido depuesto y que toda la familia imperial había desaparecido, por tanto, debía continuar su viaje hacia su destino original en la corte de su primo que había sido nombrado como nuevo emperador conjuntamente con la reina de Prusia, causando un profundo cambio en la composición del imperio, aquella noche fue la última que vio a aquella mujer que lo había convertido en lo que era, tenía muchas dudas acerca de ella, sin embargo las noticias que recibió ocuparon su mente durante todo su viaje, en apenas semanas llego hacia donde se encontraba su primo, el joven emperador Ludwig, solo lo había visto dos veces durante su infancia, sin embargo congenio con él en muchos aspectos, pronto se considero su amigo además de su primo pues en las charlas que compartieron, ambos estuvieron de acuerdo en que el poder debía ser orientado hacia la prosperidad del pueblo, que debía haber mayor participación de la burguesía en los asuntos del estado y que los gobiernos despóticos debían ser contenidos, finalmente y para sorpresa del joven Alexandre su primo le revelo que la Dieta Imperial había decidido nombrarlo como Palatino de Hungría, es decir como comisionado para administrar y gobernar aquella inmensa región en nombre del imperio, Alexandre sabía que Hungría era un país que ansió durante siglos su independencia del imperio Habsburgo, entendía que era un pueblo ansioso por tener libertad y justicia, por tanto si bien el nombramiento lo sorprendió en un principio lo acepto con el deseo de realizar aquellas ideas liberales que germinaron en él durante su infancia, asi, agradecido con el emperador partió hacia Hungría. Allí viviría durante más de seis meses, organizando a una nación convulsionada por la guerra y por la pobreza, unida a un lamentable abandono de la industria, trataría de organizar al país promulgando un estatuto que convocara a un parlamento en la capital de la nación, organizando los fondos de un país decididamente pobre en recursos económicos, todo esto ocuparía el tiempo de Alexandre, pero jamás, ni por un minuto pudo apartar su pensamiento de Alexandrine y de su tierra natal pues en cada fibra de su ser, Alexandre se concideraba a su mismo como un frances, por tanto a mediados de 1800 pidió permiso al emperador que se encontraba en Paris y a su propio tío, el rey Abelard para regresar a Francia, el permiso le fue concedido y por tanto Alexandre comenzó un viaje a Francia, deseando poder ver a su familia y sobretodo poder verla a ella de nuevo

-Datos Extras:

Tiene siempre un brazalete de plata en la muñeca izquierda, regalo de su hermana quien se lo dio en su decimo cuarto cumpleaños, con las letras AA en un monograma cruzado, símbolo de que siempre estarán unidos

Su mayor pasión es la equitación por lo que tiene una cuadra de más de 20 caballos a quienes les ha dado el nombre de diversas estrellas, su caballo favorito es un árabe níveo llamado Antares

Tienen una gran pasión por la música y toca el piano que lo relaja siempre que se siente tenso

Solo bebe sangre de criminales a quienes previamente caza para tratar de limpiar en lo posible los lugares donde se encuentra.

Es un sector nato y en su precoz carrera hay ya numerosas conquistas pro solo tiene un lugar en su corazón para Alexandrine

Su titulo como Duque de Albany en Escocia es herencia de su abuela paterna Elizabeth, quien fue hija de un gran noble britanico

Su familia se compone primeramente de su hermana Alexandrine, de su tío, el rey Abelard, de su tía la reina y sus primos Jean y Dominique, aparte de ellos esta su primo Darcy y su prima Persefone de Grecia, igualmente es primo del nuevo emperador Ludwig, asi como de Caroline y Leyna Wittelsbach

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