¡Hasta siempre madre!

por **Ludimila** Dom Ene 08, 2012 2:26 pm

Recuerdo aquel día muy bien, el cielo no tenia nada de especial ya que no se le puede pedir mucho al clima ruso. Era de un color gris y muy cargado, el ambiente estaba helado y el frío se te metía dentro de los huesos.

Se que mi madre iba de un lado a otro, con nerviosismo, metiendo mis pocas pertenencias en una bolsa de tela descolorida. Sus pasos hacían crujir el suelo de madera, que por algunas partes estaba podrida.

Ella era...¿como describirlo? no era una mujer mediocre..ni tampoco extraordinaria....era tan humilde, siempre iba mirando al suelo, con miedo..pero sus ojos transmitían tanta paz.....unos ojos muy claros...de un color cristalino donde podías verte reflejada.Se muy bien que ella una vez fue muy guapa, pero la vida no la trato bien, desde muy pequeñita tuvo que ponerse a trabajar en el campo para más tarde casarse con mi padre...Este era un poco necio y a veces le daba dolor de cabeza a mi madre...pero no era malo, también era muy trabajador..tal vez algo descuidado. De él herede sus ojos violetas...pero él nunca supo de quien los había heredado...ya que apareció en un orfanato cuando tan solo era un bebe.

Volviendo a ese instante, ella murmuraba algo..seguramente una oración, mi madre era una mujer muy creyente y todos los domingos íbamos a misa, ella me había enseñado todo lo que decía la biblia y esperaba que en mi nueva vida me siguieran dando esas enseñanzas cristianas.

-Ludimila-se detuvo, yo la mire, algo entristecida..¿por qué tenia que separarme de ellos?-ven aquí cariño-se arrodillo, gimiendo levemente al tener que agacharse-recemos al niño Jesús para que tengas un buen viaje...

Y así lo hice, no quería disgustarla....sabia que a ella también le dolía....Iba a irme de ahí....tampoco lo pasaba tan mal, pero a veces nos pasábamos un día sin comer, trabajando tanto tiempo para nada. Mi madre sabia que en mi nuevo hogar me enseñarían a leer y que trabajaría bajo un buen techo.

Si, iba a entrar a servir a una casa de aristócratas. Ella quería lo mejor para mi, seguramente pensaría que era mejor trabajar de sirvienta que vivir como un campesino.......

-ya es la hora-sentencio seria y se levanto, yo hice lo mismo, mirándola con ojitos de carnero degollado-no me lo pongas más difícil niña...-y me empujo suavemente, para que saliéramos fuera.
Me puso un manton encima y me entrego la bolsa-cariño, trabaja duro y recuerda de donde vienes..te quiero...-ella me abrazo con fuerza, podía sentir su dolor y su tristeza. Padre no había acudido a la despedida ya que se hallaba trabajando....Yo en esos instantes me sentía abandonada y rota.

Alce la mirada, una mujer vestida de negro me esperaba....era recta como una vela y llevaba unas gafas muy gruesas.

-¿eres tu Ludimila Petrova?-yo asentí en silencio, me daba un poco de pánico, ella me miro de arriba a bajo, con gesto de hastío-bien, vamos-subimos a un carruaje bastante modesto, igual de triste y sobrio que el vestuario de la mujer...

Y se puso en marcha, yo me asome ansiosa a la ventana, encontré a mi madre en la puerta, quietecita y mirando hacia abajo, la mujer que conmigo iba, me reprendió y me ordeno que estuviera bien sentada, yo estaba al borde del llanto..pero me mantuve quietecita, como solía hacer mi madre.....