Caroline L. Wittelsbach - Construcción

por **Caroline L. Wittelsbach** Jue Ene 19, 2012 12:04 pm

Beautiful fantasy, written with true lies...

Caroline Lucie Wittelsbach

Duquesa del Sacro Imperio Romano Germánico

17 años
Heteroflexible
Flexiblemente Egocéntrica

Descripción Física
Clase, porte y elegancia. Todo lo que una muchacha de su rango debe poseer para ser digna de su título. Caroline es una joven de una frescura y hermosura innegable. Su rostro juvenil perfilado con una pequeña nariz respingada, acompasada por pómulos sobresalientes que muchas veces se verán de un tenue rosado sino fuera por los extravagantes y costosos polvos proveniente de extractos de flores orientales que maquillan su rostro. La vanidad es un pecado y Caroline su encarnación. Sus labios son finos, del espesor necesario para producir un puchero, pero con la curvatura exacta para desafiar a quien se oponga a sus deseos. De un tono natural melocotón, a veces suele pintarlos al igual que sus pómulos con un tinte apenas rosado. Si algo nervioso hay en ella es el mantener sus labios siempre humectados.
Perfectamente separados tal como si medidas canónicas hubieran sido utilizadas para su esbozo, sus ojos enmarcados por finas cejas de cola levantada terminan por crear un rostro digno de una diosa. De color azul claro frente a los rayos de luz del sol o de arrogantes luces del castillo, poseen una forma redondeada y grande, para finalizar algo rasgados hacia los laterales acompañando sus pómulos.
De cuello largo y grácil, su cuerpo corresponde la majestuosidad de su rostro. Proporcionado, jamás llevará su espalda arqueada dándole un porte incluso elitista. Pechos firmes y proporcionados en la medida necesaria para recrear un escote sin ser vulgar, los signos de adolescencia todavía rezagan en su silueta. De extremidades finas y alargadas hasta la yema de sus dedos acompañan una altura cercana al metro setenta y cuatro de estatura. Su musculatura es fibrosa obligando a su cuerpo a mantenerse firme y en el lugar indicado, haciendo inútil el uso del corsé.
Suavidad y tersura como resultado del cuidado de su piel a costa de cremas y baños de leche, perfumada en todo momento con un aroma dulce y frutal. En conjunto sus atributos no hacen más que remarcar una elegancia incluso extraña en los miembros de la corte. Belleza exultante, incluso surrealista. Su pecado es la vanidad, pero el que engendra es la lujuria.

Modo de vestir: Vestidos sofisticados, voluptuosos con finas sedas superpuestas cocidas a mano por las costureras de la corte. Pero realmente ella lo odia. Se ha transformado en una de las pocas en utilizar ropaje corto sin dejar de ser voluptuoso. El enfado de su padre obligó a la joven a utilizar telas que se adhieran a la anatomía de sus finas piernas para evitar así exponer su piel. Sin embargo su orgullo la llevará a atentar contra los propios mandamientos de su progenitor montándose en tacos quizá más elevados que no hacen más que realzar una figura ya imponente y mordaz.

Perfección: Su debilidad es la vanidad, y esa vanidad está basada en alcanzar una perfección idílica. Se sabe hermosa, su reflejo en el espejo es una de las cosas más gratificantes que podría soñar cualquiera a excepción de ella. Caroline simplemente ve una imagen que no se corresponde con los cánones que tiene grabados en su mente. Odia lo que ve. Frente a todos es segura y juega con el don que la naturaleza le otorgó, pero en la penumbra de la soledad compite en una carrera consigo misma para alcanzar la perfección. Su mente la obliga a comer menos, a no comer porque cada bocado la alejará más de esa idolatría, de ese objetivo. Luego, para no despertar sospechas cambió sus hábitos escapando al baño luego de cada banquete. Al principio fue una medida desesperada, pero ahora es una rutina que calma su conciencia. Ella es bulímica y nadie jamás deberá saberlo.
Perfectamente imperfecta

Descripción Psicológica
Oscilación entre egocentrismo y depresión
Tenerlo todo no implicaba ser feliz. Los niños fruto del materialismo solían ser histéricos, demandantes y empedernidos. Malcriados y no a razón de sus padres biológicos sino atiborrados por sirvientes y niñeras. Por derecho de sangre esta infancia fue la que tuvo que llevar Caroline, y fue en ese punto cuando su repudio hacia la cultura elitista dio inicio.
Amante del lujo y los excesos pero no en el sentido que son impuestos de acuerdo a su jerarquía, sino desde la perspectiva de atentar contra la misma. Da una imagen demasiado confiada y segura de sí misma, los murmullos a sus espaldas no hacen más que alimentar una egolatría que es capaz de arremeter contra cualquier ser viviente a excepción de su primo. Lo costoso alimenta una vanidad que crece en ella sin reparo, pero sin embargo no ostenta de manera discriminativa.

De carácter intratable, su objetivo no es salirse con su razón, sino razonar a su propio modo. El mundo no entra en sus planes porque su objetivo no es conquistar territorios, sino luchar contra los mismos. Algunos pueden verla, o de hecho ya lo ven, como una joven rebelde y maleducada, una oveja negra, una amenaza para el mundo actual, pero grande es la pena al no comprender la causa de su ser. Ignorar y el silencio son un arte de palabra que maneja a la perfección.

Anarquismo en un mundo dirigido por reyes siendo de sangre noble, la palabra no está dicha pero muchos la piensan, y efímera es la línea entre la amenaza que ella podría ser frente al trono y el miedo al cambio. No es inculta ni mucho menos, simplemente se hace escuchar.
Arrogante, imperativa, sin un solo pelo en la lengua no tiene miedo ni tartamudea al hablar de frente, sea con quien sea. Sus ideas y valores no van a ser despreciados porque ella no lo permitirá. Sin embargo su vanidad y carrera por la perfección la van a impulsar muchas veces al borde del abismo, relegando la mente por hormonas. TODOS tienen una brecha.

Es un espejo de todo lo que quisiera ser, pero la chica que se refleja no hace más que odiarse a sí misma por culpa de un ideal que solo existe en su mente. Solo mantiene relaciones a oscuras debido a arrebatos de odio contra sí misma que la llevaron a diseñar sobre su propio cuerpo con cuchillas lo que su cabeza dictaba. Cicatrices sobre sus costillas escondidas siempre por telas, lo más importante es lo que los ojos no pueden ver.

Frente a todos es una adolescente, pero sola es un ente que maquina solamente odiándose no por vivir, pero si por su existencia.

Histriónica, irónica, desprecia a la sangre azul mientras prefiere divertirse con clases inferiores con los cuales no siente diferencia alguna. En parte porque provocar es un arte, y por otro lado porque no tolera la arrogancia y el capricho de las féminas de su categoría. Bien es sabido y poco teme remarcarlo.

Fuma, bebe. En cuanto al amor, detesta el matrimonio por conveniencia y previamente arreglado, un futuro que ya ve venir y al cual piensa oponerse a sol y sombra ¿Cree en el amor? No lo sabe ni tampoco lo busca, simplemente quiere vivir su propia vida y no la impuesta por su sangre, aunque disfruta gratamente de sus beneficios. Rumores dicen que tiene colecciones de cientos de zapatos Franceses.

No es virgen, pero tampoco es una pequeña puta. Una de sus personas preferidas, por no decir la única, es su primo Ludwig, a quien llama Tibo. No es ciega sino mucho más indagadora que cualquier hombre, sabe que él duda, pero frente a su propia mente abierta quiso mostrarle el abanico de posibilidades, acostándose con Ludwig por primera vez de ambos en Burg Eltz. No se arrepiente pero sabe que tan importante es para él mantener la línea por lo que jamás dijo nada. Aunque ama presionarlo obligándolo a vivir sin las ataduras reales. Su libertinaje es la adicción de Tibo. A los vicios los odias porque sabes que en parte, los deseas.
Deseo y necesidad, palabras enemistadas si las hay. Puedes desear algo hasta que la necesidad se hace insoportable y terminas cayendo. El deseo entre Lucie y Ludwig sigue presente, pese a las dudas de él es innegable que todavía hay tensión entre ambos. Son confidentes de un mismo secreto que los une en más de un sentido.

Es una princesa rebelde porque el libertinaje es considerado pecado y su lengua filosa una amenaza para la sociedad. Si tan solo esta supiera que su guerra más que con el mundo es con ella misma en el afán por la perfección…

Lo que todos ven como mente podrida, realmente es libertad. Y lo que ella ve como libertad, realmente esconde una esclavitud de su propia mente.

Historia
Nacida hace casi 19 años, svida u siempre fue ajena a cuestiones políticas y militares. Esta es su historia y al igual que su existencia la enfocará desde su propio punto de vista. Es demócrata basándose en la libre expresión, pero en un mundo reinado por la corrupción fue tildada de anarquista.

Múnich, Baviera fue la tierra que la recibió, tanto a ella como a su hermano Augusto tres años antes. La tranquilidad reinaba al saber que el territorio contaba ya con un sucesor legítimo, por lo que la niña era un mero relleno del cuadro familiar. Su madre, Juliette Darkotrievaus no vio más que a una muñeca con la cual jugar cuando esos ojos azules se clavaron en ella. Recién nacida ya era hermosa, delicada y pese a todo, oscura. No lloraba, no reía, solo observaba atenta a su alrededor.

El entusiasmo frente al juguete nuevo por parte de Juliette fue disminuyendo con el correr del tiempo, cuando lo novedoso pasa a ser rutinario, y las expectativas se diluyen por pérdida de interés. Los sirvientes fueron los encargados de criar a la joven Lucie. Es justamente en este punto cuando su vínculo con las clases inferiores comenzó a forjarse, negándose a comer en la mesa del gran Salón decorada con pisos de mármol, escapando hacia las alas al sur de la construcción donde comían los contratados.

La relación con su hermano no era ni buena ni mala, no se puede clasificar algo que jamás existió. Ambos sabían de la presencia del otro y gracias. Ni siquiera cuando la joven comenzó a madurar convirtiéndose en lo que se decía una de las muchachas más hermosas del reino, surgieron los celos de Augusto frente al constante acoso de sus amistades por su hermana.
El poder cambia la suerte de su padre en 1793, año en que se establece que si bien antes El Ducado de Baviera iba a ser para el padre de Ludwig, su primo, ahora cuando este muriese, Baviera iría Alessandro, padre de Caroline, mientras que el Palatinado sería para el hijo mayor del padre de Ludwig.

Alessandro veía a Caroline como un trofeo que iba a juntar con el mejor postor, utilizando su belleza de anzuelo. Testaruda como ella podría haber sido con tan solo 11 años, fue su propia cabeza la que decidió por cortar las cuerdas que sostenían la imponente araña del Gran Salón, iniciando el incendio que destruiría todo el sector central del Palacio durante un banquete organizado por su progenitor junto con señores y gobernantes de otros estados.
¿Se supo que ella fue la causante del incendio? Si, pero la tiene sin cuidado. Su problema no era ese sino la idea que había nacido en la mente de ese maldito. Si, odiaba a toda su familia, cada uno por una razón distinta a otro. Él la veía como un trofeo, los amigos de su hermano también, y su madre de pequeña la trataba como una muñeca, bueno, por unas semanas. Todo esto instaló en la mente de Caroline la idea de que debía cumplir con altos estándares. Debía ser perfecta, tenía que serlo. No bastaba con ser bella, todos podían ver eso pero ella necesitaba más. La bulimia y la obsesión consigo misma llevándola más de una vez a jugar con el filo del cuchillo eran el abismo al que todos la habían empujado, pero lo que nadie quería ver a sus espaldas.

Libre de idea y de pensamiento por formarse como ella misma quiso, poco le importaba los bullicios del Estado. Comenzaban a ver a aquella chica hermosa como una amenaza para la imagen pública. La desesperación por casarla aumentó, así también como la rabia de Lucie.
Solo una persona podía calmar su descontrol hacia el mundo, dejándola vivir a su antojo, su primo Ludwig. Sin embargo lo que era una relación sentimental que creció con el correr de los años cuando él visitaba Múnich para conformar su educación entre los 12 y 18 años, se transformó en algo carnal en 1792 cuando fueron juntos por motus de Tobías a su castillo en Burg Eltz ¿Tenía miedo? Algo ¿Sabía lo que hacía? Por él, si. Por ella, no. Sospechaba de la elección sexual de su primo, realmente no le molestaba sino que creía que todos eran bisexuales hasta demostrarse lo contrario. Pero no podía dejarlo elegir a ciegas, debía explorar todas sus posibilidades y fue así como perdió su virginidad. Lo que comenzó como deshago, culminó como consagración.

Ella era salvaje pero encantadora si gustabas de la ironía, inteligente, libre en su máxima expresión. Todo lo que él necesitaba.

La felicidad tenía fecha. En 1798 muere Carlos IV en un accidente que también se lleva la vida de Maximiliano, el abuelo de Lucie, haciendo efectivo el tratado establecido 5 años antes. Pero la fiebre cobrará la vida de Alessandro, dejando a Augusto, el hermano mayor, como heredero legítimo al reciente título, siendo ella Duquesa del Sacro Imperio Romano. Lo único que tenía a favor era que comprendió cómo funcionaban las cosas. Molestar a una bestia que no podía ser domada era tentar al destino. La dejó ser.

Escapaba por las noches a las tabernas locales, no asistía a los banquetes a menos de que algo interesante le tentara lo suficiente. Su madre jamás le volvió a hablar, ni Caroline a ella. Decir que era un desperdicio fue su Karma.Libre, pero a la vez atada a su propia mente.

Vida errática, el desprecio entre las altas Jerarquías y ella era notorio. Lo bello de las rosas para alguno es su aroma, para otros, sus espinas.

También en 1798 muere su tío, quedando Tibo al mando del Palatinado. Lucie, como él solía decirle, fue a visitarlo. Siempre tan opuestos, él en regla y ella expropiando los límites, pero seguía siendo innegable cierta atracción entre ellos. Incesto, para algunos pecados, para ella curiosidad.

No se mide por el tiempo, sino que su propia lucha la agobia desatando su descontrol, la consume pero al mismo tiempo busca alejarla cuando está en sociedad. Disfruta de su libertad porque siente que se la ha ganado. Pueden creer lo que quieran de ella, pueden verla hermosa, como un desperdicio o simplemente no verla. La única mirada que le importa es la de ella misma.

por Invitado Jue Ene 19, 2012 5:47 pm

Cuando termines la ficha por favor confirma con un post para que alguien del staff pase a darte la aceptacion Smile

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