Chloé Lémieux

Chloé Lémieux


20


Humano


Nivel alto



París, Francia







Chloé es una persona extrovertida y amigable. Siempre fue una niña s muy inocente y soñadora con mucha imaginación. Eso hizo que fuese buen músico y una gran pintora, don que heredó de su madre. Cuando ésta murió pasó una época encerrada en su habitación, prácticamente sin salir de casa. Aparentemente esa inocencia que la caracterizaba de niña había dado paso a una profunda tristeza. Afortunadamente todo eso cambió con el matrimonio de su padre con Rosette, que hizo que volviese a ser la misma niña de antes.
Antes creía en el amor verdadero, en los matrimonios para toda la vida igual que en las novelas románticas con final feliz. Ahora, por el contrario, no cree en esas historias, se ha dado cuenta de que el amor es algo pasajero, que bien puede durar toda la vida pero también puede que no. Chloé es una chica independiente, le gustaría ser como su madre, labrarse su propio futuro con esos dones que ha heredado, pero no es capaz de vivir sola en una casa a pesar de todo.
Le gusta estar acompañada por amigos y familiares y adora las fiestas y eventos de todo tipo. Cuando se queda sola en casa suele pasar todo el tiempo en su habitación con la puerta cerrada y raramente sale de ella.



Chloé nació un 29 de Junio a las 21:03 en París, Francia. Hija de René y Adélaïde Lémieux fue la primogénita y única descendencia que tuvo este matrimonio. Creció en la casa de sus padres, una bonita mansión en el mismo París. No acudía al colegio, una profesora iba cada día a su casa para enseñarla a leer y escribir y dos días a la semana tenía clase de violín también en su propia casa. René siempre quiso que a su hija le gustaran las artes al igual que a su madre, una excelente pintora que se intentaba abrir paso con sus obras.
Chloé tenía trece años cuando Adélaïde enfermó de tuberculosis. Se la diagnosticaron tarde y los médicos no pudieron hacer nada para salvarla. René y su hija quedaron destrozados por la pérdida de Adélaïde. Fue en ese momento cuando Chloé empezó a dudar de la existencia de Dios, ya que a pesar de que había rezado día y noche por la vida de su madre ella había muerto. Seguía acudiendo a la iglesia por obligación de su padre, pero esa era su única acción religiosa.
Tres años más tarde René se volvió a casar con una mujer de clase media que conoció en la taberna. Rosette Sauvage, que pasó a ser Rosette Lémieux, era una buena mujer, pero quería ver a Chloé casada. Ese era un punto en el que René y ella discernían. Por un lado, Rosette argumentaba que ya era una mujer que podía tener hijos, así que en casa de su padre no hacía nada de provecho; por el otro, René no quería que su hija, la viva imagen de su fallecida Adélaïde, abandonase el hogar familiar y separarse de ella.
Chloé no odia a Rosette, simplemente no la quiere como a su padre le gustaría. Van juntas al teatro, a pasear, incluso deja que la presente a jóvenes, aunque luego René no les de la mano de su hija.



~ Sabe tocar el violín
~ Tiene un don para la pintura
~ Va a la iglesia todos los domingos aunque tiene dudas sobre todo ello
~ Sabe montar a caballo y lo hace a menudo. Su yegua se llama Xanthippe
~ También posee un perro, Bijou, con el que va a pasear de vez en cuando
~ Siempre lleva consigo un colgante que perteneció a su madre