El lado oscuro de un príncipe (Jean Baptiste Fontaine Flash-back)

por **Henry Birdwhistle** Miér Feb 01, 2012 1:19 am

Había valido la pena después de todo. Darcy esperó más tiempo del contemplado para que el Delfín lograra escabullirse de todo el séquito Real que le hacía carabana y guardia, sin mencionar que quizá también tuviera que deshacerse de su pequeña hermana que a menudo le gustaba que pasara tiempo con ella. Había sido un trayecto relativamente corto cuando al fin se pusieron en marcha, a galope. Los caballos, rentados. Cuando se tiene una yegua y un semental y los dueños son relativamente famosos, cualquiera puede reconocer a los animales. Era mejor extremar precauciones. Y a Darcy le había costado mucho trabajo convencer a su primo de que abandonara la comodidad de su jaula de oro para venir a vivir un poco.

Las mujeres de la corte, aunque bellas y bien educadas, hablaban cuando debían y callaban como toda dama digna de llamarse tal, pero carecían de algunos de los encantos que sólo una cortesana puede ofrecer. Darcy quería mostrarle eso a Jean. En cierta forma como el mayor de los primos, era su deber enseñarle las cosas que se pueden escoger del carnaval de la vida. Si se puede tener, si se puede pagar ¿porqué negarse el placer de hacerlo? Lo que no se debe obtener esta sólo en la lista de los conformistas y los medicres según Marcus. Y aunque a menudo el joven y rebelde príncipe protestaba contra las rígidas enseñanzas de su padre, a veces le concedía que acertaba, a veces. Cuando se puede tener todo lo que se quiere con solo desearlo, el límite es el cielo. Aunque añadir algo de competencia al asunto siempre lo hace mucho más emocionante y allí radicaba la razón por la que su primo hubiese accedido a acompañarle en una de sus correrías nocturnas. Darcy había apostado con él durante una cacería y había obtenido el triunfo. Así que ahora Jean tendría que hacer un esfuerzo por dejarse ir un poco o un bastante y disfrutar la velada.

-Listo o no aquí vamos primo- sonrió Darcy un segundo antes de llamar a la puerta del burdel que también fungía como bar. Esto sería muy emocionante.

por **Jean Baptiste Fontaine** Sáb Feb 11, 2012 2:40 pm

Soltó un suspiro claro y marcado mientras cabalgaba junto a su primo, que diablos le había hecho escucharlo y escabullirse de el palacio, estaba lleno de sentimientos encontrados en esos momentos, por un lado, sabia que aquello no era correcto, Darcy era mayor podía valerse por si mismo pero él era demasiado joven como para comenzar a cometer errores, o dios, si su padre se enteraba que había salido de aquella manera jamás se lo perdonaría… por otro lado… tenia que admitir había sido algo… emocionante, diferente. Había estado algo deprimido desde que los encuentros con su hermanita le habían empezado a ser negados, ambos tenían obligaciones diferentes y clases diferentes, a veces a penas y se veían, eso lo tenía con el humor bastante decaído.

Había sido una imprudencia apostar contra su primo, el sabia que llevaba las de perder, Darcy no era asolo mayor si no mas hábil y también sentía una pasión mayor por aquella actividad que el mismo. Posiblemente solo había tomado aquella apuesta como una excusa para…para ver el exterior, para ver todo aquello de lo que Darcy le hablaba- esto es una imprudencia!- le hablo algo alto pero sin gritar. Vio que Darcy se detenía y el hizo lo mismo, su mirada escaneo el lugar, con la curiosidad y el entendimiento le callo como un balde de agua fría, oh dios oh dios en que momento se le había ocurrido meterse en aquel lio.

-no…- vio como abría la puerta y se apresuró a tomar uno de los brazos de su primo- no creo… no creo que no debería, que tal si lo intentamos otro día? – Darcy abrió la puerta y el paso duro sabiendo que Darcy no escucharía sus palabras, se enderezo despacio e intento aparentar toda la seguridad que no tenia, pero sus mejillas se encendieron entre la vergüenza, la anticipación y un millón mas de emociones ansiosas por apoderarse de el, la mayoría ni siquiera supo identificarlas.

por **Henry Birdwhistle** Mar Feb 14, 2012 12:53 am

-jajja Una imprudencia primo, en efecto, ¡disfrutala!- ¿Imprudencia habia dicho? ¿Que tenia de bueno seguir todas las reglas si se vivía en el aburrimiento contaste? Era mejor aplicarse a unas cuantas y romper las restantes, así siempre se aseguraba una buena dosis de diversión y algunos buenos argumentos a la hora de que su padre se enterara. Además Marcus ya no podía estar más molesto por ahora con los "arrebatos" de Darcy, como él les llamaba. Seguramente incluso Jean estaría al tanto de la situación. Era un secreto a voces... Obviamente Marcus se había hecho cargo de silenciar a la familia en cuestión y el joven príncipe no esperaba más molestias de parte de aquella señorita que quería adjudicarle una paternidad cuestionable. Sin embargo tal acusación le había costado un buen regaño y castigos varios. Pero Miriam, su madre, siempre más complaciente con su hijo mayor le ayudaba a sortear algunos de los castigos más severos. Y Julian... bueno el como de costumbre se ponía del lado de su padre, por eso era preferible por ahora hacer planes con Jean.

A pesar de la tención de Jean, Darcy estaba seguro que pronto haría que se relajara, con un trago o dos y un vistazo a las cortesanas del lugar. El interior era una sala acomodada para recibir y atender mucha gente, pero sólo de cierta "clase social". No cualquier parisino podía darse el lujo de pagar a las más hermosas damas del lugar. Madeline era una de las favoritas de Darcy y aquella noche le había insistido en que viniera, era su cumpleaños o algo así.

Sintió como Jean le retenía por el brazo. Lo miró fugazmente dedicándole una sonrisa entretenida -¿Tienes miedo Jean? Vamos, las mujeres no muerden... a menos que se los pidas ajjaj- Luegó tomo el hombro de su primo y medio lo empujó dentro. Las cortesanas se paseaban con vestidos semi-abiertos y corses que sólo cubrían la mitad de lo que deberían... Algunos caballeros ya estaban muy entretenidos y ni si quiera notarón la entrada de los dos jóvenes, otros tantos bbían y reían sin reparo. -¡Buenas noches!- amplió la sonrisa -Él es mi hermano, Jean.- En eso vino con andar ligero Madeline, de cabellos rojizos y ojos verdes. Ella lo saludó con un beso en los labios, Darcy correspondió y le tomó por la cintura con una mano. -En honor al cumpleaños de mi querida Madeline y de mi hermano que ha decidido acompañarnos hoy, ¡yo invito la próxima ronda!-

por **Jean Baptiste Fontaine** Mar Feb 21, 2012 11:50 am

Jean escucho las primeras palabras de su primo y toda su sangre se acumuló en su rostro, el sabia que darcy era bastante extrovertido, hacia cuando quería y tenia el suficiente valor para incluso enfrentarse a su padre, muchos decían que era un descarriado a sus espaldas pero desde luego nadie se atrevía a decírselo a la cara. A el le parecía que aunque darcy a veces hacia locuras tenia mucho carácter.

-no les tengo miedo- argumento con toda la dignidad que fue capaz de reunir con el rostro ardiendo- solo…no son mi fuerte- admitió con la voz bajando gradualmente. Darcy podía iniciar una conversación con una dama sin reparo ni problema alguno, era divertido y encantador. El sabia que no tenia tanto encanto asi que se limitaba a ser costes y educado, era mejor no ser popular que hacer el ridículo.

Darcy comenzó a hablar nada mas entrar y el no pudo evitar que sus ojos rodaran por todo el lugar curiosos e intentando ser lo mas discretos posible, no queria verse excesivamente interesado, no queria verse como un niño torpe. Tenia quince años y claro las mujeres llamaban la atención, especialmente si eran tan hermosas pero su experiencia era tan grande como la que tenia probando opio… lo mas extraño era… que no sentía… el impulso de tocarlas, al menos no de la manera en la que se suponía debería…

Vio a la joven que llegaba a saludar a su primo, era…su amante? Supuso que si, eso lo hizo sentir algo incomodo, ir con darcy ya le ponía los nervios de punta, que fuera a dejarlo por ahí solo no le gustaba nada… noto que la chica le dirigía una mirada y sonrio automáticamente- Un placer y Felicidades señorita, lamento no tener un presente- no le sorprendió que darcy lo presentara como su hermano, pero si le dio el sentimiento de compañerismo que darcy lograba despertar en el. No tenia hermanos y si tuviese estaba completamente seguro de que de escoger escogería a su primo, se rio para sus adentros, aunque terminara sacándole canas verdes a su padre.

por **Henry Birdwhistle** Vie Mar 02, 2012 11:29 pm

Darcy se fijó un momento en su primo, visiblemente nervioso por la situación pero con la sufisciente entereza para guardar el porte principesco aún en ese momento. Jean siempre sabía comportarse como era apropiado, por un día era bueno que hiciera lo contrario. Sólo se vive una vez, así que es mejor tomar cada día como si fuera el último. Esa era una buena enseñanza, y ¿que mejor modo de aprender que practicando? "No se preocupe caballero, siempre hay obsequios que se pueden hacer en persona" fueron las palabras de Madeline en respuesta a lo que dijo Jean, antes de guiñarle un ojo.

-Jajaj no te apresures Madeline, a mi hermano y a mi nos gustaría beber algo primero. Y si tienes un poco del "ingrediente especial", mucho mejor- repuso tomando su mentón y atrayendo su mirada sobre él -Luego podrás consentirnos, y traete a Rose- Madeline asintió y se adelantó al bar situado a un costado de la habitación. Darcy se fijó en Jean -Vamos, hermanito. De eso se trata esto precisamente, de iniciarte en estos menesteres. Un día me lo agradeceras.- Se adentró en el salón, dedicando unos saludos corteses aquí y allá y repartiendo sonrisas. Fueron a acomodarse en un largo sofá de aspecto aterciopelado y de un color rojo apagado. Frente a este una mesa con superficie de cristal, sobre la cual descanzaba una narguile -una pipa de agua oriental- con cuerpo de cristal y oro. El aroma del tabaco de distintos sabores y del opio inundaba la átmosfera. Apenas se habían sentado cuando llego Madeline junto con otra muchacha de cabellos dorados como rayos de sol, una tez cremosa y ojos azules. Se presentó como "Rose" y con una sonrisa pícara colocó unos vasos en la mesa, después puso la narguile en una repisa de la pared, que quedaba sobre sus cabezas y mezcló hashish y opio. Madeline sirvio el wiski. Darcy estaba más ocupado en mirarles a ellas que lo que hacían. Rose se sento al lado de Jean y Madeline del lado opuesto, junto a Darcy. El princípe revelde tomó la manguera que le daba la cortesana y se la paso a su joven primo. Sonrio torcidamente. -Tú sólo ponte cómodo y disfruta-

por **Jean Baptiste Fontaine** Lun Abr 09, 2012 3:15 pm

La muchacha soltó una respuesta ingeniosa y el simplemente le contesto con una sonrisa amable, no porque le incomodara o le alagara la respuesta, simplemente, porque se había quedado en blanco, que dices cuando una mujer tan hermosa coquetea contigo…en dado caso realmente había coqueteado con el o solo lo había imaginado, poco sabia del comportamiento de las mujeres fuera de la corte…que decía, poco sabia de mujeres en general, la gran mayoría de las veces ni siquiera podía entender a las de la corte que le rodeaban, menos aun a las que se encontraban ahí, cominando tan cómodamente con la piel al descubierto, paseo discretamente su mirada y notando algunas de las escenas que ahí se desarrollaban sus ojos viajaron al techo rezando a dios por que le hiciere salir de ahí sin hacer el total y completo ridículo, aunque suponía que enrojeciendo no debía ser precisamente el mejor principio.

Escucho las palabras de darcy y rio por lo bajo- no lo creo darcy, este no es mi medio, encajo tanto aquí como un filete en una ensalada vegetariana, no creo que esto sea lo mío, si no fuese por la apuesta que hice creo que saldría corriendo de aquí- hablo dando una mirada a un par de señoritas sobre un “cliente” siendo bastante “atentas”- ten piedad darcy déjame ir- nego juguetonamente y viendo a el único que conocía en aquella sala, habia olvidado ya lo que su primo le había dicho a la chica. Darcy comenzó a moverse y el simplemente lo siguió a paso calmado, viendo como se desenvolvía, su primo era único en su especie, no importaba el medio el siempore se sentía confiado y seguro, con aquella actitud que demostraba que todo estaba bajo su control.

Jean vio a las jóvenes moverse y aunque presto atención a lo que hacían no fue demasiada, se vio mas ocupado en mantener a la precisa Rose más o menos a distancia sin verse grosero, la muchacha lo ponía mas nervioso que la propia idea del infierno, sonreía como podía procurando mantener distancia cuando la voz de su primo llamo su atención tendiéndole una extraña pipa, todo en comprender el significado de sus palabras y cuando lo hizo negó alarmado- oh si muchas gracias pero estaré mas cómodo sin meter cosas extrañas a mi sistema y en mis cinco sentidos.

por **Henry Birdwhistle** Dom Abr 15, 2012 9:27 pm

Darcy no pudo sino reír a los comentarios de su primo, medio recordando la primera vez que él se había metido en uno de aquellos lugares. No había sido demasiado tiempo de eso y pronto se acostumbró a los modos que tenían. Una de las cosas que más le gustaban era que se dejaba de lado las formalidades, las responsabilidades y sólo se pasaba un buen rato en compañía de los amigos y las cortesanas que siempre estaban bien dispuestas a dar todo lo que se tuviese en mente.

Uno de sus amigos, que Darcy conoció en un juego de póker, fue el que le invito a ir al burdel, poco después de comprometerse con Miriam. Con cierta reticiencia acudió y ahora se le podía encontrar allí por lo menos una vez por semana.

-Si no estas dispuesto a dejarte empapar por el ambiente, te sentiras fuera de lugar hermanito, igual que el filete.- sonrió a medias. A veces Darcy se reguntaba si su primo era tan correcto por mera cuestión de educación o en verdad era tan díficil de corromper por propia voluntad. Seguramente Marcus estaría más complacido con un hijo como Jean... pero ¿cuál es el encanto de hacer siempre lo que se debe? ¿Además como se sabe qué no se quiere algo si no se prueba primero? Hay que estar bien dispuesto a experimentar nuevas cosas. Lo que no mata, fortalece. Aunque ahora viendo la reticencia de Jean, Darcy estaba pensando que quizá debía haber sido un poco más específico con el pago de la apuesta...

El príncipe revelde dio una probada a la Narguile sintiendo como el vapor inundaba sus pulmones para después sacarlo en una exalación. -¿No pretenderás que te libere tan pronto de lo pactado o si hermanito?- volvió a sonreír, extendiendole la pipa insistentemente. Rose buscaba el modo de acortar distancias con Jean y Madeline depositaba besos húmedos en el cuello de Darcy. Y los ojos de su primo se esforzaban por no mirar los distintos acontecimientos que se estaban llevando a cabo a su alrededor. -Uno solamente, es de mala educación rechazar algo que no has probado... y es peor aun enfurruñarse en una esquina.- Rose tomo la boquilla de la Narguile y beso la mejilla del delfín para luego con suavidad acercarle la pipa a los labios.

por **Jean Baptiste Fontaine** Dom Abr 29, 2012 12:10 am

Rio- no solo me siento darcy, estoy completamente fuera de lugar, igual que el filete- rio decidiéndose a solo sentarse ahí, observar y esperar a que su primo se aburriera de tenerlo ahí para marcharse a casa, al menos algo sabia, le habia gustado salir de palacio… tal vez volviese a hacerlo, pero para ir a lugares mas calmados, darcy parecía querer provocarle un shock sociocultural ahí, rio para sus adentros por pensar tantas tonterías juntas.

-Entonces supongo que tomare esto-dijo tomando la manguera- declinare educadamente la oferta- sonrió- y me quedare sonrientemente en mi esquina observando y aprendiendo- aunque su sonrisa se aligero cuando dio un respingo y volviendo la vista a la joven a su lado parpadeo un par de veces y sin ninguna intención simplemente soltó- disculpe señorita puso usted accidentalmente su mano sobre la mia- retirándola despacio y sonriendo condescendientemente antes de volver la vista a darcy- y no, no esperaba que solo cedieras, asi que esperare aquí a que decidas que podemos irnos- acomodándose en su asiento decidiendo que bien podia observar y ser “adulto” quedándose quieto y sin quejas.

Cruzo los brazos al frente y una sonrisa traviesa de niño bueno se instauro en sus labios, apenas pudiendo ocultar el rubor que no había abandonado su rostro nada mas entrar al lugar, intentaba mantenerse tranquilo, pero le era difícil, era increíble como darcy podia simplemente acoplarse tan fácilmente a todo, el apenas y podía controlar su impulso de taparse la cara con las manos y quedarse asi hasta que todo terminara.

por **Henry Birdwhistle** Dom Abr 29, 2012 10:33 pm

Darcy suspiró ante la reticencia de Jean que además, parecía verdadera convicción. Muchos de los hombres que acudían a los burdeles tenían poca fuerza de voluntad para resistirse a tantas mujeres hermosas pasaerse con los atributos al aire y perfumados. El príncipe revelde había pensado que era imposible resisitirse, menos aún desear hacerlo. Después de cerciorarse que todos al cruzar el umbral "perdían la memoria" ¿qué más daba?

Aparentemente convencer a Jean con estos argumentos requeriría más de una noche y mucha paciencia, paciencia que hoy él no tenía. Darcy quería escapar de los pensamientos sobre la nueva vida que pronto empezaría, de las cosas inesperadas que se habían sucitado y que ponían en peligro el honor familiar, de los reproches de su padre... Pero su primo no ponía nada de su parte para poder pasar una buena noche, y si se tratara de otra persona, Darcy estaría bien dispuesto a dejarle allí sentado y divertirse él. Sin embargo la mirada en los ojos del Delfín denotaba clara desaprovación. Como miembro de la familia, no podía evitar sentirse vigilado y juzgado de mal modo.

-Señoritas, he recordado que olvidamos algo, tenemos que regresar. Volveré más tarde- le robó un beso a Madeline quién correspondió entusiasta, sin dejar ver demasiado su decepción. -Más tarde te dare tu regalo Madie- sonrió a medias y se levantó muy a su pesar -Vamos "hermanito".- indicó dedicandole una mirada breve y luego fijándose en las cortesanas para encaminarse a la salida. Alcanzó un vaso de whisky a medio tomar antes de salir. Una vez a fuera dio un largo trago y pidó los caballos. -Dime, Jean... ¿a dónde podemos ir ahora? Quiero divertirme un rato, es todo.- terminó el vaso y se lo dio al criado que ya venía con sus caballos, éste lo miró un tanto extrañado pero no dijo nada. -O puedes volver a casa, te libero de la apuesta.- suspiró recorriendo la calle vacía con la mirada y luego se fijó en él. -¿Qué dices?-

por **Jean Baptiste Fontaine** Mar Mayo 01, 2012 12:46 am

Bien claramente darcy no se sentía a gusto con la situación, cuando anuncio que se marchaba supo que definitivamente no estaba feliz con su comportamiento, solto un suspiro, no deseaba arruinarle la fiesta a su primo, pero tampoco le agradaba la idea de ir en contra de sus propios principios para complacerlo.

“no tienes que ocuparte de mi, ve, diviértete y algun otro dia cobraras tu apuesta”

Las palabras se quedaron solo en su mente, pues entones darcy, astuto como un maldito zorro anuncio que incluso le liberaba de su trato, se revolvió el pelo algo frustrado. Aquello le venia de maravilla ny in embargo no se sentía bien aceptar. Maldita sea…

-como si pudiese solo marcharme cuando me dices eso…- murmuro derrotado, se sentía culpable por arruinarle la noche a su primo y aun peor, sentía el deber de pagarle aquella tonta apuesta- te acompañare el tiempo que quieras…- soltó con una medio sonrisa- pero no puedo hacer nada para cambiarme, darcy estas cosas no me van. Ni siquiera logro soportar demasiado el alcohol. Hagamos esto, tu decide el siguiente lugar a visitar y yo…- hizo una mueca, como si las palabras estuviesen pegadas a su lengua y le costase sacarlas- y yo hare todo lo posible por imitarte y… “entrar en ambiente”- ofreció. Esperando que fuese suficiente para darcy con la mitad de su ser, la otra mitad pedía que su hermano solo lo enviara de regreso a casa.

Rogaba a dios en el cielo que su padre jamas se enterara de que habia salido aquella noche de palacio, peor aun, que jamas se enterara del la clase de lugar que habia visitado y aunque pareciese imposible. Cosa aun mas horrible…que se enterara quien lo habia llevado

por **Henry Birdwhistle** Jue Mayo 03, 2012 12:38 am

Darcy se encogió de hombros ante las palabras de su primo, en silencioso gesto de que era su elección. Percibó la resignación en sus palabras y eso le hizo sonreír, ni si quiera lo disimuló. Ahora tenía doblemente su promesa. Era una buena oportunidad y el príncipe revelde no dejaría de aprovecharla. Después podría volver él solo al burdel o incluso a la noche siguiente y compensarle a Madelinne la asuencia.

-De acuerdo "hermanito". Sé que no puedo cambiarte pero si te relajaras un poco verías que también es parte de ti, como lo es en todos los demás.- le aconsejó poniéndo la mano en el hombro contrario en un gesto de complicidad. Luego tomó las riendas del caballo correspondiente y lo montó en un movimiento fluído. Aguardó a que Jean hiciera lo mismo. Se daba cuenta con fácilidad de lo difícil que le resultaba a su primo sumergirse en ese mundo. Tal vez se había tardado demasiado en iniciarle en aquellas artes o quizás la moralidad inculcada por su padre, Abélard, era más rígida que la que Marcus sembraba en Darcy. Aunque eso último lo dudaba. -Alguna vez estuve en tu lugar.- comentó sosteniendo su mirada. -Descuida, nadie se enterará de esto y si lo hacen finjirán que no. Es un pacto tácito entre todos los que gustamos de la noche.- Darcy espoleó al caballo para dirigirse al este de París, rumbo a áreas mas "elegantes" que la que acababan de visitar. Las calles se iban haciendo más amplias y las prostitutas se iban perdiendo de vista. Todo parecía más silencioso por aquellos lares. -Sí lo que prefieres es ver... te daré un buen espectáculo.-

por **Jean Baptiste Fontaine** Jue Mayo 03, 2012 6:26 pm

El comentario de Darcy lo ofendió profundamente y no pudo evitar una mirada de reproche a su primo, que de entre todas las personas su propia sangre le pusiese al nivel de un muchacho cualquiera golpeo con fuerza en su orgullo, el no era un simple y vulgar cualquiera, el era el príncipe de Francia y heredero al trono. Su padre simplemente no había educado a un cualquiera, su educción había sido especial y llevaba catorce años formándose cuidadosamente, historia, filosofía, modales.

-entonces deberías haber traído a cualquiera mas en vez de a mi, no veo lo interesante en empeñarte en traerme!- reprocho con enfado infantil.

Dudaba mucho que hubiese estado en su lugar, el no tenia un primo menospreciándolo… refunfuño para sus adentros cabalgando al lado del joven con el rostro fruncido y el mal humor a flor de piel.

-Donde quieras- contesto de mala gana- te acompañare y voy a complacerte esta noche, pero será la ultima- debía admitir que le desconcertaba aquello de “darle un espectáculo” pero no lo expreso. Parecía que su primo no entendía que el no era un “amante de la noche” aunque el cielo estrellado le embelesaba era un ser diurno, de cabalgatas bajo el sol y paseos por el bosque.

Observo como el paisaje cambiaba conforme avanzaban y comenzaba a asustarle un poco el cambio de ambiente... los burdeles eran algo común... pero ahora... a donde le llevaba su primo? no se daba cuenta de que lo acercaba a gente de mejor posición? que si los veían? sin duda sus padres los despellejarían vivos

por **Henry Birdwhistle** Dom Mayo 06, 2012 9:27 pm

El enojo del Delfín de Francia que demostró por la "comparación con el resto", hizo reír a Darcy. El orgullo propio de un príncipe sin duda, y la reacción propia de un hombre joven, de alguien que se encontraba con un familiar de su confianza, al menos suficiente para no tratar de ocultar su enfado. En vano eran los esfuerzos de Darcy para que su primo se dejara llevar por las cosas que le mostraba, el nuevo mundo que abría para sus ojos. Entre más se esforzaba, Jean parecía resistirse con mayor ímpetu para evitar ser "arrastrado", según como él lo veía, por la senda de la perdición. Pero el príncipe rebelde estaba seguro que para eso existía el arrepentimiento y el asistir a la Iglesia los fines de semana. No se compra la entrada al cielo pero puede negociarse.

-Creo que pecas de orgullo hermanito, o es que ¿olvidas que incluso el mismísimo Zeus era suceptible a las tentaciones del mundo? Es parte de todos nosotros, hombres, reyes y dioses.- le recordó consiente de la mirada de enojo, crítica a sus palabras y acciones. -Así que no es "cualquiera" y te equivocas, traerte a ti a la otra cara del mundo es muy interesante.- concluyó haciendo girar al caballo dentro de un gran jardín de una casa señorital. Era como un pequeño bosque, árboles frutales se veían aquí y allá y más al fondo luces y personas reunidas entorno a un gran campo abierto.

Darcy se detuvo a penas a unos metros de toda aquella concurrencia, esperando que Jean hiciese lo mismo. Bajó del caballo con fácilidad. Un criado ya acudía presuroso a tomar las riendas de ambos animales para irlos a guardar a las caballerizas. Se escuchaban las conversaciones sobre las apuestas de esa noche, había gente de clase alta en su mayoría, entre ellos también algún duque, y un par de barones paseandose animadamente con copa en mano, charlando y haciendo sus propias apuestas. -Es una pena que sólo me acompañes una vez a contemplar la otra cara de quienes te rodean en la corte, y de los que te llenan con presentes y cuidados.- frunció el ceño buscando la mirada de su primo y luego recorrio a las personas que tenían enfrente, reconociendo a muchos de ellos. Apenas se adentraban entre la gente, Darcy saludando aquí y a allá, cuando se oyeron los ladridos y gruñidos nerviosos de los galgos que eran conducidos por sus orgullosos dueños, al frente de la multitud. El príncipe revelde sonrió al ver a los perros, evaluándolos. El entusiasmo se sentía en el ambiente. -Bienvenido a las carreras, hermanito.-

por **Jean Baptiste Fontaine** Miér Mayo 16, 2012 8:53 pm

- es mi deber tener orgullo darcy- contesto llevándose los brazos cruzados al pecho- y zeus no era susceptible a las tentaciones, las tentaciones eran sus deseos el las creaba y jugaba con la raza humana para su propio deleite, no es que fuese susceptible a las tentaciones es que no tenia la menor intención e ser de una forma diferente. Además, deja de citar a dioses paganos- frunció el ceño ente lo que el otro decía- parece que te place que sea tu juguete- siguió el camino preguntándose que tan dentro de oyó se había metido ya, el no debería haber aceptado aquella apuesta nunca... eso justificaba una mas de su reglas de vida JAMAS APUESTES y lo recordaría de ahora en adelante.

La voz de darcy lo trajo a la realidad y al levantar la vista estos se abrieron grandes al notar a donde le había llevado su adorado primito que dicho sea de paso sentía deseos de enviar a los calabozos... - darcy- susurro- dios darcy se perfectamente que la nobleza no s perfecta no tienes que traerme aquí y..- negó varias veces- si mi padre se enterara y va a destrozar mis extremidades...peor aun nunca confiara en mi nuevamente- al decirlo se pregunto si tendría que reevaluar sus prioridades... intento imaginar las opciones, su padre destrozando sus dedos y a continuación su padre observándolo con reprobación y decepción... no...no definitivamente sus prioridades estaban justo donde debían estar- se que te dije que iría contigo sin importar donde pero no podrías pensar en un lugar que no destroce mi vida?- hablo sin poder parpadear viendo donde estaba.

Negando dio un paso atrás, no…no podía entrar ahí… pero tampoco podía faltar a su palabra, le había hecho una promesa a darcy y debía cumplirla sin importar que, dándose cuenta de que la respuesta estaba ahí cuando se negase a aceptarla soltó un suspiro profundo y volvió a avanzar… - vamos..

por **Henry Birdwhistle** Vie Mayo 18, 2012 12:52 am

-El orgullo ya es razgo de familia, hermanito, no necesitas esforzarte... En cuanto a los dioses paganos, quedan perfectos para la ocasión ¿no lo crees? Seguro Baco estaría complacido.- bromeó, restandole importancia a la rigidez que mostraba su primo ante la situación. Darcy recordaba a Abélard y no le era difícil entender porque su hijo era tan estricto consigo mismo y con los que le rodeaban. Pero si él había encontrado el modo de librarse a medias del ojo vigilante de Marcus con un poco de esfuerzo, Jean también sería capaz de disfrutar un poco más de la vida. En las quejas de su primo se denotaba la reticencia a divertirse esa noche, como estaba habituado el príncipe rebelde. "A todo se acostumbra el cuerpo", dicen por allí.

Darcy apoyó su mano firmemente en el hombro de Jean, mientras observaba como desfilaban los galgos hasta situarse en frente de la multitud. -Lo sabes pero no lo comprendes... - sonrió a medias -Tu padre no lo sabrá, ni tampoco el mío. ¿Crees que alguien aquí se atreverá a delatarte, delatándose a si mismo?- bufó -Vive un poco hermanito. Y si por alguna razón, que no pasara, pero si sucede y nos descubren yo me culparé de todo. A nadie le costará creerlo y tú quedarás a salvo ¿bien?- Después de dejarlo respirar profundamente le soltó para dirijirse a un grupo en particular, eran varios caballeros y algunas damas. La mayoría ya tenían varias copas de más. Darcy volvió a revisar a los perros con la mirada. -Buenas noches Barón- hizo una inclinación de cabeza, lo mismo el otro, aunque miró de reojo a Jean. El príncipe rebelde extendio una bolsa con monedas y se la entregó al Barón, que era un hombre ya entrado en años y de aspcto sofisticado. Los demás en el grupo eran gente de clase alta, jóvenes que reían y hablaban sin cesar. -Quisiéramos dividirlo entre las tres carreras de la noche. La primera a ese- señaló a uno de los perros con la mirada, entretenido ante la expectativa de la competencia. Frunció el ceño -... ¿habrá pelea hoy?- Uno de los criados se acercó con una charola de replto de copas con champan, Darcy tomó dos, una se la dio a su primo. -¿Te apetecen las peleas hermanito?-

por **Jean Baptiste Fontaine** Vie Jul 20, 2012 12:31 pm

-Esto es cuestión de principios darcy, no me parece correcto hacerlo y aunque es posible cambiar, es posible que llegue a tomarle el placer no es algo que tenga deseos de hacer. Ire contigo y cumpliré mi palabra pero aunque lo intente no esperes que me guste- además…- suspiro- no es necesario que nadie se delate, solo debe dejar ir algún rumor y mi padre me lo preguntara de frente, nunca le he mentido a una pregunta directa y no pienso iniciar…

Guardo silencio mientras entraban, no seria nada adecuado que su conversación se filtrase entre los demás asistentes del lugar- como si fuese a dejar que cargases con mis culpas hermano- hablo indignado ante la sola suposición, pero su atención pronto fue dirigida hacia el evento que al parecer se llevaría acabo…eran… peleas de perros… escucho la pregunta de su primo y cerro los ojos soltando un suspiro- sabes que no soy aficionado a la violencia…- entendía la base de por que aquella clase de actos eran populares, lo entendía perfectamente… bueno… no perfectamente, en realidad entendía la base del asunto pero ciertamente no alcanzaba a comprenderlo del todo.

Se dejo guiar por darcy y se acomodo en el lugar en donde le llevo, la visa de la pelea era perfectamente clara e anteriormente se lamento por ello, nada pasa desapercibido en esta vida, el sabia que en algún momento tendría que pagar por las faltas cometidas al escaparse de palacio… pero eran faltas que estaba dispuesto a pagar sin remordimientos, la que estaba cometiendo ahora… suspiro, era una falta que hubiese deseado evitar… apostar no era correcto maldita sea, había, como decian, herrado el tiro y por considerable distancia.

por **Henry Birdwhistle** Mar Jul 24, 2012 2:32 am

Como era de esperarse, su primo expuso sus nobles razones por las cuales no podía inmiscuirse en aquellos vicios del mismo modo que lo hacían todos los demás. A veces Darcy pensaba que pecaba de orgullo y vanidad creyéndose superior a todos ellos. Este pensamiento le molestaba, sin embargo los ojos de Jean demsotraban verdadera sinceridad en sus afirmaciones. Esto le molestaba aún más, por que sólo significaba que en verdad era mejor que ellos, que él. No tenía muchos ánimos de arrastrar, literalmente, a su primo hasta el lugar que a él le complacía. Sin embargo en esos momentos tampoco quería estar solo...

-¿Nunca le has mentido a tu padre?- arqueó la ceja con incredulidad, buscando en la otra mirada cualquier signo de que mintiera sólo por presumir de su "Real comportamiento". Al no encontrar ninguna sombra que le delatara, el príncipe rebelde soltó una carcajada. No respondió a sus afirmaciones, se quedo pensativo sobre la posibilidad de jamás haberle mentido a Marcus. Definitivamente los castigos habrían sido mucho más severos y continuos si su padre estuviera al tanto del comportamiento de su primogénito. Afortunadamente para eso existía la mentira y dado que Darcy disfrutaba de romper las reglas, humanas y divinas, no le importaba demasiado tener que esperar a la muerte para hacer las paces con dios. Siempre se puede esperar hasta el último momento para el arrepentimiento, mientras ¿porqué sufrir?

Las peleas de perros ya daban inicio en un extremo del campo. Dede donde estaban se podían apreciar perfectamente los dientes afilados que buscaban desgarrar la piel de la garganta del contrario. Pero el espectaculo en el que tenía principal interés Darcy esta noche, eran las carreras. Así que después de despedirse del Barón continuarón su camino aun más allá donde se extendía un sendero cercado por árboles y hierbas diversas, fungiendo de pista. Los galgos ya esperaban impacientes a tomar sus lugares. -Deberías dejar que alguien más cargara tus culpas de vez en cuando hermanito... se siente bien- sonrió a medias y dio un trago al champan. -Sí, sí se que no te gusta la violencia, aunque eres bueno en la caza.- frunció el ceño. -No te he traido a ver las peleas, sino la persecusión de la libre. ¿Lo has visto alguna vez? Compiten los galgos de los nobles y la clase alta, es cuestión de ver quien posee el emejor ejemplar. A veces traigo a los mios a correr aqui.- confesó y en ese momento los hombrs a cargo alinearon a los perros, soltaron la libre haciéndola correr con un disparo y liberaron a los perros.

por **Jean Baptiste Fontaine** Mar Jul 24, 2012 8:11 pm

Suspiro- todos hemos mentido alguna vez Darcy, mentiras sin intención, cuando eres demasiado pequeño para saber que mentir esta mal, y las ultimas, las mentiras que he dicho con plena conciencia las he dicho sabiendo que tendré que pagar por ellas, pero son mentiras por las que estoy dispuesto a pagar- sabia que estaba al, sabia que estaba en contra de las reglas establecidas en palacio pero desde hacia poco tiempo había comenzado a escaparse de palacio, recién cumplidos los 14. Era temeroso y no había salido jamás tan libremente como ahora lo hacia con Darcy, pero había caminado en los alrededores de palacio, conociendo su propio hogar, poco a poco comenzaba a alejarse un poco mas, eran faltas, por las que tendría que pagar pero por las que lo haría con seguridad.

Rio un poco pensando en el comentario de darcy- no me atrevo a hacerlo primo, si lo hiciera sin duda me acostumbraría y no podría volver a hacer frente a nada- sonrió un poco ante lo que darcy le habia dicho…carreras…no parecía tan malo aunque siguiese siendo clandestino, bastante preferible a las peleas, su mirada se centro en la carrera, en la pelea de los animales por ser el primero, no sabia coo los habían entrenado y estaba seguro que por el momento no quería enterarse, viendo a los animales, corriendo a todo lo que podían soltó un suspiro- La verdad es que tengo miedo darcy, mi padre, tu padre, incluso tu son personas tan diferentes a mi que me siento extraño, decisiones correctas o incorrectas poseen un carácter fuerte y una determinación poderosa, mi padre con sus ideales, tu padre con su forma de vida, tu con tus deseos y yo tengo miedo de perderme, tengo miedo de descansar un poco y avergonzar a mi familia… no creo ser mejor que los demás, mas recto o mas capaz… solo intento mantenerme asi, siento que si dejo de intentarlo un solo dia me perderé por completo.

El sabia que el dia e que su dia le llegase a cualquiera de los tres, sin importar la forma en que lo hicieran morirían con la cabeza en alto...el temía morir lleno de arrepentimientos, avergonzado y débil

por **Henry Birdwhistle** Lun Jul 30, 2012 7:53 pm

Al menos el Delfín aceptaba haber recurrido a la mentira cuando la ocasión lo ameritaba. Para Darcy esto sucedía a menudo. Sonrió ante aquella desigualdad un poco menos notoria, aunque no tenía nada que vr con el arrepentimiento.

-Se llama astucia hermanito. Saber cuando puedes hacer trampa y cuando no.- Le indicó mientras los perros corraían los primeros metros. El príncipe rebelde observó de reojo a su primo mientras e llevaban a cabo las carreras. Los galgos estaban concentrados en alcanzar a su presa, daban largas sancadas afianzando las garras en el suelo para asegurar mayor impulso. Jean confesó tener miedo justo cuando el perro al que le habían apostado llegó en primer lugar. No era ninguna sorpresa para Darcy quén había estado observando a los animales en algunas visitas "de negocios" a los propietarios de los nobles. Aún así sonrío por la victoria igual que algunos otros de los asistentes, la mayoría renegaba su suerte y ya empezaba a doblar la apuesta para la siguiente carrera, convencidos de que cambiaría su suerte.

Darcy se volvió para mirar a su supuesto hermano. Rió por lo bajo.

-No tienes una idea de lo que estas diciendo.- terminó su copa y la dejó en una bandeja que llevaba uno de los meseros, tomando otra llena en el proceso. -Se a lo que te refieres... yo también lo he sentido.- confesó desviando la mriada a la pista donde ya se perfilaban los nuevos competidores. -La verdad no es tan sencilla. Y la verdad es que tú y yo somos muy diferentes a nuestros padres, tanto como lo son entre ellos. El carácter fuerte lo compartimos todos, creo que es algo de sangre... Sin embargo de la voluntad no estoy tan seguro.- termino su copa de un trago. -Mis deseos y los de mi padre van por caminos muy distintos... Y yo al contrario que tú estoy cansado de esforzarme por su interminable lista de requicitos. Lo hago a mi modo hasta donde puedo, aunque a veces sea inevitable escapar de su sombra.- frunció el ceño -Si dejaras de esforzarte tu consciencia no te permitiría caer en desgracia. Contrario a la mía.- sonrió burlón. -Sin embargo heme aquí, recién comprometido como dicta la tradición con una dama que apenas he visto una vez.- Darcy apoyoó la mano sobre el hombro de su primo. -Pero me he divertido en el proceso y nadie me quitará el palcer de seguirlo haciendo mientras pueda, después de todo ¿qué es lo peor que puede pasar?-

por **Jean Baptiste Fontaine** Mar Jul 31, 2012 9:47 pm

Se sentó y descanso el rostro en una de sus manos, miraba a darcy de vez en vez mientras le escuchaba hablar, sonrió y negó cuando este termino de hablarle- tu te mantienes en tu forma de vida aun a pesar del enfado de tu padre darcy, a eso me refiero con voluntad, es algo que no tengo la seguridad de poder tener- tomo aire y vio la bebida y se animó a tomar algo, después de todo el alcohol no era algo extraño en su dieta. Volvió la vista a las carreras y sonrió en silencio, sus ojos siguieron a los animales y de vez en cuando veía a alguno de los apostadores renegar o celebrar, volvió su mirada a darcy, su rostro adolecente y juvenil iluminado por una enorme sonrisa- sabes? Creo que si es algo entretenido estar por aquí- claro estaba descartando las peleas, estaba completamente en contra de aquella clase de actividades y aunque no aprobaba del todo lo de las carreras tenía que aceptar que no lo estaba pasando tan mal.

Su rostro volvió a recuperar seriedad mientras bebía de su vaso, a pesar de cómo se sintiera no tenía que olvidar quien era, sus responsabilidades y la postura que debía tener con todo aquello. Podía tener ese día ahí, escudándose en la apuesta que había tenido para con su primo, pro incluso el no era tan irresponsable como para dejarse ir por completo, había cosas que nunca debían abandonar su mente, debía recordarlo.

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