El lado oscuro de un príncipe (Jean Baptiste Fontaine Flash-back)

por **Henry Birdwhistle** Miér Feb 01, 2012 1:19 am

Recuerdo del primer mensaje :

Había valido la pena después de todo. Darcy esperó más tiempo del contemplado para que el Delfín lograra escabullirse de todo el séquito Real que le hacía carabana y guardia, sin mencionar que quizá también tuviera que deshacerse de su pequeña hermana que a menudo le gustaba que pasara tiempo con ella. Había sido un trayecto relativamente corto cuando al fin se pusieron en marcha, a galope. Los caballos, rentados. Cuando se tiene una yegua y un semental y los dueños son relativamente famosos, cualquiera puede reconocer a los animales. Era mejor extremar precauciones. Y a Darcy le había costado mucho trabajo convencer a su primo de que abandonara la comodidad de su jaula de oro para venir a vivir un poco.

Las mujeres de la corte, aunque bellas y bien educadas, hablaban cuando debían y callaban como toda dama digna de llamarse tal, pero carecían de algunos de los encantos que sólo una cortesana puede ofrecer. Darcy quería mostrarle eso a Jean. En cierta forma como el mayor de los primos, era su deber enseñarle las cosas que se pueden escoger del carnaval de la vida. Si se puede tener, si se puede pagar ¿porqué negarse el placer de hacerlo? Lo que no se debe obtener esta sólo en la lista de los conformistas y los medicres según Marcus. Y aunque a menudo el joven y rebelde príncipe protestaba contra las rígidas enseñanzas de su padre, a veces le concedía que acertaba, a veces. Cuando se puede tener todo lo que se quiere con solo desearlo, el límite es el cielo. Aunque añadir algo de competencia al asunto siempre lo hace mucho más emocionante y allí radicaba la razón por la que su primo hubiese accedido a acompañarle en una de sus correrías nocturnas. Darcy había apostado con él durante una cacería y había obtenido el triunfo. Así que ahora Jean tendría que hacer un esfuerzo por dejarse ir un poco o un bastante y disfrutar la velada.

-Listo o no aquí vamos primo- sonrió Darcy un segundo antes de llamar a la puerta del burdel que también fungía como bar. Esto sería muy emocionante.

por **Henry Birdwhistle** Sáb Ago 04, 2012 11:54 pm

Se encogió de hombros restándole importancia. Nunca se le hubiera ocurrido observarlo de esa manera. Siempre se dice que es mas fácil romper las reglas que vivir acorde a ellas precisamente por que de ese modo no se necesita diciplina, control, autodominio, sino todo lo contrario: caos, improvisacion, impulsividad. Jugar al azar y sacar provecho sin importar la mano que salga. Ganar o perder no importaba para Darcy, sino salirse con la suya. Y ahora que su primo estaba allí, lograba ver un poco de entusiasmo en su gesto y sus palabras, aunque el Delfín se esforzaba por ocultarlo. Una vez más había ganado su cometido.

-Muy bien hermanito, eso no puede sino traernos suerte.- Darcy hizo ademán a uno de los meseros para que rellenaran sus copas. -Brindo por que siempre haya suerte en nuestros caminos, no importa cuales sean. Que la derrota no sea opción. ¡Salud!- levantó su copa chocandola contra la de su primo y dio un trago largo.

La segunda carrera estaba llegando a su fin. El galgo más de color más oscuro, medio atigrado, ganaba por una cabeza, atrapando la liebre entre sus fauces antes que los demás. Uno de los criados del Barón llegó preguntando si entrarían a otra de las carreras. El principe rebelde le miro y luego se fijo en Jean. -Por su puesto, apostaremos todo... ¿que perro eliges hermano? Piensalo con cuidado. Nuestra fortuna esta en tus manos.- bromeó a medias señalándole el lugar donde ansiosos los cinco enormes perros esperaban tomar posición para la siguiente competencia.

por **Jean Baptiste Fontaine** Jue Ago 09, 2012 2:47 am

Se notaba que a darcy le alegraba y le satisfacía mas que otra cosa su nueva postura ante el lugar, dijo que se esforzaría por pasarla bien con el y estaba cumpliendo, noto que su primo empujaba un poco mas, pidiendo que rellenaran su copa nuevamente sintió que aun podía tomar un poco mas antes de tener que detenerse, jamás bebía mas de dos o tres copas por que no estaba seguro de como reaccionaba su cuerpo ante ello.

Las carreras continuaron y jean solo mantuvo la mirada en la carrera, sonrió ante el brindis de su primo y levanto la copa muy pese a que no estaba especialmente de acuerdo con su primo, la suerte no es algo en lo que el confiara, el pensaba que cada quien construía su propia suerte, no dejaba las cosas al azar o en manos de otros. Por lo que a pesar de encontrar algo entretenido el lugar realmente no lo aprobaba. La cacería jamás seria de su agrado de eso estaba plenamente seguro. Rio un poco ante lo que darcy le dijo y simplemente negó- no lo hare no se nada de esto y no piendo apostar, adelante, elige tu si eso deseas por yo no lo hare hermano- dijo, era de las pocas decisiones en las que sabia que se mantendría firme sin importar que pasara. Estaba comprobando que las apuestas no eran lo suyo y para muestra solo necesitaban verlos ahí, sentados, en un evento completamente ilícito de la cabeza a los pies y sin embargo tranquilamente bebiendo y conversando con su primo, que lo habia llevado hasta ahí? La respuesta era sencilla: una apuesta!!! Que valga agregar había perdido.

Volvió la mirada al frente, donde se encontraba el espacio para los perros y tomo algo de aire… habia dicho a darcy que aquello podía ser un poco entretenido… pero a pesar de todo no le gustaba por completo… solo esperaba poder salir de ahí y dejar aquel momento atrás en su vida, sin que este regresara y le golpeara en el rostro.

por **Henry Birdwhistle** Sáb Ago 18, 2012 7:22 pm

Jean de pronto volvió al silencio con el que había empezado la velada. La resignación, el desencanto. Definitivamente mantener entretenido al Delfín con esa clase de cosas empezaba a parecer casi imposible. Si bien nadie es inmune a las tentaciones, Jean resultaba ser bastante resistente. Tal vez si estuvieran en un lugar dónde nadie los coniciera... quizá ni aún entonces. No puso ninguna objeción al brindis, ni a la segunda copa que le ofreció. Pero eso dificilmente podía considerarse una victoria para el príncipe rebelde.

-De acuerdo.- Darcy siguió la mirada de su primo hasta los perros que olfateaban el suelo y movían las colas inquietos. Había mirado primero a un gran galgo gris, de apariencia esbelta pero musculosa. -Tienes buen ojo hermanito. Todo a ese perro.- señaló al criado, este asintio y se retiro. -Despues de esta carrera nos vamos. Así que disfruta el momento.- Los perros fueron a comodados para la competencia y en cosa de minutos fue dado el disparo de salida. La libre corría veloz por el campo abierto y los galgos le perseguían frenéticos. Se notaban que disfrutaban de la cacería tanto o más que los espectadores. Darcy paseaba la mirada en los hocicos que sobre salían en los primeros lugares. Justo cuando parecía que un perro marrón iba a llevarse el premio, el gris apretó el paso y se robó la victoria por un cabeza. El príncipe rebelde sonrió complacido. -Debería traerte más seguido, tienes suerte.- Bebió toda la copa de un trago. -¿Sugerencias para una ultima visita hermanito?-

por **Jean Baptiste Fontaine** Dom Ago 26, 2012 12:17 am

Jean se sorprendió cuando darcy aposto todo por un perro que el habia mirado, que demonios… no tuvo tiempo de decir nada pues la carrera comenzó e inesperadamente el perro al que habia apostado su primo gano. Rio un poco ante el pequeño triunfo, darcy tenia una suerte increíble aunque no era algo en lo que el creyese. Nego volviendo al vista a su primo y le sonrio con las palabras “tienes una increíble suerte” en los labios pues sabia que el otro simplemente lanzaría la pequeña pelota de responsabilidad sobre el, asi que simplemente negó.

Su primo era joven, no tenia la experiencia de los adultos pero seguía siendo mayor que el y le daba la impresión de que sin importar lo que hiciera, el otros siempre estaba un paso por delante de el. No pasaron mas de unos segundos antes de que darcy lo hiciera, si, le hizo responsable de su triunfo, sabia que darcy intentaba que se uniera un poco mas a el, mostrarle las cosas que le gustaban compartir eso y le calentaba el corazón pero aun así sentía que debía resistirse. Rodo los ojos y se llevo las manos al rostro cubriéndolos – no, no obtendrás nada mas de mi – rio separando las manos un poco de su rostro lo suficiente como para cubrir de su campo de visión a los perros pero también lo suficiente como para poder desviar la mirada a darcy- tendrás que arriesgarte con tu suerte primo, la mia quiero guardarla para cuando mi padre quiera mi real y atractivo ser a las mazmorras- bromeo un poco- asi posiblemente a mi madre le de tiempo de intervenir en mi favor y mi pequeña y dulce hermanita se ponga a llorar para salvar mi cuello- aunque la sola idea de pensar en su preciosa pero fuerte y decidida hermanita llorando se le hacia risible, la pequeña tenia mas sangre real y orgullo Fontaine en su meñique que el en todo su escuálido cuerpo.

por **Henry Birdwhistle** Mar Sep 04, 2012 3:19 am

Su primo parecía entretenido, al menos un poco, con la racha de suerte que parecían tener esa noche. Sin embargo, Darcy estaba seguro que aquellas ganancias se irían tan fácil como habían venido, y en la misma noche. El dinero no importaba demasiado, siempre podía tomar más. La diversión, el entretenimiento y el placer eran las principales cosas a obtener en una escapada como esas. Y si bien el príncipe rebelde no había logrado que su primo se integrara del todo, al menos se la había pasado "bien". Tal vez si lo sacase más a menudo, lentamente cedería. Aunque ciertamente Darcy no tenía la dispoción ni la paciencia necesarias, para llevar a cabo tal acto de buen samaritano. Por ahora ya había hecho bastante y quizá era hora de volver a lo suyo e intentar olvidarse de lo que tanto quería escabullirse ese día. Festejar el cumpleaños de la cortesana aquella y perderse entre el licor y el humo exótico. Ya al día siguiente se preocuparía por las consecuencias. ¿Para que sufrir antes de tiempo?

Jean habló de ser encarcelado por la osadía que estaban cometiendo. Por los gestos que hacía se notaba que se sentía avergonzado de sus actos. No necesitaba decirlo en voz alta para que fuera evidente.

-¿Encarcelarte dices?- No pudo evitar reírse por la broma a medias, que dejaba ver claramente el temor que le tenía el Delfín a su padre. -Bien, bien, descuida. Ya usaré yo mi suerte. Ten cuidado hermanito, depender de los estados emocionales de una mujer es más peligroso que irse a la aventura.- Bromeó a su vez. En eso, el mismo sirviente de antes, les trajo las ganancias acumuladas en una bolsa de piel un tanto más grande que la que le habían entregado en primer lugar. Darcy tomo la bolsa y la guardo en el bolsillo, entregándole la copa vacía al sirviente. -Vamos hermanito, salgamos de aquí... te acompañaré un tramo y luego estas solo.- Mandó alistar los caballos y haciéndole un gesto a su primo para que le siguiera, se encaminaron por los jardines rumbo a la salida.

por **Jean Baptiste Fontaine** Dom Sep 09, 2012 12:13 am

Rio ante lo que le dijo su primo- no comprendo a las mujeres no son precisamente mi punto fuerte pero normalmente no me voy de aventura así que normalmente no tengo que preocuparme por eso- rio sin sentirse realmente arrepentido de haber salido, posiblemente de haber hecho la apuesta, pero no de cumplirla. Estaba escudándose tras el valor de su palabra lo sabia, pero bien, al menos podía decir que había algo bueno entre todo aquello. Además era difícil estar a disgusto, a pesar de que todo aquello le intimidaba, le asustaba y le hacia sentir que faltaba a todas las reglas que su padre había escrito a fuego en su cerebro no podía evitar sentirse a gusto con su primo, el joven era todo carácter, lo que a el le gustaría alcanzar con el tiempo. No era ningún secreto que idealizaba al joven adolecente apenas un par de años mayor que el y aun así se sentía como un abismo de diferencia. Incluso físicamente el ya era alto pero tenia un cuerpo delgaducho y desgarbado, nada siquiera parecido al bien parecido y bastante bien constituido primo que tenia. El tenia sus puntos buenos también, tal vez no los de darcy pero los tenia, solo eran diferentes y a el le gustaba estar en su compañía a pesar de eso…no, posiblemente era por eso.

Escucho lo que decía su primo y se levanto con una sonrisa burlona- claro envía al sacrificio por delante- no tenia idea de como entrar al castillo sin que su padre notara que habia salido y a donde había ido pero esperaba que pudiese hacerlo de la misma forma en que habia entrado- a pesar de todo me agrado estar contigo- acepto, por supuesto también agradeciendo que todo hubiese terminado de una vez.

Se quedo pensativo mientras andaba, debía recordar por donde habia salido, cuales eran las rondas de los guardias? Que hora era ahora mismo? Bueno ya se ocuparía de eso cuando tuviese que hacerlo de nada le servía preocuparse por adelantado.

por **Henry Birdwhistle** Mar Sep 11, 2012 6:50 pm

-Comprenderlas no es tan importante hermanito, un día lo descubriras... - comentó mientras se encaminaban a la salida. ¿Usarlo como carne de cañón dijo? Se rió por el comentario de su primo. -Por su puesto, mas vale tú que yo- bromeó a medias. La verdad es que dudaba que no pasará más allá de un regaño para el Delfín. Y Darcy ya no podía estar en problemas más grandes que... El castigo ya lo había recibido, ahora sólo faltaba sacarle provecho hasta donde fuera posible. Ya después pensaría en otra forma de librarse...

-A pesar de todo- repitó entretenido y palmeó la espalda de su primo. -Quieres decir con eso "me alegra que hayamos terminado tu recorrido por las calles de la perdición"- volvió a reírse, completamente seguro de que Jean no dejaría pasar demasiado tiempo para su próxima confesión. Quizá el mismo los delatara con sus padres respectivos... No, él tenía palabra, no lo haría. Por eso había confiado en él para fugarse esa noche. Esa misma y extraña moral suya los protegería a ambos.

Pronto la euforia del juego y las bebidas quedaban atrás, dejando el silencio de los jardines prevalecer sobre lo demás. Afuera un sirviente ya les aguardaba con los caballos, sujetaba las riendas de los mismos, uno en cada mano, aguardando a que ellos montaran. Darcy subió de un movimiento fluído. -¿Conoces los laberitntos ocultos del palacio? Apuesto a que tu padre ya te los mostró... puedes entrar por allí y deslizarte hasta tu habitación sin que nadie se de cuenta.- Espero a que Jean montara también. -Mañana te dare la mitad de las ganancias... hoy las necesito para celebrar cierto cumpleaños.- Esbozó media sonrisa. -Hasta entonces, primo.- se despidió y espoleando el caballo se fue en dirección contraria a la que tenía que tomar el príncipe. Pronto el ruido de los cascos se perdió en la lejanía.

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