Liezel H. von Sphynx

} N O M B R E.

! Liezel Heike von Sphynx

} E D A D.

! Aparenta 2O años; Su edad real, 74. { 6/6/1726 }

} E S P E C I E.

! Vampiro.

} N I V E L s o c i a l.

! Nivel alto.

} L U G A R d e O R I G E N.

! Es originaria de Alemania, durante su periodo como Sacro Imperio Romano Germánico.

} F E C H A d e M U E R T E

! 19/1O/1746

} H A B I L I D A D

! Posee las habilidades naturales de su especie, aunque no domina todas a la perfección, aun, puesto que se la considera un vampiro joven. Tiene un gran control de encandilamiento, sanación acelerada y control mental y emocional. En menor medida, también es capaz de planear sobre el aire y comunicarse por medio de telepatía.
Es agil y a lo largo de su vida como no-muerto ha desarrollado sentidos y reflejos sobrehumanos.

} D E S C R I P C I Ó N f i s i c a.

Spoiler:

} D E S C R I P C I Ó N p s i c o l o g i c a.

! Tiene un carácter difícil. Es una persona vanidosa, egoísta y egolatra. Desde pequeña, y antes de su transformación, tuvo un carácter caprichoso e infantil, en todos los sentidos. Cínica y déspota. Debido a su corta vida, tiene un profundo resentimiento para con los seres humanos, que disfrutan en plenitud de ésta.
Le gusta jugar con la comida antes de comerla, por ello, la caza para ella no solo se trata de un esfuerzo necesario por pura supervivencia, sino de un hobbie, una diversión efímera de la cual sacará provecho posteriormente. Es muy práctica, ella.
Con todo, Liezel no es un mal bicho... al menos, no por naturaleza. Desde su conversión, ha estado rodeada de multitud de vampiros de diferentes aquelarres con los que se movía de un lado a otro del globo, pero eran tan solo eso, compañeros. Ninguno ha sido nadie para ella tras la muerte de Klaus. Durante su infancia, careció por completo de esas amistades infantiles debido a la sobreproteccion de sus padres. Nunca quiso ser convertida, a pesar de que, con los años, su condición haya pasado de molesta a divertida, aun piensa que habría sido mejor que la dejaran morir. Odia que su vida dependa de la sangre de otros.
En esencia, esas causas llevaron a su curioso carácter, realmente, no es mas que la tristeza de una temprana muerte y el resentimiento que le produce ese hecho.

} H I S T O R I A

! Alemania, año 1726. El noble Frederick von Sphynx, pariente del rey Federico I de Prusia, contrae matrimonio con Ulrike Nóvikov, sobrina de Alejandro Ménshikov, gobernante de San Petersburgo. El enlace se convierte en una boda llena de polémica por parte de todos los nobles que acuden a ella, al correr rumores del embarazo prematrimonial de Urike, dando así una explicación del por qué la joven habia permanecido durante meses encerrada en palacio. Según dicen, los allegados de Ulrike habían invertido todo su tiempo en tratar que perdiera aquel no-nato por todos los medios, a espaldas de Frederick. También habían sido difundido rumores acerca de la dudosa paternidad del noble, y como el propio von Sphynx había planeado un parto prematuro para su futura esposa y el abandono del bebé a manos de cualquier doncella que lo deseara.
Mientras las horas transcurrían para la ceremonia, muchos de los invitados apostaban a que el enlace quedaría sin finalizar por aquel pequeño incidente, pero con todo, Frederick y Ulrike contrajeron matrimonio aquella misma tarde.

Días después del evento, Ulrike dio a luz al bebé, tras un parto duro y complicado.

Desde su mas tierna infancia, Liezel fue mimada y querida por todos los de su alrededor, los cuales apenas recordaban ya que la niña era fruto de una relación prematrimonial.
Frederick y Ulrike se mostraron estrictos y sobreprotectores a lo largo de toda aquella etapa de la niña, al ser la única descendiente que tenían. Por esta razón, apenas lograba salir del castillo, y su infancia se vio marcada por la soledad y el encarcelamiento al que se vio sometida la pequeña. Aquello desarrolló un carácter reservado en ella.

Durante su adolescencia, Liezel fue instruida dentro del castillo, bajo el mando de todo tipo de eminencias en los campos de la educación.
Mientras ella se formaba a ser una señorita de la alta sociedad, las cosas entre sus padres empeoraban constantemente. Frederick abandonó el castillo, y con ello a su familia, durante algo mas de un año y medio, cuando volvió, completamente cambiado. Aquel padre jovial y protector que Liezel había conocido, se había convertido en un dictador que, por alguna razón, sentía un profundo odio hacia ella.

Ulrika comienza a debilitarse debido a un virus infeccioso que asola el reino, y acaba por fallecer a los siete meses de contraerlo. Este hecho es un duro golpe en la corta vida de Liezel, la cual semanas después comienza a desarrollar y padecer síntomas de esquizofrenia y se ve envuelta en una gran cantidad de altercados. Comienza a entablar relación fuera del castillo con personas de dudosa reputación, en su mayoría cortesanas y gitanos.

Frederick, tras la muerte de su mujer y el descontrol de su hija, comienza a endeudarse en el juego y cae en la bebida. Se ve amenazado por sus deudores y su familia lo repudia, obligandolo a abandonar el castillo que habita junto con Liezel.
Asi, endeudado y con una niña rozando el borde de la locura, Frederick decide poner fin a su vida y, dias antes del 19 cumpleaños de Liezel, se ahorca bajo un árbol, cerca de la pequeña villa donde se alojaban esporadicamente. (?)

Así, sola y sin un miserable trozo de pan que llevarse a la boca, Liezel pone en practica todo lo aprendido de aquellas malas compañias, y sobrevive a base del escaso dinero que le aportaban la ratería y la prostitución.

Un año después, su cuerpo es incapaz de soportar la delgadez a la que se ve sometido junto a las enfermedades que vuelven a arrasar Alemania y cae gravemente enferma. Es cuidada y tratada por uno de los médicos del pequeño pueblo donde se encontraba, el cual no puede hacer demasiado por ella y poco a poco va debilitándose hasta que, ya agonizante, el médico carga con ella y la traslada lejos de la villa.

Lo siguiente que Liezel recuerda es un fuerte dolor en todo el cuerpo. Al despertar, se encontraba en un lugar aparentemente frío, sobre la nieve, y sorprendentemente, no sentía aquel frío. A decir verdad, no sentía absolutamente nada. Ni dolor, ni miedo, ni degradación. El médico que la salvó hace presencia ante ella. Ya no parece aquel pueblerino andrajoso que se vio obligado a hacerse cargo de ella. Sus ropas parecen caras, y su aspecto desaliñado a desaparecido por completo. Incluso guarda cierto parecido con el padre que había conocido en su infancia.
Es entonces cuando Klaus comienza a explicarle lo ocurrido, el por qué de lo que había hecho, y cómo se desarrollaría su vida a partir de ese instante.
Liezel no puede evitar odiarlo por haberla convertido en un... ¿Qué? ¿Qué era ahora? Un monstruo. Algo antinatural. No puede evitar abalanzarse sobre su transformador y tratar de arrancarle la cabeza, pero al instante se ve reducida por el, y comprende que haga lo que haga no la permitirá volver a morir. Ahora forma parte de su secta. Porque eso era aquello. Una secta.

A pesar de sus reticencias, Klaus la llevó consigo a lo largo de décadas, poniendo toda su paciencia en ella, tratándola como a una mas. Quizá fuese el hecho de que nunca nadie había puesto tanta atención en ella, o que comenzara a agradarle eso de la inmortalidad, pero Liezel comenzó a alimentarse por voluntad propia, y transcurrido un tiempo, aprendió a cazar por ella misma. Pero la superioridad ante una especie no tardó en llamar su atención, y no solo se conformaba con alimentarse, primero experimentaba con sus victimas cuánto tiempo eran capaz de aguantar dolor antes de suplicar que las mataran. El mundo estaba lleno de ratas de experimentación, de botellas de litro con las que poder saciarse. Y ninguna de ellas podía hacer nada para detenerla cuando se proponía un ataque.
Esta fase no pasó en vano por los ojos de Klaus, quien se enfrentó a ella en mas de una vez, puesto que por su culpa, el numero de muertos en una ciudad ascendía notablemente en tan solo un par de noches debido a su sadismo, lo que obligaba al aquelarre entero a desplazarse a un nuevo lugar.
Aquello le ganó la enemistad de gran parte de los vampiros con los que convivía, quienes solo permitían la presencia de Liezel por las constantes amenazas de Klaus.
Bertram, uno de los vampiros mas antiguos del aquelarre, optó por acabar de raíz con el problema, y en un duro enfrentamiento (?) con Klaus, terminó por matarlo. Fue así como el aquelarre comenzó a disolverse, y como Liezel, descontrolada tras la perdida de Klaus, acabó en Francia.


} O T R O S d a t o s.

¿Mas datos? ;O; Otro día.