El ruido del agua (Liezel)

por Invitado Mar Jul 06, 2010 1:57 pm

Era una noche magnifica y aun tenia algo de sed, aunque no era el momento, ahora tenia que observar el puerto para decidir si elegir a Paris como una de las sedes de mi compañia mercantil, llevaba noventa años eligiendo puertos y ciudades para tratar el comercio y lo primero que hacia siempre era comprobar sus rutas. Las carreteras no estaban mal y el ferrocarril a Paris era una buena opcion aunque siempre preferia ciudades con puerto y aunque el de Paris no era el mejor que habia visto seria suficiente para mis negocios, productos rusos principalmente y de Asia, eran mis principales clientes que deseaban traer sus productos a occidente y yo como buen comerciante lo hacia, llevandome una suculenta suma.

Asique alli estaba yo, paseando por el puerto con mi capa, mi sombrero y mi baston observandolo tranquilamente mientras pensaba en ciertos asuntos privados que me traian de cabeza.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 2:14 pm

París. La ciudad del amor. (?) Al fin había llegado, tras muchos viajes, sola. Odiaba estar sola. No había nadie a quien molestar. Nadie a quien ordenar. Nadie. Simplemente una infinidad de lugares por los que dejar la huella de mi paso. Pero esa vez sería diferente. Aquella ciudad era demasiado grande, y bien se sabía que a los pobres vagabundos nadie los reclamaba al morir.
La noche ya se había echado sobre aquel lugar, al fin, y mis pasos me habían llevado hasta un lugar cerca del puerto. Perfecto, a penas había gente.
Un bufido se escapa de mis labios, mientras camino, con pasos aburridos, moviendo los brazos hacia delante y atras en un gesto infantil, observando como el agua se movía (?) debido a la suave brisa nocturna.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 2:40 pm

Mientras paseaba vi a una mujer pasear tambien con unos gestos realmente infantiles, aunque no era para nada una niña y me acerque a ella con intencion de charlar un rato y despejar mi mente de mis pensamientos, ya habia visto lo que queria en aquel lugar y no necesitaba saber nada mas de el, ahora me apetecia charlar con alguien y quien sabe, tal vez saciar la sed.

- Buenas noches madame, ¿fantastica noche no? - le pregunte con una leve sonrisa y nada mas estar algo cerca supe que era como yo, sus ojos la delataban y aunque era mas joven habia algo en ella que me hacia pensar que era una mujer peligrosa, eso me gustaba en una mujer, aunque siempre se corria algun peligro, pero eso hacia entretenida la eternidad.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 2:56 pm

La voz de un hombre llama mi atención. Aquel pobre insensato pagaría por mi sed. Ladeo la cabeza hacia el, sin abrir la boca. Vaya, esto se ponía interesante. Al parecer no era la única que pretendía calmar su sed. No había planeado un encontronazo así con un vampiro por esta ciudad, pero nunca estaba del todo mal saber por donde andaban. Sonrió melancólicamente, en una silenciosa carcajada.
- Fantástica.- Repito, con voz neutra, ida, mientras seguía caminando. No iba a interrumpir mi paseo por aquel hombre, estaba segura de que me seguiría.- Las noches siempre son fantásticas, ¿Está de acuerdo, señor...?.- Me quedo callada, un momento, fingiendo hacer memoria.- ¿Cómo ha dicho que se llamaba?.- Continuo caminando, acercándome un poco al borde del puerto para poder ver el agua mas de cerca, bufando como un gato.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 3:22 pm

La escuche hablar y la segui mientras caminaba hacia el agua escuchando sus palabras mientras buscaba una victima para saciar la sed.

- Petrov, mi nombre es Arkadi Petrov señora, ¿y el vuestro? - le pregunte mientras dejaba que mirara el agua, viendo en aquel momento a una pareja que parecia ir hacia algun barco, el era marinero asique seguramente aquella mujer fuera una simple fulana, era perfecto, habia uno para cada uno, seria fantastico poder comer tranquilamente y en compañia, hacia tiempo que no comia con alguien.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 3:36 pm

Escucho su nombre, asintiendo levemente, con monotonía. Petrov... ¿ruso? Dichosa casualidad la que movía el mundo. Me giro hacia el, en silencio, escudriñándolo con la mirada, reticente a dar mi nombre ante un desconocido. Bueno, al fin y al cabo, dentro de un par de días estaría fuera de esta ciudad.
- Liezel.- Contesto, con una voz chillona, infantil, mientras doy un pequeño saltito y continuo caminando, sintiendo su presencia al lado.- Petrov... que poco francés, señor.- Comento, como detalle curioso, indiferente, sin un ápice de interés. Obviamente, todo aquello era fingido, yo nunca preguntaba nada que no me interesase.
Su mirada se dirige entonces a una pareja solitaria que pretendía embarcar. Vaya por dios, tomaría a aquel hombre de amuleto de la suerte esa noche.- ¿Tienes hambre?.- Pregunto, volviendo a mi tono melancolico, siguiendo a aquella pareja con la mirada.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 3:51 pm

Asenti al escuchar su nombre y decidiendo no contestar a su comentario sobre mi apellido, era ruso, no tenia nada de frances ni pretendia tenerlo, habia nacido en Rusia y no tenia porque negar aquello asique simplemente segui observando a la pareja mientras caminaba a su lado hasta escuchar su comentario sobre la pareja con una sonrisa.

- Siempre tengo hambre, ¿prefieres esperar a que lleguen al barco o los cogemos en que sea posible? y aun mas importante ¿cual te apetece? - le pregunte con una sonrisa, comenzando a seguirlos con disimulo, ella igual se daba cuenta, el estaba demasiado entretenido con las vistas que la mujer le mostraba como para darse cuenta de que les seguian.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 4:24 pm

No se me pasa por alto el hecho de que no accede a mi provocación. Chico listo. Nadie debería responder a mis provocaciones. Una sutil mueca de meditación se forma en mi rostro al escuchar su pregunta hasta que, finalmente, señalo a la fulana que se encuentra con aquel hombre.
- Ella es mía.- Aclaro, con una pequeña sonrisa fugaz, mientras vuelvo a ponerme en camino hacia ellos, dando pequeños y elegantes saltitos al andar. Pero el tampoco se quedaba corto. Si se percataban de nuestra presencia, y eran listos, correrían. Era obvio que algo no iba del todo bien. Me acerco al oído de aquel hombre, soltando una pequeña carcajada.- Te echo una carrera.- Susurro, riendo infantilmente, antes de salir corriendo silenciosamente hacia donde se encontraba la parejita.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 4:32 pm

Al escuchar como se pedia a la fulana me entristeci un poco, siempre habia preferido las mujeres, me gustaba mas su sabor, no sabia porque pero preferia sentirlas entre mis brazos mientras morian, me gustaba mas - ¿al menos me dejaras probarla no? - le pregunte con una leve sonrisa antes de que echara a correr, siguiendola con la mirada unos instantes mientras corria, con mi velocidad la alcanzaria antes de que pestañeara.

Segui caminando hasta que estuvo casi a su espalda y entonces comence a correr yo, plantandome delante de ellos antes de que se dieran cuenta, sonriendo y viendo su cara de terror, mostrando la espada de mi baston, se habian quedado petrificados justo antes de empezar a darse el lote, les habiamos interrumpido, toda una pena. Mire un instante a nuestro alrededor, habia cajas y redes alrededor por lo que dudaba que alguien nos viera.

- Os presento a mi nueva amiga - dije señalando a Liezel - ahora por favor, no griteis, no quisiera tener que ser demasiado brusco con esto, tal vez hasta os guste - les dije con una leve sonrisa mientras me acercaba a ellos.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 4:49 pm

- Ya veremos.- Contesto, de forma divertida, a su pregunta, pestañeando repetidas veces frente a el, antes de echar a correr. No me seguía, no al menos hasta que no estuve cerca de ellos, puesto que entonces lo vi pasar como un rayo por mi costado. Genial, era un vampiro, y mas antiguo que yo. Como todos los que me había cruzado. Me sentía taaaan desolada por ello. Al llegar a su lado, observo a la parejita, mordiéndome el labio inferior, en un gesto fingidamente tímido, saludando con una mano cuando me presenta como su 'nueva amiga'.
Me acerco a la mujer, dando saltitos, mientras su mueca de horror se acentuaba mas en el rostro. Mis ojos ardían de deseo, antes de abalanzarme sobre ella. Mis dientes se hincaron en el primer trozo de piel que no estaba cubierto por la escasa tela del vestido, desgarrandola hasta hacerla gritar de dolor, lo cual me provoca una sonrisa infantil. Era divertido. Mi lengua recorre uno de sus hombros, donde había dado el primer mordisco, hasta la clavícula, donde vuelvo a morder, succionando de ella con fuerza mientras sus gritos van debilitándose.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 4:53 pm

La deje hacer y cuando mordio a la prostituta sonrei, el hombre intento abalanzarse sobre ella pero le cogi del brazo, probablemente partiendoselo antes de taparle la boca y echarle la cabeza a un lado para poder morder, sintiendo su pulso y ansioso por probar la sangre como cada noche, menuda estampa estabamos creando, igual entre los nuestros a algo asi se le consideraria una cena o una cita y era algo que realmente me hacia muchisima gracia.

- Recuerda dejarme un poco - le dije antes de clavar mis colmillos en aquel cuello, succionando y tragando toda la sangre mientras los intentos de liberarse por parte de aquel hombre se hacian cada vez mas escasos y su sangre manaba sin descanso en mi boca, saboreandola y tragandola, realmente ese momento era maravilloso, por peor que cualquiera se pudiera sentir un tiempo despues.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 5:06 pm

El pulso de la prostituta era cada vez mas débil. Su sangre resbalaba por la comisura de mis labios. El ansia viva (?) me podía, y era incapaz de retener todo lo que succionaba en mi boca. Una perdida, sin duda, que con el tiempo debería solucionar.
Escucho al hombre recordarme que tenía que dejarle algo de la mujer y, con reticencia, despego los dientes del cuello de la chica, dándole camino libre.
- Toda tuya...- Murmuro, mientras lanzo un suspiro lastimero. Me acerco al hombre que acaba de beberse aquel Arkadi, abriéndole los ojos, observando como su mirada vacía se dirigía al cielo nocturno de la ciudad. Me muerdo el labio inferior, nuevamente, mientras juego con uno de mis dedos, tratando de sacar aquel ojo de su cuenca, con mucho esmero. (?)

por Invitado Mar Jul 06, 2010 5:12 pm

Acabe con la vida de aquel hombre antes de darme cuenta siquiera y justo cuando note como su vida se iba escuche a la mujer ofrecerme a su presa asique deje caer al tipo al suelo sin ningun cuidado, total, poco importaba ya lo que le pasara a ese pobre desgraciado. Cogi a la chica entre mis brazos, quitandole un mechon de pelo de su cara con una leve sonrisa, otra cosa tal vez no pero hermosa era la mujer. Entonces me di cuenta de que se estaba desperdiciando una exquisita sangre y clave mis dientes en su cuello sorbiendo y sorbiendo hasta que no quedo nada dentro de ella y la deje en el suelo, observando a "mi nueva amiga" como pretendia sacarle un ojo al tipo aquel con una gota de sangre recorriendo su barbilla y me agache a su lado limpiandole con un dedo la gota de sangre mostrandosela.

- Tenias una gota en la barbilla - le dije mostrandola y acercandola a mi, mirandola, pensando en como narices podia ser que aquello fuera lo que nos diera la vida a nosotros.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 5:46 pm

Ignoro como el hombre se bebe completamente a la pobre prostituta, mientras continuo en mi esfuerzo de llevarme un souvenir de aquella caza. Finalmente, consigo sacar uno de los ojos, pero no me da tiempo a sacar el otro, puesto que mi amigo el acaparador de presas se acerca a mi y me limpia la barbilla. Acerco su mano a mi, al ver como la observa, y lamo el dedo en el que sostiene la sangre, con una sonrisa infantil.
- Oh, gracias.- Digo simplemente, levantándome con el ojo en la mano, dándolo vueltas entre mis dedos. Acabo por guardarlo en uno de los bolsillos del vestido, mirando de nuevo a Arkadi.
- Espero que haya disfrutado de la cena, señor Petrov.- Comento con fingida cortesía, burlona, dando saltitos alrededor de el, para colocarme a su lado, finalmente.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 5:54 pm

Deje que fuera ella la que se quedara con aquella gota, habia bebido mas que ella y aun debia de compensarselo, la verdad es que me habia podido la sed, deberia de haberle dejado algo de sangre del hombre aquel. Observe como jugueteaba con el ojo en su mano, realmente era algo bastante macabro pero habia visto cosas peores.

- No ha estado nada mal y por lo visto a usted tambien le gusto, se lleva hasta un recuerdo señorita Con Sphynx. ¿Paseamos? - le dije tendiendole el brazo para que se agarrara si asi lo deseaba, la verdad es que tras una buena cena agradecia el pasear, me relajaba y era algo tranquilo y agradable mientras me notaba pletorico por la sangre consumida.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 6:06 pm

¿Me estaba tendiendo un brazo? ¿Cómo un caballero normal y corriente? Me lo quedo mirando, con la cabeza ladeada. No parecía atormentarle el absoluto el hecho de ser un monstruo, el hecho de tener que vivir gracias a los demás. Era algo curioso, nunca había visto tal cosa, incluso en mi antiguo aquelarre, muchos de los vampiros se sentían angustiados por lo que eran. Y yo, la primera de ellos.
Opto por aceptar su brazo, agarrándome a el, como una señorita normal. Por un momento, dejando de lado mi demencia.
- ¿Desde cuando es usted... esto?.- Pregunto, por curiosidad. Por su velocidad, y la forma en la que bebe, debía ser mayor que yo, sin duda.

por Invitado Mar Jul 06, 2010 6:13 pm

Sonrei levemente al ver como aceptaba mi brazo y comence a caminar por el puerto con ella, escuchando su pregunta, realmente era extraño, no solia ser en lo que pensaba, en cuanto llevaba haciendolo, habia preferido no hacerlo para que el pasado no me atormentara cada amanecer, aunque eso era dificil y en ocasiones no se conseguia asi como asi.

- Hace 91 años mas o menos que soy un vampiro, la verdad es que en ocasiones me invade el remordimiento por lo que hemos de hacer para sobrevivir pero es nuestra naturaleza y sinceramente, me merece mas la pena olvidar esas cosas. Ya que vamos a vivir durante una larga temporada no creo que lo mejor sea siendo crueles con nosotros mismos - le dije mirando al cielo un instante, hacia años que no veia un amanecer, era algo que extrañaba, eso si que me dolia el no poder hacerlo nunca mas - ¿y vos madame? por cierto, no hace falta que me trate de usted, no me considero tan viejo - le comente con una leve sonrisa.

por Invitado Miér Jul 07, 2010 6:00 am

Escucho aquello que dice, ¿remordimientos? ¡Já! tonterías. Nosotros no elegimos ser así. De hecho, si hubiésemos tenido oportunidad, nunca lo habríamos sido. Al menos en mi caso. ¿Quién tiene miedo a la muerte si la siguiente opción es vivir alimentándose de sangre, como una garrapata entre el pelaje de un perro? Toda la eternidad vagando de noche en noche, con la luz del sol prohibida, al igual que cualquier otro tipo de placer mortal. El simple hecho de comer. De cansarte al correr. De notar el dolor de una aguja al incrustarse en tu piel.
- 72 años.- Digo, finalmente, en un susurro. De repente, mi voz deja de ser infantil, para recuperar cualquier posible cordura.- O algo así.- Añado, para no quedar como una demente que pasaba su eternidad contando las horas y los días que llevaba viviendo.- ¿Remordimiento? ¿Siente usted realmente remordimiento?.- Mi voz es melodiosamente melancólica, pero su tono es duro, firme.- Opino que no debería sentirlo, ¿ Eligió usted acaso esta condición?

por Invitado Miér Jul 07, 2010 6:07 am

Era la vampira mas joven que habia conocido, tan solo 72 años de existencia, eran pocos pero aun asi se la veia con cierto aire melancolico, seguramente por su anterior vida y algo peligrosa, esa parte me gustaba mas en una mujer, la hacia interesante.

- Si, en ocasiones lo siento milady, por matar para vivir no por otra cosa no se confunda, lo que pasa que probe a alimentarme de animales pero no sacia mi sed, necesito sangre humana y me atormenta el recuerdo de aquellos con los que acabe, es realmente duro saber que el dia que vea mi ultimo amanecer tendre que responder por todos esos pecados ante el que guarda las puertas, tanto usted como yo, arderemos en el infierno madame y eso me aterra - le dije del tiron mientras caminabamos, mirando hacia el agua, realmente me aterraba la idea de ser calcinado durante toda la eternidad.

por Invitado Miér Jul 07, 2010 6:24 am

- El infierno...- Repito su su última palabra, como si tratase de hacer un esfuerzo por comprender de lo que me estaba hablando. ¿Había, acaso, un infierno peor a este? ¿Qué podía hacer el mismismo diablo que no lo hubiésemos sufrido antes?
- ¿Piensa usted que los mortales cometen asesinatos contra los animales cuando se trata de la supervivencia de su especie, de alimentarse o morir?.- Pregunto, exponiendo aquel ejemplo. No matábamos por gusto, por divers... vale, quizá yo sí. Pero era consciente de que todos no eran como yo. El infierno era algo que, al contrario de Arkadi, esperaba con ansiedad. Debería de haber ido al infierno mucho antes.
- ¿Es un pecado no querer morir? Somos criaturas, algo antinatural, como los fetos en deformidad. El señor sabrá apiadarse de esos remordimientos suyos.- Aseguro, refiriéndome a el, puesto que, para mí, el hecho de alimentarme era algo secundario en cuanto a matar se refería. Nadie tenía el derecho de disfrutar de una vida plena si yo no lo tenía.

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