Carmine meo [Szayel Aporro Grantz]

por **Samira Von Schestedt** Lun Abr 16, 2012 1:54 pm

Cerré mis ojos.Los apreté con fuerza.Respiré profundamente.Necesitaba aquello...Me hacía tanta falta.Suspiré hondamente.Me avergonzaba de lo que era.¿Qué era? Una creación del demonio.Por lo tanto mi alma debería estar condenada para toda la eternidad entre los abrazos del fuego interminable.Un arrepentimiento se hizo presente dentro de mi ser.Sabía mejor que nadie lo que aquello significaba.Mis años como buena católica y mi conciencia religiosa me reprochaba todas mis acciones.Recordé todo eso.El coro,el sonido del organo que podía llegar hasta las cumbres del cielo.El olor tan limpio...mi voz resonando.Habían veces que extrañaba esa vida.pero no tenía como cambiar el pasado.

Despegué los ojos y una pequeña rafaga de viento me golpeó el rostro.Volví a respirar con la misma profundidad abrumadora.No me movía de alli.Mi cerebro no me dejaba controlar mis pies.Retroceder o avanzar.Estaba alli.Después de tanto tiempo.Delante de la gran catedral...Era cierto....La cabra siempre tiraba al monte.Suspiré y quise hacer un paso hacía delante.Lo conseguí.Poco a poco lograba acercarme...Con la esperanza por los suelo,soñaba en poder volver dentro...Sentir aquella paz interior.Ese bienestar que unicamente la Iglesia me podía ofrecer.

Cómo ha cambiado irremediablemente mi vida, sin esperar a que estuviera preparada, sin preguntar, me arrebata personas que jamás pensé que me abandonarían, me sitúa en medio de un montón de extraños, me revuelve las ideas y me venda los ojos dejándome en mitad de un mundo que no comprendo. Sólo espero que al final todo acabe en su sitio, que encuentre mi lugar, que esté con las personas a las que quiero, y que me quieren, porque en el fondo todo lo demás sobra. Espero que mi tren encuentre pronto la vía correcta, aunque sé que el camino no va a ser exactamente sencillo, todo se complica cada vez más y más… Sé que habrá baches, que no siempre la vida será dulce, pero al final todo esto merecerá la pena.
Mientras espero tirada en medio de la nada, esperando que alguien me rescate, que algo me saque de este lugar; aunque quizás ya va siendo hora de dejar de esperar a dios-sabe-qué y ser yo misma quien me saque de aquí.

Entraban...salían...pero yo esperaba.