Buzón de Eve

por Invitado Dom Abr 29, 2012 10:21 pm

«Esperaba con impaciencia la respuesta a mi carta,
sin atreverme a abrigar una esperanza
y tratando de acallar los oscuros presentimientos.»
-Aleksandr Pushkin

por Invitado Dom Abr 29, 2012 11:01 pm

Eve, si es que ese es tu verdadero nombre,

Lo dejaste muy claro, tu vida no debería importarme, sin embargo, me importa, ¿qué se supone que quieres qué haga? No, no debería preguntarte, sobre ningún tema, no te conozco, ahora sé que en verdad no te conozco, ni siquiera te dignaste a darme tu verdadero nombre la primera vez, ¿por qué? Ya sé, soy muy iluso si creo que obtendré una respuesta.

Sí, estaba en ese sitio porque no sabes lo que es ser como yo, porque no tienes idea… ¿sabes qué? No importa en realidad, no debería estarme justificando ante ti, y sin embargo, siento una poderosa necesidad de hacerlo, de que comprendas mi presencia en el burdel, no voy a decir que no era yo o que se trató de un error, no podría ser tan cínico. No creo tener que decirte más, supongo que sabes el motivo de mi presencia en aquel lugar, Magnolia, a la que quiero con locura, tampoco voy a negar eso, seguramente te lo dijo, y si no, haz tus propias conjeturas. A ella la quiero como la salvadora que ha sido durante el tiempo que tengo de conocerla, mi alma, mis pensamientos, mi corazón pertenecen a alguien más. Pertenecen a alguien que parece no querer nada de eso, nada de mí.

¿Por qué? Porque desde que me dejaste como el tonto que soy aquella noche que yo creí había significado algo para ambos, y ahora veo que para ti no significó nada, he necesitado una y otra vez que me ayuden a arrancarme tu maldito recuerdo de la cabeza. Llámame loco, lo estoy, si me llamaras así estarías atinando a gran parte de lo que soy.

No te culpo tampoco, por haberme mentido, por haberte ido, por haber huido en el burdel sin darme una explicación, ¿quién soy yo para pedirte tales cosas? Nadie, no soy nadie, ni nada, y por eso mismo te entiendo, soy un pobre diablo, ni siquiera debería estarte escribiendo esto, pero si no lo hacía la agonía me acababa de a poco. No lo entiendes, tal vez nunca lo hagas, no entiendes qué es ser como yo soy, y probablemente tampoco te importa.

Aquí viene la parte en la que me vuelvo a humillar frente a ti, sí, otra vez, ¿qué más da? Te has encargado de echar al cesto de la basura mi poca dignidad. Quiero verte, quiero verte una vez más, necesito verte, que me mires a los ojos y me digas ¿por qué? ¿Por qué de todo esto, por qué me mentiste, por qué fingiste que te agradaba, por qué no me dijiste dónde trabajabas? ¿Qué? ¿Temías que fuese a juzgarte? De nueva cuenta demuestras lo poco que me conoces.

Me voy a adelantar, me voy a atrever a hacer conjeturas en el aire, como antes construí ilusiones a base de un efímero y único encuentro. Júzgame tú a mi, sé que lo harás, de haber estado en el burdel, de conocer a sus prostitutas, de lo que quieras.

Necesito verte, qué termines de desdeñarme para por fin arrancarte de mi cabeza. Para que termines de matarme, porque ¿sabes? Yo no puedo terminar tu trabajo sucio.

Manda tu respuesta, si es que mandarás alguna, a mi dirección que está al dorso de esta carta, o con mi mensajero puedes hacerlo también. Pero me has mentido antes, no debería hacerme ilusiones. Nunca más.

Dr. Daniil Stravinsky

por Invitado Mar Mayo 01, 2012 4:23 pm

Eve,

¿Cómo supe a dónde enviar la carta? Al burdel, ¿dónde más? A ese sitio que tanta pena te dio decirme que era tu lugar de trabajo, no lo entiendo aún, ¿qué hay de vergonzoso en ello? Quizá yo tengo la culpa por haberme acostumbrado a que toda mi existencia he tenido la fortuna de que esta cara de tonto que tengo me abra las puertas con cierta facilidad, que la gente confíe en mí, y tú simplemente no lo hiciste.

Pero al final, me estás respondiendo ¿no? Eso debe decir algo. No te preocupes, ya aprendí la lección, ya no me pondré a conjeturar sobre ti, y sobre mí. Sobre ambos.

Está bien, lamento mucho lo sucedido en el burdel, no espero que comprendas la desesperación que sentí en ese momento, de ningún modo y bajo ninguna circunstancia, mi intención fue la de hacerte daño, es lo que menos deseo. Quisiera que pudieras disculparme, simplemente no te podía dejar ir así, no de nuevo.

No entiendo muchas cosas, pero sobre todo, no entiendo como es que dices que me diste un nombre falso por salvaguardarte y al final aceptaste ir conmigo a esa travesura infantil, al campanario de aquella catedral, un lugar en donde estuvimos completamente solos, en donde, si yo de hecho hubiese sido un desquiciado, pude aprovechar para hacerte daño. Pero no lo hice, porque no te haría daño, jamás, y aun así al final de la noche huiste sin siquiera decirme adiós. No creí volverte a encontrar, aunque te estaba buscando, eso es verdad, verte en ese sitio, bajo esas circunstancias no fue nada que yo hubiera planeado, si es que así lo crees, y tampoco algo que hubiera esperado.

Dices que fuiste sincera en todo lo demás pero ahora me cuesta trabajo creerlo, y no debería importarme, debería dejar esto por la paz, pero te lo dije y tú lo has confirmado: estoy loco. Mi locura me aferra a esto.

¡Por favor! No me salgas con el cuento de que lo hiciste porque provenimos de estratos sociales diferentes. Está bien, no me conoces nada, pero créeme que eso no es algo que me importe, quizá debería importarme, pero no es así. Eso tal vez es un elemento más que conforma tu maldito encanto que me tiene así. No voy a regresar con ella sólo porque así lo quieres, yo sabré qué hacer, yo sabré como curarme las heridas, porque es evidente que a ti no te interesa.

¿Entonces? ¿No me concederás el honor de tu presencia? Sólo necesito verte una vez más, ¿quieres que te ruegue? ¿No es eso lo que ya estoy haciendo? Quiero hablar de frente, esto es impersonal, quiero que me mires a los ojos cuando me pidas que te deje de molestar. No descansaré hasta recibir una respuesta afirmativa de tu parte.

Dr. Daniil Stravinsky

por Invitado Miér Mayo 02, 2012 11:32 pm

Eve,

Déjame a mí ser el culpable, de ese modo me parece menos vergonzoso todo este asunto. Yo jamás debí suponer nada, jamás debí construir nada con cimientos tan endebles como los de nuestro sencillo y único encuentro. Perdóname, al menos eso dame, lamento todo esto, realmente me duele que así vaya a terminar todo. No quiero que termine así.

No comprendo los motivos que te movieron y te mueven, como tú no comprendes los míos, eso queda claro. ¿Y lo que diga la gente realmente importa? A mí nunca me ha importado, por eso soy un maldito desquiciado que insiste en mandarte cartas cuando tú te has dedicado a menospreciarme en cada letra, en cada palabra y en cada línea. Sólo una cosa te pido, te suplico, déjame ayudarte. Por el recuerdo de aquella noche que, créeme, significó mucho para mi también, más de lo que crees, más de lo que yo mismo imaginé, y por el valor de un sencillo encuentro, déjame ayudarte, no quiero verte en ese sitio ejerciendo como una más, porque sencillamente no eres una más. Sé que aquí no se trata de lo que yo quiera o no, pero me dolería en el alma. Vamos a vernos, por enésima vez te lo pido, vamos a platicar, de este modo jamás nos entenderemos y de verdad no quiero que las cosas terminen así.

Te dejo conservar el recuerdo, porque yo también lo atesoro, pero déjame fabricar nuevos recuerdos a tu lado. Te lo dije y lo repito, no descansaré hasta que aceptes verme una vez más, sólo te pido una oportunidad de enfrentarnos, que me digas todo esto que me has dicho en tus misivas pero a la cara, termíname de matar. De haber sabido que esa iba a ser la última vez que nos veríamos me hubiese comportado mejor, no te hubiera obligado a nada, no te habría tocado si quiera y sólo te hubiese mirado para quedarme con la imagen de tu rostro en mi memoria. Quiero recordarte como eres, hermosa y radiante.

¿Sabes? Desde que te vi por primera vez te llamé Freya en mi mente. Freya es la más bella de los dioses escandinavos, el lugar del que tú provienes. Piénsalo así, soy un pobre diablo pidiéndole audiencia a un dios. Por favor, vamos a vernos una vez más.

Dr. Daniil Stravinsky

P.D.: Vine yo personalmente a burdel a dejarte esta carta y no te encontré, se la dejé a alguien que aseguró te la haría llegar, espero que así sea.

por Invitado Jue Mayo 03, 2012 6:41 pm

Eve,

¿No lo entiendes? Tú puedes llamarme como quieras, no me gusta la formalidad de tus palabras pero supongo que nada puedo hacer hasta no arrancarte la tonta idea de la cabeza de que somos diferentes sólo por la cantidad de oro que amasamos. Yo pondré tener el dinero del que tu careces y aun así soy un tipo completamente desdichado, eso no marca diferencia alguna.

Si te he idealizado es porque lo mereces, pero está bien, no te lo volveré a decir, aunque ten segura una cosa, en mi mente no gobiernas, y en ella seguirás siendo la diosa del Valhala que bajó a tenerme como tú me tienes. Me alegra que por fin aceptaras verme, que finalmente hicieras caso a mis ruegos, entiendo que quieras que sea en un lugar público, no he demostrado ser el más cuerdo de los hombres. Pero créeme cuando te digo que jamás te haría daño (lo del burdel fue un mal entendido, salí de sí y me arrepiento), a ti menos que a nadie.

Cerca de mi casa está la Place du Tertre, ¿te parece ese un buen lugar? Tengo un inconveniente, debido a mis múltiples ocupaciones no puedo a medio día, sería más sencillo para mi que fuese al anochecer, sé que no estoy en posición de ponerme exigente pero es lo único que pido para nuestro encuentro, todo lo demás lo has dispuesto tú. Si es que aceptas, me gustaría que fuese este mismo viernes, a menos que tú dispongas de otra cosa.

De mi locura tú no tienes la culpa, yo ya estaba así desde antes, creo que nací así, si acaso la has desatado, pero vamos, hay locuras buenas, todo genio es un loco también, y no es que yo sea uno, pero es el ejemplo de que hay demencias benignas. Ésta puede ser una de esas si tú me dejas.

Quizá ninguno de los dos esté listo para soportarlo, pero entre ambos podríamos ayudarnos. Tratemos de resanar lo que se rompió aquella noche en el burdel, no te pido que lo olvides, yo no lo olvidaré jamás pues ha sido de mis noches más obscuras, pero busco redimir mis faltas.

Espero tu confirmación a la cita acordada.

Dr. Daniil Stravinsky

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