¡¡Eso es, corre, tu alitosis la huelo desde dos metros!![Edisson J. Maghón ]

por **Ionemarië** Lun Abr 30, 2012 8:02 pm

¿Por qué vas por paraderos desconocidos sin saber su desembocadura? Ahora estas perdida y está oscuro, no hay gente y te perderás mas si sigues caminando. Dios bendito, Paris era un laberinto en el que te podías perder y perder y jamás encontrar un camino adecuado para la vuelta. ¿Quién eras? ¿Una niña inocente que se perdía buscando un conejo que decía “¡Llego tarde! ¡Llego tarde!”? No, no eras eso, solo volvías de un recado que le hacías a esa señora de cabellos rubios. Tú la llamabas “Salo” y ella bueno en parte te llamaba “mono”

Gracioso es el destino, te paras ahora para coger aire, que podría pasar entonces que encontrarte con el peligro. Que peligro había en París que no conocieras ya. Tu “dueña” te advertía sin cuidado de los peligros que había por la noche, tu solo continuabas de nuevo hasta que pudieras encontrar una salida. Que peligro hay en estas calles, que pasaría si alguien con malas intenciones pudiera despojarte con crueldad y tu sin ni siquiera poder defenderte porque eres débil y escapaste de Egipto sin ella, para después esperarla y esperar en vano.

Ya sabias que estaba muerta. El vinculo que sentías con ella ya no era fuerte, se desvaneció conforme paso el tiempo. Ya no sentías nada. ¿Qué pasaría si la vieras de repente? Reaccionarias mal, ahora te hacías un ovillo en el suelo, desesperada de no poder encontrar una salida por ti misma. ¿Qué era aquel sonido? ¿Risas? ¿Más y más risas? ¿Qué era? Lo que fuera estaba dentro de las sombras, te era imposible de ver. Querías que se acercase a ti, pero estabas preocupada en saber que era aquello que estaba en las sombras, echabas hacia atrás tus pasos para poder escapar.

Como si fuera el enemigo antes de atacar, preparándose entre la hierba, solo que aquí no había de aquello, solo había piedras cuadradas que lo pisaba la gente. Ahora ¿Qué hacia? ¿Seguirías echándote hacia atrás?-No puedo...-¿Qué no podías? Has escapado de las garras de la momificación, para después encontrarte con al menos un familiar tuyo, Sinhue, poder cobijarte en su amigo que hablaba poco, ese Lionel. Bueno, atenta a lo que delante de ti puede asomarse. ¿Qué sería?

Te quedaste ahora atrapada en un callejón en el que te era imposible salir de las cuatro paredes por las que estaba formado. Bueno, solo tienes la salida de por donde entraste en el callejón sin salida. Huir era la única solución, pero quizás te podrías perder de nuevo o incluso más. Solo querrías llegar a casa, no tienes zapatos pues cuando te los quitaste en la tarde para poder masajeártelos, un mendigo te los quito y echo a correr perdiendo así los zapatos. Eras una idiota a veces. No me puedo creer que estés todavía y que no hubieras huido ya. Sal, bien corre, empieza a correr aun mas. Nadie te persigue, pero ¿Qué es eso que te sigue?

¡Corre, corre!