Cartas a un cisne dorado

Buzon de Axel François V d'Este

BY StupidLamb!

Su señoría Axel V d'Este, Duque y Embajador de los Países Bajos:

Transcurre un día después del otro, sumándose a los meses y a los años. Son años los que toman convertir a una semilla en gran roble, así también los Altos Señores un día han sido niños que jugaban con espadas de madera y soldados de juguete. Más que esfuerzo se necesita para emprender el vuelo por el basto mundo, surcar sobre las colinas, sobre los valles, sobre los riscos, sobre los profundos desfiladeros, sobre los bosques de árboles de dedos torcidos. Así en el principio es el huevo, blanca promesa, blanca esperanza. Nace el hijo de Francia, Jean-Baptise Fontaine, en cuya persona se deposita el futuro de la nación, el alto linaje que representa la corona de la mente, el espíritu y el corazón. Descendiente de las Altas Casas Señoriales es digno ejemplo y guía de los hombres sobre los que un día ha de reinar. Ahora hayase lejos del palacio que guarda su seguridad, escondido de la vista de su pueblo, de su familia. Un príncipe nunca ha de estar entre velos de duda y confusión e incertidumbre y sospecha. Perdido, sin un rastro que seguir, es menester que su imagen siga incorrupta ante los ojos de quienes no traspasan los muros de la privacidad de la Casa Real. Una palabra al aire, es una sentencia a que nadie la escuche, ni esa ni las que vengan detrás y ha de desaparecer el que la haya engendrado. Se ha de buscar por todos los parajes de Francia, entre las calles, entre las plazas, en los bosques y si no se encuentra signo de su presencia se doblarán esfuerzos y su búsqueda será más allá de las fronteras, hasta el fin del mundo. Así lleve una vida entera no cederá la voluntad de Francia para proteger a sus hijos todos, desde los que cultivan, hasta los que cosechan y los que comen de los frutos. Encomiendo esta tarea a su Señoría, con la confianza del padre que cuenta preciado secreto a uno de sus hijos.

Entre los hijos de Francia hayase ahora un Cisne que despliega sus alas y emprende el vuelo sobre las fuentes espejo de los jardines de Versalles. Fácil será su vuelo sobre los jardines cuidados, protegidos. Más si la tormenta azotase la calma en tan calmos territorios, las aves encontrarán refugio si se hayan puras. Porque la la belleza no es solo de joyas y muros de mármol. El cisne que lleve la mácula de la tormenta ha de perderse entre los relámpagos y caerá del cielo incapaz de levantarse de nuevo, pues sus plumas empapadas le pesaran demasiado. En la confusión de la tormenta nadie reparará en su caída. Mientras los cielos favorezcan el sol, la brisa sincera, nada se temerá entre los jardines y los estanques cristalinos.

Deseo buen tiempo para su Casa, que el sol brille siempre sobre su cabeza y las cosechas sean siempre abundantes. Encomiendo que no se deje únicamente a la madre de Francia, Notre Dame, la tarea de velar por el hijo extraviado.

Espero pronta respuesta de su Señoría.