Evie Parnassus

Evie Lylliet Parnasuss

Nombre del Personaje: Evie Lylliet Parnasuss
Edad: 4 añitos.
Especie:Humana.
Tipo, Clase Social o Cargo:: Clase alta.
Orientación Sexual: Asexual.
Lugar de Origen: Francia.


Descripción Física:

Imagen personaje:

Descripción psicológica:
Evie es una niña muy tierna, siempre atenta a los demás, sin embargo no es tan obediente al menos no al grado que esperan de ella, por ello siempre acaba metida en problemas a los que ella suele llamar aventuras.

Alegre, bromista y amorosa. Siempre está con una sonrisa en los labios, de esas que suelen contagiar. Comienza el día con una nueva idea en mente, en la que divertirse, esos días puede hacer alguna que otra broma, sin embargo estás siempre son inofensivas. Es muy cariñosa, siempre sale a todas partes con su osito de peluche Angora, le gusta ser abrazada y abrazar.

Fantasiosa, hiperactiva y traviesa. Cuando su realidad no le guste o simplemente se aburra, recurrirá al mundo fantástico que su mente crea, donde todo lo que miré cambiara de forma, se introducirá de lleno en sus cuentos favoritos o inventará uno propio. Es muy movida no puede estar quieta más de cinco o máximo diez minutos, tiene que estar en continuo movimiento, haciendo cosas sin parar, para desgastar toda esa energía y poder dormir por las noches. Es muy traviesa, los lugares prohibidos le atraen y más cuando no le explican que están prohibidos.

Empática, parlanchina y preguntona. Puede sentir el estado de la gente que le rodea, y enseguida adquirirlo ella, cuando eso ocurre hará todo lo posible por cambiarlo y animar a la gente que necesita ser animada. Habla sin parar como si le hubieran dado cuerda, siempre tiene algo que decir en todas las circunstancias, es preguntona porque le gusta aprender y cuando tiene dudas al respecto sobre algo, preguntara sin tapujo alguno, es una esponja.

Observadora, directa y en ocasiones tímida, Evie tiene los dos extremos. Al principio suele ser bastante observadora y tímida, conociendo a las personas adultas o otros niños de su edad, luego derrocha simpatía y su carácter completo reluce, siendo directa a la hora de decir o preguntar las cosas, no tiene sentido del ridículo y no imagina que los demás puedan tenerlo en algunas de sus preguntas.

A veces la puedes ver en ocasiones triste, pero en el momento en que ella ve que no está sola, la sonrisa vuelve a renacer. Le cuesta hablar realmente de lo que siente y tampoco quiere contagiar a los demás su estado anímico, así que intenta ocultarlo todo lo que puede.


Historia:

La señora Parnassus lleva años intentando concebir un hijo, aunque sólo fuera uno. Pero siempre que lo intentaba ninguno nacía o el que nacía acababa muriendo a los pocos instantes. Todo era por culpa de la maldición que la familia colgaba sobre sus espaldas desde hacía décadas, la hechicería siempre estuvo en algunos integrantes de la familia y tenían el don de la brujería. Un familiar enfurecido por una traición, dedico su don a destruirla, atacando donde más dolía, los hijos, creando desgracias. Algunos perdían todos sus bienes, otros morían con causas sospechosas, desapariciones y la señora Lussiane Parnassus le había tocado enterrar a ocho hijos.

Pero un día el milagro ocurrió en 1796, un diez de octubre. Nació la primera niña, Evie Lylliet Parnassus, todos creían que la maldición había llegado a su fin, cuando Evie pasó la primera noche y la siguiente sin muestras de desmejora.

Parecía que los tiempos malditos habían quedado atrás y que los fructíferos llegaban. A los tres años siguientes, los Parnassus tuvieron a su segundo retoño, un niño el ansiado por la familia. Evie el día que nació su hermano comenzó a enfermar, sus padres no sabían lo que tenía y los médicos tampoco sabían encontrarlo, no obstante otro brujo revelo que la maldición seguía activada y que uno de sus hijos debía morir para que el otro viviera.

La señora Parnassus jamás había creído en la maldición pronunciada por su tatarabuelo. “Sólo un hijo cada octava muerte será liberado”
Había enterrado ya ocho hijos que apenas habían exhalado un soplo de vida. Su hija Evie había nacido la novena y el nuevo niño estaba tomando su lugar, por ello Evie estaba muriendo. Los médicos y brujos no encontraban remedio. Los Parnassus preocupados de lo que tenía su hija primogénita pudiera contagiar a su hijo menor, optaron por llevarla lejos, dejándola en una pequeña casa del bosque con unos sirvientes a los que pagaron una buena suma de dinero.

Había pasado un año en el que Evie no dejo de preguntar sobre sus padres y su hermano menor. No entendía él porque ya no podía verlos, no entendía que había hecho mal para que la abandonaran. Cada vez tenía que pasar más tiempo en cama, sin tener fuerzas para levantarse, tosiendo sin apenas apetito y estados febriles. Mientras su hermano crecía y rebosaba salud.

Lo que más le gustaba a Evie de vivir en aquella casa en el bosque, es que podía oler las flores y escuchar a los animales nocturnos, incluso en los momentos en los que aún tenía fuerza, podía asomarse por la ventana o salir y sentarse sobre un tronco caído. Era una niña, pero no era tonta y sabía que su tiempo de vida estaba llegando a su fin.


Datos Extras:
Siempre lleva a cuestas su osito de peluche Pandora

Enfermedades:
Si una desconocida, venida de una maldición.

Gustos:
εїз Jugar.
εїз Los dulces, sobretodo los que son de chocolate.
εїз Dibujar.
εїз Cantar y bailar.
εїз Hacer reír a los demás.
εїз Aprender.
εїз Los animales y la naturaleza.
εїз Las muñecas y peluches.
εїз Correr.
εїз Que la lleven en brazos.

Odios:
■ Que le salga mal lo planeado.
■ Estar enferma y no poder salir a jugar.
■ Que no la quieran.
■ Los hipócritas.
■ La gente malecudada.
■ Llorar.