¿un baño? {Arkadi}

por **Ankhiara - Cannette** Lun Jul 12, 2010 2:44 pm

El por que se encontraban en ese lugar justo ahora, eso solo ellas lo sabían. No había bastante que hacer dentro del establecimiento de quien se convirtió en su amo, así que un paseo bajo la luz de la luna no estaba nada mal. Además buscaban una planta en especifico, algo que solo conseguirían en el pantano, un sucio, maloliente y mojoso pantano. Atravesaron la ciudad con sus pies descalzos, sigilosamente para no ser escuchadas. Sus ropajes no pasaban de entre lo común, faldas rotas y desgarradas, blusas sucias y desgastadas. Así cualquiera pensaría que se trata de un par de indigentes cualquiera, nada fuera de lo ordinario, lo cual les era más que gratificante pues no les gusta llamar la atención de la sociedad, no si esa sociedad se digna específicamente en atacar todo aquello que no conoce ó que simplemente no comprende.

Llegaron caminando hasta el pantano donde una de ellas resbala por la humedad de la tierra y cae en el fango cubriéndose toda de esa mezcla apestosa de tierra. Una carcajada rompe el silencio mientras es acompañada por blasfemias de una voz melodiosa, el enfado esta más que expuesto, las molestias comienzan por aparecer y un sutil arrastre de cómicos sucesos les pinta una noche llena de nuevas experiencias. Levantándose con dificultades y tropiezos Ankhiara exclama el humor de su hermana, no le gusta que se burlen de ella y entonces jala del brazo a Cannette obligándola a caer justo a un lado de ella. Ahora son ambas chicas quienes se han bañado en el lodo del pantano, con una peste que necesitarán sacar de sus cuerpos lo antes posible. Sus carcajadas atraviesan, la vegetación, llegando hasta los rincones más obscuros y aledaños del lugar, algo que les tiene sin cuidado pues ¿Quién andaría en un lugar como aquel si no fuese una persona bastante pensante y con oportunidades se sobrevivir a cualquier cosa que acontezca?

por Invitado Mar Jul 13, 2010 9:45 am

No tenia la mas remota idea de como habia acabado alli pero me apetecia pasear y recordaba a la perfeccion el camino de vuelta y sino usaria mis sentidos para hacerlo, mi olor me llevaria de vuelta, uno de los beneficios de tener los sentidos superdesarrollados. De repente en la lejania escuche una carcajada y corri cual guepardo hasta llegar frente a dos chicas, apoyandome en uno de los arboles con una sonrisa, seria una excelente cena aquel par de mujeres, realmente exquisitas.

- Buenas noches señoritas, ¿se han perdido? - les dije con una sonrisa entre las sombras, sin mostrar los colmillos, sabiendo que en ese momento mi apariencia en las sombras seria tenebrosa cuanto menos y que seguramente se asustarian.

por **Ankhiara - Cannette** Mar Jul 13, 2010 4:18 pm

Divertidas en el fango, parecen dos ninfas del bosque. Tan perfectas, piel blanca ojos ahora por su contento de color verdes. Se disputan entre sí quien de ellas terminará con más lodo en el cuerpo, una lucha grecorromana comienza entre las gemelas. Sus rizas se escuchan por todas partes, las alimañas del pantano comienzan a salir, víboras, escorpiones, arañas, bichos; una gran variedad de criaturas de escurridizas, animales que sólo existen en los más obscuros y peligrosos pantanos. Cosas que no necesitan la atención de las brujas, su baño en el fango esta listo y los sentidos de alerta de Ankhiara se disparan al tope, algo de naturaleza obscura se mueve por entre el pantano, aún no puede discernir de que se trata, pero sabe que no es nada bueno, no obstante, no pierde su humor y continúa jugando con su hermana Cannette.

Tras escuchar una gutural voz, se ponen de pie lentamente una sosteniendo a la otra y viceversa, sus miradas se enfocan en dirección a donde se escuchó aquella voz varonil. Su mirada esmeralda se vuelve de un color negro, opaco y con temor. En las sombras algo se mueve y ninguna esta segura de que se trata, podría ser una terrible pesadilla ó un individuo perdido en el pantano, al menos es lo que se atreven a pensar, pero siempre hay algo que se esconde tras la gratitud de las personas y más si estas divagan solas por un lugar tan tétrico como aquel.

Ankhiara quien no siente temor ante la amenaza de algo ó alguien frunce el ceño y camina dos pasos hacia aquella silueta que se refugia en la profundidad de las sombras, una cálida mano detiene sus andares antes de llegar hasta ese contorno que figura ser una persona, Cannette niega con la cabeza y suplica con su mirada – No vayas ¿Quién en su sano juicio se aparece por aquí? – Pregunta con misticismo mordiéndose el labio inferior, advirtiéndole a Ankhiara que se podría tratar de una pesadilla.

- No hermana, no es quien… es un qué… - Ankhiara responde con sutileza ante la advertencia de Cannette, safa su brazo de las ataduras de su hermana y continúa su camino hasta quedar frente al sujeto que les hablo. Sonríe con altanería y atreviiento – No Monsieur, sabemos perfectamente donde nos encontramos y ¿Usted, tiene conocimiento de en donde está? – Arquea una ceja, su voz es fuerte, sin temores. En ese tipo de pregunta se puede notar la apatía que la bruja siente por alguien desconocido, analiza sus movimientos con los sentidos agudizados, sabe que no es bueno encontrarse gente en los pantanos mucho menos por la noche.

por Invitado Miér Jul 14, 2010 9:39 am

Escuchaba el dialogo entre las hermanas con una leve sonrisa, como si no fuera capaz de oirlas hablar, tenian buenas razones para desconfiar de mi, principalmente porque tenia hambre y no me iba a conformar con un chuleton de buey y una buena copa de vino, para calmar mi hambre hacia falta algo mucho mas especial, sangre humana y las gemelas tenian pinta de ser deliciosas.

- Por supuesto que se donde estoy, aunque dudo que alguna de ustedes señorita lo sepa - dije haciendo un aspaviento con el brazo para que la espada que se ocultaba en el baston que llevaba saliera disparada, aparentemente hacia la que aun se encontraba lo suficientemente lejos de mi, aunque le paso rozando, clavandose entre el fango. Me acerque rapidamente y la saque de entre el fango, metiendo el brazo y sacando la cabeza de un caiman con una herida de arma blanca en la cabeza, presumiblemente de mi espada - porque por si no lo saben aqui habitan criaturas que acabarian con ambas antes de que pudieran gritar, como este querido amigo, es un caiman, andense con cuidado, no suelo repetir mis salvaciones - les dije dejando caer el cuerpo inerte al fango, saliendo de este con los pantalones y la manga de la camisa manchadas.

por **Ankhiara - Cannette** Sáb Jul 17, 2010 3:38 pm

Las sospechas de las gemelas fueron disipadas en el instante en el que aquel sombrío hombre responde la cuestión generada por Ankhiara. Por sus cabezas pasaron infinidad de posibilidades para que ese varón se encontrara en un lugar tan tétrico como aquel, no obstante, ninguna era lo suficientemente buena como para poder elegirla en definitivo.

Los ojos se Ankhiara se abrieron como platos al ver y sentir aquella espada culta pasarle por un lado sin lastimarle, el suspenso se hizo ver en la pupila de sus ojos ¿Miedo? No fue en efecto miedo lo que poseía, más bien obtuvo una sorpresa, algo que singularmente no esperaba vivir esa noche. Su cuerpo responde a la agresión – pues así lo sintió – quedándose congelada en medio de todo aquel desbarajuste. Sus pies no respondían a lo que su mente les mandaba, una reacción torpe por parte de su cuerpo pero una forma de autodefensa inconsciente. Aún se encuentra petrificada ante la situación cuando aquel ser extraño atraviesa la distancia y se dirige hasta donde su espada yace clavada en el fango, un animal peligroso, un asesino de sangre fría es develado del fondo de aquel charco apestoso.

Cannette se pone de pie, caminando con grandes zancadas para llegar hasta donde se encuentra Ankhiara. Extiende una mano para palpar el rostro helado de su hermana, clava sus ojos negros por la sorpresa en el rostro de la bruja y le susurra en el oído palabras que únicamente ellas podrían comprender, un lenguaje sólo para dos y con la misma sangre corriendo por sus venas. La frivolidad de Cannette sale a flote al ver que su hermana se encuentro ante un peligro letal. Se gira sobre sus talones para encarar al sombrío.

- Tenemos la conciencia suficiente para saber que estar por aquí es peligroso, pero no nos preocupamos por los animales Monsieur, lo peor que nos puede pasar en sus manos es la muerte si en verdad nos pillan distraídas… Existen cosas más letales que un simple lagartijo como ese… - Responde golpeadamente , aún no tienen ni idea de quien es ese hombre, pero por sus movimientos tan certeros, sus palabras y el arma que esconde entre toda esa indumentaria la bruja tiene sus sospechas, suspira profundamente para poder sonreír con amarguro – pero supongo que es aquí donde tendremos que agradeceros por la “salvación” – remarca de forma burlona la última palabra – a nuestro héroe y bien ¿cuál es el nombre del varón? – Pregunta con una ceja arqueada.

por Invitado Lun Jul 19, 2010 11:52 am

Al girarme y verme encarado por la mujer, con la espada aun en la mano me entraron unas ganas terribles de ensartarla contra un arbol, para asi poder alimentarme de su hermana y despues de ella, la sangre de unas gemelas debia de ser extremadamente sabrosa y mas aun si eran tan hermosas como aquellas dos jovencitas a las que acababa de salvar de un asesino de humanos, alguien como yo, aunque bastante mas feo si se me permitia el cumplido claro.

- Si, las existen, pero les toco el "lagartijo" como usted la llama y su hermana estaria muerta de no ser por mi y probablemente usted tambien, asique tengan mas cuidado pues no siempre sere el salvador - mis palabras habian sido meticulosamente escogidas, ahora hacia falta que las entendiera de una forma o de otra - pueden llamarme Vasiliev, mi nombre de pila nunca lo uso - aun no sabia nada de ellas y no les diria mi verdadero nombre, sobretodo por si una de ellas se libraba de mi mordida.

por **Ankhiara - Cannette** Lun Jul 19, 2010 5:30 pm

"¡¿Delirio, persecución y muerte?!"

Ankhiara logra salir de su trance, su repentina petrificación que la arrastro a ser una presa fácil del temor, pero ahora estaba ensimismada en lo que logró adelantar en un futuro no muy lejano algo que podría ocurrirles en un par de segundos más. Se gira lentamente para encarar al hombre que le salvo de aquel caimán, se coloca por un lado de su hermana y le mira a los ojos con un mensaje bastante mítico, tenebroso, macabro… ¡Aterrador! La mano de Ankhiara rosa la delicada piel de Cannette y por medio de este acto la gemela se logra percatar de una visión bastante sangrienta; una bestia alimentándose con su sangre, desgarrando sus cuerpos, para probar el líquido rojo que corre por sus venas, el elixir de vida, la única razón por la cual los humanos se convirtieron en simples rebaños, en mascotas para una de las razas más devastadoras que se han conocido hasta el momento. Crujir de huesos, derrame de sangre, pedazos de carne… Su vida resumida en imágenes lo sufrientemente nítidas para saber que se trataba de sus propios cuerpos, más un engaño se escondía tras toda esa develación, como siempre había un truco, el endemoniado y enfermizo ser que alimentará con sus cuerpos no es más que una simple mancha borrosa, una sombra tan tétrica como los cadáveres encontrados en la más cruenta de las masacres.

Cannette exhala el aire que posee en sus pulmones en un grito ahogado por su propio temor, la pupila de sus ojos perdió el brillo, su piel blanquecina se tornó de un pálido al mismo tono de la luna llena en una noche aterradoramente hermosa. Sus labios se resecaron, las manos al igual que sus pies comenzaron a temblar, sus rodillas flagelaron e incluso quiso desfallecer en los brazos de su hermana, no obstante, esta se encontraba lo suficientemente cerca para sostenerla con ambos brazos y parte de su cuerpo. El terror invadió a Cannette por una simple razón, no se encontraba preparada para defenderse de algo tan despiadado como lo que observo Ankhiara en su premonición, aunque las visiones no siempre ocurren como las ven, aquello fue soberanamente espeluznante ¿Qué hacer para enfrentar a un enemigo que probablemente sea invisible ante sus ojos? ¿Sus rústicos cuerpos tienen, aunque sea una efímera oportunidad para sobrevivir? ¿Cuándo ocurrirá exactamente eso? ¿De quién o que se trata aquella sombra tan repugnante? Preguntas, cuestiones que no pueden ser resueltas por las hermanas.

Ankhiara deposita un beso en la mejilla de su hermana con una sonrisa divina, su atrevimiento, su inhibición la convierten en una persona ¿Valiente? Ó debería decir ¿Estúpida? Tampoco tiene idea alguna de cómo encarar al monstruo que les destazara en un futuro, la bestia que aún no posee nombre, un enigma, un misterio… Pero por lo menos la bruja intentará defenderse a capa y espada, siempre defendiendo a su hermana Cannette aún a costa de su propia vida. A lo lejos dentro de su propia cabeza escucha la voz gutural de aquel hombre, desvía la mirada de su hermana para posar sus ojos en aquel sujeto, más aún continúa observando a su gemela con la mirada periférica. – Ankhiara – Musitó con una sonrisa maléfica en su rostro de ángel – Y ella es Cannette – Señala con su mano el pecho de su gemela - ¿Placer ó disgusto en conocerle Monsieur? Aún no logro discernirlo a la perfección… Es evidente que no siempre se suele ser condescendiente con los extraños ¿Cierto? Más descuide, tampoco somos lo que aparentamos… - Una de sus cejas se arquea lo bastante como para dejar visto que conservan el derecho a la duda, observa detenidamente los movimientos de aquel extraño, pues pese a que les otorgó el pseudónimo con el que pueden reconocerle ó quizá sea una farsa, continúa siendo un completo sujeto al que desconocen, sus rasgos no le dicen nada más que se trata de una persona a la cual tratar con cuidado y sin torpes juegos como los que suelen hacer las hermanas Arsenics. Ankhiara entrecierra los ojos con seña de sospecha, difumina poco a poco sus facciones y regala una sonrisa bastante atenta, tan angelical que podría darle miedo a la misma bruja si se mirase su reflejo, tanta benevolencia le aterra, pues no existe persona sin obscuras intenciones. – Vasiliev… ¿Qué significa ó por qué ese apodo en cuestión? Disculpad mi atrevimiento pero no puedo quedarme callada con una duda tan magna como esa… - Camina un poco hacia delante interponiéndose entre la distancia que separa al vampiro y a Cannette ¿Aún se tiene que especificar que Ankhiara sacrificará su vida por salvaguardar la de su hermana? Creo que están más que claras sus intenciones.

por Invitado Dom Jul 25, 2010 11:47 am

Asenti al escuchar ambos nombres, acercandome a ambas y dando un beso en cada una de sus manos con mi otra mano en la espalda sujetando mi amado baston, sin dejar de mirar a ambas hermanas en ningun momento pues la noche prometia ser mucho mas entretenida de lo que hubiera pensado, sobretodo porque esta magnifica noche con el cielo estrellado cubriendonos me sentia pletorico de mi naturaleza, tanto como pocas otras veces, tal vez apenas un par de veces me habia sentido de aquella manera, los colmillos ardian en mi boca por probar bocado y ambas gemelas eran una tentacion sorprendente para mi, pero como todo buen plato, la preparacion es lo primero.

- Eso habran de decidirlo ustedes señoritas, aunque espero que sea un placer, ¿me permitirian acompañarlas? con gusto las protegeria de los peligros del pantano, tanta hermosura no deberia ser dañada por ningun vil animal sin inteligencia suficiente para apreciarlas - les conteste con una leve sonrisa, esperando que aceptaran mientras limpiaba un poco la manga de mi camisa, aunque eso iba a ser dificil, la tiraria en volver a casa.

- La verdad es que viene de mi padre, tambien era un Vasiliev, su significado deberian descubrirlo ustedes solas, no sere yo quien les arrebate esa sorpresa - les conteste con una sonrisa, para ellas solo significaria muerte y dolor pues iba a acabar con ambas para saciar mi sed.

por **Ankhiara - Cannette** Lun Jul 26, 2010 7:03 pm

El hombre se acerca hasta ellas con el afán por besarles la mano. La diplomacia es sólo un juego más que les gusta seguir estrictamente a las hermanas, es por ello que Cannette se adelanta colocándose a un lado de su gemela, aquel extraño besa sus manos con la más delicada de las caricias. Ambas mujeres retiran su mano justo después de aquel ademán y como si fuesen el reflejo la una de la otra pasan un mechón de su cabello tras su oreja. Una curvatura en los labios de ambas chicas denota una sonrisa suave, sus oídos se comportan como aquellos que desean escucharlo todo, absolutamente todo, incluyendo las palabras no dichas. Sus ojos son el faro para visualizar cada detalle, cada cosa que no concuerde con el ambiente que se esta generando tras la repentina aparición del sujeto. – De acuerdo Monsieur, para nosotras será una experiencia el que nos acompañe quien salvo nuestras vidas, el frágil suspiro del alma… - Comentan al unísono, pocas veces se comportan de esa manera, dado que son completamente diferentes, pero cuando ambas fusionan sus mentes para responder como esta vez es cosa de preocuparse y siempre la mayoría de las personas piensan y/o creen que es normal en los gemelos, pero en ellas nada es completamente normal.

Caminan tomadas de la mano hasta donde un pequeño claro permitía el allanamiento de los rayos lunares en aquel pantano, se colocaron justo allí. Lo perlado de aquella luna combinaba a la perfección con su pálida piel. Sus cabellos rojizos resaltaban de entre todo ese manto plateado, sus ojos ambarinos denotaban la tranquilidad a la que se estaban sometiendo. El tatuaje de su tobillo, sólo una maldita marca que arrancarían de su piel apenas tuvieran la oportunidad, se veía completamente a la perfección en la desnudez de sus piernas por el desgarre de sus faldas. Una visión un tanto fantástica ni la más hermosa de las ninfas creadas podría compararse con aquella imagen de extraordinaria belleza. – Visiliev… Vasiliev… Vasiliev… - Susurra tres veces Cannette en su intento por reconocer esa palabra en alguno de los pergaminos ya leídos pero no existe nada que le de una pequeña pista de lo que significa, mucho menos lo que representa – Con lo que me gustan las sorpresas… tened cuidado, no vaya a ser que el asombrado sea vos – En un juego sombrío y con secretos descritos en las palabras Ankhiara comenta con una sonrisa en su rostro. Ambas esperan la siguiente acción por parte de aquel sujeto, más sería una estupidez permitir que todas las acciones sean de él.

- ¿De dónde viene a dónde va? – Ankhiara arroja la primer pregunta.
- ¿Por qué tan sólo en un lugar como este? – Secunda Cannette.
- ¿Cuáles eran, son, serán sus inteciones? – Curiosidad, eso es lo que parece ser tras esas tres preguntas de las cuales dos emitieron los labios de Ankhiara, esta gemela se encuentra sujetando el collar de su hermana entre sus manos.

por Contenido patrocinado

¿un baño? {Arkadi}

¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}

Re: ¿un baño? {Arkadi}