Crearemos nuestro cuento de hadas juntas [Privado]

por **Katiuska Roslyakova** Dom Jun 24, 2012 10:33 am

Destinada a grandes cosas, persiguiendo sueños que nunca vería alcanzados, pero siempre buscando lo que en realidad no se ve, un cuento de hadas más allá del polvillo de hadas, había oído sobre aquellas creaturas hermosas de la naturaleza que se encargaban de mantener todo en orden, de que las estaciones siguieran… ¿Qué estación era? No lo podía saber, por aquella única ventanilla que daba hacia los mugrientos pasillos del sanatorio apenas pasaba una débil luz que no le permitía saber si era primavera o ya el verano había hecho su aparición. ¿y si estaba en ese lugar más de lo esperado?

Escribía todo lo que podía, Katiuska siempre había sido amante de escribir los sucesos de su vida, le daba cierto poder en sus acciones, de saber que era lo que ella en realidad hacia, lo que escribió fue lo siguiente:

Querido Diario:
Tuve que pedirles papel y lápiz a los guardias para no morirme de tristeza y aburrimiento, como tengo acostumbrado, escribo mi diario.
Adivina donde estoy. En un sanatorio mental, ¿loco no? todo por culpa de Anastasia, no tengo ni la mas mínima idea de lo que realizo esta vez, pero apenas la introdujeron en este lugar me dejo el cuerpo para mi sola y ni ella ni Milenka han aparecido después de un largo tiempo, pero tengo una buena noticia, como sabes yo soy una buena niña y pronto me darán en libertad al notar ninguna anormalidad en mí, pero antes de irme me trasladaran a otro lugar… creo que tendré un compañero, será divertido hablar con alguien más.

Las luces de aquel día se habían ido rápido, Kat no había podido seguir explicándole a su diario más cosas, había pensado hacerlo después de levantarse esa mañana, pero apenas lo hizo fue trasladada a otro lugar, nada bonito, pero habían dos camas y en una de ellas estaba una chica mirando al piso, con sus pocas cosas y con la bata blanca cubriendo su cuerpo se aproximo a la cama vacía para tomar puesto. La chica pareció no moverse, eso no molesto a Katiuska, parecía no importarle mucho la actitud de la joven.

-Mucho Gusto Mi nombre es Katiuska, pero me puedes decir Kat- dijo animada. Silencio. No le había contestado, se sintió algo cohibida, debían interactuar, era una prueba de cómo se llevaban con gente diferente, no deseaba pasar más tiempo en ese lugar, ya los meses que había estado lejos del exterior eran muchos-Estas a punto de salir también ¿verdad?- pregunto ladeando su cabeza -¿Sabes Hablar?- pregunto notando la dificultad.

por **Lune** Miér Jul 04, 2012 3:46 am

En ocasiones veía personas demasiado absurdas para su alrededor o su miedo. En ocasiones todo le resultaba bastante difícil, bastante difícil a pesar de que temía a su voz. No era que no supiera cantar o hablar o silbar, pero temía sacarlo afuera ¿Por qué? Simplemente por el hecho que paso hace años o pocos años. En su cabeza no se encontraba la razón del saber, ni tampoco creía saber que podría llegar al límite de que la encerraran en un sanatorio mental. Solamente porque no hablabas, te tenían que meter.

Había mucha más otra gente en la calle, pobres y rodeando las calles que no podían ver, que no podrían soltar palabra o que eran cojas directamente. En los suburbios te encuentras a gente bastante rara. Gente que te mira como si estuvieras invadiendo su losa de cemento y tú estuvieras siendo un extraño. Solamente, Lucia era bien reconocida y era una de las personas más importantes a tratar. Obviamente, que los médicos lo hacían para sacar dinero a su familia por lo rica que era.

Sabía dibujar o al menos eso estaba haciendo cuando tenía un cuaderno que le permitían tener. Solo que cuando llego una nueva compañera, escondió el cuaderno debajo de la almohada, una niña entro, era muy guapa. Se la quedo mirando atentamente, la seguía con la mirada, las preguntas que le hacía. Movió la boca, pero no hizo ningún sonido. Negó con la cabeza a la pregunta de la chica. Se levanto de donde estaba y se sentó en la cama de la nueva amiga, se la quedo al lado, mirándola a los ojos. Tenía un aura cálida, pero se sentía rara, agobiada, como si estuviera con más personas a la vez.

Solo se le quedo mirando. Mirando, mirando hasta que finalmente se levanto del sitio y fue a coger el cuaderno que tenia debajo de la almohada. En una hoja en blanco comenzó a escribir palabras que después mostraría a su nueva compañera- “Me llamo Lucía, encantada Kat” –Escribió en su cuaderno que ahora podría resultarle útil para comunicarse con alguien especial.

por **Katiuska Roslyakova** Jue Jul 12, 2012 4:22 pm

No puedo evitar sonreír al ver la nota de la chica, que linda era, parecía tan apacible, frágil, le recordaba mucho a Alicia, aquella joven de aquel cuento que su madre siempre le contaba, aquella niña que sin querer entro a un mundo completamente diferente, al menos Kat estaba acostumbrada a estar en lugares insólitos por culpa de anastasia, pero aquella niña que tenia ante sus ojos (porque para según ella sus rasgos eran de niña) no sabía si ella estaba acostumbrada a tales cosas. –está bien… puedes comunicarte conmigo como desees- dijo dulcemente mientras se sentaba cerca de ella –yo también escribo… un diario- explico mientras miraba el techo mohoso del lugar –es para no perderme ni un detalle de mi vida…- sonrió de forma melancólica.

Extrañaba enormemente a su madre, a su hermana, a todas las personas que había conocido y que en estos momentos estaban muertas. Odiaba recordarlas ya que cuando las recordaba a ellas estaba otra parte de la historia que era su continuación. Los maltraídos que había recibido… aquellos que le habían dejado marca por todo su cuerpo y también por su alma. Katiuska había sido abusada en todos los sentidos y formas de la palabra, a veces sentía que aquella palabra quedaba pequeña para describir lo que le había hecho.

Sin querer estaba gimoteando cerca de ella. Las lágrimas comenzaron a bajar, ella con los ojos bien abiertos miraba extrañada a aquel cuerpo que no parecía de ella ¿Quién estaba llorando? ¿Katiuska al recordar su pasado o aquel cuerpo al recordar los daños que había recibido? Todo para ella era muy confuso. Limpio las lagrimas que había derramado con el dorso de su mano para reír nerviosamente. –perdón Lucia…- susurro mientras bajaba la mirada –nos portaremos bien… ¿verdad? Así no tendrán escusa de tenernos aquí…-

Se aproximo a su cama para acostarse en ella y tranquilamente darle la espalda, deseaba descansar, mantener su serenidad y dejar de pensar en aquellas cosas que le hacían daño, que la obligaban a dudar de tantas cosas que eran la que la mantenían en este mundo y anclada a ese cuerpo. No debía extrañar a su hermana, su hermana siempre estaba con ella, dentro de ella, podía sentirla, podía dejar salirla cuando deseara, pero en esos momentos no podía hacerlo. ¿Qué sucedería si se encontrara en un lugar así?. Lo más probable fuera que colapsara por los nervios. No ella no haría eso. Protegería a Milenka de cualquier mal… hasta de ella misma si fuera necesario.

por **Lune** Miér Ago 01, 2012 4:47 am

Pues mucho no podría haber hecho para parar esas lagrimas. No sabía hacer nada que traer quizás un malestar o mala suerte a quien estaba a su lado, en su cuaderno escribió lo mucho que le gustaría cantarle una nana, para calmarla y arrullar su sueño, pero solo podría escribírselo en papel. De todos modos, no supe que esto podría llegar a este extremo. Puso de su parte en querer que ella dejara el llanto. Se quedo mirándola, intento emitir sonido, pero ninguno salió. Quizás estuviera muy atontada, le escribió cosas que jamás pudiera volver a ver si lloraba tanto, se sentó en el suelo, estando al lado de ella para que viera que no la dejaría sola.

La gente pasaba por alrededor del pasillo, nadie pasaba cerca de ellas. Entonces se acerco a su nueva amiga que estaba aun llorando, abrazándola con fuerza para que no siguiera llorando. Le acaricio el brazo para que calmara sus llantos, cuanto deseaba calmarla con su voz por fea que fuera ¿Habría olvidado a hablar? Quizás pero eso no le quitaba de que pudiera soltar alguna nota musical. Que no lo haría nunca de hecho y quizás estaría así por siempre.
De cualquier modo, se separo para sentarse sobre su cama, coger su cuaderno y escribir palabras bellas-Eres guapa, las niñas bonitas no lloran...-Escribió con cierto aire redondeado sobre el papel sin dibujos y tan solamente con las líneas de su tipografía. Se lo acerco mostrándole lo que pretendía mostrar, pero enseguida, un enfermero de aspecto enfermizo llego para llevarse del brazo a Lucía, llevársela a rastras pues esta no quería dejar la habitación, fue premiada con un bofetón en el rostro para después ser atrapada por la cintura y ser cargada al hombro como un saco de patatas.

No podía gritar, pero pataleaba y miro con pena a su compañera que estaba acostada. Quería hablar, gritar, pero no pudo.

por **Katiuska Roslyakova** Vie Ago 10, 2012 2:30 pm

Parecía que deseaba contentarla… que linda, pensó Kat al leer su escritura, lo cual le hizo sacar una sonrisa, pero luego de aquel momento lindo entre ellas noto que alguien entraba, su primera reacción fue alejarse, tenía miedo de aquellas personas, pero pronto noto que no era a ella que sujetaban si no a su nueva compañera que comenzaban a alejarla. Se notaba que no quería ir, pero apenas trato de rehusarse una bofetada se le dio, eso hizo que la ira hirviera en katiuska. No… no era Kat, ella no tenía aquel poder para buscar insultar a alguien

****

Una risilla en su interior resonó “necesitas mi fuerza ¿no es así?” volvió a reír con más entusiasmo.

“Cállate Anastasia” susurro Katiuska dentro de su mente. Lo único que provoco fue que otra vez la risa volviera a resonar en todo su cabeza.

“deseas insultarlos… pero tu personalidad no lo permite… necesitas mi altanería, pero no quieres asustar a Lucia, tu nueva amiga… ¿Qué haras?”

-Nunca te dejare salir- susurro mientras se arrodillaba en su cama –protegeré a Lucia de todo lo malo- dijo muy decidida.

“pero…” Anastasia rio “si no has podido proteger a Milenka”

****

Aquello había dolido más de lo que había pensado, bajo la mirada, sentía que había perdido. Busco firmeza entre aquella sucia pared mientras esperaba por Lucia. Las puertas estaban cerradas, miraba cierto tiempo esperando que se abrieran, cuando escucho el chirrido alzo su mirada casi desesperada ver a Lucia, cuando la vio siendo empujada por el mismo hombre salto de la cama para abrazarla con fuerza. Miro al hombre con el ceño fruncido y casi gruñendo como un animal temeroso.

-Podrán irse mañana- dijo el hombre mirándole de arriba abajo. Sonrió de forma perversa mientras miraba atentamente a Katiuska -…- se relamió los labios de forma sugerente. Aquello hizo que la rusa se estremeciera e instintivamente comenzó a proteger a Lucia, poniéndola detrás de su espalda –podría ayudarlas a salir hoy…- ofreció con una sonrisa mientras con uno de sus dedos mugrientos acariciaba la barbilla de Kat. Esta gruño frunciendo el ceño –No la tocare… odio a esa muda… pero tu puedes gemir muy bien… ¿Qué dices? Te prometo que podrán irse poniéndose el sol-

Kat miro a Lucia de reojo. Era una oferta buena, ya había utilizado su cuerpo para cuestiones así, volvió a mirar al hombre que no era tan feo, su cuerpo fornido estaba bien cuidado, su rostro estaba quemado por las horas en el sol, tenía una barba mala afeitada y unos ojos claros, parecidos a miel, su cabello era castaño claro, alborotado y un poco descuidado. El hombre parecía perder la paciencia, pero antes de poder decir algo Kat hacia asentido de forma tímida, este sonrió victorioso para comenzar a salir y esperar a su lindo trofeo en la puerta. Kat giro a ver a Lucia que parecía que había entendido todo, de todos modos era muda no sorda, la rusa le sonrió de forma cálida. –busca tus cosas… nos iremos dentro de un rato… yo vendré dentro de unos minutos- le beso la frente para separarse de ella y salir de aquel lugar para desaparecer con el hombre.

¿Qué estaría pensando lucia en esos momentos?
¿Qué pasaría con Katiuska?

por **Lune** Lun Sep 10, 2012 1:30 pm

Negó, negó y negó una y otra vez, sujeto a Katia antes de que saliera por la puerta, pero se le resbalo la mano del brazo de Katia y la vio salir, yéndose con el hombre hacia una habitación, no cogió nada, solamente salió en su búsqueda, recordó la habitación a la que se fue con aquel hombre, vio como aquel hombre lleno de impaciencia la cogió de las piernas por detrás y la metía dentro de una habitación, a la que por su corta estatura no llegaba a ver por la ventana de la puerta que fue cerrada con ambos dentro, pero para su salvación, aquel hombre miro que parecía faltar algo, veía por lo que pudo ver que miraba buscando algo en particular, viendo por cualquier lado hasta que le vio salir de la habitación, entonces Lucia consiguió meterse dentro de la habitación para poder esconderse y estar con Katia.

Se le acerco en silencio, se metió debajo de la cama en la que se encontraba, se mantuvo en silencio sin tener que hacer ruido con su cuerpo, pero de seguro la habría visto esconderse. Buscaba y buscaba algo para sorprender al hombre y poder así liberar a Katia de su atrocidad, de ser forzada a algo tan ruin como el chantaje corporal.

-Bien....estamos solos....-Sonrió lascivo, lamiéndose los labios una y otra vez, poso las manos sobre los pechos ajenos de Katia, Lucia vio como le masajeaba una y otra vez, comenzando a deslizar sus labios y su barba mal cortada por la piel y el cuello de Katia-...Agh...las tienes en tu sitio a pesar de estar loca...-Dijo malvado, Lucia le escuchaba y lentamente, procurando que él no se diera cuenta, fue desabrochándole los cordones de los zapatos al hombre, para después enredarlos entre sí, haciendo que reía pues si tuviera voz, sería feliz en ese instante.

Solo si conseguían salir de ese lugar, se escaparía con Katia o Kat, y buscaría a sus padres o lo que quedara de ellos. Por lo pronto aquel joven aun no se había dado cuenta de sus pies, entonces lo siguiente que hizo fue salir con cuidado de debajo de la camilla en donde Katia parecía estar casi tumbada, siendo tumbada, Lucia gateo hasta encontrarse con un liquido que conocía perfectamente de tantas obras que habían hecho en su mansión tiempo atrás. Un adhesivo, difícil de quitar, pero fácil de poner y Lucia sabia donde iba a ir.

por **Katiuska Roslyakova** Jue Sep 13, 2012 11:45 pm

Todo estaba peor que cuando un reloj cu-cu se descompone, ya Kat estaba decidida a hacer lo que debía hacer, pero parecía que Lucia aun no lo entendía, de reojo pudo ver como prácticamente se había escapado, pero antes de poder voltear a decirle algo, fue sujetada de sus nalgas para luego ser empujada hacia la puerta. Se reprimió mucho mientras le era tumbada a una cama mugrienta, no era una cama simplemente una camilla. ¿a cuántas jóvenes habría violado en ese lugar? Decidió no pensar en eso, se regosto en ese lugar entrecerrando sus ojos, esperando sentir algún tacto, pero lo que sintió fue la puerta abierta, abrió sus ojos notando como lucia gateaba hasta ponerse debajo de la camilla-¿Que demonios…?- busco susurrarle pero antes de poder hacerlo ya aquel hombre había llegado.

Bruscamente giro su rostro hacia donde él estaba para sonreírle levemente, miro hacia abajo, no, ella debía distraerlo para que Lucia no estuviera en problemas, así que dejo tranquilamente que le manoseara sus pechos. Sus mejillas comenzaban a ponerse rojitas, por el simple hecho de sentirse avergonzada. La mirada de aquel hombre la ponía nerviosa, pero era mejor tenerla en ella y no debajo de la cama. Con sus ojos entrecerrados buscaba profundamente que aquello terminara rápido. Dejo salir un jadeo para que sus oídos estuvieran ocupados escuchando los ruidos falsos de placer que ella podría emitir.

***

-Que patética eres… te violara y solo por salvar a una muda- susurro Anastasia en una parte de la mente de aquel cuerpo –bueno… no quiero su miembro en el cuerpo… así que te ayudare…- le dijo para luego en un momento de descuido apoderarse del cuerpo….

***

¿Le han puesto cuidado como cambia el cielo cuando comienza a oscurecerse? Es un proceso lento pero hermoso. Anastasia abrió los ojos de par en par, miro al hombre con desprecio para luego sonreír levemente, sujeto su cuello para luego retirarlo de un manotazo, el hombre cayó al piso. Anastasia se levanto en la camilla saltando alegremente –Ah… Bastardo…- le grito mientras miraba como la muda estaba cerca de ella, chasqueo su lengua, si no se la llevaba… pues… le pasaría algo malo, así que salto para llegar al piso para sujetarle la mano y comenzar a correr. Lanzo a la niña hacia la habitación mientras el hombre parecía ocupado con las travesuras de Lucia.

-No tenemos todo el día… apúrate y saca todo lo de la habitación… venga vamos- le dijo mirando como el hombre comenzaba a gritar para llamar la atención de los otros guardias –Demonios debimos ponerle una manzana a ese cerdo- chasqueo su lengua notando que lucía se tardaba mucho así que simplemente volvió a jalarla para comenzar a correr hacia lo que sería su libertad…[i]

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