Un regalo bajo la tunee luz (Daphne)

Estaba sobrecogida y era cuando mi corazón mas lo ponia notar en mi garganta, estaba ansiosa por salir de esas cuatro paredes, mi cuerpo marcado por los golpes. Nunca habia llegado a notar en carne propia la fuerza de un vampiro pero ahora era lo que hacia que mi angustia aumentara y que tomaran las cosas como no eran. Tenia que salir de alli por una parte me sentia sola, mi madre habia tenido que salir de viaje y mi hermana no sabia ni donde andaba. Me puse en pie entre sabanas de seda arrugadas por el contorno de mi cuerpo y los movimientos. Las veces que habia apretado los puños sobre ella y mojadas de las lagrimas vertidas. No sabia si podia seguir otra noche en la cual no me sintiera de esa forma. A penas tenia a unos milimetros de mis pies las zapatillas pero preferia sentir el frio suelo en el cual mis pies avanzaron hasta el tocador dorado, con un gran espejo en el centro. Nunca habia tocado las cosas que tenian sobre él porque no sabia usarlas y tampoco es que me hubieran hecho falta. Retire un mechon de mi cabello viendo la marca de sus dedos en mi cuello.

Dificultosamente trague con las imagenes que venia a mi mente, no fui consciente de cuando habian comenzado a correr por mis mejillas las lagrimas. Gire la mirada al escritorio logrando que mis cabellos se movieran para quedar atravesados en mi rostro y fui hacia el escritorio, tome un papel en tono crema y comence a escribir sobre él a quien me habia ofrecido su mano para cuando lo necesitara.


Una vez termine la enrolle y mande al mensajero formido y de aspecto elegante con su traje azul. Le entregue la carta en mano anunciandole donde debia llevarla. Cerre la puerta tras de él y comence a hacer un pequeño bolso. Permaneci durante todo el dia en mi habitación mirando por la ventana como el sol iba dejando paso a las hermosas estrellas, en un manto oscuro y por mas que quisiera estaba decidida. Colgue el bolso y abri la ventana de mi cuarto que donde habia un hermoso arbol que habia estado frondoso en sus buenas epocas, pero ahora mismo fue lo que me congelo el rostro sentir el frio azotandolo. Salte hacia el arbol deslizandome por sus ramas agilmente hasta llegar al suelo, me asegure que nadie me veia y corri hacia el bosque con el corazon latiendo a toda velocidad y las piernas que me pedian mas y mas.

Estaba tan concentrada en ese momento que cambie de forma en pleno recorrido hasta llegar. El pelaje brillaba bajo la luz de la luna asi como las rayas intente ser mas rapida que anteriormente pero me faltaba el aire, me detuve a penas un momento pero sabia que no debia. Poco entrenamiento y falta de resistencia. Despues de mirar hacia arriba me daba cuenta que tenia que llegar cuanto antes para que no pensara que le habia mentido por ello nada mas me puse en marcha y llegar a la pequeña cascada. Alli estaba majestuosa y hermosa, sus aguas brillaban por el reflejo de la luna, al parecer no habia nadie y eso fue lo que confirme. Me aproxime hasta las rocas primeras cercanas cambiando a mi forma humana, tome ropas dentro de mi bolsa un vestido totalmente sencillo mientras deje poco despues que las piernas colgaran de la ropa para mojarlas en el agua, me incline hacia delante pudiendo ver marte de las marcas en mi piel. Pase mis dedos lentamente por ellas definiendolas.

Aquel lápiz nuevo me había traído inspiración toda la tarde. Acompañado de las tonalidades que daban para una pintura del atardecer y del cautivante aroma de las hojas de te sin beber, los diseños de nueva joyería se habían expandido como la espuma, reuniéndose en un cúmulo de hojas que descansaban a mi izquierda.

Frente a mí, un enésimo boceto que sentía incompleto, y que no podía terminar, de hecho. El papel tenía borrones mínimos producto de la suavidad con que había intervenido el grafito manteniendo la precaución y cuidado que todo dibujante y diseñador debía tener con sus creaciones. Me rasqué un tanto el cabello parado y miré hacia la puerta echando el cuerpo hacia atrás en la silla. Dos toquecitos y mi mayordomo me presentó correspondencia, marchándose y dejándome en privacidad con la letra trazada. Miré al sol que se había ocultado casi en su totalidad y procedí. El boceto tendría que esperar.

Afortunadamente el lugar del encuentro era cercano a mi ubicación, así que me adentré al bosque cuando la luna no llevaba más de 20 minutos en el cielo. Mis guardias tenían ordenada vigilancia perimetral, así que estábamos a salvo con prácticamente todo ese espacio para nosotros.

Mi olfato la encontró sobre unas rocas cercanas a la cascada con una ropa sencilla, más que mi camisa y pantalón de lino con los que aparecí ante ella. - Vine tan pronto como pude -le dije mientras dejaba una bolsa y una canasta en una parte segura un tanto lejos del agua - Espero que no le haya hecho esperar demasiado...Lady Daphne - Rogaba que no fuera demasiado tarde para lo que necesitase de mí.