AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
La revelación del oráculo
2 participantes
Página 1 de 1.
La revelación del oráculo
"…Aspire profundamente el aroma de la arena, de la piedra y de la sal que traía la brisa consigo, antes de abrir los ojos con calma y contemplar mi entorno.
Me encontraba en el desierto.
Mire a todos lados deleitándome por un instante con la belleza de la noche, la belleza de aquellos paisajes de oriente que representaban mi hogar.
Entonces, mire mis manos, percatándome de la calidez de estas, apreciando que no habían tatuajes ni marcas de maldiciones en mi piel, entonces extrañado eleve el rostro hacia la luna, como si quisiera preguntarle a ella que ocurría…Sin embargo el silencio más completo y absoluto me envolvió como si fuera mi respuesta.
Comencé a caminar descalzo sobre la fina arena, mientras mi abrigo ondeaba a mi espalda. Era de noche, y solo la luna iluminaba mi camino como si marcara un sendero, asi que comencé a seguir aquella extraña ruta. Paseando ante tal paisaje como si fuese un invitado en aquel lugar.
Hasta que de pronto un ser encapuchado apareció en la lejanía, sus ropajes negros ondeaban tras de él mientras éste me daba la espalda, con las manos cruzadas por detrás.
Quise caminar hacia esa figura percatándome que no podía, así que fruncí el ceño. Mirándole intrigado, hasta que finalmente fue el mismo quien a pocos metros de mi se quitó la capucha, dejando ver una larga melena negra. Su cabello liso ondeo brillando bajo la luz de la luna y entonces comenzó a girarse con suavidad hacia mi dejando que solo percibiera su sonrisa…
¿Quien era aquel hombre?
Indico de pronto una voz femenina, enigmática y profunda. Una voz que vino y susurro a mi oído, acariciando por un momento mi mentón con sus dedos fríos haciendo que me estremeciera. En aquel momento, intrigado por aquella figura gire mi rostro para mirarle y..."
Abrí los ojos, despertando al fin.
Solté un suspiro.
Me encontraba en mi cama, y las cortinas de mis aposentos ondeaban con suavidad.
Gire el rostro sobre la almohada, notando como mi piel comenzaba a ponerse de gallina. En aquel sueño todo era calido, pero en la realidad hacia frio, más del que esperaba.
Aquello me dejo pensativo, pues reconocía esa sensación, aquella extraña gelides que comenzaba a rodear un entorno cuando alguien andaba cerca. Así que me mantuve tranquilo y extendí las mantas hacia atrás con parsimonia, aun un tanto dormido. Camine hacia las cortinas y las atravesé para salir de esa forma al balcón.
No me sentía solo aquella noche, a pesar de que nadie me acompañase en mi mansión. Pero los espectros a menudo eran desconfiados, sigilosos. Solían espiar antes que aparecer sin más…y por lo que podía apreciar, había alguien rondando cerca. Pero le quite importancia, tarde o tempano se mostraría, o le obligaría a ello…Después de todo mi colección de almas nunca era lo suficientemente grande. Siempre podía obtener una mas.
Sonreí y negué con la cabeza en la soledad de la noche.
El alfa y el omega…
¿De qué me sonaban aquellas frases?...Entonces la brisa azoto mis cabellos con fiereza y yo me cruce de brazos, pues para ser un intermediario entre los vivos y los muertos, nunca tuve mucha paciencia con ellos…
Me encontraba en el desierto.
Mire a todos lados deleitándome por un instante con la belleza de la noche, la belleza de aquellos paisajes de oriente que representaban mi hogar.
Entonces, mire mis manos, percatándome de la calidez de estas, apreciando que no habían tatuajes ni marcas de maldiciones en mi piel, entonces extrañado eleve el rostro hacia la luna, como si quisiera preguntarle a ella que ocurría…Sin embargo el silencio más completo y absoluto me envolvió como si fuera mi respuesta.
Comencé a caminar descalzo sobre la fina arena, mientras mi abrigo ondeaba a mi espalda. Era de noche, y solo la luna iluminaba mi camino como si marcara un sendero, asi que comencé a seguir aquella extraña ruta. Paseando ante tal paisaje como si fuese un invitado en aquel lugar.
Hasta que de pronto un ser encapuchado apareció en la lejanía, sus ropajes negros ondeaban tras de él mientras éste me daba la espalda, con las manos cruzadas por detrás.
Quise caminar hacia esa figura percatándome que no podía, así que fruncí el ceño. Mirándole intrigado, hasta que finalmente fue el mismo quien a pocos metros de mi se quitó la capucha, dejando ver una larga melena negra. Su cabello liso ondeo brillando bajo la luz de la luna y entonces comenzó a girarse con suavidad hacia mi dejando que solo percibiera su sonrisa…
¿Quien era aquel hombre?
…El día y la noche…
…La luna y el sol…
….El alfa y el omega…
…son siempre las dos caras del mismo ser…
…La luna y el sol…
….El alfa y el omega…
…son siempre las dos caras del mismo ser…
Indico de pronto una voz femenina, enigmática y profunda. Una voz que vino y susurro a mi oído, acariciando por un momento mi mentón con sus dedos fríos haciendo que me estremeciera. En aquel momento, intrigado por aquella figura gire mi rostro para mirarle y..."
Abrí los ojos, despertando al fin.
Solté un suspiro.
Me encontraba en mi cama, y las cortinas de mis aposentos ondeaban con suavidad.
Gire el rostro sobre la almohada, notando como mi piel comenzaba a ponerse de gallina. En aquel sueño todo era calido, pero en la realidad hacia frio, más del que esperaba.
Aquello me dejo pensativo, pues reconocía esa sensación, aquella extraña gelides que comenzaba a rodear un entorno cuando alguien andaba cerca. Así que me mantuve tranquilo y extendí las mantas hacia atrás con parsimonia, aun un tanto dormido. Camine hacia las cortinas y las atravesé para salir de esa forma al balcón.
No me sentía solo aquella noche, a pesar de que nadie me acompañase en mi mansión. Pero los espectros a menudo eran desconfiados, sigilosos. Solían espiar antes que aparecer sin más…y por lo que podía apreciar, había alguien rondando cerca. Pero le quite importancia, tarde o tempano se mostraría, o le obligaría a ello…Después de todo mi colección de almas nunca era lo suficientemente grande. Siempre podía obtener una mas.
Sonreí y negué con la cabeza en la soledad de la noche.
El alfa y el omega…
¿De qué me sonaban aquellas frases?...Entonces la brisa azoto mis cabellos con fiereza y yo me cruce de brazos, pues para ser un intermediario entre los vivos y los muertos, nunca tuve mucha paciencia con ellos…
Zhepyr D. Asrhan- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 41
Fecha de inscripción : 29/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: La revelación del oráculo
- Como la cara y la cruz de la misma moneda... eso eres tú.
Mi voz, un tanto distorsionada por hallarme en el proceso de corporación material de mi figura, inundó la estancia en la que nos hallábamos, él en el balcón mirando la nada y yo tras él, sentándome ahora en su lecho, cálido al haber salvaguardado el calor de su humanidad. Resoplé un mechón de mi rubio cabello en cuanto éste cayó sobre mi ojo izquierdo al encontrarme ahora estirada, con las piernas colgando por el costado del lecho y mis brazos cruzados tras mi cabeza, haciendo de cojín.
- Buenas noches, querido Zhepyr... ¿o debería quizás, dirigirme a tí como Démian?- reí, incorporándome levemente para adivinar su semblante sombrío.- Debo admitir que echo de menos tu rostro original... oh, pero me agradaba más la voz de tu cuarta reencarnación. Probemos, probemos, ¡cántame Der hölle rache, de la ópera de la Flauta Mágica!- le insté, animándole con mis palmas y un gesto infantil que probablemente, le desarmó.- Oh, está bien, vayamos al grano.- desistí finalmente, alzándome de la cama y dirigiéndome hacia él con la mejor de mis sonrisa, alargando mi mano hacia él para que besara el dorso de ésta.- Mi nombre es Hella Erikdottir, mucho gusto. Oh, sí, por tu rostro ya veo que relacionas mi apellido con el de mi hermanita Eyra -que por cierto, ¡buen salto del tigre en la bañera, sí señor!- Y sí, estoy muerta y bien sepultada, gracias por preguntar.- reí tomando finalmente su mano para estrechársela a modo de saludo cordial.- Aunque por mi tacto, puedes comprobar que soy visible a los ojos de cualquier humano, cosas de brujas, quizás.
Me alejé de su figura y me dirigí hacia uno de los armarios empotrados, sacado de él un par de copas de cristal y vino blanco, no era mi favorito, pero algo era algo. Vertí el líquido en ambos recipientes y le tendí uno a él, llevándome a los labios la mía antes de ladear mi rostro, esperando que se pronunciara al fin. Pero uno de mis defectos, era mi impaciencia.
- ¡Oh, venga ya! ¿De veras no me recuerdas, Dém?
Mis ojos se clavaron en los suyos con ferocidad, estrechando distancias entre ambos, alargando mi mano hacia su mejilla para tocarle y así hacerle ver quién era él realmente, pues me urgía recuperar a mi amigo y aliado, no podía contentarme con aquél simple aprendiz de hechicero, le necesitaba a él, a Démian... De pronto, mi copa resbaló de mis dedos y pronto se convirtió en un montón de cristales hechos añicos.
Mi voz, un tanto distorsionada por hallarme en el proceso de corporación material de mi figura, inundó la estancia en la que nos hallábamos, él en el balcón mirando la nada y yo tras él, sentándome ahora en su lecho, cálido al haber salvaguardado el calor de su humanidad. Resoplé un mechón de mi rubio cabello en cuanto éste cayó sobre mi ojo izquierdo al encontrarme ahora estirada, con las piernas colgando por el costado del lecho y mis brazos cruzados tras mi cabeza, haciendo de cojín.
- Buenas noches, querido Zhepyr... ¿o debería quizás, dirigirme a tí como Démian?- reí, incorporándome levemente para adivinar su semblante sombrío.- Debo admitir que echo de menos tu rostro original... oh, pero me agradaba más la voz de tu cuarta reencarnación. Probemos, probemos, ¡cántame Der hölle rache, de la ópera de la Flauta Mágica!- le insté, animándole con mis palmas y un gesto infantil que probablemente, le desarmó.- Oh, está bien, vayamos al grano.- desistí finalmente, alzándome de la cama y dirigiéndome hacia él con la mejor de mis sonrisa, alargando mi mano hacia él para que besara el dorso de ésta.- Mi nombre es Hella Erikdottir, mucho gusto. Oh, sí, por tu rostro ya veo que relacionas mi apellido con el de mi hermanita Eyra -que por cierto, ¡buen salto del tigre en la bañera, sí señor!- Y sí, estoy muerta y bien sepultada, gracias por preguntar.- reí tomando finalmente su mano para estrechársela a modo de saludo cordial.- Aunque por mi tacto, puedes comprobar que soy visible a los ojos de cualquier humano, cosas de brujas, quizás.
Me alejé de su figura y me dirigí hacia uno de los armarios empotrados, sacado de él un par de copas de cristal y vino blanco, no era mi favorito, pero algo era algo. Vertí el líquido en ambos recipientes y le tendí uno a él, llevándome a los labios la mía antes de ladear mi rostro, esperando que se pronunciara al fin. Pero uno de mis defectos, era mi impaciencia.
- ¡Oh, venga ya! ¿De veras no me recuerdas, Dém?
Mis ojos se clavaron en los suyos con ferocidad, estrechando distancias entre ambos, alargando mi mano hacia su mejilla para tocarle y así hacerle ver quién era él realmente, pues me urgía recuperar a mi amigo y aliado, no podía contentarme con aquél simple aprendiz de hechicero, le necesitaba a él, a Démian... De pronto, mi copa resbaló de mis dedos y pronto se convirtió en un montón de cristales hechos añicos.
Iris M. Der Kláuseen- Condenado/Hechicero/Clase Alta
- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 05/03/2012
Localización : París
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: La revelación del oráculo
Dém?...
Por un momento me intrigó que me llamase de esa forma. Pues mi segundo nombre era Dhémien y solo mi padre me llamaba de ese modo. Claro que a él le había matado hacia tantos años que ya me había olvidado de aquel sobrenombre “afectuoso”.
Entonces, en aquel momento, le contemple y vi su gesto de querer acercarse. Así que me adelante instintivamente y sostuve su mano antes de que llegase a mi mejilla, sosteniéndola y haciéndole girar como si aquel fuese un paso de baile improvisado, salvo que fue más rápido y un tanto más violento. Pero me sirvió para girarle y posicionarme detrás de ella, apreciando como su otra mano dejaba caer la copa a mis pies ante el inesperado movimiento.
Para ser un espectro, pareces estar muy informada sobre ciertas cosas…Aunque mira que espiar a tu hermana…que poca cortesía.
Entonces acerque mi rostro hacia ella por encima de su hombro. Tocando con mi mejilla sus cabellos rubios, y ella estiro el cuello hacia atrás, contemplándome atrás de ella. Y en aquel momento, en aquella posición rebuscada, le mire y arquee una ceja. Parpadee confuso y le solté de inmediato. Pues sin quererlo aquello me había sido familiar, como si yo hubiese hecho mas veces ese movimiento para intentar desarmarla. Pero era imposible. No conocía a aquel espectro…
a menos que…
Me separe del fantasma y comencé a rodearla sin quitarle el ojo de encima, apreciando su indumentaria, sus largos cabellos rubios, y sus ornamentos claramente provenientes de una época anterior. Nunca era sensato fiarse de un fantasma…sin embargo algo tenían esos ojos que incitaban a querer saber mas.
Entonces me situé frente a ella y le mire, concentrándome en su mirada clara que me miraba hacia arriba, además de aquellos labios carnosos que con una sonrisa picara parecían decir que sabían mas que yo.
Der….¿Der jölle rache has dicho?…Comente de pronto recordando su comentario anterior. Desvié la mirada hacia el horizonte y note que me mordía los labios.
“Qué demonios”? Pensé.
Pero entonces sin poder evitarlo mis labios se movieron en una curvatura. lleve mis dedos a mi boca y rei sin quererlo al pensar en ello…notando como las carcajadas venían a mi ante su sola mención, mientras la joven me miraba ladeando la cabeza quizás divertida con mi reacción. Y es que el nombre de aquella opera me había hecho gracia…mucha gracia…¿Por qué? Carraspee e intente recobrar la compostura. Pero lo cierto es que aquello me había divertido de forma inesperada.
Vamos a ver “jovencita”…Dices conocerme….¿Como habías dicho? .Pregunte llevando mis dedos a mis labios, en actitud pensativa. Oh si, de una vida anterior...Si estas tan segura de tus palabras…
Demuéstramelo… Indique aun con una sonrisa.
Entonces entrelace mis manos a mi espalda y le espere paciente. Lo cierto es que me había agradado el aspecto de aquel ente. Si fallaba en su cometido le encerraría en algún objeto y lo guardaría para mi colección.
Por un momento me intrigó que me llamase de esa forma. Pues mi segundo nombre era Dhémien y solo mi padre me llamaba de ese modo. Claro que a él le había matado hacia tantos años que ya me había olvidado de aquel sobrenombre “afectuoso”.
Entonces, en aquel momento, le contemple y vi su gesto de querer acercarse. Así que me adelante instintivamente y sostuve su mano antes de que llegase a mi mejilla, sosteniéndola y haciéndole girar como si aquel fuese un paso de baile improvisado, salvo que fue más rápido y un tanto más violento. Pero me sirvió para girarle y posicionarme detrás de ella, apreciando como su otra mano dejaba caer la copa a mis pies ante el inesperado movimiento.
Para ser un espectro, pareces estar muy informada sobre ciertas cosas…Aunque mira que espiar a tu hermana…que poca cortesía.
Entonces acerque mi rostro hacia ella por encima de su hombro. Tocando con mi mejilla sus cabellos rubios, y ella estiro el cuello hacia atrás, contemplándome atrás de ella. Y en aquel momento, en aquella posición rebuscada, le mire y arquee una ceja. Parpadee confuso y le solté de inmediato. Pues sin quererlo aquello me había sido familiar, como si yo hubiese hecho mas veces ese movimiento para intentar desarmarla. Pero era imposible. No conocía a aquel espectro…
a menos que…
Me separe del fantasma y comencé a rodearla sin quitarle el ojo de encima, apreciando su indumentaria, sus largos cabellos rubios, y sus ornamentos claramente provenientes de una época anterior. Nunca era sensato fiarse de un fantasma…sin embargo algo tenían esos ojos que incitaban a querer saber mas.
Entonces me situé frente a ella y le mire, concentrándome en su mirada clara que me miraba hacia arriba, además de aquellos labios carnosos que con una sonrisa picara parecían decir que sabían mas que yo.
Der….¿Der jölle rache has dicho?…Comente de pronto recordando su comentario anterior. Desvié la mirada hacia el horizonte y note que me mordía los labios.
“Qué demonios”? Pensé.
Pero entonces sin poder evitarlo mis labios se movieron en una curvatura. lleve mis dedos a mi boca y rei sin quererlo al pensar en ello…notando como las carcajadas venían a mi ante su sola mención, mientras la joven me miraba ladeando la cabeza quizás divertida con mi reacción. Y es que el nombre de aquella opera me había hecho gracia…mucha gracia…¿Por qué? Carraspee e intente recobrar la compostura. Pero lo cierto es que aquello me había divertido de forma inesperada.
Vamos a ver “jovencita”…Dices conocerme….¿Como habías dicho? .Pregunte llevando mis dedos a mis labios, en actitud pensativa. Oh si, de una vida anterior...Si estas tan segura de tus palabras…
Demuéstramelo… Indique aun con una sonrisa.
Entonces entrelace mis manos a mi espalda y le espere paciente. Lo cierto es que me había agradado el aspecto de aquel ente. Si fallaba en su cometido le encerraría en algún objeto y lo guardaría para mi colección.
Zhepyr D. Asrhan- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 41
Fecha de inscripción : 29/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: La revelación del oráculo
Torcí una sonrisa antes de acomodar el tirante dorado de mi vestido, pues éste había cedido ante el violento y brusco agarre por parte de aquella reencarnación de Démian, un gesto que sin duda, le sorprendió a él mismo. ¿Empezaría al fin a recordar? Eso me alegró y satisfizo, pues así me ahorraría todo el laberíntico camino de mostrarle quién realmente era. Pero entonces, él me soltó, con la confusión escrita en sus ojos grises y un resoplido escapó de mi boca antes de dar un paso hacia él, pisando los cristales sin importarme que se incrustaran en mi piel ahora casi insensible al dolor físico, tomando su rostro entre mis manos con delicadeza antes de ponerme de puntillas y recortar distancias entre nuestras bocas, buscando sus labios para fundirlos con los míos, jugando con su lengua infantil y traviesa, aprovechando aquél contacto para transmitirle mis recuerdos, los mismos que Démian poseía y que mediante un conjuro, él me había cedido tan sólo para que yo los usara contra aquellas reencarnaciones suyas que se negaran a aceptarle, sabiendo el pobre vampiro, que ni siquiera él sería eterno sobre la faz de la Tierra. Gracias a eso y a mi ayuda, logramos grabar en mi memoria todos sus recuerdos, humanos y vampíricos, suficiente para que cualquier cuerpo que su alma poseyera se viera reflejada en ellos y comprendiera al fin, que en realidad se trataba de Démian, el alocado vampiro más sexy que dominó mundo desde antaño. Porque lo cierto es, que sus cuerpos podían perecer una y otra y otra vez, pero él, de algún modo u otro, siempre regresaba. Como ahora, como aquél hechicero con el que me besaba con el firme convencimiento que tanto el recuerdo de mis besos como aquellas memorias que inundaban ahora sus ojos, despertarían al vampiro con el que deseaba reencontrarme.
Me despegué de su boca, recuperando el aliento aunque no me fuera necesario realmente. Relamí mis labios, sonriente, recolocando bien mis cabellos alborotados y mirando de reojo al sujeto, esperando una de sus ingeniosas frases que solían arrancarme una carcajada o bien me empujaban de nuevo a sus brazos, a veces para jugar a mordernos y pelearnos como gatos, o a veces para pasar a cosas de mayores… depende de nuestro humor.
- ¿Y bien?- le pedí enarcando una ceja y cruzándome de brazos a la altura de mi pecho, perdiendo ya mi escasa paciencia.- ¡No puedo haberme equivocado! ¡Sé que eres tú, Démian!- refunfuñé hinchando mis mofletes a modo de berrinche infantil.- ¡Deja de jugar a las escondidas y manifiéstate ya! ¡Te necesito!
Nada. Zhepyr seguía sin pronunciar palabra alguna o gesto que le identificara como mi viejo amigo inmortal, así que ante la desesperación, empecé a mover todos los objetos que vi a mi alrededor: candelabros de velas encendidas, figuritas de porcelana, alguna daga y espada recostadas contra uno de los muros, un extraño anillo que descansaba sobre la mesita de noche… y de repente, los cristales de las ventanas estallaron como si una bomba hubiese caído a menos de cien metros de allí, los candelabros ardieron como si fueran de papel, las figuras que adornaban la sala salieron disparadas hasta estrellarse en las paredes opuestas dónde se hallaban, las dagas y espadas se alzaron y se desenvainaron solas, yendo a gran velocidad hacia el brujo hasta detenerse todas ellas alrededor de su cuello, a un milímetro de su piel… y el anillo, voló hacia la palma de mi mano, pues me gustó y decidí ponérmelo en mi dedo anular, sonriendo ante mi nuevo adquisición. Alcé la mirada hacia Zhepyr.
- Reacciona a las buenas… o te obligaré a hacerlo a las malas.- le amenacé con la frialdad destilando en cada una de mis palabras, entrecerrando los ojos antes de tomar la parte delantera de mi largo vestido y empezar a caminar a su alrededor, inspeccionando cada músculo tenso de su cuerpo.
Esperando su despertar...
Me despegué de su boca, recuperando el aliento aunque no me fuera necesario realmente. Relamí mis labios, sonriente, recolocando bien mis cabellos alborotados y mirando de reojo al sujeto, esperando una de sus ingeniosas frases que solían arrancarme una carcajada o bien me empujaban de nuevo a sus brazos, a veces para jugar a mordernos y pelearnos como gatos, o a veces para pasar a cosas de mayores… depende de nuestro humor.
- ¿Y bien?- le pedí enarcando una ceja y cruzándome de brazos a la altura de mi pecho, perdiendo ya mi escasa paciencia.- ¡No puedo haberme equivocado! ¡Sé que eres tú, Démian!- refunfuñé hinchando mis mofletes a modo de berrinche infantil.- ¡Deja de jugar a las escondidas y manifiéstate ya! ¡Te necesito!
Nada. Zhepyr seguía sin pronunciar palabra alguna o gesto que le identificara como mi viejo amigo inmortal, así que ante la desesperación, empecé a mover todos los objetos que vi a mi alrededor: candelabros de velas encendidas, figuritas de porcelana, alguna daga y espada recostadas contra uno de los muros, un extraño anillo que descansaba sobre la mesita de noche… y de repente, los cristales de las ventanas estallaron como si una bomba hubiese caído a menos de cien metros de allí, los candelabros ardieron como si fueran de papel, las figuras que adornaban la sala salieron disparadas hasta estrellarse en las paredes opuestas dónde se hallaban, las dagas y espadas se alzaron y se desenvainaron solas, yendo a gran velocidad hacia el brujo hasta detenerse todas ellas alrededor de su cuello, a un milímetro de su piel… y el anillo, voló hacia la palma de mi mano, pues me gustó y decidí ponérmelo en mi dedo anular, sonriendo ante mi nuevo adquisición. Alcé la mirada hacia Zhepyr.
- Reacciona a las buenas… o te obligaré a hacerlo a las malas.- le amenacé con la frialdad destilando en cada una de mis palabras, entrecerrando los ojos antes de tomar la parte delantera de mi largo vestido y empezar a caminar a su alrededor, inspeccionando cada músculo tenso de su cuerpo.
Esperando su despertar...
Iris M. Der Kláuseen- Condenado/Hechicero/Clase Alta
- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 05/03/2012
Localización : París
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: La revelación del oráculo
Mientras su lengua jugaba con la mía y nuestros labios chocaban entre si comencé a sentir un sinfín de sensaciones y de pronto un remolino de imágenes...
y todos aquellos recuerdos vinieron a mi mente… de golpe! Como una extensa saturación de rostros, sonidos, gritos, y emociones…emociones de largos años, de demasiados años!
Lleve mis manos a mi cabeza sobrepasado por tantas cosas que venían a mi a la vez, mientras miraba hacia abajo con los ojos desorbitados, sin hacer caso a los objetos que a mi alrededor acechaban con atravesarme si me movía.
Pues en mis retinas como un fugaz torbellino, apreciaba mi conversión, la sangre, las vidas que cegué, habían sido cientos...cientos de miles, mis manos estaban manchadas en su totalidad, y el miedo guiaba los pasos de quienes terminaban postrados a mis pies, implorando piedad antes de que su sangre…oh su dulce y preciada sangre fuera pisada por mis botas, mientras el tiempo transcurría y yo con él, como un ser infinito…
Y entonces esos ojos, millones de ojos que miraban que me llamaban! que me imploraban piedad!!
Y Hella… y sus planes…y la dulce sensación de manejar los destinos ajenos como señores supremos de la creación…Y entonces…ÉL! ...Su sonrisa!, sus gestos!....y esos ojos grises…Malditos fuesen esos ojos grises! los odiaba y los amaba por igual… Pero el tenia que sufrir, el debía hacerlo! Esa era mi voluntad!
Y entonces las risas…risas en todas partes, y la predicción del oráculo!
... y la sangre, tenia que hacerme con su hijo! él era la clave!...y entonces las carcajadas que salían de mis labios al manipular a Eyra, al hacer que se encontrara con él..y oh! esos ojillos tristes cuando me quede con su bebé….con MI bebé…
¿...y entonces? ¿Hella? ¿Johannes? ¿Que había ocurrido? Dónde estaban!...
¿porque mi títere me seguía?...no! No lo permitiria...Jäeger!....el me serviría, le usaría contra el títere…pero no, no pude, me seguía…porque Jerarld me seguía?...no…
...
NO.
NOO.
NOOOO!!!!
Lleve mis manos hacia mi cuello instintivamente, parpadeando mientras enseñaba los dientes con ferocidad a un enemigo invisible delante mío. Hasta que aquel espectro se acerco situandose delante de mi.
Respire agitado, tomando aire medio ahogado y enfurecido, notando como mi cuerpo temblaba de rabia hasta que volví a contemplar el escenario que me rodeaba, pudiendo fijarme ahora en aquella mujer, mientras yo bajaba mis manos y me erguía, posándome totalmente derecho, -contemplándole ahora sin parpadear-, serenándome por momentos, mientras ladeaba el rostro entrecerrando los ojos.
So ein Mist…Comente en alemán, con desden mientras bajaba la mirada para verla, haciendo una mueca de repugnancia, tenia sed.
Entonces sujete una de mis dagas -que aun suspensa en el aire- flotaba delante mío, haciéndome un corte en la palma de la mano para llevar mi lengua hacia la herida, lamiéndola con lujuria, predispuesto a deleitarme con mi propio sabor. Pero entonces un sabor inesperado lleno mi paladar, haciéndome entender que no me agradaba. No era como antaño, no sabia como…
Lleve mis manos a mi rostro, y palpe con cierta desesperación mi nariz, mis pómulos y mis cabellos mientras Hella dejaba que cayesen todos los objetos que aun me acechaban a mí alrededor. A la vez que yo caminaba hacia el interior de los aposentos, buscando algo con lo que mirarme,tirando los objetos lejos, y abriendo los armarios y los cajones sin dar con nada, mientras me giraba hacia todos lados, haciendo que mi bata ondeara…
Necesito verme…Necesito ver mi cara!!!!
¿Que haces ahí Mätresse!? ¿Sonríes?...¿Es que sonríes???
¿Porque?...¿porque te ries?...¿te ries de mi acaso?....
¿TE RIES DE MI!?
Indique mientras caminaba hacia ella sujetándola por los brazos, mirándola con el gesto ceñudo, para notar como mi semblante se relajaba con el pasar de los segundos al distraerme. Porque...¿Que era aquello que notaba? ... ¿Un palpitar?...Lleve mi mano a mi pecho notando el extraño tun-tun…sintiendo un profundo horror recorrer todo mi cuerpo.
Oh meine liebe…porque has tardado tanto en encontrarme?
…mírame…mírame! Soy un maldito humano…mortal, débil!...
no, mejor no…no!…no me mires, indique girándome de pronto de forma un tanto teatral, para entonces dejarme caer de rodillas mientras observaba aquellos mechones que caian sobre mi frente…
Soy repugnante...ya no soy hermoso…
Soy...Soy un juguete del destino! Indique trágicamente,pues para mi antiguo yo la belleza residía en la inmortalidad y en la pureza de un alma vampirica, poderosa y gracil como especie poderosa y superior a las demás.
Mientras que ahora, que era ahora?
Y asi, tragico y afectado me quede arrodillado en el suelo, con Hella a mi espalda, aun haciéndome a la idea de mi nueva situación, de mi nuevo cuerpo y de mi nueva “identidad”…
y todos aquellos recuerdos vinieron a mi mente… de golpe! Como una extensa saturación de rostros, sonidos, gritos, y emociones…emociones de largos años, de demasiados años!
Lleve mis manos a mi cabeza sobrepasado por tantas cosas que venían a mi a la vez, mientras miraba hacia abajo con los ojos desorbitados, sin hacer caso a los objetos que a mi alrededor acechaban con atravesarme si me movía.
Pues en mis retinas como un fugaz torbellino, apreciaba mi conversión, la sangre, las vidas que cegué, habían sido cientos...cientos de miles, mis manos estaban manchadas en su totalidad, y el miedo guiaba los pasos de quienes terminaban postrados a mis pies, implorando piedad antes de que su sangre…oh su dulce y preciada sangre fuera pisada por mis botas, mientras el tiempo transcurría y yo con él, como un ser infinito…
Y entonces esos ojos, millones de ojos que miraban que me llamaban! que me imploraban piedad!!
Y Hella… y sus planes…y la dulce sensación de manejar los destinos ajenos como señores supremos de la creación…Y entonces…ÉL! ...Su sonrisa!, sus gestos!....y esos ojos grises…Malditos fuesen esos ojos grises! los odiaba y los amaba por igual… Pero el tenia que sufrir, el debía hacerlo! Esa era mi voluntad!
Y entonces las risas…risas en todas partes, y la predicción del oráculo!
... y la sangre, tenia que hacerme con su hijo! él era la clave!...y entonces las carcajadas que salían de mis labios al manipular a Eyra, al hacer que se encontrara con él..y oh! esos ojillos tristes cuando me quede con su bebé….con MI bebé…
¿...y entonces? ¿Hella? ¿Johannes? ¿Que había ocurrido? Dónde estaban!...
¿porque mi títere me seguía?...no! No lo permitiria...Jäeger!....el me serviría, le usaría contra el títere…pero no, no pude, me seguía…porque Jerarld me seguía?...no…
...
NO.
NOO.
NOOOO!!!!
Lleve mis manos hacia mi cuello instintivamente, parpadeando mientras enseñaba los dientes con ferocidad a un enemigo invisible delante mío. Hasta que aquel espectro se acerco situandose delante de mi.
Respire agitado, tomando aire medio ahogado y enfurecido, notando como mi cuerpo temblaba de rabia hasta que volví a contemplar el escenario que me rodeaba, pudiendo fijarme ahora en aquella mujer, mientras yo bajaba mis manos y me erguía, posándome totalmente derecho, -contemplándole ahora sin parpadear-, serenándome por momentos, mientras ladeaba el rostro entrecerrando los ojos.
So ein Mist…Comente en alemán, con desden mientras bajaba la mirada para verla, haciendo una mueca de repugnancia, tenia sed.
Entonces sujete una de mis dagas -que aun suspensa en el aire- flotaba delante mío, haciéndome un corte en la palma de la mano para llevar mi lengua hacia la herida, lamiéndola con lujuria, predispuesto a deleitarme con mi propio sabor. Pero entonces un sabor inesperado lleno mi paladar, haciéndome entender que no me agradaba. No era como antaño, no sabia como…
Lleve mis manos a mi rostro, y palpe con cierta desesperación mi nariz, mis pómulos y mis cabellos mientras Hella dejaba que cayesen todos los objetos que aun me acechaban a mí alrededor. A la vez que yo caminaba hacia el interior de los aposentos, buscando algo con lo que mirarme,tirando los objetos lejos, y abriendo los armarios y los cajones sin dar con nada, mientras me giraba hacia todos lados, haciendo que mi bata ondeara…
Necesito verme…Necesito ver mi cara!!!!
¿Que haces ahí Mätresse!? ¿Sonríes?...¿Es que sonríes???
¿Porque?...¿porque te ries?...¿te ries de mi acaso?....
¿TE RIES DE MI!?
Indique mientras caminaba hacia ella sujetándola por los brazos, mirándola con el gesto ceñudo, para notar como mi semblante se relajaba con el pasar de los segundos al distraerme. Porque...¿Que era aquello que notaba? ... ¿Un palpitar?...Lleve mi mano a mi pecho notando el extraño tun-tun…sintiendo un profundo horror recorrer todo mi cuerpo.
Oh meine liebe…porque has tardado tanto en encontrarme?
…mírame…mírame! Soy un maldito humano…mortal, débil!...
no, mejor no…no!…no me mires, indique girándome de pronto de forma un tanto teatral, para entonces dejarme caer de rodillas mientras observaba aquellos mechones que caian sobre mi frente…
Soy repugnante...ya no soy hermoso…
Soy...Soy un juguete del destino! Indique trágicamente,pues para mi antiguo yo la belleza residía en la inmortalidad y en la pureza de un alma vampirica, poderosa y gracil como especie poderosa y superior a las demás.
Mientras que ahora, que era ahora?
Y asi, tragico y afectado me quede arrodillado en el suelo, con Hella a mi espalda, aun haciéndome a la idea de mi nueva situación, de mi nuevo cuerpo y de mi nueva “identidad”…
Zhepyr D. Asrhan- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 41
Fecha de inscripción : 29/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: La revelación del oráculo
Puse los ojos en blanco, resoplando mientras era testigo de cuanto teatro empezaba a desfilar ante mis ojos, cruzándome de brazos hasta que al fin, la paz volvió en forma de Dhémien arrodillado, dándome la espalda y sumido en unos pensamientos probablemente trágicos y desquiciados como él mismo lo era. Sin más demora, me planté frente a él usando la teletransportación, acuclillándome hasta quedar a su altura y, tras alzarle el mentón y sonreírle dulcemente, le abofeteé la mejilla con toda la fuerza que disponía, suspirando luego.
- ¡No tenemos tiempo para tus juegos, Dhémien!- le exijí, visiblemente malhumorada y con el don de la paciencia demasiado lejos de mí ahora.- En tres días se llevará a cabo el ritual que mi hermanita lleva siglos planeando para revivir a Alawa... ¡es tu oportunidad para volver a la vida!- le zarandeé un tanto nerviosa aun, tranquilizándome cuando su rostro permaneció sereno e inmutable.- Dhém, ahora no eres tú... no estás completo.- empecé a explicarme, temiendo que hubiera olvidado parte de los planes que habíamos acordado durante nuestra estancia en el otro lado.- Al morir como vampiro, sólo quedó pura la parte de tu alma humana, que es la que sobrevivió y quedó suspensa en otro lado, mientras que tu otra mitad se desvaneció en cuanto a cenizas tu cuerpo se convirtió.- murmuré algo cabizbaja.- Por lo que tu reencarnación es parcial y por ello compartes ahora éste cuerpo con el alma original de éste, el brujo Zhepyr.
Me alcé, dándole la espalda para pasear en círculos por aquella sala, aun nerviosa y jugando ahora con los dedos de mis manos, luego con mi cabello y finalmente, decidí sentarme en el lecho del brujo para sosegarme mientras proseguía.
- Alawa ha conseguido descubrir el camino de vuelta al mundo de los mortales, complicado sobretodo por el hecho de tener también el alma fragmentada, encontrándose su otra mitad en un collar que posee Eyra sin conocer su secreto. Dhémian, la noche en que Eyra realice el ritual para revivir a su madre, es tu momento para apartarla y regresar tú, ¡puedes hacerlo! Sólo entonces recuperarías tu hermosa anatomía, tus poderes, tu alma y tu eterna vida.
Una sonrisa con un deje esperanzador cruzó mis labios, tomando una bocanada de aire cuando creí percibir en su rostro el centello de sus maquiavélicos ojos verdes cuando el mal tomaba forma ya en su retorcida mente. Dhémian estaba en camino de volver... y eso era algo que debía celebrar.
- ¡No tenemos tiempo para tus juegos, Dhémien!- le exijí, visiblemente malhumorada y con el don de la paciencia demasiado lejos de mí ahora.- En tres días se llevará a cabo el ritual que mi hermanita lleva siglos planeando para revivir a Alawa... ¡es tu oportunidad para volver a la vida!- le zarandeé un tanto nerviosa aun, tranquilizándome cuando su rostro permaneció sereno e inmutable.- Dhém, ahora no eres tú... no estás completo.- empecé a explicarme, temiendo que hubiera olvidado parte de los planes que habíamos acordado durante nuestra estancia en el otro lado.- Al morir como vampiro, sólo quedó pura la parte de tu alma humana, que es la que sobrevivió y quedó suspensa en otro lado, mientras que tu otra mitad se desvaneció en cuanto a cenizas tu cuerpo se convirtió.- murmuré algo cabizbaja.- Por lo que tu reencarnación es parcial y por ello compartes ahora éste cuerpo con el alma original de éste, el brujo Zhepyr.
Me alcé, dándole la espalda para pasear en círculos por aquella sala, aun nerviosa y jugando ahora con los dedos de mis manos, luego con mi cabello y finalmente, decidí sentarme en el lecho del brujo para sosegarme mientras proseguía.
- Alawa ha conseguido descubrir el camino de vuelta al mundo de los mortales, complicado sobretodo por el hecho de tener también el alma fragmentada, encontrándose su otra mitad en un collar que posee Eyra sin conocer su secreto. Dhémian, la noche en que Eyra realice el ritual para revivir a su madre, es tu momento para apartarla y regresar tú, ¡puedes hacerlo! Sólo entonces recuperarías tu hermosa anatomía, tus poderes, tu alma y tu eterna vida.
Una sonrisa con un deje esperanzador cruzó mis labios, tomando una bocanada de aire cuando creí percibir en su rostro el centello de sus maquiavélicos ojos verdes cuando el mal tomaba forma ya en su retorcida mente. Dhémian estaba en camino de volver... y eso era algo que debía celebrar.
Iris M. Der Kláuseen- Condenado/Hechicero/Clase Alta
- Mensajes : 117
Fecha de inscripción : 05/03/2012
Localización : París
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: La revelación del oráculo
Miré a Hella y sonreí de medio lado, comenzando a reír, para terminar a carcajadas que sonaron estruendosas en cada rincón de los enormes aposentos.
Si…Volveré de una vez por todas a reclamar lo que es mío.
Comente mientras caminaba hacia Hella, tomando uno de sus mechones para acomodarlo en un gesto cariñoso, donde ladee el rostro para mirarla.
Recuerdo lo que ocurrió. He visto a Alawa en el otro lado, está usando a una bruja para mantenerse al tanto de esa familia. Es fuerte, pero aun no lo suficiente…Usare este mismo cuerpo. Usare a Zephyr para que entre en contacto con ella, de ese modo, si el usa su poder en medio del mismo ritual, una parte de ella, quedara atrapada por su poder, dándome la oportunidad de volver a mí.
Cuando las reliquias estén juntas no habrá tiempo que perder, el enlace entre los muertos y los vivos durara poco…Necesitare que tú me ayudes también desde el otro lado meine liebe.
¿Estarás dispuesta a hacer eso por mi?...Pregunte mientras contemplaba sus ojos claros, deslizando el dorso de mi mano por su mejilla.
Entonces me distancie de ella y camine hacia uno de los muebles cercanos, ahora que me había sosegado un poco podía acceder a los recuerdos de aquel hombre que ahora era. Por lo que abrí un cajón y saque un ornamentado espejo de oro que sabía que estaba en el interior, alzándolo para mirar mi reflejo a la luz de la luna.
Entrecerré los ojos y sonreí. No estaba nada mal tampoco con aquella forma. Rasgos exóticos, piel tostada, por lo visto tenía una complexión fuerte y musculada, -mucho más que la que poseía con mi cuerpo de inmortal- y entonces baje mis manos a mi entrepierna, estire un poco de la cinturilla del pantalón para ver que había ahí abajo. Y entonces ladee la cabeza alzando una ceja…
Pensaba hacerle una visita a aquel cuerpo una vez tuviese el mío propio, aquel talento no podía desaprovecharse.
Deje de fantasear con mi talento y volví a tomar atención al espejo entre mis manos. Contemplando con más detenimiento aquel rostro, haciendo una mueca con los labios. Aquella nariz era demasiado grande, y los ojos, parecían misteriosos y eran de un gris, que me recordaba a….
Lance el espejo al suelo, haciendo que se rompiese en mil pedazos.
¿¡Pero cómo es posible que haya podido traicionarme!!?, a ¡¡¡mi!!!...YO LE CREE!...Yo le di el aliento inmortal! ¿De dónde saco ese odio tan grande?
Comencé a pasear por la habitación, indignado, alzando la voz, los brazos hasta que me canse de discutir solo y me deje caer sobre la cama, donde Hella seguía sentada e inmutable, como si estuviese acostumbrada.
¿Te he dicho ya que te he echado de menos en el otro lado? Pregunte sin que viniese a cuenta aquel tema de conversación.
Si…Volveré de una vez por todas a reclamar lo que es mío.
Comente mientras caminaba hacia Hella, tomando uno de sus mechones para acomodarlo en un gesto cariñoso, donde ladee el rostro para mirarla.
Recuerdo lo que ocurrió. He visto a Alawa en el otro lado, está usando a una bruja para mantenerse al tanto de esa familia. Es fuerte, pero aun no lo suficiente…Usare este mismo cuerpo. Usare a Zephyr para que entre en contacto con ella, de ese modo, si el usa su poder en medio del mismo ritual, una parte de ella, quedara atrapada por su poder, dándome la oportunidad de volver a mí.
Cuando las reliquias estén juntas no habrá tiempo que perder, el enlace entre los muertos y los vivos durara poco…Necesitare que tú me ayudes también desde el otro lado meine liebe.
¿Estarás dispuesta a hacer eso por mi?...Pregunte mientras contemplaba sus ojos claros, deslizando el dorso de mi mano por su mejilla.
Entonces me distancie de ella y camine hacia uno de los muebles cercanos, ahora que me había sosegado un poco podía acceder a los recuerdos de aquel hombre que ahora era. Por lo que abrí un cajón y saque un ornamentado espejo de oro que sabía que estaba en el interior, alzándolo para mirar mi reflejo a la luz de la luna.
Entrecerré los ojos y sonreí. No estaba nada mal tampoco con aquella forma. Rasgos exóticos, piel tostada, por lo visto tenía una complexión fuerte y musculada, -mucho más que la que poseía con mi cuerpo de inmortal- y entonces baje mis manos a mi entrepierna, estire un poco de la cinturilla del pantalón para ver que había ahí abajo. Y entonces ladee la cabeza alzando una ceja…
Pensaba hacerle una visita a aquel cuerpo una vez tuviese el mío propio, aquel talento no podía desaprovecharse.
Deje de fantasear con mi talento y volví a tomar atención al espejo entre mis manos. Contemplando con más detenimiento aquel rostro, haciendo una mueca con los labios. Aquella nariz era demasiado grande, y los ojos, parecían misteriosos y eran de un gris, que me recordaba a….
Lance el espejo al suelo, haciendo que se rompiese en mil pedazos.
¿¡Pero cómo es posible que haya podido traicionarme!!?, a ¡¡¡mi!!!...YO LE CREE!...Yo le di el aliento inmortal! ¿De dónde saco ese odio tan grande?
Comencé a pasear por la habitación, indignado, alzando la voz, los brazos hasta que me canse de discutir solo y me deje caer sobre la cama, donde Hella seguía sentada e inmutable, como si estuviese acostumbrada.
¿Te he dicho ya que te he echado de menos en el otro lado? Pregunte sin que viniese a cuenta aquel tema de conversación.
Zhepyr D. Asrhan- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 41
Fecha de inscripción : 29/11/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour