Un buen vino merece un buen paisaje. ( Memnock)

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Jul 15, 2012 5:30 pm

Y asi fue como nos alejamos de aquel restaurante que pronto tendria mi nombre en los papeles de inversión. El dinero y el poder poco eran para mi, si pudiera viviria en soledad y de la simpleza de la naturaleza, refugiada en mi pequeño rincón del paraíso en el bosque, descansando a orillas de mi Santuario y luego, recorreria la ciudad en la noche y en su apogeo. No podia hacerlo, pues a veces algunas necesidades me las daba el dinero o el tener que estar en sociedad. Quizas algun dia vuelva a ser una trotamundos pero hasta no poder hablar bien ciertos idiomas no lo haria.

El señor Memnock era ciertamente una compañia de lo más grata, me agradaba mucho el compartir una velada asi junto a él. No es un hombre que una joven se cruce muy a menudo, no porque domine la magia sino porque parecia alguien muy complejo y misterioso y a la vez simple y agradable. Si no fuera por que podia oir sus latidos, diria que es uno de los mios. Tenia la rosa que me habia hecho en mis manos, era algo muy extraño pero me gustaba, me encantaba y tambien era...tan viva...

La luz era poca en las calles, no era problema para mi pero si quizas para los ojos de un mortal. Por eso ibamos caminando por las veredas, donde la luz de los faroles llegaba muy bien e iluminaban muy bien nuestro camino.
-Hableme más de usted, señor. Siento que ya he hablado de mi lo suficiente. A que se dedica?-pues él casi sabia todo de mi pero era algo incomodo ser la unica que hablase o que entable alguna conversacion.

por **Memnock Crowley** Dom Jul 15, 2012 6:00 pm

Nos alejamos de aquel restaurante, el cual me había dejado con mucho, satisfecho. Volvería allí. Y si la dicha me era grata, posiblemente con esta mujer. Y qué mujer.

Era tan elegante, tal grácil. Y a la vez, sus palabras eran pura miel para los oídos. Su propia inteligencia mecía sus ideas y las transportaba a mi cerebro, que las absorbía con sensaciones, por los dioses, casi orgásmicas.

Era todo un placer por andar con otra compañía que no fuera el alcohol, un juguete sexual espontáneo, o una relación momentánea por pura conveniencia (En sociedades como esta, superficiales y encarecidas en sus metodismos refinados y pasados de rosca, necesitabas coger un standing, para después, que te hicieran el favor de ponerte una buena mesa con una chica como esta). Y vaya compañía llevaba... era preciosa, inteligente, pero a la vez, no me hacía sentir inferior, si no, me hacía sentir especial el hecho de poder intercambiar tiempo de forma tan despreocupada.

Me acerqué a ella un poco más, y mientras andábamos, posé mi mano derecha en el centro de su espalda, con cariño y suavidad, mientras la miraba a los ojos -No tengo mucho que contar... no he vivido tanto y tan interesante como una querida inmortal aquí presente- Reí -De pequeño, en una feria conocí a la que se convirtió en mi maestra, me adiestró en las artes de la ilusión, el encandilamiento, y algunas nociones de nigromancia, aunque he de decir, en general, bastante benigna- La miré con seriedad, a la mayoría de la gente le asustaba la magia negra -Vengo de una buena familia, y vine aquí en busca de cosas... fuera de lo común- Le sonreí -No trabajo, en cambio... vengo de buena familia, y ciertamente tengo de sobra, aunque estoy pensado en hacer alguna inversión. Obviamente el dinero, no es infinito. Y... quería decirle, por el mero hecho de que sepa que tipo de cosas me mueven ami en la vida, que estos son esos pequeños momentos que día a día me hacen enorgullecer de seguir respirando- La seguía mirando a los ojos.

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Jul 15, 2012 6:52 pm

Senti su mano tibia en mi espalda y le mire de nuevo.
-No es necesario vivir lo que yo como para tener algo interesante que contar, mi estimado.-le aclare antes de escuchar un poco su historia. Torci un poco mis labios cuando habló sobre el aprender la nigromancia.-No es por ofender pero es un poco extraño el comunicarse con las partes internas de un ser fallecido. Por otro lado, tambien manejo el encandilamiento pero no lo aprendi, lo desperté y adquirí luego de ser convertida.-no me gustaba hablar de aspectos como la magia simplemente por respeto, una persona con poder era más peligrosa que alguien con una espada en la mano. Mejor tener cuidado de cómo se les hablaba.

Era una persona interesante, ciertamente, aunque en un punto, sentia algo de atraccion. Sus ojos oscuros denotaban algo misterioso en él.
-Intenta seducirme, señor Memnock?-dije con una sonrisa algo timida pero picara a su vez, solo lo dije para ver su reaccion.-Debo decirle que es usted una persona peculiar, no por su poder, de donde viene o qué clase de familia tenga. Domina las emociones de una manera atrayente. Cómo es posible que, en estos momentos, no esté una mujer celosa arrancandolo de mi compañia?

por **Memnock Crowley** Dom Jul 15, 2012 7:24 pm

Sonreí -No es necesario, pero con mucho, ayuda el tener tanto tiempo para observar y asimilar, querida- A cada momento veía que sus ojos me pedían estar más cerca de ella. Y la pifié con el comentario sobre la nigromancia.

-Señorita... la nigromancia es un algo tan extraño, como útil. Y a veces, puede ayudar a reflejar las cosas bellas de este mundo- Sonreí, tras dirigir mi mirada hacia la rosa negra. No le hacía mucha gracia hablar sobre estas cosas... así que decidí callarme sobre el tema.

-¿Seducirla dice?- Me paré casi en seco y puse una expresión completamente pasiva. le hice un gesto para que dejara de andar, y mi mano en su espalda, fue danzando hasta su cintura a la vez que yo me ponía en frente de ella, semi rodeándola -Puedes seducir a una chica, pero cuando se trata de alguien diferente, si es que intentas algo con esa persona, deja de ser seducir como tal a ser lo más inteligente que puedes hacer si aprecias lo que ves. Y si me considera como dice, señorita Jacqueline, que sepa que no tengo ni punto de comparación con una mujer con un temple, una decisión y un uso tan fluido del poder de la palabra como usted, y si no hay nadie arrancándome de sus brazos querida, es porque suelo comportarme como un capullo, y no contigo, de no ser porque hacía demasiado tiempo que no me sentía tan liberado y sincero al hablar con una persona- dije sin apartarle la mirada de sus atrayentes ojos, a unos 8 cm de nariz a nariz.

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Jul 15, 2012 8:04 pm

-Muchas veces se puede recorrer un sitio y no encontrar algo interesante de que hablar luego. Imaginese caminar por el desierto: lejos de su belleza por la noche y la emocion que representa atravezarlo...quede cinco minutos alli y se preguntara "y ahora que?".-dije riendo un poco, resaltando que aun asi hay cosas que te pueden ser poco interesantes o aburridas, aun cuando lo puedes ver todo.

Me sentí un poco mal por el hecho de que la conversacion se torno un poco incomoda, hablar de magia a veces era un tanto extraño y no vale la pena seguir hablando de algo que puede estropearnos la noche.

Se paró haciendome detener a mi tambien, senti su mano más abajo en mi espalda y luego, colocandose casi frente a mi, me habló con un dote y unas palabras tan singulares que me dejaron sin habla, no pude despegarme de sus ojos y ni siquera pude retroceder o hacer algun movimiento.
Realmente senti como si mis mejillas se hubieran sonrojado, me senti muy avergonzada por haberle hecho semejante pregunta. Fue realmente una descortesía.
-Yo...no...-no sabia ni cómo excusarme o qué decirle.-No era mi...

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