Anastasia J. DuPont

DESCRIPCIÓN FÍSICA

Encantadora. A primera vista todos la reconocen por su encanto natural, y también su clara belleza que permanece en todo momento, y aquella sonrisa que puede contagiar a quien esté a su lado. Su cabello pelirrojo, largo y bien cuidado desciende hasta el fin de sus pechos cuando la joven lo cepilla al levantarse, el cual saca a relucir ya sea suelto o amarrado. Su altura media es perfecta, mientras que su aspecto es delgado con curvas atractivas que saca a relucir siempre que puede. Su piel es blanca como la nieve, a veces haciendo traslucir sus claras venas y sus queridas, y pocas, pecas que tiene a los lados de su nariz bien perfilada gracias a los genes de su madre. Sus ojos claros como el cielo reflejan una curiosidad hacia la gente, una niñez para sus seres queridos, y una fogosidad hacia algunos hombres y mujeres. Sus labios de un rojo carmesí, igual a sus pómulos, permanecen sonrientes para todos y atractivos para muchos.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Sociable, amable y gentil. A pesar de la riqueza en su familia, la joven pelirroja es una de las pocas personas con quien se puede hablar sin importarle de que clase seas, o incluso quien seas. Esto se puede deber al poco interés que han tenido su padre y su madrastra en criarla, y a la gran compañía que ha tenido junto a los sirvientes del hogar a medida que ha ido creciendo.

De una naturaleza emotiva y perceptiva, siempre se guía por el corazón y el pensamiento, nunca deja que decidan por ella, ni siquiera su familia, lo cual le ha llevado a muchos problemas dentro del hogar y en su entorno particular. Curiosa e investigadora, le interesa saber todo, hasta lo más mínimo y menos importante para la gente en común. Por esto mismo adora leer en sus tiempos libres, y también salir a mirar a la gente y preguntarse quiénes son, cómo son, qué sienten. Hay momentos en que su mirada se queda fija en alguien o en algo, con un pensamiento vagando en su cabeza, y los gritos de su madre en su oído tratando de hacerle reaccionar, lo que para ella sería un silencio profundo.

Ama la libertad de movimiento, de pensamiento y de vida, detesta que sus padres miren en menos a los demás siendo que a veces hay personas más inteligente que ellos. Nunca lo saca a todo público, casi nunca revela su lado pensativo y de libertad por las contadoras amenazas que tiene por parte de su familia, pero cuando los comentarios ególatras de algunas personas son demasiadas, sus pensamientos salen por sus labios y no hay quien pueda detenerla.

Deseosa y ardiente en el aspecto sexual. Hay veces que le encanta sentirse deseada, y hay muchas veces que coquetea como si fuera el fin del mundo. Le gusta sacar a relucir su lado atractivo, y por ello mismo detesta el que en un futuro cercano tenga que tener un prometido. Algo enamoradiza y celosa, nunca ha sido una chica de largas relaciones, pero cuando las tiene –aunque sea a escondidas– ama a más no poder y de una forma muy especial.

Vengativa silenciosa es la chica cuando alguien la destruye de alguna forma. Sabe cuando se equivoca, y lo acepta y el perdón viene con ella, pero cuando alguien le destruye por cualquier cosa sin argumento alguno, su venganza puede ser bastante potente pero muy calmada, lo que enloquece a las personas.

HISTORIA

Nacida un 2 de Mayo, bajo un techo lujoso en Marcella, la pequeña pelirroja nació al momento del fallecimiento de su madre Camille, que en aquel entonces, con 25 años, estaba casada con Pierre DuPont, un hombre de 33 años y de una familia adinerada muy famosa en aquellos lugares. La pequeña se crió con el constante desagrado de su padre, quien, además de no estar con ella, se casó al año después con Monique Shepard, una señora de 27 años nacida y criada en Londres, Inglaterra. Monique ya en ese entonces tenía un hijo de 4 años llamado Peter, quien lo tuvo junto a Valentin Shepard, el cual había muerto de tuberculosis hace dos años.

La pequeña Anastasia vivió en Marcella junto a su padre, su madrastra y su hermanastro por 7 años desde su nacimiento. Vivían en una gran mansión a las afueras de la ciudad, en donde la criaban las sirvientas del hogar y en donde pasaba, por obligación, tiempo con su hermanastro Peter. A pesar de que su padre le comprara variados juguetes, ya que para una niña de su edad esa era la única importancia, la pequeña pelirroja siempre se interesó en aprender a leer y escribir, como también deseaba construir o descubrir cosas. Su padre siempre detestó ello, ya que su deber futuro era simplemente ser ama de casa y complacer a su progenitor, pero ella siempre le recalcaba que quería ser escritora, investigadora, descubridora, y cualquier cosa que no tuviera que ver con la mujer de tales tiempos.

A sus 7 años se mudaron a Paris, en donde aún permanecen instalados. Su adolescencia la vivió de una forma muy particular. Siempre se juntaba, a escondidas, con los sirvientes y sirvientas por las noches, y salían a lugares que a ella, por su clase social, no se le permitía o era mal visto. Descubrió cosas nuevas, interesante, muy importantes para ella. Cosas que quizás para las personas con dinero eran mal vistas, pero para ella era una maravilla y otra historia por contar. Había aprendido a leer y escribir muy tempranamente gracias a sus tutores, por lo cual la biblioteca de su mansión agradecía ya que no quedaba con polvo como antes. Hablaba e interactuaba un poco más con su hermanastro a medida que iban creciendo, incluso había una pequeña atracción entre ambos, lo cual poco le importaba a Anastasia ya que no eran hermanos de sangre, pero aún así se veía como algo malo en la sociedad, y no quería terminar muerta por ello.

A sus 18 años se enteró que muy pronto se tenía que comprometer para formar una nueva familia, lo mismo que le propusieron a su hermanastro ya en aquel entonces de 22 años. Ella se negó en todo momento, ha hecho todo lo imposible para negarse a tal proposición, lo mismo que ha hecho su hermanastro. Ninguno de los dos quieren estar comprometidos hasta que se sientan listos, aunque Peter sienta que es mucha la amenaza y la presión que le dan, lo dos hasta el momentos se han negado completamente a un casamiento con personas que no conocen.

Ahora mismo siguen viviendo en Paris. Anastasia se dedica a estudiar cosas nuevas, y descubrir otras en la noche junto a los sirvientes del hogar, mientras espera el día en que le obliguen a casarse y dejar de disfrutar su secreta vida.