AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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De blancos.
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De blancos.
Recuerdo del primer mensaje :
Pequeños destellos multicolores saltaban a mi vista gracias al efecto de las gotitas de agua que caían desde la cascada que salpicaba todo a su alrededor y el fuerte sol de primavera. El invierno lo había pasado en la bahía, era más soportable que en el interior. Y para primavera sigo tratando de mantenerme en costa. ¿Qué sí huyo del frío? Desde luego. Jamás me habían gustado los climas tan congelantes. Enfermarme en estas fechas y sin dinero no era muy bueno, además de que empeoraría la condición de “aquello”. El agua se veía refrescante. Con ánimos y me hubiera tirado a dar un chapuzón, sin embargo, era mejor estar tirada cerca de la brisa del agua dulce a la sombra y protección de las copas de los árboles.
Mi cabello lo llevaba amarrado en una trenza bastante floja, y por esta ocasión no llevaba ningún ítem sobre mi cabeza. En general llevaba un atuendo bastante simple: un vestido de gasa color blanco que llegaba hasta la mitad de mis muslos. Era más bien una prenda que cualquier mujer llevaría como interior, pero como tenía como única compañera a la madre tierra, siendo yo mujer también, andaba sin pudor dejando ver más piel de lo permitido. Mis pies descalzos, y mis muñecas sí apenas eran vestidas por delgadas pulseras de latón desgastado. En mis dedos un par de anillos nada llamativos y mis orejas no mostraban las tan cotidianas argollas de oro que solía utilizar. Tarareaba una canción mientras que acariciaba la hierba que se encontraba debajo de mí. Sonreí ante la sensación de cosquilleó de aquella cama natural que el ambiente me daba. La tierra era noble, no te dejaba morir; había estado morando en una cabaña abandonada que hube encontrada meses atrás cerca del corazón del bosque, el cual me brindaba todo lo que necesitaba: comida, agua para beber, agua para asearme y protección, inclusive las hierbas que necesitaba para el brebaje que tomaba para controlar los excesos de tos los conseguía cerca de mi “morada”. Debía de reconocer que la vida era monótona, pero ser un poco “monótona” me mantendría con vida más tiempo.
Debía de aguantar un poco más ahí, recoger fuerzas y esperar a que el interior del país fuera más caluroso para emprender viaje hacia Italia. Ahí pasaría a visitar unas amistades que me podrían ayudar a encontrar la ubicación de otras personas que me urgía ver. Eran varios meses de viaje, y no me molestaba en absoluto, lo que me asustaba era que más adelante en la travesía no encontrara las plantas que necesitaba y terminará empeorando mi situación. Sentí una fuerte opresión en el pecho.
Mi boca se volvió más amarga y los pensamientos de muerte regresaron a mí. Eran pensamientos que me atacaban cuando tenía la mente débil. Sobre todo antes de dormir, en ese momento en que ya no eres muy consciente de tus pensamientos. En ese mismo momento en que recordaba mi vida pasada al lado del varón Frederick o revivía la masacre de los hombres lobos. Apreté los dientes. Giré mi cuerpo, a modo que estaba más cerca de la orilla y me encontré bocabajo viendo mi reflejo en la cristalina agua que caía de la cascada. La vegetación era tan ruidosa, o quizás solo eran los pensamientos de una pobre niña loca. Un escalofrío me recorrió y miré de reojo en busca de aquel que me espiaba. Sabía que estaba ahí. No podría detectar a alguien vivo, pero sí a alguien ya fallecido. Para mi sorpresa, solo era un alma pendenciera que pasaba por el lugar. Cruzó por un lado mío, ignorándome. Y yo lo miré de forma atenta. Era un hombre adulto con vestimentas humildes. Por su rostro traslucido de confusión comprendí de inmediato que acaba de morir. Me dio un poco de pena, y vi mi rostro en él. Mi propio fantasma vagar con pena por aquí y por allá, justo igual que como lo hago ahora que tengo vida.
Tomé aire y me senté sumergiendo mis pies sobre el agua refrescante de la pequeña desembocadura de la cascada. Y desconocí mi reflejo. Cogí mi rostro viendo como poco a poco el rostro comenzaba a perder ese tono moreno que solía tener. Me mordí los labios e inhalé con fuerza. Pero la bocanada me quedó grande y comencé a hiperventilar, después a toser y por último a toser con mayor fuerza, mientras que me cogía el estomago y el pecho. Tiré mi cuerpo contra el pasto nuevamente, tratando de calmarme mientras recitaba una oración. Al parecer funcionaba y solo quedaba la agitación de mi pecho. Mi rostro se había calentado y enrojecido. El cuerpo dolía y mis orbes grises había producido algunas lágrimas por la falta de aire. Cerré mis ojos con un poco de sufrimiento y cubrí mi rostro en general. No quería morir… no quiero morir…
Mi cabello lo llevaba amarrado en una trenza bastante floja, y por esta ocasión no llevaba ningún ítem sobre mi cabeza. En general llevaba un atuendo bastante simple: un vestido de gasa color blanco que llegaba hasta la mitad de mis muslos. Era más bien una prenda que cualquier mujer llevaría como interior, pero como tenía como única compañera a la madre tierra, siendo yo mujer también, andaba sin pudor dejando ver más piel de lo permitido. Mis pies descalzos, y mis muñecas sí apenas eran vestidas por delgadas pulseras de latón desgastado. En mis dedos un par de anillos nada llamativos y mis orejas no mostraban las tan cotidianas argollas de oro que solía utilizar. Tarareaba una canción mientras que acariciaba la hierba que se encontraba debajo de mí. Sonreí ante la sensación de cosquilleó de aquella cama natural que el ambiente me daba. La tierra era noble, no te dejaba morir; había estado morando en una cabaña abandonada que hube encontrada meses atrás cerca del corazón del bosque, el cual me brindaba todo lo que necesitaba: comida, agua para beber, agua para asearme y protección, inclusive las hierbas que necesitaba para el brebaje que tomaba para controlar los excesos de tos los conseguía cerca de mi “morada”. Debía de reconocer que la vida era monótona, pero ser un poco “monótona” me mantendría con vida más tiempo.
Debía de aguantar un poco más ahí, recoger fuerzas y esperar a que el interior del país fuera más caluroso para emprender viaje hacia Italia. Ahí pasaría a visitar unas amistades que me podrían ayudar a encontrar la ubicación de otras personas que me urgía ver. Eran varios meses de viaje, y no me molestaba en absoluto, lo que me asustaba era que más adelante en la travesía no encontrara las plantas que necesitaba y terminará empeorando mi situación. Sentí una fuerte opresión en el pecho.
Mi boca se volvió más amarga y los pensamientos de muerte regresaron a mí. Eran pensamientos que me atacaban cuando tenía la mente débil. Sobre todo antes de dormir, en ese momento en que ya no eres muy consciente de tus pensamientos. En ese mismo momento en que recordaba mi vida pasada al lado del varón Frederick o revivía la masacre de los hombres lobos. Apreté los dientes. Giré mi cuerpo, a modo que estaba más cerca de la orilla y me encontré bocabajo viendo mi reflejo en la cristalina agua que caía de la cascada. La vegetación era tan ruidosa, o quizás solo eran los pensamientos de una pobre niña loca. Un escalofrío me recorrió y miré de reojo en busca de aquel que me espiaba. Sabía que estaba ahí. No podría detectar a alguien vivo, pero sí a alguien ya fallecido. Para mi sorpresa, solo era un alma pendenciera que pasaba por el lugar. Cruzó por un lado mío, ignorándome. Y yo lo miré de forma atenta. Era un hombre adulto con vestimentas humildes. Por su rostro traslucido de confusión comprendí de inmediato que acaba de morir. Me dio un poco de pena, y vi mi rostro en él. Mi propio fantasma vagar con pena por aquí y por allá, justo igual que como lo hago ahora que tengo vida.
Tomé aire y me senté sumergiendo mis pies sobre el agua refrescante de la pequeña desembocadura de la cascada. Y desconocí mi reflejo. Cogí mi rostro viendo como poco a poco el rostro comenzaba a perder ese tono moreno que solía tener. Me mordí los labios e inhalé con fuerza. Pero la bocanada me quedó grande y comencé a hiperventilar, después a toser y por último a toser con mayor fuerza, mientras que me cogía el estomago y el pecho. Tiré mi cuerpo contra el pasto nuevamente, tratando de calmarme mientras recitaba una oración. Al parecer funcionaba y solo quedaba la agitación de mi pecho. Mi rostro se había calentado y enrojecido. El cuerpo dolía y mis orbes grises había producido algunas lágrimas por la falta de aire. Cerré mis ojos con un poco de sufrimiento y cubrí mi rostro en general. No quería morir… no quiero morir…
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
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Re: De blancos.
Después de aquella estrecha conversación con el no vivo. Logré encontrar mi lugar entre el suelo mohoso del sitio. Colocando mi cabeza sobre mis manos y haciendo el resto de mi cuerpo ovillo. Al parecer el hombre-lobo no regresaría a la cueva. Por lo menos no ahora.
Relajé mis músculos, en un último intento por dormir... y lo conseguí, no sin antes darme cuenta que no había imágenes bajo mis parpados, es decir... no soñé nada. Solo una espesa cortina de tela negra se remolino sobre mi conciencia para dejarme descansar el cuero y recuperar fuerzas para cualquiera que fuera a ser mi destino por la mañana.
Los picantes rayos del sol entraron furtivos por la cueva. Apreté con fuerza los parpados y después los abrí con delicadeza, me incorporé. El asqueroso hedor de humedad en el proceso de secado era de lo que estaba lleno aquella cueva. Me restregué los ojos. Recintiendo el frió de la altura. Era de día, por lo cual estaba "a salvo" de cualquier mal sobrenatural. El día le pertenecía a los vivos y el hambre que azotaba mi estomago era más que muestra para indicar que estaba bien viva.
Me puse de pie algo atontada por el letargo y caminé al exterior de la cueva. Notando con temor la altura a la que me encontraba. El bosque se veía como un mar verde con los picos de los pinos salientes uno sobre otro. Aspiraba y exhalaba y podía ver aquello en una suave nube blanca. Mis mejillas se habían sonrojado por la sensación congelante, mientras que mis brazos trataban de ocultar el cuerpo que temblaba ante la misma. Busqué con la mirada una forma de bajar. Sin embargo, mi vista rodó más arriba por detrás mío.
- ¡Mierda! -no pude evitar soltar la exclamación mientras me giraba ahora otra vez sonrojada, y resbalaba cayendo de sentaderas. Pues lo primero que vi, fue el nada despreciable miembro del mismo hombre que un día antes había visto. Me incorporé con la cara roja y regresé como ráfaga furiosa (nerviosa) al interior de la cueva. Recargándome de la pared mientras que me recuperaba de mi hiperventilidad. ¿Qué afán del hombre de mostrarse desnudo?
Relajé mis músculos, en un último intento por dormir... y lo conseguí, no sin antes darme cuenta que no había imágenes bajo mis parpados, es decir... no soñé nada. Solo una espesa cortina de tela negra se remolino sobre mi conciencia para dejarme descansar el cuero y recuperar fuerzas para cualquiera que fuera a ser mi destino por la mañana.
Los picantes rayos del sol entraron furtivos por la cueva. Apreté con fuerza los parpados y después los abrí con delicadeza, me incorporé. El asqueroso hedor de humedad en el proceso de secado era de lo que estaba lleno aquella cueva. Me restregué los ojos. Recintiendo el frió de la altura. Era de día, por lo cual estaba "a salvo" de cualquier mal sobrenatural. El día le pertenecía a los vivos y el hambre que azotaba mi estomago era más que muestra para indicar que estaba bien viva.
Me puse de pie algo atontada por el letargo y caminé al exterior de la cueva. Notando con temor la altura a la que me encontraba. El bosque se veía como un mar verde con los picos de los pinos salientes uno sobre otro. Aspiraba y exhalaba y podía ver aquello en una suave nube blanca. Mis mejillas se habían sonrojado por la sensación congelante, mientras que mis brazos trataban de ocultar el cuerpo que temblaba ante la misma. Busqué con la mirada una forma de bajar. Sin embargo, mi vista rodó más arriba por detrás mío.
- ¡Mierda! -no pude evitar soltar la exclamación mientras me giraba ahora otra vez sonrojada, y resbalaba cayendo de sentaderas. Pues lo primero que vi, fue el nada despreciable miembro del mismo hombre que un día antes había visto. Me incorporé con la cara roja y regresé como ráfaga furiosa (nerviosa) al interior de la cueva. Recargándome de la pared mientras que me recuperaba de mi hiperventilidad. ¿Qué afán del hombre de mostrarse desnudo?
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
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Fecha de inscripción : 23/07/2012
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Re: De blancos.
Fracaso era de día nuevamente y el seguía siendo humano se miro las manos con detenimiento con la mirada fija e melancolica las giraba y de igual las miraba como si quisiera encontrar en ellas algo mal , chasqueo la lengua y mordiendose los labios giro sobre sus talones al encuentro con el jugoso aperitivo , aquello le dio bastante gracia ya que no se podía contar con que una persona sobriviviera ala noche de luna llena al menos no con el si había pasado o no la verdad era algo que deseaba olvidar .
Estando de frente ala entrada de la cueva se topo con la joven que había emprendido la retirada posiblemente apenada ya que pudo escuchar perfectamente el alocado corazón desbocado que corria como ave furiosa rió estridente mientras entraba de lleno en la cueva , aquel lugar tenía muchas cosas que el mismo Jamal había llevado en sus anteriores visitas por lo que paso de largo ala joven orgulloso de su anatomia y confianzudo le sonrió petulante al pasar alado de ella y para asegurarse de que lo viera le acaricio los cabellos mas aya donde la luz no tocaba siquiera las entrañas de la misma zona rocosa se encontraban las proviciones en las que había solo unos pantalones como vestimenta se los puso sin abotonar seguido saco unos mendrugos de pan duro tomo uno para el el cual tomo con los dientes también había un abrigo el cual tomo y seguido alcanzo a ala joven bocadillo .
-Hey , ten
le lanzo las cosas con ligereza y se sentó delante suyo había algo que deseaba preguntarle y la verdad le llenaba de curiosidad .
Estando de frente ala entrada de la cueva se topo con la joven que había emprendido la retirada posiblemente apenada ya que pudo escuchar perfectamente el alocado corazón desbocado que corria como ave furiosa rió estridente mientras entraba de lleno en la cueva , aquel lugar tenía muchas cosas que el mismo Jamal había llevado en sus anteriores visitas por lo que paso de largo ala joven orgulloso de su anatomia y confianzudo le sonrió petulante al pasar alado de ella y para asegurarse de que lo viera le acaricio los cabellos mas aya donde la luz no tocaba siquiera las entrañas de la misma zona rocosa se encontraban las proviciones en las que había solo unos pantalones como vestimenta se los puso sin abotonar seguido saco unos mendrugos de pan duro tomo uno para el el cual tomo con los dientes también había un abrigo el cual tomo y seguido alcanzo a ala joven bocadillo .
-Hey , ten
le lanzo las cosas con ligereza y se sentó delante suyo había algo que deseaba preguntarle y la verdad le llenaba de curiosidad .
Jamal Vieri- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/02/2011
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Re: De blancos.
Menudo y estúpido hombre-lobo, debí dejarlo que se lo ajusticiaran cuando llegaron los cazadores... es más yo misma hubiera acabado con él. Si tan solo hubiera tenido a la mano mis artefactos y utensilios, no hubiera acabado ni un solo pelo del roñoso animal. Pero no, ahí fui yo a ayudarlo y a...
Pasó acariciándome los cabellos y un fuerte escalofrío azotó toda mi médula espinal cerré los ojos con fuerza y desvíe la mirada. Sentía mi rostro hervir como nunca. Dándome por vencida y sentándome nuevamente en el piso frío y mohoso. Recogí mis piernas pegándolas a mi pecho y abrazándolas para brindarme más calor. Después de un rato él regresó, me lanzó una miga de pan duro y un abrigo. Cogí el pan duro en el aire mientras que dejaba que cayera aquella prenda. Le miré con desconfianza afectada. Se sentaba por enfrente mío. Aún llevaba el pantalón desabrochaba y... su... se veía.
Desvíe mi mirada.
- El señor tendría la amabilidad de cerrar su bragueta... -indiqué mientras seguía con la mirada color plata puesta en cualquier cosa menos en el hombre lobo de perfecto físico y pudor invaluable.
Estiré mis piernas y las cerré en flor de loto, mientras que relajaba mi espalda y miraba el piso con algo de tristeza. Dejaba el pan duro por un lado. Tenía suficiente hambre como para comerlo pero tenía algo que quería decir.
- La chica haya atrás... ¿Era conocida tuya? -susurré en un tono de sufrimiento evidente. Era débil cuando se trataba de aquel tema. Recordaba el semblante de horror que había visto en el rostro de la difunta cuando esta encontró su propio cadáver a sus pies, y la forma en que acariciaba el pelaje manchado de rojo. Apreté los ojos suprimiendo las lagrimas de dolor que me había transmitido.
Pasó acariciándome los cabellos y un fuerte escalofrío azotó toda mi médula espinal cerré los ojos con fuerza y desvíe la mirada. Sentía mi rostro hervir como nunca. Dándome por vencida y sentándome nuevamente en el piso frío y mohoso. Recogí mis piernas pegándolas a mi pecho y abrazándolas para brindarme más calor. Después de un rato él regresó, me lanzó una miga de pan duro y un abrigo. Cogí el pan duro en el aire mientras que dejaba que cayera aquella prenda. Le miré con desconfianza afectada. Se sentaba por enfrente mío. Aún llevaba el pantalón desabrochaba y... su... se veía.
Desvíe mi mirada.
- El señor tendría la amabilidad de cerrar su bragueta... -indiqué mientras seguía con la mirada color plata puesta en cualquier cosa menos en el hombre lobo de perfecto físico y pudor invaluable.
Estiré mis piernas y las cerré en flor de loto, mientras que relajaba mi espalda y miraba el piso con algo de tristeza. Dejaba el pan duro por un lado. Tenía suficiente hambre como para comerlo pero tenía algo que quería decir.
- La chica haya atrás... ¿Era conocida tuya? -susurré en un tono de sufrimiento evidente. Era débil cuando se trataba de aquel tema. Recordaba el semblante de horror que había visto en el rostro de la difunta cuando esta encontró su propio cadáver a sus pies, y la forma en que acariciaba el pelaje manchado de rojo. Apreté los ojos suprimiendo las lagrimas de dolor que me había transmitido.
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
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Re: De blancos.
Se le quedo mirando aun con el pan en la boca sus ojos quedaron un poco desorbitados y echo a reír a carcajada abierta , era la primera ves que una dama le pedía tal cosa pero igual se abrocho el pantalón riendose todavía y haciendo que este cayera al suelo sin darle importancia lo tomo nuevamente y se lo llevo ala boca se le quedo mirando intrigado primero pero despues de un rato se acerco un poco a ella , había visto algo pero tenía que asegurarse .
Jamas había visto tal cosa se levanto y se puso en cuatro ignorando por completo lo que la joven chica decía estaba mas interesado en lo que sus ojos habían descubierto .
-Tus ojos ....son ...como luna .
LO dijo entre serio y admirado en verdad que esos ojos color plata eran hermosos podía perderse en ellos mucho tiempo y no sentiría deseos de quitarlos de su vista se acerco mas a ella emanando ese calorcito natural en el seguido fijo su vista en ella y le pregunto con asombro
-Chica ? que chica?
dijo ahora asustado .
Jamas había visto tal cosa se levanto y se puso en cuatro ignorando por completo lo que la joven chica decía estaba mas interesado en lo que sus ojos habían descubierto .
-Tus ojos ....son ...como luna .
LO dijo entre serio y admirado en verdad que esos ojos color plata eran hermosos podía perderse en ellos mucho tiempo y no sentiría deseos de quitarlos de su vista se acerco mas a ella emanando ese calorcito natural en el seguido fijo su vista en ella y le pregunto con asombro
-Chica ? que chica?
dijo ahora asustado .
Jamal Vieri- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/02/2011
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Re: De blancos.
Ahora se burlaba de mí. Ante la estruendosa risotada del mayor y su falta de interés por mi persona. Decidí tomar la miga de pan duro y romperlo con algo de fuerza lastimera. Logrando de arrancar un pedazo de él. Lo metí entre mis labios comenzando a masticarlo. Escuché como es que se abrochaba la prenda y estuve ligeramente más tranquila. Aunque el frío aún era algo bastante incomodo.
Mordí con algo de esfuerzo el pan y lo digerí sin siquiera permitirle que cogiera sabor en mi lengua. Fruncí el ceño con verdadera molesta, pues el caballero frente a mí comenzaba a escrutarme muy de cerca. Desvié la mirada pero él la buscaba. Hasta que me rendí y le di la cara. Mi rostro en sí era un puchero de inconformidad que él seguía ignorando.
Añadió seguido de una valoración haciendo que mis mejillas retomaran el color rojo de antes. Odiaba que hicieran aquella comparación y mi rostro intensifico el puchero como si de una cría se tratase. Hice mi rostro hacía atrás, pues de seguir así terminaría lamiéndome las mejillas o saber Dios que sabe que cosa. Baje los ojos sin moverme ya pues él realmente parecía interesado en mis orbes.
- Son de usted si promete sacarlas y darme unas normales... -comenté. No tenía un apegó especial por mis ojos grises de gato. De hecho, la nana de la caravana dijo que era por culpa del color gris-plata que yo podía ver a través de la cortina de la realidad aquellos seres que ya se habían ido al más allá. Regresé de forma tímida la vista hacía él mientras que un calorcito agradable llegaba desde su cuerpo.
Y mi semblante desmejoro otra vez. Me restregué los ojos tratando de no llorar. Que me pone estar en contacto con muertes tan crueles. Me ponía sentimental y llorosa. Y lo menos que quería era verme llorosa frente al tío exhibicionista.
- La chica-lobo de pelaje blanco... -insistí mientras que me acercaba a él, buscaba con desesperación la verdad en los ojos chocolate, pero me retracté- ella sufrió mucho cuando murió... no tubo que ser de aquella forma...-confesé y con ello el sentimiento que llevaba en mi pecho. Era doloroso.
Tocia ligeramente y cubría mi boca con mi mano. Me volví hacer un ovillo. Mientras llevaba la mirada hasta él. Observando con detenimiento como Gabrielle aparecía entre las sombras para acariciar la cabeza de su hijo. La caricia se manifestaba como una suave brisa. Bajé el rostro un poco apenada, preguntándome por qué mi madre o mi padre jamás habían venido a mí. Y sentí envidia del estúpido exhibicionista.
- Ama... -susurró Jared que se había mantenido cerca.
- No importa... a estas alturas no importa... -dije al fantasma volviendo a toser. Tomé el abrigo para echármelo encima sin regresar la mirada al licano.
Mordí con algo de esfuerzo el pan y lo digerí sin siquiera permitirle que cogiera sabor en mi lengua. Fruncí el ceño con verdadera molesta, pues el caballero frente a mí comenzaba a escrutarme muy de cerca. Desvié la mirada pero él la buscaba. Hasta que me rendí y le di la cara. Mi rostro en sí era un puchero de inconformidad que él seguía ignorando.
-Tus ojos ....son ...como luna
Añadió seguido de una valoración haciendo que mis mejillas retomaran el color rojo de antes. Odiaba que hicieran aquella comparación y mi rostro intensifico el puchero como si de una cría se tratase. Hice mi rostro hacía atrás, pues de seguir así terminaría lamiéndome las mejillas o saber Dios que sabe que cosa. Baje los ojos sin moverme ya pues él realmente parecía interesado en mis orbes.
- Son de usted si promete sacarlas y darme unas normales... -comenté. No tenía un apegó especial por mis ojos grises de gato. De hecho, la nana de la caravana dijo que era por culpa del color gris-plata que yo podía ver a través de la cortina de la realidad aquellos seres que ya se habían ido al más allá. Regresé de forma tímida la vista hacía él mientras que un calorcito agradable llegaba desde su cuerpo.
-Chica ? que chica?
Y mi semblante desmejoro otra vez. Me restregué los ojos tratando de no llorar. Que me pone estar en contacto con muertes tan crueles. Me ponía sentimental y llorosa. Y lo menos que quería era verme llorosa frente al tío exhibicionista.
- La chica-lobo de pelaje blanco... -insistí mientras que me acercaba a él, buscaba con desesperación la verdad en los ojos chocolate, pero me retracté- ella sufrió mucho cuando murió... no tubo que ser de aquella forma...-confesé y con ello el sentimiento que llevaba en mi pecho. Era doloroso.
Tocia ligeramente y cubría mi boca con mi mano. Me volví hacer un ovillo. Mientras llevaba la mirada hasta él. Observando con detenimiento como Gabrielle aparecía entre las sombras para acariciar la cabeza de su hijo. La caricia se manifestaba como una suave brisa. Bajé el rostro un poco apenada, preguntándome por qué mi madre o mi padre jamás habían venido a mí. Y sentí envidia del estúpido exhibicionista.
- Ama... -susurró Jared que se había mantenido cerca.
- No importa... a estas alturas no importa... -dije al fantasma volviendo a toser. Tomé el abrigo para echármelo encima sin regresar la mirada al licano.
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
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Re: De blancos.
Retrocedió desviando la vista pero manteniendose de cuclillas poso sus manos en el suelo entre sus piernas quien lo viera parecería que veía a un cachorro regañado vaya imagen que estaba dando en esos momentos paso saliva y se mojo los secductores labios masculinos sonriente , Seth quien pasaba a su lado murmuro lo suficientemente audible para el .
-LA mato el cazador Maestro , el fue , debemos liquidarlo .
el semblante de Seth era bastante serio nada de risas burlonas y toscas palabras hirientes estaba frente ala joven justo detrás de Jamal quien había levantado el rostro olisqueando el aire grabando en su mente el efluvio de la joven , movió su cabeza de un lado al otro hasta que esta emitio un crujido desgarrador volvió su vista hasta la chica y le sonrió .
-No la conosco , me temo mi lady que ah pasado una noche de luna llena en compañía nada grata , siento pena de vos my lady pero deje que la lleve de vuelta a vuestra casa donde vais a reencontrarse con vuestra familia .
Mientras decia todo eso imprimía mas serenidad a sus palabras como si fueran escritas y no dichas por alguien con corazón .
.Mi nombre es Jamal y el vuestro ?
de pie frente a ella extendía la mano para ayudarle a levantarse , una parte de el se debatia en abandonarla y otra se reprimia por ser tan descortes con la dama , pero suponía que era por la semejanza en que la conoció sin duda era igual que cuando la conoció a ella y eso era un evento muy dificil de olvidar y por mucho era una herida sangrante en su ser .
Ah saber si al tocarla sentiría lo mismo que cuando la toco a ella , ah saber si su corazón muerto volvería ala vida nuevamente , estaba esperanzado a que fuera así por las similitudes , por que quería aferrarse a esos ojos plata de nuevo quería verse en ellos mas de una ves , quería volver a sentirse "vivo " quería sentir que no estaba del todo maldito
((Maldito estupido ))
-LA mato el cazador Maestro , el fue , debemos liquidarlo .
el semblante de Seth era bastante serio nada de risas burlonas y toscas palabras hirientes estaba frente ala joven justo detrás de Jamal quien había levantado el rostro olisqueando el aire grabando en su mente el efluvio de la joven , movió su cabeza de un lado al otro hasta que esta emitio un crujido desgarrador volvió su vista hasta la chica y le sonrió .
-No la conosco , me temo mi lady que ah pasado una noche de luna llena en compañía nada grata , siento pena de vos my lady pero deje que la lleve de vuelta a vuestra casa donde vais a reencontrarse con vuestra familia .
Mientras decia todo eso imprimía mas serenidad a sus palabras como si fueran escritas y no dichas por alguien con corazón .
.Mi nombre es Jamal y el vuestro ?
de pie frente a ella extendía la mano para ayudarle a levantarse , una parte de el se debatia en abandonarla y otra se reprimia por ser tan descortes con la dama , pero suponía que era por la semejanza en que la conoció sin duda era igual que cuando la conoció a ella y eso era un evento muy dificil de olvidar y por mucho era una herida sangrante en su ser .
Ah saber si al tocarla sentiría lo mismo que cuando la toco a ella , ah saber si su corazón muerto volvería ala vida nuevamente , estaba esperanzado a que fuera así por las similitudes , por que quería aferrarse a esos ojos plata de nuevo quería verse en ellos mas de una ves , quería volver a sentirse "vivo " quería sentir que no estaba del todo maldito
((Maldito estupido ))
Jamal Vieri- Licántropo Clase Alta
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Fecha de inscripción : 15/02/2011
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Re: De blancos.
El hombre aquel tenía extrañas formas. Unicas. Muy a su manera y no podía negar que su alma se mostraba bastante peculiar y hasta agradable, claro si exceptuábamos que él era un licano y yo no era muy "AMANTE" de ellos. Me alegré cuando se alejó por fin de mí y ahora parecía meditar lo que había preguntado antes.
Él no la conocía, sin embargo, se habían visto bastante cercanos. O al menos en el momento en que yo desperté de mi letargo. Medité las opciones de que mis teorias acerca de los licanos eran erróneas y me mordí el dedo pulgar en modo de intriga.
Después reaccioné y sonreí con cierta gracia mirando a los ojos al licano.
- Me temo que no soy tan descuidada como para develar mi ubicación a un desconocido... -dije sonriendo. Pero pronto él habló.
Renové mi sonrisa mientras amarraba mi cabello en una cola alta despejando mi rostro de la capa negra que era la melena.
- Kara, Kara Jakes... y no tengo familia -anuncié. No es como si a él le importara, pero para que estuviera conciente que cualquiera que fueran sus planes conmigo (o con mi familia que no tenía) se veían frustrados.
De pronto me extendió la mano, y la miré un poco dudosa. Después desvié la plata y por última la clavé en sus ojos color marrón. Tomé un poco de aire. Ya había pasado una noche de luna llena con él en su forma licana y había salido ilesa. Por lo que ciegamente deposité un poco de fe y confianza en él.
Con cuidado, alcé mi mano hasta la suya. Y la estreché permitiendome que me ayudará. Un leve escalofrió me recorrió. Pues su calor corporal era bastante alivio al frío de la cueva mohosa. Me incorporé poco a poco. Y con un leve sonrojo, pues no era común aquella reunión dije un tenue: "Gracias, Jamal..."
-No la conozco , me temo mi lady que ah pasado una noche de luna llena en compañía nada grata , siento pena de vos my lady pero deje que la lleve de vuelta a vuestra casa donde vais a reencontrarse con vuestra familia .
Él no la conocía, sin embargo, se habían visto bastante cercanos. O al menos en el momento en que yo desperté de mi letargo. Medité las opciones de que mis teorias acerca de los licanos eran erróneas y me mordí el dedo pulgar en modo de intriga.
Después reaccioné y sonreí con cierta gracia mirando a los ojos al licano.
- Me temo que no soy tan descuidada como para develar mi ubicación a un desconocido... -dije sonriendo. Pero pronto él habló.
.Mi nombre es Jamal y el vuestro ?
Renové mi sonrisa mientras amarraba mi cabello en una cola alta despejando mi rostro de la capa negra que era la melena.
- Kara, Kara Jakes... y no tengo familia -anuncié. No es como si a él le importara, pero para que estuviera conciente que cualquiera que fueran sus planes conmigo (o con mi familia que no tenía) se veían frustrados.
De pronto me extendió la mano, y la miré un poco dudosa. Después desvié la plata y por última la clavé en sus ojos color marrón. Tomé un poco de aire. Ya había pasado una noche de luna llena con él en su forma licana y había salido ilesa. Por lo que ciegamente deposité un poco de fe y confianza en él.
Con cuidado, alcé mi mano hasta la suya. Y la estreché permitiendome que me ayudará. Un leve escalofrió me recorrió. Pues su calor corporal era bastante alivio al frío de la cueva mohosa. Me incorporé poco a poco. Y con un leve sonrojo, pues no era común aquella reunión dije un tenue: "Gracias, Jamal..."
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
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Fecha de inscripción : 23/07/2012
Localización : Bosque de Francia.
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Re: De blancos.
Se quedo mirando la mano menuda de la chica quien era envuelta en la suya si apretaba de mas seguramente la haría añicos , polvo de huesos y nadie lo sabría sus marrones se quedaron quietos interpretando los movimientos hasta la textura de la piel y la temperatura , se relamió los labios dudoso como si fuera un chiquillo estupido que esta explorando un nuevo sentir , un nuevo comienzo , si eso era lo que Jamal quería pero al ver nuevamente las orbes escandalosamente grises noto que era un sueño efimero uno que el jamas podría robar , ni siquiera tocar nuevamente trago saliva aparatosamente mientras una gota de sudor provocativo resbalaba por su frente hasta la barbilla y revelaba el torso desnudo del hombre .
-A sus servicios my lady Kara .
Se inclino haciendo una reverencia evitando la mirada que tanto le gustaba , evitando que lo llegaran a hechizar como era su maldita costumbre , por que estaba seguro de que si eso llegara a pasar el mismo tomaría el cuerpo femenino hasta saciarse y saciar su maldita y egolatra curiosidad , hasta saber si era deseo o simple capricho pues en su diccionario se había borrado la palabra "amor"
-Pues bien my lady Kara , adonde desea que la lleve
-A sus servicios my lady Kara .
Se inclino haciendo una reverencia evitando la mirada que tanto le gustaba , evitando que lo llegaran a hechizar como era su maldita costumbre , por que estaba seguro de que si eso llegara a pasar el mismo tomaría el cuerpo femenino hasta saciarse y saciar su maldita y egolatra curiosidad , hasta saber si era deseo o simple capricho pues en su diccionario se había borrado la palabra "amor"
-Pues bien my lady Kara , adonde desea que la lleve
Jamal Vieri- Licántropo Clase Alta
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Re: De blancos.
-A sus servicios my lady Kara .
Abrí mucho mis ojos ante la reverencia dada por parte de Jamal. Era muy gracioso. E inesperadamente reí de forma natural ocultando mis labios con el torso de mi mano.
- Supongo que gracias, joven Jamal... -pronuncié su nombre con bastante cuidado, pues el mismo parecía sacado de algún libro extranjero. Estudíe detenidamente al individuo. Quizás, él era la excepción a la regla acerca de que los licantropos eran hombres sin escrúpulos que asesinaban a sangre fría. Yo era la mejor prueba de todas esas habladurías...
Observé nuestras manos unidas. La mía temblaba ligeramente. ¿Sería por el contraste del frío o por la cercanía con un hombre?
-Pues bien my lady Kara , adonde desea que la lleve
Apartó la mano de la mía, y rápido regresé ésta a mi pecho para cubrir mi saco. Observé la salida de la cueva hacía el norte, donde mi hogar temporal estaba. Después de todo ya había depositado un poco de fe en él. Aunque no quería ser una molestia.
- Con que me bajes de aquí va a estar bien... -comenté y recordé a los cazadores. Mi expresión se volvió alarmada-. ¿No será mejor que esperemos un poco? Los hombres de antes deben estar cerca y posiblemente busquen su rastro, joven Jamal... -indiqué algo preocupada. Ante todo el joven desnudo tenía mi gratitud por haberme salvado antes. O bueno... si a eso se le podía llamar salvación. Aunque entraba mejor en la denominación de secuestro...
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
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Fecha de inscripción : 23/07/2012
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Re: De blancos.
el hombre sonrió ala joven con amabilidad luego miro a un lado de ella hacía su fantasmagorico amigo quien rondaba ala chica se acercaba a ella y olia sus cabellos negros le devolvió la mirada y en un intercambio ronroneo cerca de su oído .
--QUe te parece maestro , se me hace que ella huele igual a nuestra querída y suculenta hermana ...
Cada palabra sonó con fuerza que no era amplificada por ningún eco , era consistente y terrorificamente letal para al alma intranquila de Jamal este miro ala alcinación frunciendo el ceño dejo que su sonrisa agradable se convirtiera en una fina linea tensa se aparto de ella dando dos pasos atrás con los puños apretados tanto que las lineas salvajes de sus venas se marcaban atráves de la piel morena comenzó a temblar lijeramente mientras que Seth comenzaba a reír de forma demente .
--Vamos Maestro , no me digas que ya olvidaste aquella noche ? , aHHHH la delicia que era su cuerpo vibrando debajo del mio ¿lo viste? claro que lo viste , me asegure de que lo hicieras ...
El moreno se golpeo nuevamente en los costados de la cabeza con fuerza y el ruido del puño contra su craneo no se hizo esperar , se golpeaba sin piedad ni consideración mientras se gruñía .
-Dejala ¡
Seth se paseo delante de el señalandolo .
---Yo la dejare , pero tu ? .
Los marrones se encontraron primero con aquel ser incorporeo , para luego posarlos sobre la joven , se giro sobre sus talones dandole la espalda dejando al descubierto una amplia espalda musculosa llena de cicatrices propias del anterior Jamal del humano no del laicano , las cicatrices de laican se curaban mas rapido solo la mirada sagas de uno de su especie o de aquellos que han sido malditos las podían notar , trato de controlarse pero la risita mordaz de SEth sobre su hombro no ayudaba , comenzaba a saber el por que se había enamorado de aquella mujer y eso era por que a su lado no existía ningún Seth , ninguna maldición ....tal ves era mejor así ...dejo caer su rostro al suelo mirando con pesadez llena de tristeza la bajeza de la perdición la sublime ironía de ser todo lo que deseo en un tiempo y ahora no tenía nada .
--QUe te parece maestro , se me hace que ella huele igual a nuestra querída y suculenta hermana ...
Cada palabra sonó con fuerza que no era amplificada por ningún eco , era consistente y terrorificamente letal para al alma intranquila de Jamal este miro ala alcinación frunciendo el ceño dejo que su sonrisa agradable se convirtiera en una fina linea tensa se aparto de ella dando dos pasos atrás con los puños apretados tanto que las lineas salvajes de sus venas se marcaban atráves de la piel morena comenzó a temblar lijeramente mientras que Seth comenzaba a reír de forma demente .
--Vamos Maestro , no me digas que ya olvidaste aquella noche ? , aHHHH la delicia que era su cuerpo vibrando debajo del mio ¿lo viste? claro que lo viste , me asegure de que lo hicieras ...
El moreno se golpeo nuevamente en los costados de la cabeza con fuerza y el ruido del puño contra su craneo no se hizo esperar , se golpeaba sin piedad ni consideración mientras se gruñía .
-Dejala ¡
Seth se paseo delante de el señalandolo .
---Yo la dejare , pero tu ? .
Los marrones se encontraron primero con aquel ser incorporeo , para luego posarlos sobre la joven , se giro sobre sus talones dandole la espalda dejando al descubierto una amplia espalda musculosa llena de cicatrices propias del anterior Jamal del humano no del laicano , las cicatrices de laican se curaban mas rapido solo la mirada sagas de uno de su especie o de aquellos que han sido malditos las podían notar , trato de controlarse pero la risita mordaz de SEth sobre su hombro no ayudaba , comenzaba a saber el por que se había enamorado de aquella mujer y eso era por que a su lado no existía ningún Seth , ninguna maldición ....tal ves era mejor así ...dejo caer su rostro al suelo mirando con pesadez llena de tristeza la bajeza de la perdición la sublime ironía de ser todo lo que deseo en un tiempo y ahora no tenía nada .
Jamal Vieri- Licántropo Clase Alta
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