Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

por **Sabella Cavanaugh** Lun Jul 23, 2012 1:08 pm

Era otra de esas tardes en las que el Barón de Rumania llegaba de sus viajes de negocios, entraba en la casa, caminaba lentamente hasta mi para ofrecerme su mano. Silenciosa y obediente yo seguía sus pasos y caminábamos hasta la habitación matrimonial. Era entonces cuando todo comenzaba, se ocupaba de sacar mi vestido largo, desataba el corset mientras sus labios daban dulces besos a mis hombros, en una reacción de placer cerraba mis ojos y me dejaba llevar por su dulce toque.

Así pasaba cada vez que llegaba de sus viajes, terminábamos en nuestros aposentos después de hacer el amor, con sus brazos alrededor de mi cintura, sus labios en mi hombro, mis manos sujetando las suyas y mis ojos perdidos en la ventana. Sabía que todo esto era para tener al fin un hijo, sin pensar en nada más lo intentaba siempre, pero cada vez fallaba. Al principio era una cosa de esperar, después se transformo en miedo. Ahora simplemente dejaba que pasaran las cosas, porque tenía muy en claro que ese era mi propósito en este matrimonio.

Solté un suspiro cuando su brazo me dejo ir, me levante de la cama, me envolví en la sabana y camine hasta el baño del dormitorio para lavarme la cara, era ese sentimiento que siempre me daba cuando pensaba que Kolmann no me amaba del modo en el que debería. Los años de practica fingiendo una reciprocidad me daban la fortaleza para no llorar frente a él, si no que en la soledad, cuando se iba por tiempo largos a hacer negocios. Las criadas de la casa siempre estaban allí para acompañarme, ellas eran las únicas que conocían el dolor más grande de mi corazón. Menuda mentira lo que tenía con el Barón de Rumania, era todo un arreglo.

por **Kolmann Gunther** Lun Jul 23, 2012 8:52 pm

Me encontraba desnudo en la cama bajo una sabana blanca con diseño en sus bordes, cruce mis brazos sobre mi cabeza y mire el techo de la cama, la cual tenia en sus alrededores unas lindas cortinas que convinaban con el color escarlata de esta. Mire a hacia un lado, la noche estaba despejada, la luz de la luna iluminaba toda la habitacion, no habia razon para usar las lamparas. Di un profundo suspiro, y quice levantarme, colocandome mi bata abrigadora.

Me acerque a la ventana que se abria de par en par y mire al exterior. El gran terreno verde se torno oscuro, muy al fondo, se observaba un bosque, donde solo un valiente podria entrar a estas horas de la madrugada, mi mente me jugo la mala pasa de adentrarme a mis mas profundos pensamientos...

¿Que sucedera si Sabella no me da un hijo? ¿sere capas de quitarla de mi vida? Mi padre ya me hablo de esto, eran tres años de intentos, pero nada funcionaba, mi padre me recomendo dejar de viajar y atenderla, el dedicia que la soledad podria reprimir a sus instintos de ser madre, o que se yo... Cerre por un momento los ojos y tome la desicion de ir a la otra habitacion, donde se encontraba una pequeña sala, donde podria encender la chimenea y sentarme cerca de ella, no tenia sueño, no estaba cansado, estaba preoupado, y mucho más que antes. Sentia que algo se acercaba, que ya era el tiempo para... Para algo, pero no sabia que era, me sentia nervioso.

Llege a la habitacion, no estaba oscuro, me acerque a la chimenea y la encendi, cosa que no fue facil.
Me sente frete a ella, mirando como la pequeña llama, tomaba con mas fuerza cada uno de los troncos de madera. Mire en ella, la cara de Sabella, mi comportamiento estaba ciendo muy esquivo, lo tenia claro, pero era algo inevitable, queria hacerle ver que estaba preocupado.
Me imagine su cuerpo fogoso sobre el mio, desnuda, su mirada sobre la mia, sus pechos en constante movimiento, su esvelto cuerpo, calido y sensual, sus cabellos sueltos, agitados por cada movimiento voliento por querer tener más placer... Cerre fuertemente los ojos, y baje la mirada... Me gustaba mi esposa, una mujer atractiva, pero... ¿y el amor?

por **Sabella Cavanaugh** Lun Jul 23, 2012 9:20 pm

En medio del agua que corría de la brillante llave de cobre en el lavamanos escuche el sonido de las suaves pisadas de mi esposo. Con mucho cuidado me seque la cara con la suave toalla que estaba a mano, la deje estirada para que la humedad no la llenara de ese horrible olor que odiaba.

Tome un poco de aire antes de salir del baño, no sabía como íbamos a arreglar esto, era un problema importante, pero yo ya me estaba cansando de ser la que siempre estuviese persiguiéndolo para que esto funcionara de alguna manera. Mientras caminaba por el pasillo una ira enorme recorrió todo mi cuerpo, nació en mi corazón y eso fue lo que más me asusto.

Entre en la cálida habitación y me dirigí al bar que estaba en la esquina. Nada enorme, solo una pequeña mesita elegante para mantener unas cuantas reservas de alcohol. Serví dos vasos de whisky y le entregue uno a mi esposo.- Espero tu viaje allá estado bien, llegaste más callado de lo usual, querido. Algo malo de lo que quieras hablar conmigo? - mera cordialidad.

Bese suavemente su cuello antes de caminar hasta el otro sillón, deje que la sabana rodeara mi cintura y cubriera uno de mis hombros, me gustaba estar enfrente de la chimenea, me entregaba la calidez que no tenía en otra parte. Tome un trago del whisky y deje que el amargo licor recorriera mi garganta. Como odiaba tener que beber para sentirme un poco mejor respecto a mi situación.

por **Kolmann Gunther** Lun Jul 23, 2012 10:33 pm

Me enderese al ver que la puerta se movia, se trataria de Sabella, mi pecho estaba casi desnudo, el nudo de la bata estaba hecho un poco más abajo.
Esvose una leve sonrisa, y mire como sus pasos la llevaban al otro lado de la habitacion, pero no muy lejos.
Escuche el sonido de los vasos, me imagine que me serviria algo.

Recivi el whisky y mire como ella llevaba uno en su mano mientras me me daba un tierno beso en mi cuello - prefiero que no bebeas eso. - no era medico y tampoco pretendia serlo, pero cualquier cosa que pareciera peligrosa, preferiria que no lo tomara - puede que esta vez... - desvie la mirada al fuego ardiendo en su esplendido climax- Hallas quedado embarazada despues de esto... solo Dios lo sabe cuando nos dara la oportunidad de ser padres. - bebi un trago despues de decir aquello.

Mire nuevamente a Sabela, se veia, bastante probocativa en esa sabana, muy pocas veces tenia la oportunidad de verla en paños menores, ya que siempre las mujeres, tendian a dormir con un pijama bastante largo.

Recordando a su pregunta, le respondi - no es nada querida, tan solo, me siento bastante pensativo ultimamente. - "mi padre me ha dejado en este estado" pensé. Bebi nuevamente, era placenter sentir su sabor tan calido dentro de mi.

Observe el reloj que habia sobre la chimenea, indicaba las 1:34 de la madrugada - estaba pensando, en dejar de viajar, y dedicarle más tiempo... - "a ti" - a la caza, a mis deberes, a descansar.

por **Sabella Cavanaugh** Mar Jul 24, 2012 12:46 pm

Con ese simple sorbo deje el baso a un lado, si decía que prefería que no tomara esas cosas no lo iba hacer, más que por obediencia lo hacía por una cosa de evitar confrontaciones. Sus palabras sobre mi embarazo me sacaron de mi propia mente, esperaba al igual que el que las cosas si funcionaran ahora.

Con una sonrisa cariñosa, me levante del sillón y camine hasta él, irónicamente pensé que Dios no nos iba a dar el favor en nada, pero eso no lo tenía porque saber. Lentamente deje que la blanca sabana cayera al suelo, alrededor de mis pies, di pasos seguros y sensuales mientras mis ojos se conectaban con los suyos.

Gracias al brillo del fuego en la chimenea el cambio de color en mis ojos paso como una ilusión para él, en su mente no cabía duda ahora de que yo era lo único que tenía que merecer su preocupación. Cuidadosamente pose mi cuerpo desnudo sobre el suyo, a horcajadas sobre su regazo deje que mis manos trabajaran en desatar el precario nudo de su bata. Relamí mis labios procurando que mis ojos y el hechizo en ellos lo mantuviesen atento... bajo todo mi control

Mi suave melódica voz resonó en la cálida habitación.-Amor mio, en alguna parte de esa frase esperaba encontrarme presente. A una dama le encanta ser parte del descanso de su caballero. Yo podría ayudarte con todo lo que tu desees. Esa idea de unas vacaciones bien merecidas parece buena. Podría ser muy provechosa, querido.- mis labios rozaron suavemente su oreja, mi respiración se perdía en su cuello. No era necesario el contacto visual ahora, lo tenía bajo mi poder.

Si mi amado Barón lo desea, podríamos pasar unos pocos días en la casa de la ciudad o quizás en la de campo. Podrías poseerme una y mil veces si así lo deseas, Kolmann. Me muero de ganas de tenerte en la cama, solos los dos, haciendo el amor hasta que no puedas más.- para este entonces mis manos estaban muy cerca del punto más débil de su cuerpo. Era un juego un tanto sucio, pero funcionaria, si quería ser padre.... mi embrujo lo iba a converser sin duda alguna, mi sensualidad no lo iba a mantener lejos tampoco. Era una mujer muy segura de lo que podía entregar en la cama. Debería considerarse agradecido, bendecido de tenerme.

por **Kolmann Gunther** Mar Jul 24, 2012 2:27 pm

No preste atención al ver que se acerba a mi, bebí mi ultimo sorbo de whisky, y deje el vaso a un lado del sofá, busque nuevamente la figura de Sabella, y allí estaba, frente a mi, exponiendo su hermoso cuero ante mi, se observaba ardiente y deseoso, la luz de la chimenea hacia sobra en la parte delantera de su cuerpo, dejando que no todo estuviera completamente al descubierto, pero algo podía asimilar, nunca me imagine una escena semejante, siempre la observe un poco reservada, deje entre abierto mi boca, el asombro no me lo quitaba nadie.

Su rostro estaba fijado en mi, sus ojos, bastante hipnotizadores, agradables y admiradores, su cabello suelto, levemente ondulado, parecía toda una artista.
Un frío escalofrío paso por todo mi cuerpo al sentirla cerca de mi, sentí por un momento que no podía moverme, mis manos estaban heladas, pero la sensación del deseo aun seguía vivo y comenzaba poco a poco a crecer.

- Escuche atentamente todo lo que su dulce voz me decía, bastante clara para ser un susurro en mi oido. Me tome la libertad de colocar mi mano helada sobre una de sus piernas y acariciarla, su cuerpo cálido, como lo imaginaba.
Llegue a un punto, en donde me imagine todo el plan de mi esposa, su interés por ser madre estaban bastante claras, dejando bastante satisfecho. Espere a que nuestras miradas se encontraran una vez mas, y le dije en voz baja - Dejare todo en tus manos entonces, confío en que lo harás bien querida - la mano que quedaba libre, paso a su mejilla, quise acercar sus labios a los míos y así sentir un cálido beso, deseoso, atractivo, como si fuese la primera vez que nos besábamos.

No había ni un tipo de ruido, tan solo nuestras voces, y las pequeñas explosiones que emanaban de la chimenea que aun seguía en su fuego mas intenso.
Me separe solo unos centímetros de sus labios, tenia la sensación de que mi deseo de poseer nuevamente su cuerpo había vuelto nuevamente.

por **Sabella Cavanaugh** Mar Jul 24, 2012 9:25 pm

Sus besos eran los más exquisitos que había probado jamás, muchas veces me repetía esto para mantenerme cuerda, para mantener mi amor por el tan firme como la primera vez. Su mano fría sobre mi piel me sobresalto un poco, pero no de mala manera, todo lo contrario, era el contraste más hermoso que podía sentir ahora.

Su entrega total me hizo sonreír, iba a cumplir el propósito de darle un heredero, y después vería donde nos llevaría la vida. Por lo que mi madre me había dicho, quizás no era el más feliz del mundo, lamentablemente no me podía dar a ciencia cierta que era lo que me iba a quebrar el corazón.

Mis finos dedos se entrelazaron en su claro cabello y comenzaron a masajear suavemente el sedoso cabello.-Ya veras que va a funcionar, si lo tomamos con calma y de verdad nos dedicamos a esto, no nos vamos a dar cuenta cuando tengamos pequeños corriendo por los enormes jardines... Después veremos cuanto me vas a amar, Barón de Rumania.

Bese sus labios una vez más, mi cuerpo presionando delicadamente contra el suyo, ningún sonido podía escucharse, solo su corazón latiendo contra mi pecho. Tome la mano que acariciaba mi mejilla y la puse sobre mis senos. Con suaves, deliciosas palabras susurre en su oido.-Tocame, Kolmann. Quiero sentir tu suave toque.

por **Kolmann Gunther** Mar Jul 24, 2012 11:12 pm

No tardo el sentir como el calor de mi esposa comenzaba a traspasar calor a mis manos, al igual que mis pies, comenzaban esa deliciosa sensación de calor que poco a poco se apoderaba de mi piel.
Nuestras miradas aun persistían en las sombras que provocaba la gran llama de la chimenea, le toco hablar a ella mientras recibía un delicioso masaje en mi cabeza. Sus palabras se adentraban con fuerza sobre mi mente e imaginaba y procesaba todo con lentitud, se estaba precipitando, siempre pensé que esto de tener problemas para concebir hijos llevaba tiempo, mucho mas de que tres años, no era el único con este tipo de problemas, mucha de esa gente me daba consejos y animo, y decía con toda confianza que solo era una crisis que al fin y al cabo se superara. Luego escuche algo sobre, amar... ¿Amar a quien?, cerré los ojos y muy lentamente comencé a bajar sola la mano que sostenía la mejilla de Sabella, pero ella fue más rápida.

¿Que era lo que estaba sucediendo ahora?, deseaba a Sabella, mi esposa, pero era un deseo lujurioso, no... No podía sentir nada mas, será que, cuando tengamos hijos, ¿La aprenderé a valorar realmente?

Mi mente estaba confundida en ese momento, pero mi cuerpo se sentía en las nubes, nunca antes había experimentado esta sensación tan fuerte de deseo, mi cuerpo se relajo, apoyandome en el sofá y dejando que el esbelto cuerpo de Sabella presionara un poco en mi.

Mi mano que ahora estaba cálida, tuvo la suerte de tocar su parte mas hermosa, su redondo y firme pecho, lo moldee con dulzura y cuidado, me acerque a el y bese su pezón, el cual se encontraba excitado. Mi otra mano no dejaba de acariciar sus muslos, con lentitud recorría todo ese camino suave, hasta llegar a su cintura. - Ahora... Veamos que tienes para mi... vamos Sabella, que tienes para impresionar a este barón deseoso de querer tenerte nuevamente.

por **Sabella Cavanaugh** Miér Jul 25, 2012 12:09 pm

Sus caricias eran falsamente amorosas, pero mordí mi labio para que la furia que me embargaba no saliera a arruinar el momento, no quería eso. Más que nada quería concebir, más que por la sanidad del reino o la de mi propio esposo, quería hacerlo por mi, quería sentir la dicha de ser madre, de tener un pequeño ser que dependiera de mi. Ahora, lo que Kolmann sintiera o dejara de sentir por mi, me tenía sin cuidado.

Sentí las suaves llamas de la chimenea abrigando mi espalda, era la sensación más cálida de todas, y no iba a renunciar a ella. Mis dedos se separaron de su cabello y tomaron su rostro, lo sujetaron con amor y fuerza, bese sus labios dulcemente, quería sentir un poco más de su cuerpo en mi, por lo que su mano en mi cintura me dio un poco más de placer, aun cuando fuese un pequeño toque, era importante.

Acomode mi cabello al lado izquierdo de mis hombros, mis manos se ocuparon de acariciar su firme pecho, mi uñas dejaron suaves lineas en la piel, volvieron a subir para deshacerme de su bata, era algo que me estaba molestando demasiado.-Donde quieres intentarlo, mi vida? Aquí mismo? Quizás en otra parte de la casa.... en la alfombra... tu decides donde tomarme.-Apelar a su poder siempre era bueno, aunque no lo demostrase, el hecho de que lo reconociera como un hombre de poder lo excitaba demasiado.

En mi mente comenzaron a jugar diferentes escenas, no precisamente de nosotros dos, pero de otro hombre conmigo, sus manos acariciaban mi piel, logrando extraer dulces sonidos de placer de mi boca. El repentino, furioso agarre de su mano en mi cintura me hizo entender que en su mente se estaban proyectando las mismas imagenes. El punto más débil de un hombre con poder es el hecho de no poder controlar los instintos de la mujer que se supone es devota a el. Si quería dejar de amarme, estaba bien. Pero yo no me iba a ir sin una pelea. Con falsa sorpresa en los ojos que para el fue más real que cualquier otra cosa pregunte.-Querido, que te sucede? Porque me sostienes así?- Mis ojos demostraron preocupación, pero mi corazón solo gritaba triunfo.

por **Kolmann Gunther** Sáb Jul 28, 2012 10:35 pm

- ¿Que parte del impresioname, no entendiste querida? - Sabia que Sabella tenia sus dotes de seduccion ocultos y que solo los demostraba en estos estados de erotismo, queria verla en accion, sabia que ella podia darme lo que yo queria en esos momentos, tan solo, esperaba a que fuese algo original y no tan monotono como siempre lo haciamos.

Senti por un momento que podria estar asi toda la noche con ella, mi piel rozando la suya, sintiendo su calor sobre mi, su largo cabello que le daba ese caracteristico toque se sensualidad, todo estaba bastante bien, me deje llevar y cerre por un momento los ojos, donde mis labios comenzaron a besar poco a poco y con lenitud la piel de su pecho.

Pude escuchar ese delicioso sonido proviniendo de la boca de mi esposa, era un placer que llegaba con gran fuerza hacia mi, era como si esta noche fuese la primera de tantas veces. Mis ganas de querer tenerla eran grandes, mis manos inesperadamente agarraron con fuerza su cintura, probocando que su cuerpo se apoyara mucho más en mi.

Abri mis ojos cuando Sabella me dirigio la palabra nuevamente, busque su mirada, y mis manos dejaron sus caderas para tomar sus muñecas con algo de fuerza - aun no me has de impresionar querida, ¿o acaso ya no puedes satisfacer a tu esposo?

por **Sabella Cavanaugh** Dom Jul 29, 2012 8:06 pm

Su pregunta era mas que estúpida, si el creía que no podía hacer algo era simplemente demente. Con cuidado me puse de pie delante de él, tendí mi mano y lo empuje hasta que quedo recostado en la alfombra, con cuidado me apoye en mis rodillas entre sus piernas, mis manos recorrieron la cálida piel de sus piernas, a su abdomen, pasando por su pecho hasta que mi cuerpo quedo sobre el suyo.

Lo agarre del cuello y le di un beso es esos labios que provocaban el querer besarlos todo el tiempo, empece lentamente para luego besarlo con mayor intencidad sin sacar mi mano de su cuello y la otra estar en su espalda. Mis pezones, rígidos como guijarros, respondían ante el estimulante cuerpo masculino enviando constantes olas de placer al centro de mí ser.

Me separe de sus labios y baje hasta estar frente a su miembro, mi mano lo tomo con cautela, cuidado. Comencé a masajear expertamente, mis largos y finos dedos lo tomaron con cariño, mis ojos perdidos en los suyos.

por **Kolmann Gunther** Dom Jul 29, 2012 11:43 pm

Al hacer tal pregunta, al parecer la había incitado a que verdaderamente tomaras las riendas del juego, bueno, eso era lo que el barón quería. Estaba a punto de decirle algo que relajara un poco el ambiente pero, al ver que la mano de mi esposa estaba extendida, invitandome a moverse de ese sofá, no dude en hacerlo con rapidez, la sorpresa era que el barón debía recostarse en el suelo, un cálido suelo cubierto por carísimas alfombras de un color escarlata profundo.

La idea de acomodares en el suelo se veía perfecta, solo esperaba no despertar con un terrible dolor de espalda. - Sabella - dije su hermoso nombre en voz baja - te ves hermosa... - me atreví a decir mientras que su piel era erizada por completa al sentir sus cálidas caricias por mi cuerpo, pocas veces había admirado el bello cuerpo de mi esposa, era bastante poco lo que sabia, pero nunca se me olvidara, ese característico lunar en su costilla izquierda, los detalles salían gracias a la fogosa luz del fuego.

Al recibir ese intenso beso, cerré los ojos y lo disfrute como nunca, pase mis manos por el cuerpo esculpido de la mujer y lo acaricio con dulzura, las yemas de mis dedos la acariciaban con apenas un rose, como si se tratara de algo frágil. Una de mis manos paso nuevamente por uno de sus pechos y los acaricio, sintiendo la excitación que estaba siendo provocada en ella.

Abrí mis ojos cuando ella se alejo, y al sentir su mano en mi miembro, me dio un pequeño tiritón de asombro, me acomode mejor para poder observar lo que iba hacer, deje mis manos libres, no quería ninguna interferencia de mi parte, si mi esposa me iba a dar una noche inolvidable, pues yo también se lo daría, quería verla gritar de placer, ver nuevamente su cuerpo perfecto moviendose sobre mi y decir mi nombre en un tono de suplica, la quería ver excitada.

Sus manos hacían un bello trabajo, mi respiración cada vez iba aumentando poco a poco, y mi miembro de tornaba duro a cada rose de sus manos.

por **Sabella Cavanaugh** Jue Ago 02, 2012 10:07 pm

Su amable, y sincero cumplido de mi cuerpo me hizo sentir más valiente quizás, pero de seguro me había ayudado a contar con que el barón estaba de verdad disfrutando. Mi sonrisa fue dulce y cálida demostrando el agrado de sus palabras en mi.

Mi mano tomo la base de su miembro, acariciando con dedo indice y pulgar al tiempo que mi lengua hacía contacto con la parte en la que el pliegue se une a la base, subes movimiento, de derecha a izquierda y de vuelta se aseguraron de acariciar cada centímetro. Tenía que admitir que mi esposo tenía mucho de que jactarse, era muy bien dotado y eso era algo que disfrutaba, no con la regularidad que deseaba, pero cuando lo tenía, era el cuelo mismo.

Sus aspiraciones y espiraciones agitadas me dieron a entender que no se estaba esperando semejante trato, ese era el juego, ahora iba a hacer cosas que no me había atrevido a hacer antes, o quizás no del todo. Cuando sus ojos se cerraron tome la oportunidad para tomar la cabeza de su miembro entre mis diente, para evitar algún daño deje que mis labios los recubrieran para que sintiera la suave piel de estos en su punto más débil, con cuidado y determinación di suaves mordidas a su miembro, distrayendo su mente un poco más cuando mi lengua hizo contacto con su meato.

por **Kolmann Gunther** Vie Ago 03, 2012 9:09 pm

Olas de fuego iban y venían, disfrutaba tanto del momento, que decidí cerrar los ojos y mirar hacia arriba, manteniendo mi mentón bastante alto, aprete un momento mis labios, donde las ganas de morderlos eran artos, que lo mejor, fue bajar la mirada y observar cada detalle de lo que hacia Sabella.

Acerque mi mano a sus largos cabellos, quería despejar su rostro para tener una mejor visión del excitante trabajo - Sabella... - dije en voz baja, mirando como un bobo su desnudo cuerpo, como el de una esclava que estaba dispuesta a hacer lo que yo quisiera - mi amor... - mi miembro se tornaba cada vez mas duro y tenso, pero para que llegara el gran final, faltaba bastante.

Cerré nuevamente mis ojos, y me encontré con la sorpresa de que Sabella se había puesto juguetona, deje escapar un leve gemido, Sabella tenia su boca en mi miembro, pero que excitante momento. Estaba en las nubes, Sabella había cumplido con el desafío que le había dicho hace unos minutos, sus encantos y tácticas habían dado en el blanco.
Me recosté en el suelo alfombrado, no sabia cuanto duraría esto, pero mientras tanto, quería disfrutarlo a como de lugar.

El calor de la chimenea comenzaba a molestarme, ya que mi cuerpo había tomado bastante calor, mi temperatura había subido, ya no sentía frío en mis extremidades.

por **Sabella Cavanaugh** Dom Ago 05, 2012 10:48 pm

Podía sentir la temperatura de toda la habitación subiendo de manera descontrolada, no me sorprendió el hecho de que mi cuerpo se recubriera de una leve capa de sudor, nada incomodo hasta ahora, pero para la actividad que estaba realizando con mi esposo, era más excitante que cualquier cosa. Mis labios besaron el resto de su miembro y me dedique a tomarlo dentro de mi boca, la punta de mi lengua seguía acariciando su meato, con un poco más de intensidad que el segundo anterior.

Mis labios acariciaban todo el largo de su cálido rígido miembro, sentí entonces su único sabor, lo disfrute y lo memoricé. Relajé los músculos de mi garganta y deje que la cabeza de su miembro de deslizara con cuidado en ella, respire tranquilamente por la nariz y realicé suaves movimientos con la cabeza, de arriba a abajo y le lado a lado.

Sus gemidos se hicieron cada vez más constantes, con ellos me decía que mi cometido estaba logrado, lo que él quería lo estaba recibiendo del modo esperado, pero había mucho más por hacer.

por **Kolmann Gunther** Lun Ago 06, 2012 3:55 pm

Pensé por el momento que esto era lo mas grandioso que puede existir en el mundo, era algo que nunca había experimentado y que tampoco se lo pediría a mi esposa, pero las ganas siempre estuvieron. Ella lo estaba haciendo estupendamente bien, solo esperaba que no fuera tanto, no quería terminar en su linda boca.
- oohh... - deje escapar ahogadamente cuando mi miembro estuvo completo en su boca, rozaba todo, la succión que ella hacia era perfecta, nuevamente un pequeño cosquilleo paso por detrás de mi hasta llegar a mi cabeza, abrí mis ojos y solo mire el techo oscuro de mármol, la cual sostenía una lampara de cristal con velas quemadas.

Me senté nuevamente, un poco erguido hacia atrás, acaricie el cabello de Sabella. Sentir que mi miembro estaba por llegar a su punto máximo, era la causa de sentir un dolor placentero en el, un dolor exquisito que nuevamente me hizo respirar de forma discontinua.

- Sabella, mirame - dije como si hubiese corrido una maratón - acercate, besame... - la quiso recibir con sus brazos, ambos sentados frente a la fogata. Su lengua jugo con la de ella, sus manos acariciaban todo su cuerpo, pero una de ellas quería atrapar a Sabella y tenerla bajo su poder.
Su mano se acerco al vientre de su esposa, proporcionando pequeños rasguños, muy delicado, llego a su vagina, cálida y mojada, y comenzó a jugar con su clítoris, muy despacio. Seguía con unos besos que de seguro arrancaría los labios de Sabella.

- Eres una bruja, ¿Lo sabias?... - introduje en forma de sorpresa dos dedos dentro de ella, se sentía cálido y viscoso, comencé a moverlos muy lentamente, no sacaba los dedos completamente, si no que solo hasta la mitad, mientras que la palma de su mano rozaba de vez en cuando su clítoris. - me has embrujado...

por **Sabella Cavanaugh** Miér Ago 08, 2012 10:17 pm

Sus palabras detuvieron mi momento de inspiración, pero no de mala manera, solo comenzaba otro diferente igualmente intenso, sus labios jugaron con los míos como nunca lo habían hecho antes, era simplemente hipnotizante el modo en el que me besaba, como nunca lo había hecho antes.

Sus manos llegaron a mi vientre, dejando pequeñas marcas de uñas, no me molestaban al contrario, era un modo excitante de reclamarme y marcarme como de su propiedad, más física en este caso que solo por el hecho legal de ser su mujer. Suspire de forma entrecortada cuando sus dedos y palma de la mano llegaron a mi sexo, cada vez que me tocaba ahí me saltaba el corazón de un modo inexplicable.

No pude evitar gemir con ganas ante la suave y decidida caricia, era un momento de conexión importante. Pero algo en eso me saco de la burbuja cuando la palabra "bruja" salio de su boca, mi corazón dio un vuelco de miedo, era el terror de saber que había descibierto el secreto que había mantenido desde que era una niña, me relaje de inmediato cuando me di cuenta que era un comentario sobre lo que estabamos haciendo y nada más. Una pequeña risa salio de mi boca- Solo hago lo que el barón de Rumania me pide... Pero me alegra saber que te tengo embrujado... eso significa mucho más de lo que te imaginas, querido.

Disfrute sus dedos dentro de mi vagina, era una sensación que se intensificaba cada segundo más, era ese constante cosquilleo dentro de mi que solo mi esposo me daba.

por **Kolmann Gunther** Sáb Ago 11, 2012 12:14 am

Seguí jugando entro de ella, de una forma suave e intensa. Dos de mis dedos entraban y salían con lentitud - vamos, disfrutalo.
Quise atreverme a hacer algo mucho mas interesante, algo que nunca había hecho antes, y que estaba a punto de probar ese sabor prohibido que tanto me excitaba. Esa noches en la que Sabella no estaba a mi lado, lograba dar con mi cabeza, su figura golpeaba fuertemente mis instintos de estar junto a ella y dejar de lado los negocios aun que fuese peligroso. Me imaginaba tenerla en mis manos, hacerla mía todas las noches, escuchar mi nombre en sus labios de forma placentera, ver su cabello moverse de un lado a otro, esas noches, frías y desoladas, me jugaban una mala pasada.

Pero ahora estaba a mi lado, a tenia como me imaginaba en mis profundos pensamientos. La incite a que se recostara en la alfombra, mis dedos salieron solo por unos momentos de su vagina, me acomode sobre ella, mi miembro estaba mas erecto que nunca, esperando impaciente su turno de actuar. No aguante las ganas de querer besarla, cerré ojos, mientras mi cuerpo se apoyo con cuidado sobre ella. Hice que las piernas de mi esposa me dieran paso para estar mas cerca de ella. Mi miembro rozaba con dolor su sexo. Luego de alejarme de sus labios, la mire, la observe, se veía estupenda allí, al igual que en la cama hace unas horas.

Mi cuerpo se deslizo hacia abajo, realizando un camino de besos hasta llegar a su vientre. Mis brazos cubrieron sus muslos para sentirme mucho mas cómodo. Mi rostro quedo frente a su sexo, el cual a estas altura ya me volvía bastante inquieto. Acerque mi lengua a su clítoris, y jugué con el, de forma lenta en un principio, de vez en cuando lo succionaba. Aquel aparato tan pequeño me daría el éxito que quería alcanzar sobre Sabella, su cuerpo dando espasmos de placer, sus uñas rasguñando mi espalda pidiendo en silencio que quería mas.

por **Sabella Cavanaugh** Dom Ago 12, 2012 9:56 pm

Fue todo tan maravilloso, tan especial y como nunca sincero, con cuidado me aleje de su cálido cuerpo y tome la sabana para cubrir nuestros desnudos cuerpos, por cuidado me recosté con la cabeza apoyada sobre su brazo, su otro brazo rodeo mi cintura y me sujeto fuerte. Mis pequeñas manos sujetaron las suyas mientras jugaba con su anillo de bodas, con cuidado lo aprecie y mi corazón dio un vuelco que no me gusto para nada, por primera vez en mucho tiempo sentí la emoción de ser la esposa del barón de Rumania, era un puesto que muchas querían y estaba segura de eso, pero era yo la que había caminado hasta ese altar para comenzar una vida que no era la que hasta el momento llevaba.

Cerré mis ojos para disfrutar el momento que estaba pasando entre nosotros, sentí entonces una alegría que no podía controlar, porque simplemente me estaba dando cuenta que todos los trucos que estaba utilizando, todos esos hechizos que lo embrujaban de verdad estaban funcionando, todo lo que mi madre me había enseñado y aconsejado me tenía en buen camino, algo en mi me decía que no debía decir nada, pero mi corazón tomo fuerzas por si mismo y solo hablo.-Te amo, Kolmann- esperaba el agudo dolor del rechazo.

por Contenido patrocinado

Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)

Re: Interminables viajes del Barón. (Kolmann)(+18)