you're the pretender

La mejor forma de resumir su comportamiento es diciendo que es "un niño que vive la vida de un adulto" por variados factores que lo atribuyen muy marcadamente.

Por un lado tenemos su capa más externa, la cual demuestra a cada persona que conoce en primera instancia y es imparcial para todos. Se presenta como un joven muy abierto de mente y de labia, extremadamente curioso y de confianza fácil de conseguir, y claro, de dar. Él no conoce lo que es la vergüenza ni guardarse sus comentarios, detesta que no le pidan la opinión pues siempre tiene algo que decir de todo tipo de temas, los conozca a no. Tiene la mala costumbre de querer hablar de temas que él no conoce y aprender temas que no comprenderá, pro el simple hecho de hacerlo y saciar su curiosidad que jamás se llena, por lo mismo. Todo un círculo vicioso. Tampoco tiene miedo a equivocarse, disculpándose con esa encantadoras sonrisas que parecen perdonarlo todo, lo cual no significa que cometa errores consecutivamente, sus impulsos juegan un papel importantísimo en éste punto de su vida, y la mayoría de sus errores son consecuencia de ellos o de su misma terquedad e ignorancia. De labia extraordinaria, ciertamente el ser tímido y que le cueste entablar conversación no es jamás su caso, independiente del género o la edad de su interlocutor lo trata como una persona más, de allí en más si la persona le causa deseos de conocer actuará muy interesado en todo lo que pueda saber e indagar, teniendo una memoria privilegiada para no olvidar ni el más mínimo detalle junto a su condición de detallista y observador.

Ahora tenemos el lado más escondido y que ha privatizado para contadas personas en su vida, que son con quienes más confianza tiene o cuando son mayores. En dados casos, se vuelve incluso caprichoso, de terca posición y berrinches constantes, diciéndose que éste es su lado más "infante" pero no por lo mismo ingenuo, conoce bien sus límites y el borde de la solidaridad a el aprovechamiento. Le encanta que le consientan, que le den la razón y recibir atención tanto de ser escuchado como ya de roces de piel. Hay que aclarar en éste último comentario que Zeth es una persona muy aprensiva, adora estar regalando abrazos hasta a los mismos cactus y por igual recibirlos, tiene esa necesidad de otorgar cariño o "calor humano" hasta a quienes no lo necesitan. Aquello se vuelve, a veces, un problema para él, dado que su terquedad es tan grande y su deseo de atención y encariñado son tan constantes que se vuelve hasta egoísta y orgulloso, pesado hasta hartar a muchas personas y puede incomodar a otras.

Se podría decir que incluso tenemos un tercer lado de su personalidad, que ya es exclusivamente cuando está "trabajando". Se deduce entonces que su personalidad cambia a uno más seguro y seductor, se vuelve mucho más egocéntrico y los halagos ya no sirven pues se los hace él mismo, todos sus movimientos están calculados para hacer caer a quien lo desee a sus pies, llega a actuar mucho más maduro que de costumbre e incluso más frío, pues no toma el peso de los sentimientos de otros ni los propios cuando se desempeña de Cortesano, debido a su gran experiencia de diversos casos aun a su corta edad. Por el contrario se vuelve condescendiente con las personas seguras, y mucho más lascivo con los reservados, sus "favoritos" para pervertir, asegura él. Pero jamás pierde esa picardía e inocencia de un infante que está jugando a hacerse le grande, Zeth puede asegurar muchas veces que todo lo tiene bajo control, que nada se le ha escapado de las manos, pero la verdad es que es en exceso sensible a manejar las cosas bajo presión. Se hunde él mismo, por así decirlo. Y es quizás demasiado orgulloso o ciego que no predilecta el recibir una ayuda externa. Un altruista, resumiendo.

El defecto más fuerte y notorio de Zeth es su misma perseverancia. Es una ingenuidad y tenacidad que muchos han catalogado como ignorancia y estupidez, y es el no saber cuándo rendirse, cuando parar las cosas y saber que es momento de dejar de avanzar y detenerse de lanzarse a la vida de cabeza, como siempre hace. Porque es así, el joven no crea planes, no formula escenarios y mucho menos sigue protocolos, siempre diciendo "Sucesos que pasan porque ocurren" en un literal en prácticamente todos los momentos de su vida. Su mente es muy simple, hay que decirlo. Pero, volviendo a su defecto, es bien sabido su ceguera para decir "basta, no puedo hacer ésto", y aquello, a la larga, lo daña a él mismo y daña al resto que pueda estar cerca y involucrado en el asunto. Segundo defecto en la escala: Su incapacidad de ver mal en las personas. Hasta la fecha, él no siente odio por nada ni por nadie, y duda hacerlo alguna vez, se radica aquello en que, al estar viendo siempre el lado positivo de las cosas y las personas, piensa que incluso los actos más bajos tiene un trasfondo noble. Y peor aún, hacerle un daño a él lo perdona con mucha facilidad, justificando "¡Detesto odiar a las personas!" con demasiado ímpetu.