Mensaje(Lilianne)

por **Yohann Moreau** Vie Jul 16, 2010 3:05 pm

Los golpes del puño del recepcionista en la puerta de mi habitación me sacan del profundo sueño al que me había visto sometido durante toda la noche. Una vez recogida la carta regreso al interior de mi habitación y miro el contenido: " A las 0:00 en las ruinas de la antigua catedral". Un mensaje escueto pero contundente, perturbador pero a la vez intrigante, el tipo de situaciones que sin duda añaden algo de emoción a mi estancia en París. En ningún momento considero la posibilidad de no asistir, si alguien me requiere sus razones tendrá, y puesto que no he creado ninguna enemistad en el tiempo que llevo aquí, supongo que el trasfondo del encuentro será más cordial que agresivo.

Sin poder borrar el contenido del mensaje de mi mente, realizo mi ya conocido espectáculo callejero de música e ilusiones para conseguir el dinero necesario para pagar mi habitación del hotel. Una vez terminado el espectáculo regreso al establecimiento y pago las noches atrasadas, para después hacer tiempo hasta el momento del encuentro. Aprovecho el tiempo para lavarme y alimentarme en condiciones, sea quien sea mi acompañante esta noche seguro que agradece encontrarse a un individuo aseado y bien alimentado.

Cuando son las 0:00 en punto, yo ya estoy en el centro de las ruinas, esperando con impaciencia que se resuelva el misterio.

por **Lilianne Dugarry2** Lun Jul 19, 2010 7:36 am

Mi mente solo me pregunta una cosa: ¿por qué? ¿Por qué?
¿Por qué?
No daba a entender la razón por la que quería citar a ese hombre. Simplemente fue un día que pasaba para comprar los medicamentos de mi padre...
Solo lo vi una vez y pude presenciar algo dentro de aquel joven que estaba acompañado de un sutil violín.
Y solo un simple cruces de miradas me reveló lo que se escondía en el interior de aquel desconocido. Oscuridad y sangre fue lo que vi en él. Cosas que sin duda me atraían desde que era una niña, desde la infancia...
Aparté rápidamente la mirada, no quería embobarme con esa fascinación que poco después descubrí que dejaba sonrojadas a las muchachas que pasaban en rededor suya.
Mi corazón palpitó seguidamente impulsando a mi cuerpo a saber más de ese joven.
Lo perseguí sigilosamente por toda la ciudad hasta hallar dónde se hubicaba su vivienda, una vez allí y después de esperar a que se introdujera en su estancia, a prisa encontré en mi bolso un sobre y un trozo de papel. Rápidamente fui a un bar cercano para pedir a alguien una pluma, raudalmente pedí una pluma y escríbí con la mejor letra que pude: "A las 0:00 en las ruinas de la antigua catedral."
No me dio tiempo ni a pensar porqué en ese lugar y no en otro. Había muchos lugares en el que poder hablar tranquilamente, pero... Algo me decía que las ruinas era el mejor sitio para saber quién era ese hombre...
O qué era.
Anduve hasta llegar al portal de su casa y alcé el sobre pegado con mi propia saliva por la rejilla de la puerta de la casa, una puerta algo marchita. Posteriormente me perdí entre la multitud de la gente hasta llegar a mi casa y encerrarme en mi cuarto.

En estos mismos momentos es medianoche y me encuentro andando ágilmente por la bruma de la noche. Distingo una figura de entre la niebla y sonrío por haber traido puesto un vestido sencillo, como el de una campesina. Debo mantener mi clase oculta.
- Ha venido por lo que veo. - Me muestro algo distante, a cinco metros frente suya. Me tapo la cara con mi cabello y me agacho en el suelo para escribir una frase con el dedo:
Oscuridad en tu interior.
Y lentamente me elevo mirando fijamente a esa extraña figura que se alza allí, en las ruinas...

por **Yohann Moreau** Lun Jul 19, 2010 1:55 pm

Si hubiese podido ver mi rostro en el momento en el que contemplo la frase escrita por la mujer seguramente me hubiera reído bastante, pero como ese no es el caso, me quedo totalmente paralizado. Leer esa frase plasmada en la tierra me enfrenta directamente a aquello que tanto me he esforzado por ignorar pero que al mismo tiempo se que está ahí, oculto en las sombras de mi ser cual asesino que espera pacientemente a un descuido de su victima. Sin embargo no puedo perder el control y tengo que centrarme en la situación. No conozco el trasfondo de la frase de la mujer pero puede que no se refiera a lo que yo creo que se refiere, por lo que será mejor avanzar con cautela. Trago saliva, calmo mi respiración y me expreso con la misma naturalidad que lo hago siempre.

-No podía rechazar una proposición tan intrigante-La mujer cubre su rostro y se mantiene distante, señal inequívoca de que prefiere observarme-. Muy a mi pesar creo que no la conozco y menos aún comprendo para que me ha citado aquí. Usted ya lo sabe pero mi nombre Yohann Moreau, ¿su nombre es?

La miro fijamente intentando atraparla en el embrujo de mi intensa mirada. Mantener la compostura y no dejarte comer el terreno siempre son características vitales para afrontar cualquier dialogo con una mujer, sean cuales sean sus inteciones.

por **Lilianne Dugarry2** Lun Jul 19, 2010 2:34 pm

Me pide mi nombre. Avanzo un paso, un simple paso que me revela de nuevo el semblante del joven. Aparentemente parece tener mi edad. Me está mirando, una mirada poco peculiar para alguien que acaba de conocer a otra persona, además de una manera tan... ¿extraña? No sabría definir aquella "cita" por así decirlo con palabras.
Quise adentrarme en su mirada, quise hallar algo más a parte de su oscura pupila. Me adentré un poco más y descubrí algo nuevo... Ya no era oscuridad, ahora era ira y sufrimiento...
Muerte.

Retrocedí rápidamente hacia atrás. Había percatado cosas que a simple vista eran inhumanas en él. No parecía ser normal, mas... Mas algo en él hacía que me revelara, que le mostrara mi rostro, que descubriese quién es esa persona que acaba de encontrar la rareza en su interior.

Me enderecé y me eché mis rubios cabellos hacia atrás para que pudiese ver mi semblante. No lo hacía por obligación, lo hacía porque quería.
Lo hacía porque algo en mi interior me decía que no me iba a hacer daño.
- Soy Lilianne Dugarry. - Hablé con autoridad y sin expresión. - Y sinceramente también me pregunto el porqué de esta cita. Es un hombre curioso, he encontrado en usted lo que no encontraría en nadie más. Sé que no es normal y quiero...¡Quiero saber porqué cuando lo miro tengo una sensación de oscuridad, de muerte, de tristeza... - agaché mi cabeza mirándome las manos. No quería volver a pensar en la tristeza.
Alzo una mano delante mía, para tocar su cara. ¿Por qué? Pues porque queiero ver si de verdad tiene esa cara encantadora o sea un mero disfraz que oculta al mismísimo demonio. Pero no quiero tocarlo así por así, solo alzo la mano para ver cómo responde él.

por **Yohann Moreau** Mar Jul 20, 2010 9:14 am

La mujer que se hace llamar Lilianne es realmente hermosa, intrigante, pero sobretodo extraña. Cada uno de sus comentarios están cargados de un trasfondo y cada uno de sus movimientos los realiza sin ningún pudor. Siento emoción en sus palabras, una excitación extraña puesto que es la primera vez que intercambiamos unas simples palabras. Se acerca e intenta hacer llegar su mano a mi rostro pero no quiero que me toque, esta joven rubia desprende sensaciones que prefiero mantener alejadas. Con un seco movimiento de mi mano derecha aparto su miembro alzado y respondo con dureza.

-No se a lo que se refiere señorita, si yo fuera usted me iría a un centro mental a tratar los trastornos que la afligen-No suelo responder con tanta dureza a una mujer bella, normalmente es todo lo contrario pero las afirmaciones de esta mujer son demasiado peligrosas como para ser tomadas a la ligera.-Si no tiene nada coherente que decirme, será mejor que me vaya.

Su cercanía despierta la oscuridad de mi interior, un monstruo que hasta ahora solo se había alimentado de la oscuridad de los vampiros. Si toma el control en este momento, siento pavor acerca de los actos que puede cometer teniendo a una mortal cerca.

por **Lilianne Dugarry2** Miér Jul 21, 2010 5:04 am

Estoy en lo cierto, no es lo que parecía ser. Él es un ser frío y preferentemente malévolo también. Me había respondido a mi sugerencia de conocernos como si me echase un escupitajo a la cara. Luego también rechazó mi amago y ahora lo que me dice es que pasara mi juventud en un centro mental. Sus apestosas palabras han hecho que decida probarlo. Había leído leyendas sobre criaturas mágicas procedentes de otros países. No estoy segura de si existen o no, pero quiero asegurarme plenamente, aunque me valga la vida en ello.

- No necesito estar en un centro mental, me echarían a la semana por no cumplir sus indicaciones. - Bromeé. - Sigo con mi iniciativa, conocer el porqué de esa extraña sensación que me atrae a usted y por eso sugerí esta cita. Sabía qué le provocaría una situación que tenía en mente.

Lo sabía y no entendía cómo. Me daba igual si moría o no, sin embargo tenía la certeza que no lo iba a hacer; él no lo permitiría, a lo mejor podría controlar la situación.A lo mejor.
Me agacho de nuevo pero no para escribir algo, sino para a tientas buscar una piedra afilada. La encuentro y me enderezo, luego poso la punta del objeto encontrado en la palma de mi mano y me acerco más a él, procurando que se fije en la herida que posteriormente me provocaré si no me cede que intercambie unas palabras con él.

- ¿Señor Moreau, qué pasaría si me hiciese una herida y mi piel nuevamente perforada la colocara lo suficientemente cerca para que pueda saborear la sangre? - Prosigo sonriendo pícaramente. creo que hablo su idioma, es fácil parecer una loca cuando lo único que intentas es estudiar algo... O alguien. No sé cómo se tomará el desconocido este gesto, pero ya intenté comportarme medianamente formal y se portó mal conmigo, ahora llega la hora de mostrarle a él lo que tramo. - Mis dudas me confirman de que sois un humano que en su interior esconde algo, quiero saber el qué puesto que la curiosidad toma riendas en mí. Quiero intentar ayudarlo, joven Moreau. He leído sobre esto y quiero saber más... Así que, propongo un trato. - Esta vez sonreí altanera. Como una niña que acaba de conseguir una nueva muñeca de trapo.

por **Yohann Moreau** Jue Jul 22, 2010 12:11 pm

Mi vista comienza a nublarse, no comprendo que es lo que me ocurre con esta joven pero es como si una extraña presencia sádica proveniente de su interior estuviese tirando de mi oscuridad para sacarla al exterior. La posibilidad de que se hiera a si misma me gusta, y no lo comprendo porque yo no soy así yo...yo...Levanto la mirada y esbozo una sonrisa.

-Mira lo que tenemos aquí...una humana interesante...

Cada vez tomo el control del cuerpo de Yohann con mayor facilidad, por lo que cada vez puedo asesinar con más libertad. Si esta humana no hubiese actuado como lo está haciendo ya estaría muerta pero me resulta curiosa su reacción por lo que decido observar como va a actuar ante lo que va presenciar. No necesito demasiada concentración para materializar en mi mano derecha un cuchillo afilado y de grandes dimensiones que inmediatamente después me clavo en mi abdomen. La sangre no sólo comienza a brotar de la herida sino que también lo hace de mi boca, manchando de sangre toda mi ropa. El dolor es intenso, pero poco a poco se conviérte en placer, sensación que acompaño con una sonrisa, que bañada en la sangre que llena mi boca, es aun más tétrica de lo que suele ser de por si.

-Te recomiendo que la próxima vez no amenaces simplemente córtate, los idiotas como Yohann se ven más afectados cuando ven a una bella joven herida sin mediar avisos previos.

Me saco el cuchillo y poso mi mano izquierda en la herida, tras unos segundos de contacto el orificio deja de sangrar y cicatriza, mitigando el dolor y en consecuencia, eliminando el placer. Algo debilitado por la pérdida de sangre a punto estoy de desmayarme pero consigo mantenerme firme sin borrar ni un segundo las muestras de felicidad en mi rostro.

-Soy Evan, la oscuridad que estabas buscando en el interior de este patético violinista.

Ahora es el momento en el que la joven tiene que pensar si está dispuesta a jugar o por si el contrario se va a arrepentir de haberme buscado...

por **Lilianne Dugarry2** Vie Jul 23, 2010 5:07 am

Dos personas habitaban en el cuerpo de una. El chico que se hacía llamar Yohann tiene doble cara, doble personalidad. Me atrae cada vez más la idea de conocerlo. Una nueva persona se aventura en esta cita, Evan. Me ha comentado que es la oscuridad del cuerpo de Yohann... Y de Evan.

Estoy algo confusa, no sé para donde mirar. Antes de revelarme su nombre, Evan acogió entre sus manos un cuchillo proveniente de la nada y posteriormente se lo clavó en el vientre. Al principio se me escapó un grito de terror, pero luego fui comprendiendo que no era el suicidio lo que buscaba éste, sino hacerme ver con quién me encontraba... Con una persona capaz de recomponerse. ¿Qué más cosas podría hacer? Él era un ser extraño, y yo un ser curioso.

Sigo manteniendo la piedra afilada en la palma de mi mano, pero no es a ella a la que miro, si no a los ojos de Evan. Recuerdo las palabras que dijo hace apenas unos segundos.

- Si no lo hubiese... Si no lo hubiese amenazado... No te habría visto a ti. - Luego, añadí con mirándolo con los ojos entrecerrados. - ¿Quién eres, Evan? ¿Quién es o quién eres, Yohann? No... No puedo comprender cómo habitan dos personas en un mismo cuerpo... Pero esa es la respuesta que yo quería. Sabía que eras o sois diferentes.
Vacilaba entre alejarme más de él o acercarme, quería descubrir de nuevo qué había en su mirada, si se encontraba la dulzura y la alegría de Yohann o seguía impregnado de oscuridad. Opté por quedarme parada en ese sitio.

por **Yohann Moreau** Mar Jul 27, 2010 12:27 pm

Puedo sentir su miedo retumbando en el interior de mis entrañas, pero al mismo tiempo no puedo negar que sus palabras expresan una pervertida curiosidad que me atrae, sin duda me atrae. Acorto nuestra distancia caminando lentamente hacía ella, la chica comienza a retroceder. Me divierto al escuchar como no puede ocultar su temor, traducido en forma de temblores por todo su cuerpo. La mujer no puede retroceder más y se choca contra una de las paredes derruidas de la vieja catedral. Lilianne mira de un lado a otro pero se ve encerrada cuando coloco mis brazos a ambos lados de su rostro y acerco mi rostro al suyo. Ambos nos miramos fijamente, puedo observar que dentro de ella residen algunos sentimientos que hasta a mi ser perturbado le resultan interesantes.

-Se lo que deseas Lilianne...y sin duda yo puedo dártelo...-Acerco mi boca a su oreja derecha y exhibiendo mi lengua chupo levemente debajo de la misma para después soltar un susurro-. Si quieres disfrutar más, sígueme...

Me separo y comienzo a caminar, esperando que la mujer opte por seguirme.

por **Lilianne Dugarry2** Vie Jul 30, 2010 5:17 am

No puedo dar crédito a lo que está sucediendo. Acabo de verme acorralada por un ser extraño que acaba de invitarme a la lujuria. Sin duda me atrae la idea, pero me opongo. Me opongo ya no por el hecho de que pueda hacerme daño, cosa que dudo. No lo sigo porque no me atrae esa idea, preferiría jugar con él.

- Qué te hace pensar que te voy a seguir, Evan. - Elevo la voz separándome de el tronco. - ¿Supones que soy como todas, niñas mimadas que solo quieren pasar una noche con el hombre misterioso que las cortejea de forma diferente? Si es así está muy equivocado, Señor Evan. No se crea que lleva las riendas en este lugar, no se lo crea.... - Finalizo en una risita.
Decidoquitarme el calzado, me gusta sentir la tierra húmeda en mis pies. Posteriormente miro la luna que refleja su luz en las ruinas de la catedral y sigo con una sonrisa radiante que luego mira la silueta de él.

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