Lupe, la Loba de la noche.

Guadalupe Hernández Rivera ( Pero todo el mundo la llama Lupe. )

Tiene 36 años reales, pero aparenta 18 años justos.

Cambiaformas - Canino ( Loba ).

A ninguna.

Cortesana.

Bisexual, pero le gustan más los hombres o chicos.

Santa Cruz de Tenerife - España.

- Sentidos aumentados: Aumento de percepción en los sentidos de la vista, el olfato, el gusto, el tacto y la audición.
- Agilidad y reflejos sobrehumanos: Habilidad para moverse con más soltura por un sitio, utilizando brazos y piernas reaccionando mas rápido que un humano normal.
- Fuerza sobrehumana: Fuerza que supera la de un humano y un animal común perteneciente a la familia que sea.
- Sanación acelerada: Habilidad para curar rápidamente de cualquier lesión. El tiempo de recuperación varía según el personaje. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.
- Sentido del peligro: Habilidad para percibir el peligro personal. Es una forma limitada de precognición.
- Velocidad superior al correr

Nota: Mide apenas 1.55 cm y pesa 50 kg.

Guadalupe, o Lupe, como la conoce todo el mundo, es una chica bastante fácil de describir, a decir verdad. Dulce, inteligente, seductora, coqueta... a ojos de todo el mundo, siempre intenta ser la chica perfecta. Sin embargo, debajo de esta pequeña careta que suele mostrar, sobre todo, a sus clientes, existe una mujer peleadora y orgullosa, la cuál no se detiene por nada y no se rinde hasta el final. Una mujer que suele creer en los demás y a la cuál no le cuesta hacer amistades realmente intensas. Una mujer un poco infantil pero coqueta y seductora por naturaleza, además de ser alegre y no deprimirse por nada.

En resumen, Lupe suele ser algo infantil a veces pero en el fondo de ella posee la personalidad de toda una mujer peleadora y rebelde. Odia las reglas e intenta desobedecerlas siempre que puede. Eso sí, cuándo se le enfada puede ser realmente fogosa y devastadora, así que es mejor no hacerla enfadar. Es un consejo.

Como último dato curioso, suele llevarse bien con muchas personas, incluidas licántropos y vampiros, lo cuál no es normal siendo una cambiaformas.

Desde qué Lupe tubo conciencia de estar viva, siempre había estado sola. Había nacido sin padres, a decir verdad, y se encontraba en uno de los orfanatos más poblados de Santa Cruz de Tenerife, en España. Abandonada allí cuándo era un bebé por sus padres, los cuales, probablemente, ya estaban muertos, Lupe, sin embargo, no paraba siempre de destacar en frente de los demás. Mientras los demás niños y niñas del orfanato estaban casi siempre deprimidos y pocas veces sonreían, ella, siempre tenía una sonrisa en la cara, y siempre intentaba aprender cosas nuevas y ayudar a todo el mundo en lo que pudiera. La verdad es que incluso las madres superioras del orfanato la adoraban, al igual que la directora de este.

Pero, sin embargo, no todo iba a ser un camino de rosas, por desgracia. Poco a poco el tiempo fue pasando, y, con 18 años, por mala suerte, Lupe no consiguió a nadie que le adoptara ; una familia. Por su mayoría de edad, con mala suerte, tubo que abandonar el orfanato, pero al menos consiguió vivir unas semanas por las calles debido a una pequeña paga que le dieron entre todas las madres superioras del orfanato y la directora.

Por desgracia, casi un mes después de salir del Orfanato, Lupe no podía ni reconocerse a si misma. Debido al hambre y la suciedad, además del dolor de dormir en la calle y en posiciones incómodas, la sonrisa de Lupe se había esfumado por completo. Ahora parecía un alma, un alma esperando ser llevada por dios al otro mundo.

Sin embargo, unos días después de aquello, Lupe empezaba a no poder vivir con el hambre que tenía en su interior, y decidió intentar robar algo de comida para vivir. Sin embargo, y, por casualidades de la vida, el vendedor de aquella tienda a la que había intentado robar, la cuál era de carne, se dio cuenta de lo que intentaba hacer, y, acabó atrapándola. Se la llevó a su casa, y, allí, a solas, iba a intentar violarla.

Fue en aquél momento, cuándo, entre llantos y gritos por intentar resistirse, y aquella descomunal hambre, la verdadera naturaleza de Cambiaformas de Lupe salió a la luz, y, esta, convertida en una Loba, sedienta de hambre, acabó por matar a aquél hombre, y, después, comer de él con ferocidad, hasta saciarse del todo. Sin embargo, aquello dejó bastante perpleja a Lupe. Por una parte, el hecho de que en aquél momento era un lobo la desconcertaba. Pero por otra parte, el hecho de haber matado a una persona y habérsela comido como si fuera la comida del día le hacía sentirse mal. Igualmente, aquél no era momento para sentirse mal. Pronto vendría gente, así que Lupe decidió robar todo el dinero que pudo y joyas de aquella casa, y, con una bolsa con todas aquellas pertenencias entre sus dientes, salió rápidamente de aquella casa. Hasta ella se sorprendió de su rapidez y sus sentidos, y pudo despistar a toda la gente que iba poco a poco a acercarse al lugar en unos pocos minutos.

Fue entonces cuándo ya estaba a salvo, qué, su cuerpo, volvió de nuevo a su forma humana. Sus ropas estaban bastante rotas debido al cambio repentino, y, ella, se sentía diferente. Más viva... más... fogosa, ardiente. No sabía como explicarlo. Es como si algo se hubiese encendido dentro de ella. Sin embargo, ahora poseía bastante dinero y sabía algo que no sabía que existía en ella. Ya era hora de cambiar su vida.

Por la mañana del día siguiente, Lupe decidió hacer lo correcto, y, cambiar de vida. Comprándose algo de ropa de clase alta, y, dejando lo demás para un viaje, decidió al final viajar a Francia, y, allí, dedicarse a algún trabajo, con el que poder comprar una casa y vivir tranquilamente. Sabía que trabajo podía realizar fácilmente, y, por alguna razón, probablemente por aquél ardor que había aparecido desde que había probado su nueva forma de Loba, no le pareció mal acceder a trabajar de aquello. Iba a ser una Cortesana.

Fue entonces, cuándo, en unos meses, debido al trabajo, Lupe había ganado el suficiente dinero y vivía en una casa bastante lujosa para alguien de su clase social. Había trabajado bastante, pero, cuándo no tenía ganas de hacerlo, solía robar y desaparecer fácilmente con su forma de loba, por lo qué en aquél momento, Lupe disfrutaba de una "buena" vida. Sin embargo, las cosas iban a cambiar pronto... nuevos amigos, enemigos... y quién sabe, si una pareja, allí, en Francia.

- Le encanta la carne, probablemente por su parte más "loba".
- Le gusta el sexo desde que ocurrió aquél "accidente" y su forma de Loba salió a la luz. Sin embargo, solo lo da cuándo ella lo desea totalmente.
- Le gusta la ropa de clase alta, y, la suele llevar, aun que sea una Cortesana.
- Sabe tocar el piano y el violín, lo aprendió en el orfanato.