y cayo la noche... (tracy)

por **Alice Lisperguer** Lun Jul 19, 2010 1:36 am

Habia estado aburrida esperando a que el sol se ocultara por el oeste y me dejara libre en el esplendor de la noche. Esa era una de las peores cosas de ser vampiro, el hecho de ser tan fuertes y poderosos y a la vez fragiles a la luz del sol era contraproducente, y era lo que mas odiaba. Añoraba aquellos paseos por la mañana, cuando el viento golpeaba en el rostro anunciando un nuevo dia y el sol acariciaba levemente la piel en señal de que ya se estaba asomando. Ahora esos rayos ya no acariciarian mi piel, si no mas bien, la convertirian en puras cenizas.

Contemple muy oculta entre las sombras como el sol era succionado por la tierra, y como la luna ocupaba el lugar que le correspondia. Las estrellas aparecian una por una en todo el manto nocturno cuando yo sali de mi escondite para poder tener un poco mas de vida y tambien poder estirar las piernas.

Aproveche el descuido de un vagabundo para alimentarme; nunca estaba de mas; pero esta vez, no fui despiadada y ni siquiera tuve ganas de jugar con el provocandole el peor de sus miedos, no valia la pena. Despues de ocultar el cadaver e incendiarlo para borrar cualquier tipo de prueba de que existiera algo sobrenatural en las calles de Paris, me dirigi a una de las plazas centrales. Era hermosa, aun en la oscuridad de la noche poseia un encanto unico, pero fue imposible evitar que mis pensamientos se dirigieran por un rumbo melancolico. - como seria esta plaza con el fulgor del sol de verano-. Esa respuesta me iba a ser imposible poder contestar en la eternidad que poseia.

Me sente en una de esas bancas y mire todo a mi alrededor, mi cuerpo ya se habia relajado lo suficiente como parecer una humana cualquiera que tenia un paseo nocturno. El aire y el silencio traian un cierto grado de paz, incluso no habia mucha gente lo suficientemente cerca como para que sus superfluos pensamientos me molestaran. Llevaba siglos como vampiro y todavia no podia apagar las voces de los pensamientos ajenos en mi cabeza, era algo que claramente detestaba en algunas ocasiones, pero en otras me era mas que util, como por ejemplo, en ese momento. Mis sentidos mas agudos que los de un humano me habian dicho que habia una mujer bastante cerca que me observaba desde que habia llegado a la plaza. Sabia que no era un vampiro como yo por su fragancia, pero tampoco era humana, no con aquellos pensamientos, lo que no sabia todavia, es si estaba ahi acechandome para darme caza por lo que era, o simplemente tenia curiosidad, ambas opciones me eran totalmente molestas, pero por mas que me parara y huyera del lugar sabia que ella me seguiria.