Mitternacht {Tracy}

por **Arek Monteviour** Lun Jul 19, 2010 12:08 am

“Es por aquí… No, no es por allá… Definitivamente sí es por aquí ¿Y si te equivoco? ¡Maldición estamos perdidos!” Arqueo una ceja al encontrar el estúpido descubrimiento de mi mente ¡Bingo! Acertó una vez más me encuentro completamente perdido entre todos y cada uno de estos ¿Son casas? Eso no importa, no tengo ni la más remota idea de donde carajo es que fui a parar, pero eso me gano por caminar sin ninguna dirección hacia los lugares más despoblados de París “Eso querías ¿no? ¿Un lugar tranquilo donde pensar?” Rodeo los ojos, otra vez hablo con lo que supone tiene que ser mi otro “yo” ó en mis circunstancias la locura atrapada repentinamente en mi cabeza. Nada más eso me faltaba estar perdido en la nada con mi demencia alborotada al máximo.

Observo alrededor de mi cuerpecillo lo que me rodea, las chozas están a punto de derrumbarse… Me aproximo lo suficiente hasta una de ellas y toco ligeramente su estructura, con el impacto – que no fue para nada algo grave – arrastro con mi mano un fragmento de lo que antes pudo haber sido una casa y/o un hogar. El polvo me hace estornudar fuertemente y maldecir entre dientes, mi mano se posa entre los pantalones que obra de algún milagro no se encuentran desgarrados, sacudo con fuerza los dedos en la tela de mi vestimenta para esparcir el polvo que se deposito en ellos... La molestia emerge desde lo más profundo de mi ser, mi ceño se frunce y mis labios se hinchan formando un puchero, sí un maldito y miserable puchero como si de un niño se estuviese hablando. Dejo caer mi cuerpo sobre el suelo, en pose de loto, sólo que mis manos se encuentran cruzadas a la altura de mi pecho, la mirada fija en la nada. Una forma un poco cómica de mi ser en aquel sitio. “¡Deja de jugar a ser el niño y comienza a ser el hombre!” ¡Bagh! ¿Esa maldita voz en mi cabeza no piensa callarse en ningún momento? - ¡Ya déjame tranquilo! – Escupo al viento con molestia, si me encontraba enfadado por no saber en donde rayos me habían arrastrado mis pies, además tengo que agregar el hecho de que me había perdido con la persona con la que menos deseaba pasar una noche como aquella ¡Conmigo mismo! Irónico e ilógico ¿Cierto?

por **Tracy Molyneux** Lun Jul 19, 2010 10:29 pm

De acuerdo, últimamente eso de salir a caminar y terminar en zonas abandonadas se me estaba volviendo una costumbre. Una mala costumbre, de hecho.
Mientras recorría el lugar intentaba recordar cómo era que había llegado allí... Y la verdad no tenía idea.
Todo lo que recordaba era haberme escapado de casa, con la excusa de que "salía a tomar aire", y luego comencé a caminar por las oscuras calles, sin rumbo alguno.
Por alguna extraña razón, el camino me había llevado a aquel extraño lugar. Una zona completamente abandonada.
Había perdido la noción del tiempo y de la distancia, puesto que no tenía ni idea de lo lejos que estaba de mi hogar. ¿Acaso me hallaba perdida? No, eso no era posible. Jamás me perdía... Y si estuviera perdida, no había razón alguna para temer. Volvería a casa pronto, aunque tuviera que utilizar mi magia para hacerlo.

Cuando finalmente decidí dejar de pensar tanto y me disponía a volver la ciudad, un ruido me distrajo.
Desde que había llegado a aquella zona abandonada, creí que estaba sola Pero parece que estaba equivocada...
Con indecisión, me dirigí al lugar de donde provenían los movimientos y descubrí que había un joven allí. Parecía perdido, y a juzgar por su actitud, estaba bastante molesto.
En silencio y sin decir nada, me acerqué a él...

por **Arek Monteviour** Mar Jul 20, 2010 7:29 pm

La soledad me arrastraba al borde de la locura – si es que deliberadamente de alguna forma no muy lógica estoy un poco cuerdo – el silencio de aquel obscuro lugar penetraba profundamente mis oídos lo cual era completamente desagradables pues entre más pacífico se encontrara el exterior mejor podía escucharme a mi mismo, eso no es ningún inconveniente cuando se sabe exactamente quien es una persona, pero en mi caso, es completamente aterrador.

El semblante de mi rostro se difuminó con los últimos pensamientos tras el último segundo en el que el silencio me había rodeado, pues de entre la obscuridad un par de pisadas capturó mi atención, pasos ligeros, lo cual me decían que se trataba de una persona de mediana estatura si es que no de un niño pero al carajo con mi última suposición ¿Un niño a estas horas, en este lugar? Eso si sería estar completamente loco. Me puse de pie en un salto repentino al ver de entre aquella penumbra la silueta de una persona delgada, cuando se encontró lo suficientemente cerca de mí me supe que era una mujer, una muy hermosa mujer. Fruncí el ceño “¡Esto debe ser una alucinación tuya Arek!” Por primera vez en toda la noche estuve de acuerdo con la voz de mi interior, antes de acudir al encuentro de la dama revise las posibilidades de que fuese un producto de mi imaginación, por supuesto que un loco jamás esta consiente de su demencia pero no soy un humano convencional mucho menos un maniático común. Asentí con la cabeza una única vez y me encaminé al encuentro de la chica con pasos flojos y como quien no quiere ir hasta ella.

- Pero que magnifico espejismo me otorga mi mente… Arek a vuestro servicio madame – Musite con un tono de vos altanero como es mi costumbre, realicé una pequeña reverencia con ademanes exagerados en las manos, la verdad es que ese tipo de saludos no se me da pero lo cuenta es la intención ¿cierto? En ese intento de reverencia ante la dama un pie se me atolondra hasta el punto en el que pierdo el equilibrio, encontrándome en una pose muy cómica intentando no caer en el suelo.

por **Tracy Molyneux** Sáb Jul 24, 2010 9:38 pm

El joven se hallaba recostado sobre el suelo y al principio no notó mi presencia.
Pero al acercarme un poco más, advirtió que alguien se acercaba y se puso de pie en un salto. Comenzó a mirar hacia la oscuridad, intentando ver quién era la persona que allí se encontraba.

Cuando por fin me di a conocer, parecía sorprendido. Suponía que se preguntaba lo mismo que todos al encontrarme en aquel tipo de lugares.
"Qué hace una joven dama como usted en éstos lugares a estas horas?" ésa era la pregunta que siempre escuchaba. Y que estaba cansada de escuchar, por cierto. Todos creían que estaba demente, que no era conciente de los peligros que existían en la oscuridad. Pero se equivocaban. Era perfectamente conciente de todo, pero también era capaz de cuidarme sola y la verdad que muy pocas cosas suponían un peligro para mí.

Por un momento creí que él pensaba que yo no era real, que era alguna clase de alucinación o espejismo. Pero cuando por fin pareció convencerse de que era real, se acercó a mí y se presentó amablemente haciendo una reverencia con la que casi pierde el equilibrio.

-Un placer conocerlo, monsieur. Mi nombre es Tracy y espero no molestarlo...

por **Arek Monteviour** Lun Jul 26, 2010 6:35 pm

Tras ganarle a la gravedad mis labios se curvan formando esa sonrisa demedio lado que me caracteriza pues aunque yo no lo desee, es una mueca que refleja exageradamente mi humor egocéntrico. Si aquella mujer fuese alguna especie de alucinación patrocinada por mi muy poco elocuente cabeza jamás tendría un nombre tan melodioso como ese, sin duda alguna sería algo más extravagante, llamativo y hasta bizarro, entonces esa chica e real. Lleve mi mano hasta la barbilla para acariciarla en una clásica mueca de chico pensante, pero para nada era eso lo que ese ademán representaba en mí ó quizá sí pero en este caso no ¿Ambiguo? Tal vez.

- ¿Me ayudáis? Estoy completa y totalmente perdido, además creo necesito ayuda psicológica por que la voz en mi cabeza me dice que haga cosas y después se molesta por que la ignoro ¿Desesperado? No, no… nunca me desesperaría pero es que la soledad hace que esa tonta voz hable más y me pongo un poco esquizofrénico – Comente atropelladamente a la chica que se presento, al no tener idea de los modales ó protocolos que se deben seguir pase a lo que me importaba, salir de esa zona lo más rápido posible aunque ahora, con esa compañía… - Pero quizá ya no me urja salir tanto de este lugar, ¿vivís por aquí? – pregunte, si bien era algo metiche, también una persona bastante curiosa y muy probablemente muera joven pero si a mi no me importa ¿A quien sí?

por **Tracy Molyneux** Vie Jul 30, 2010 9:43 pm

Aquel encuentro sin duda alguna era... extraño.
En primer lugar porque ese joven, Arek, parecía creer que no era real, que era algun espejismo de su mente o algo parecido.
Después de mencionar mi nombre, pareció convencerse un poco de que realmente estaba allí, aunque no del todo. Y pude darme cuenta de eso por la forma en la que me miraba, como si estuviera esperando que desapareciera de un momento a otro.
Sin embargo, me olvidé rápidamente de este hecho porque él comenzó a hablar atropelladamente, y casi sin sentido. Era extraño, pero me agradaba aquel joven. Y por supuesto no dejé pasar el hecho de que su aura también era extraña... No creía que fuera humano.

-En realidad, vivo en plena ciudad asi que este lugar está bastante alejado de mi hogar...-confesé. -Perdido por estos lugares a estas horas? Que extraño... Cómo terminó aquí?-pregunté, curiosa.

por **Arek Monteviour** Mar Ago 03, 2010 6:09 pm

Comencé a sacudir mi cabeza de un lado a otro aquella chica me pregunto algo que podría saber, pero en esta ocasión mi mente deambulaba por allí sin sentid alguno, la coherencia me había abandonado rotundamente. Llevo una mano hasta mi barbilla para pensar tranquilamente, abro los labios intentando responder la pregunta de la dama pero no hay respuesta que se considere apropiada en un momento como este, despeino mis cabellos en un intento por permanecer completamente estable. – ¿Entonces también se encuentra perdida? – Pregunté antes de responder la cuestión que ella me había hecho, la realidad era que mis respuestas eran un poco más triviales de lo que se espera de alguien e incluso irreverendamente controversiales.

Fruncí el ceño y me cruce de brazos a la altura de mi pecho – solo quería un poco de paz, buscaba la tranquilidad de la nada y por lo visto lo conseguí – Me encogí de brazos con una mueca en mis labios, una mueca que parecía una sonrisa pero que se trataba de algo menos atractivo, la clara señal de encontrarme a mi mismo un estúpido por no prestar atención al camino por donde me andaba.

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