AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
2 participantes
Página 1 de 1.
Siobhan Lundqvist- Humano Clase Alta
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 18/10/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
Martin Luther King
Martin Luther King
Larisa volvió a suspirar. Aquel día hacía mucho calor. Por lo menos para ella.
Era en esos días en los que extrañaba su tierra natal, donde siempre hacía frío, donde siempre nevaba. Añoraba el blanco en las calles, arriba de las casas y en el cabello de la gente. Pero en el París primaveral no nevaba. No como en casa. Tendría que esperar al invierno. Y no tenía mucha paciencia que digamos.
Había elegido ponerse uno de sus vestidos más ligeros, ya que sabía que un día de primavera en el sector comercial podía ser sofocante. Ya lo había vivido, hace un par de semanas, y la verdad no había sido demasiado agradable. Así que optó por usar un vestido celeste claro, volátil como el viento, y que hacía un buen contraste con su blancura general. Llevaba además el cabello apilado en una suave corona rubia, con el objetivo de dejar su cuello libre al viento. Desde un punto de vista exterior parecía una muñeca de porcelana, frágil pero hermosa.
Aún así, esas medidas no habían surtido efecto. Al minuto de haber llegado comenzó a sentir aquel calor molesto que odiaba. No corría ni una sola pizca de viento, ni siquiera una brisa agradable. La temperatura se abalanzaba sobre las gentes y las aplastaba, haciéndoles caer bajo el peso del sofoco. Había encontrado una buena víctima en aquella muchacha rusa, que clamaba por frío, por brisa.
En un momento, se sintió tan mal que sin pensar se pegó a uno de los ventanales de una de las tantas tiendas que se desplegaban en aquella calle, buscando frescor. Muy poco encontró, pero aún así se sintió aliviada. Ni siquiera le importó si estaba haciendo el ridículo o no. Los Parisinos no le importaban mucho, siendo ella una extranjera en su tierra. Si era motivo de habladurías era algo que le era totalmente indiferente.
Ella era así, y así seguiría. No tenía que fingir ser una persona diferente. Era el quivalente a mentir.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
- Mensajes : 284
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Localización : San Petersburgo, Imperio Ruso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Estaba rodeada, llena de personas que iban y venían de un lado a otro, que compraban, que sonreían, pero sobretodo que se daban amor entre ellos. La joven se sentía sola a pesar de saber que con un simple movimiento de manos, aquel sentimiento desaparecería, pero no, no quería eso, lo único que deseaba era poder volver a sentirse, muy aparte del dolor físico, o de identificar las partes de su cuerpo. A lo lejos escuchó cómo algunos pájaros comenzaban a silbar, también contó la cantidad de personas que iban y venían frente a ella, poco a poco empezó a memorizar los rostros que la volteaban a ver. La chica sonreía a quienes le dedicaban una reverencia o inclinación de cabeza, para ella pocas personas tenían buena educación, y quienes lo tenían debían de ser reconocidos. No es que quisiera ver lo refinado de acciones ajenas, pues ella en algunas ocasiones no lo era, pero a veces detalles cómo esos hacen sonreír hasta el hombre más hambriento. Siguió entonces, en silencio, observando a su alrededor, reconociendo o más bien conociendo el París que se había privado por simplemente buscar a sus hermanos.
Los rasgos parisinos eran inconfundibles, podía hacer apuesta con cualquier persona en identificar y señalar a quienes eran de ahí, y quienes no. Se notaba por sus cabellos, por su piel, por su acento especial francés al hablar. Lo podía notar porqué incluso aunque ella hubiese estudiado idiomas desde pequeña, no podría igualar el acento nato de las personas. Con ese reconocimiento su mirada se movió inquieta hasta encontrar el rostro de una hermosa muchachita rubia. Su color de piel, la figura, sus cabellos, y su rostro le hacían afirmar a otra persona que no era de ahí, pero su cara curiosa, tanto cómo la propia la hizo sentir ganas de poder saber más de ella. La siguió con la mirada, ya ignorando el canto de los pájaros, y se dio cuenta que estaba perdida cómo ella misma, no pudo evitar sonreír de forma amplia, no de burla, más bien se sentía identificada. Se levantó de un brinco de aquella banca, camino con lentitud, en dirección a ella.
- Señorita ¿Acaso usted vive enamorada? Tenga cuidado pues con su andar, no deseamos que se lastime tan hermosa dama - La voz de Siobhan era dulce, delicada, profundamente aterciopelada, y al mismo tiempo dulce. Ya a un lado de ella, estiro sus manos, el rostro de Siobhan se notaba preocupado. Se dio cuenta que la mujer tenía un golpe en la frente, se le notaba lo rojo del impacto, movió ligeramente sus cabellos para poder ver con claridad. - Lo único que debes de hacer, es colocar hielo en un trapo, y eso ponerlo en la frente, se te hará un hinchazón ligero, pero si lo pones no se bajara lo inflamado - Se encogió de hombros, bajo la mano que había movido el cabello - Lo siento - Musitó, notando que había abusado del espacio personal, no lo había hecho para molestarla, simplemente por preocupación.
- Mi nombre es Siobhan, y la estaba observando, lamento mucho entrometerme, ¿es nueva en éste lugar? Yo también lo soy, y lamento otra vez hablar demasiado - Siobhan había perdido mucho la vergüenza, convivir con sus hermanos le había dado demasiada seguridad, ellos la hicieron sentir bastante valorada, pero también debía ser prudente, no todas las personas podían reaccionar de buena manera, y quizás salía herida por inoportuna. A la castaña no le importaba, prefería arriesgarse a quedarse más tiempo sentada ahí, observando a todos hacer cosas, sino encontraba a sus hermanos, al menos tenía que encontrarse a si misma.
Los rasgos parisinos eran inconfundibles, podía hacer apuesta con cualquier persona en identificar y señalar a quienes eran de ahí, y quienes no. Se notaba por sus cabellos, por su piel, por su acento especial francés al hablar. Lo podía notar porqué incluso aunque ella hubiese estudiado idiomas desde pequeña, no podría igualar el acento nato de las personas. Con ese reconocimiento su mirada se movió inquieta hasta encontrar el rostro de una hermosa muchachita rubia. Su color de piel, la figura, sus cabellos, y su rostro le hacían afirmar a otra persona que no era de ahí, pero su cara curiosa, tanto cómo la propia la hizo sentir ganas de poder saber más de ella. La siguió con la mirada, ya ignorando el canto de los pájaros, y se dio cuenta que estaba perdida cómo ella misma, no pudo evitar sonreír de forma amplia, no de burla, más bien se sentía identificada. Se levantó de un brinco de aquella banca, camino con lentitud, en dirección a ella.
- Señorita ¿Acaso usted vive enamorada? Tenga cuidado pues con su andar, no deseamos que se lastime tan hermosa dama - La voz de Siobhan era dulce, delicada, profundamente aterciopelada, y al mismo tiempo dulce. Ya a un lado de ella, estiro sus manos, el rostro de Siobhan se notaba preocupado. Se dio cuenta que la mujer tenía un golpe en la frente, se le notaba lo rojo del impacto, movió ligeramente sus cabellos para poder ver con claridad. - Lo único que debes de hacer, es colocar hielo en un trapo, y eso ponerlo en la frente, se te hará un hinchazón ligero, pero si lo pones no se bajara lo inflamado - Se encogió de hombros, bajo la mano que había movido el cabello - Lo siento - Musitó, notando que había abusado del espacio personal, no lo había hecho para molestarla, simplemente por preocupación.
- Mi nombre es Siobhan, y la estaba observando, lamento mucho entrometerme, ¿es nueva en éste lugar? Yo también lo soy, y lamento otra vez hablar demasiado - Siobhan había perdido mucho la vergüenza, convivir con sus hermanos le había dado demasiada seguridad, ellos la hicieron sentir bastante valorada, pero también debía ser prudente, no todas las personas podían reaccionar de buena manera, y quizás salía herida por inoportuna. A la castaña no le importaba, prefería arriesgarse a quedarse más tiempo sentada ahí, observando a todos hacer cosas, sino encontraba a sus hermanos, al menos tenía que encontrarse a si misma.
Siobhan Lundqvist- Humano Clase Alta
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 18/10/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Larisa se sorprendió al verse atendida por una joven, aparentemente de su edad. Al parecer, había tergiversado todo el asunto, ya que le aconsejó cómo sanar el enrojecimiento de su frente. Sólo pudo atinar a soltar una pequeña risita, para luego calmarse y explicarle todo.
-No se preocupe, es sólo la muestra de que busco el frío de los escaparates- dijo, señalando su frente-. Aunque un poco de hielo no me vendría mal en estos momentos. No tiene que disculparse- inmediatamente trató de no hacer sentir mal a aquella joven desconocida, que se veía algo avergonzada-. Usted sólo se preocupó por mí, y yo agradezco en verdad que me haya tomado atención.
Con un gesto, la invitó a caminar junto a ella, esperando que un poco de compañía la hiciera olvidar el calor aplastante que estaba sintiendo en aquel momento.
-Mucho gusto, señorita Siobhan. Mi nombre es Larisa, y soy relativamente nueva, como usted- la joven ya había pasado la mitad de la Primavera en París, pero aún no estaba en vías de acostumbrarse. De hecho, se sentía cada vez más perdida entre toda esa gente-. La verdad he venido a este lugar sólo de paseo, pero si usted tiene cosas que hacer con gusto la acompañaré y le hablaré un poco de mi vida y mi tierra, ¿que dice?
-No se preocupe, es sólo la muestra de que busco el frío de los escaparates- dijo, señalando su frente-. Aunque un poco de hielo no me vendría mal en estos momentos. No tiene que disculparse- inmediatamente trató de no hacer sentir mal a aquella joven desconocida, que se veía algo avergonzada-. Usted sólo se preocupó por mí, y yo agradezco en verdad que me haya tomado atención.
Con un gesto, la invitó a caminar junto a ella, esperando que un poco de compañía la hiciera olvidar el calor aplastante que estaba sintiendo en aquel momento.
-Mucho gusto, señorita Siobhan. Mi nombre es Larisa, y soy relativamente nueva, como usted- la joven ya había pasado la mitad de la Primavera en París, pero aún no estaba en vías de acostumbrarse. De hecho, se sentía cada vez más perdida entre toda esa gente-. La verdad he venido a este lugar sólo de paseo, pero si usted tiene cosas que hacer con gusto la acompañaré y le hablaré un poco de mi vida y mi tierra, ¿que dice?
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
- Mensajes : 284
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Localización : San Petersburgo, Imperio Ruso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
A lo largo de su vida, Siobhan se había topado con gente muy cascarrabias, todos molestos por cualquier cosa, y siempre a la defensiva, incluso cuando más se les buscaba ayudar, cosa que le parecía extraño y bastante molesto. Las personas creían que todos eran tan malos cómo ellos, pero existía aún esperanza en la gente, o al menos eso quería creer ella, por eso seguía haciendo atenciones para con los demás, no le veía mucha ciencia a no ser detallista, pues sólo era cómo le gustaba le trataran.
Para su sorpresa, y su buena suerte, la persona a la que había atendido no le hizo desprecios, ni malas caras, al contrario, parecía tan encantada con la situación cómo ella. Se limitó a escucharla hablar, sonriendo de forma amplia, y casi, por un pelo, queriendo abrazarla con fuerza. Escuchó a la joven, asintió, y se enderezó para poder verla con más comodidad, y gran claridad. Le gustaba poder ver a los ojos para notar sinceridad, o aprender de las otras personas.
- El gusto es mío, Larisa - Susurró, su voz era melodiosa, tranquila, incluso abrazadora. Siobhan era bastante delicada para hablar, pensaba que incluso las tonalidades daban muchas cosas que desear, o era el causante de las distintas interpretaciones al dar un mensaje. Volvió a asentir, era evidente dados los rasgos de cada una, que no eran de aquel país, sino de algunos vecinos, i incluso lejanos.
- Bueno, usted me cuenta, y yo le cuento, así estaremos a la par de las cosas - Le guiñó un ojo, la tomó del brazo, con suavidad para no parecer una confianzuda, simplemente para avanzar cómo algunas veces el protocolo les dejaba. - Pongámonos cómodas - Le sonrió cómplice, y la jaló para llevarla a la banca que se encontraba alado de un árbol. Siobhan no era muy fanática del sol, así que cualquier motivo sería perfecto para ocultarse de los rayos que él otorgaba a las personas.
Para su sorpresa, y su buena suerte, la persona a la que había atendido no le hizo desprecios, ni malas caras, al contrario, parecía tan encantada con la situación cómo ella. Se limitó a escucharla hablar, sonriendo de forma amplia, y casi, por un pelo, queriendo abrazarla con fuerza. Escuchó a la joven, asintió, y se enderezó para poder verla con más comodidad, y gran claridad. Le gustaba poder ver a los ojos para notar sinceridad, o aprender de las otras personas.
- El gusto es mío, Larisa - Susurró, su voz era melodiosa, tranquila, incluso abrazadora. Siobhan era bastante delicada para hablar, pensaba que incluso las tonalidades daban muchas cosas que desear, o era el causante de las distintas interpretaciones al dar un mensaje. Volvió a asentir, era evidente dados los rasgos de cada una, que no eran de aquel país, sino de algunos vecinos, i incluso lejanos.
- Bueno, usted me cuenta, y yo le cuento, así estaremos a la par de las cosas - Le guiñó un ojo, la tomó del brazo, con suavidad para no parecer una confianzuda, simplemente para avanzar cómo algunas veces el protocolo les dejaba. - Pongámonos cómodas - Le sonrió cómplice, y la jaló para llevarla a la banca que se encontraba alado de un árbol. Siobhan no era muy fanática del sol, así que cualquier motivo sería perfecto para ocultarse de los rayos que él otorgaba a las personas.
Siobhan Lundqvist- Humano Clase Alta
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 18/10/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Larisa se sintió aliviada al ver que la llevaban a una banca alejada del sol. ¡Al fin, sombra fresca! Siobhan no tuvo que hacer demasiado esfuerzo para que la chica accediera a sentarse. Se acomodó el vestido con cuidado y tomó su lugar en aquella banca, la que estaba dispuesta de una manera que hacía pensar que las estaba esperando.
En cuanto se sentó, se sintió inmediatamente mejor. La fresca brisa que corría a la sombra era justo lo que la joven necesitaba. No era como el frío estepárico al que estaba acostumbrada, aquel que hería la piel y caía en forma de copos sobre las cabezas, pero al menos era un alivio que Larisa agradeció. Aquel lugar la hacía olvidarse que hace algún rato había estado muriéndose de calor. Tenía que agradecer a Siobhan. De no ser por ella, posiblemente se habría desmayado en plena calle.
Larisa no sabía por dónde comenzar a hablar. ¿Qué tenía que decir? ¿Empezar por su procedencia, quizá? Era la mejor opción. Usualmente se comenzaba por ese tópico.
-Veamos… Ya sabe mi nombre. Como supondrá, provengo del Imperio Ruso, de San Petersburgo. En estas fechas aún nevaba, y por eso buscaba frío tan desesperadamente- rió, para luego seguir-. El clima de París en verano me es extraño, y muy sofocante. Me encantaría volver a ver los copos de nieve que caen en alrededor, formando montículos de algodón…
Suspiró. Hablar de su tierra natal la llenaba de nostalgia. Trató de buscar derroteros más alegres, y de no monopolizar la conversación. Ahora le tocaba a Siobhan el turno de hablar.
-¿De dónde viene, señorita Siobhan?
En cuanto se sentó, se sintió inmediatamente mejor. La fresca brisa que corría a la sombra era justo lo que la joven necesitaba. No era como el frío estepárico al que estaba acostumbrada, aquel que hería la piel y caía en forma de copos sobre las cabezas, pero al menos era un alivio que Larisa agradeció. Aquel lugar la hacía olvidarse que hace algún rato había estado muriéndose de calor. Tenía que agradecer a Siobhan. De no ser por ella, posiblemente se habría desmayado en plena calle.
Larisa no sabía por dónde comenzar a hablar. ¿Qué tenía que decir? ¿Empezar por su procedencia, quizá? Era la mejor opción. Usualmente se comenzaba por ese tópico.
-Veamos… Ya sabe mi nombre. Como supondrá, provengo del Imperio Ruso, de San Petersburgo. En estas fechas aún nevaba, y por eso buscaba frío tan desesperadamente- rió, para luego seguir-. El clima de París en verano me es extraño, y muy sofocante. Me encantaría volver a ver los copos de nieve que caen en alrededor, formando montículos de algodón…
Suspiró. Hablar de su tierra natal la llenaba de nostalgia. Trató de buscar derroteros más alegres, y de no monopolizar la conversación. Ahora le tocaba a Siobhan el turno de hablar.
-¿De dónde viene, señorita Siobhan?
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
- Mensajes : 284
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Localización : San Petersburgo, Imperio Ruso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Se sintió emocionada, incluso muy identificada con la joven que estaba a su lado, la castaña extrañaba en demasía su tierra natal, hiciera o no calor, su piel se acostumbraba, quizás por la protección de un hogar. La joven se preguntaba si en realidad todo aquello venía de su cabeza, quizás exageraba en aquel calor que aturdía de París, pero ahora que sabía no era la única inconforme con el clima, entonces podía pelear un poco con él, aunque fuera inútil, la madre naturaleza era para respetarse, no para retarla, al menos eso era lo que ella pensaba, por eso en vez de pelearle, buscaba acomodarse a ella entre sombras de un árbol.
Escuchó con atención sus palabras, pocas personas eran tan abiertas cómo la rubia que tenía enfrente, eso la hizo sentir bien. Siobhan estaba cansada de sólo hablar con pergaminos médicos, con nombres extraños, y con desilusiones diarias por no encontrar a sus hermanos. Le parecía fascinante que en su primera salida encontrara a la persona correcta para devolverle las energías, y el amor a la humanidad. Confiar sin tener un interés de por medio. La sociedad estaba tan manchada que sino veían algún provecho, no se desenvolvían, pero ella había encontrado a su diamante en bruto en medio de la basura diaria.
- Cuando era muy pequeña, mis padres me llevaban con mis hermanos a su ciudad, todo con tal de vernos disfrutar de la nieve, un fenómeno hermoso, en mis tierras también acontece, pero es distinta la apreciación suele ser más grande en otros lugares fuera del hogar ¿Me estoy dando a explicar? - Se encogió de hombros, al mismo tiempo una sonrisa llena de timidez invadió su rostro, se sonrojó, en ocasiones la castaña no sabía como expresarse de la emoción, y por eso también hablaba muy rápido, si le sumaba su francés apenas regularmente aprendido.
- Provengo de Suecia querida, Larisa, de una hermosa mansión que aunque grande, muy hogareña gracias a mi nana, grandes jardines llenos de colores, y a cada paso historias que recordar… - Suspiró con melancolía - Mis padres se la pasan en trabajos, viajes y reuniones de sociedad, y yo he pedido viajar para encontrar a dos personas queridas, a quienes aún no puedo encontrar - En su mirada la tristeza se hizo presente, Siobhan no podía ocultarlo - Eso es en resumen, aunque uno de mis hermanos mayores ha venido conmigo, lo veo poco pues se ha enamorado - Eso ultimo lo dijo con emoción, pues sabía que el amor tenía algo de maravilloso, aunque aún no le llagaba - ¿Le parece bueno mi resumen? - Le sonrió con complicidad, y la miró a los ojos.
Escuchó con atención sus palabras, pocas personas eran tan abiertas cómo la rubia que tenía enfrente, eso la hizo sentir bien. Siobhan estaba cansada de sólo hablar con pergaminos médicos, con nombres extraños, y con desilusiones diarias por no encontrar a sus hermanos. Le parecía fascinante que en su primera salida encontrara a la persona correcta para devolverle las energías, y el amor a la humanidad. Confiar sin tener un interés de por medio. La sociedad estaba tan manchada que sino veían algún provecho, no se desenvolvían, pero ella había encontrado a su diamante en bruto en medio de la basura diaria.
- Cuando era muy pequeña, mis padres me llevaban con mis hermanos a su ciudad, todo con tal de vernos disfrutar de la nieve, un fenómeno hermoso, en mis tierras también acontece, pero es distinta la apreciación suele ser más grande en otros lugares fuera del hogar ¿Me estoy dando a explicar? - Se encogió de hombros, al mismo tiempo una sonrisa llena de timidez invadió su rostro, se sonrojó, en ocasiones la castaña no sabía como expresarse de la emoción, y por eso también hablaba muy rápido, si le sumaba su francés apenas regularmente aprendido.
- Provengo de Suecia querida, Larisa, de una hermosa mansión que aunque grande, muy hogareña gracias a mi nana, grandes jardines llenos de colores, y a cada paso historias que recordar… - Suspiró con melancolía - Mis padres se la pasan en trabajos, viajes y reuniones de sociedad, y yo he pedido viajar para encontrar a dos personas queridas, a quienes aún no puedo encontrar - En su mirada la tristeza se hizo presente, Siobhan no podía ocultarlo - Eso es en resumen, aunque uno de mis hermanos mayores ha venido conmigo, lo veo poco pues se ha enamorado - Eso ultimo lo dijo con emoción, pues sabía que el amor tenía algo de maravilloso, aunque aún no le llagaba - ¿Le parece bueno mi resumen? - Le sonrió con complicidad, y la miró a los ojos.
Siobhan Lundqvist- Humano Clase Alta
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 18/10/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
-No he escuchado un mejor resumen en mi vida- respondió la chica, sonriendo. Ella también venía de las tierras cercanas al ártico, y sintió como si estuvieran unidas por muchas cosas en común. El frío era una de las que saltaba a la vista. Los viajes en busca de algo eran otra, aunque lo que trataban de encontrar era muy diferente.
Y es que, ¿Cómo iban a parecerse una travesía en busca de las personas que quieres y una que trataba de escapar de aquellas personas? Mientras Siobhan luchaba por encontrar, Larisa luchaba por olvidar. Como las dos caras de una misma moneda, unida por varios elementos comunes, pero un lado completamente distinto del otro. Y esas dos caras estaban destinadas a encontrarse algún día. Era la ley del destino, la ley de Dios, lo que fuera.
Sonrió al pensar en cómo Dios hacía las cosas. Dando y quitando a intervalos regulares, como para equilibrar la balanza de la vida. Aunque había recibido muchas cosas, le habían quitado aquella que valía por todo. ¿Era así como funcionaba todo? Posiblemente. El mundo necesitaba un equilibrio constante.
-Es divertido ver cómo Dios une a la gente. ¿No cree? Antes de esto, éramos dos personas completamente desconocidas, y ahora vemos que tenemos muchas cosas que nos unen. ¿No es misterioso cómo se desenvuelven las cosas?- preguntó, pensativa, a la vez que recibía una leve brisa.
Y es que, ¿Cómo iban a parecerse una travesía en busca de las personas que quieres y una que trataba de escapar de aquellas personas? Mientras Siobhan luchaba por encontrar, Larisa luchaba por olvidar. Como las dos caras de una misma moneda, unida por varios elementos comunes, pero un lado completamente distinto del otro. Y esas dos caras estaban destinadas a encontrarse algún día. Era la ley del destino, la ley de Dios, lo que fuera.
Sonrió al pensar en cómo Dios hacía las cosas. Dando y quitando a intervalos regulares, como para equilibrar la balanza de la vida. Aunque había recibido muchas cosas, le habían quitado aquella que valía por todo. ¿Era así como funcionaba todo? Posiblemente. El mundo necesitaba un equilibrio constante.
-Es divertido ver cómo Dios une a la gente. ¿No cree? Antes de esto, éramos dos personas completamente desconocidas, y ahora vemos que tenemos muchas cosas que nos unen. ¿No es misterioso cómo se desenvuelven las cosas?- preguntó, pensativa, a la vez que recibía una leve brisa.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
- Mensajes : 284
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Localización : San Petersburgo, Imperio Ruso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Siobhan estaba disfrutando por primera vez de la brisa veraniega de París, pues no se había detenido a tener una platica entretenida, no había llegado a conocer a alguien especial, ahora sentía bien incluso la ausencia de sus hermanos, y no, no precisamente por ser una desconsiderada que no piensa en ellos, más bien, incluso en su tierra natal, nunca tuvo la espontaneidad de intentar tratar, hacer platica, o socorrer a una desconocida. Se sentía bien por no esconderse en las faldas de sus hermanos, se sentía bien simplemente por estar siendo ella, sin atadura, sin rangos sociales. Ella disfrutaba de las mieles de ser una joven ignorando toda aquella bulla social, y la aprovecharía por completo, alado de Larisa, sólo con ella.
- Hace mucho tiempo, una de mis doncellas me contó una historia muy curiosa acerca de un hombre que termina encima del techo de su casa en una inundación, al hombre le mandan una gran cantidad de canoas para que lo salven, y al final se muere esperando a que Dios lo salve - Hizo una pausa - Dios coloca las herramientas en una mesa, y nosotros debemos ser quienes las aprovechen para sobrevivir, quizás nuestro encuentro es uno de esos - Le dijo entre risas suaves y divertidas, cómplices, esperando a que comprendiera por completo aquel relato.
- Dios te ha puesto en mi camino para devolverme la esperanza, la curar mis alas, y hacerme sentir bien entre todo el mal, porque le juro querida mía, nunca me había atrevido a acercarme a alguien - Suspiró de forma profunda, relajando más allá de su cuerpo, también su alma gracias a la confesión - Quizás éste encuentro no sea superficial, sino más allá de ello, un laxo grande, algo que nos hará fuertes con el paso del tiempo - Hizo una pequeña pausa - No me haga mucho caso, a veces digo cosas sin sentido, porque al final no las entiendo ni yo - Se burla y luego la mira con seriedad.
- ¿Acaso no le ha pasado, qué al recordar su lugar de procedencia, miles de imágenes le vienen en la cabeza animando su alma y su corazón? Así me ha pasado, sin ni siquiera poder llegar a contarle lo que es, y cómo es por completo mi hogar, quizás quiero olvidar - Susurró de forma suave, intentando sonreír de forma amplia, quizás su hogar no era ese lugar, quizás su hogar era esas tierras, dónde sabía que se encontraba su felicidad: Sus hermanos.
- Hace mucho tiempo, una de mis doncellas me contó una historia muy curiosa acerca de un hombre que termina encima del techo de su casa en una inundación, al hombre le mandan una gran cantidad de canoas para que lo salven, y al final se muere esperando a que Dios lo salve - Hizo una pausa - Dios coloca las herramientas en una mesa, y nosotros debemos ser quienes las aprovechen para sobrevivir, quizás nuestro encuentro es uno de esos - Le dijo entre risas suaves y divertidas, cómplices, esperando a que comprendiera por completo aquel relato.
- Dios te ha puesto en mi camino para devolverme la esperanza, la curar mis alas, y hacerme sentir bien entre todo el mal, porque le juro querida mía, nunca me había atrevido a acercarme a alguien - Suspiró de forma profunda, relajando más allá de su cuerpo, también su alma gracias a la confesión - Quizás éste encuentro no sea superficial, sino más allá de ello, un laxo grande, algo que nos hará fuertes con el paso del tiempo - Hizo una pequeña pausa - No me haga mucho caso, a veces digo cosas sin sentido, porque al final no las entiendo ni yo - Se burla y luego la mira con seriedad.
- ¿Acaso no le ha pasado, qué al recordar su lugar de procedencia, miles de imágenes le vienen en la cabeza animando su alma y su corazón? Así me ha pasado, sin ni siquiera poder llegar a contarle lo que es, y cómo es por completo mi hogar, quizás quiero olvidar - Susurró de forma suave, intentando sonreír de forma amplia, quizás su hogar no era ese lugar, quizás su hogar era esas tierras, dónde sabía que se encontraba su felicidad: Sus hermanos.
Siobhan Lundqvist- Humano Clase Alta
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 18/10/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
¿Qué si recordaba imágenes de su lugar de origen? Por supuesto que lo hacía. Oh, cielos, cómo extrañaba Rusia. Aquellos campos blancos que esperaban ansiosos la primavera para comenzar a dar fruto. Los edificios cubiertos de nieve algodonosa. Los coros que daban las noticias en las Iglesias Ortodoxas. Su padre, alto y bonachón, tomando un arado y ayudando a los campesinos en sus tareas. Sus hermanos, corriendo como niños por el campo.
Vladimir y su sepulcro a un lado de la hacienda.
Inmediatamente comenzó a sentirse algo mal. Esos recuerdos no eran nada agradables, y siempre la perseguían de algún modo. ¡Y había estado tan bien hasta hace un momento! Ahora parecía que el peso del mundo quería ceñirse a sus hombros, tirarla al suelo y aplastarla con saña. Pero no podía mostrarle a Siobhan todo su sufrimiento. Ella se veía feliz, y no quería arruinar el recuerdo de este día con una triste demostración de dolor. Su hermano había muerto meses atrás, y ya era hora de que lo superara de una buena vez.
Por lo mismo, sonrió levemente y siguió hablando.
-Yo no quiero olvidar mi lugar de origen, pero no puedo recordarlo al mismo tiempo. Es algo muy extraño. Quizá el tiempo quiere que olvidemos, de alguna forma. De cualquier modo, nos ha dado un hogar más tranquilo y amable, supongo.
O al menos eso era lo que pensaba. La joven aún no consideraba París lo suficientemente “tranquilo”- en parte, porque ella había vivido en el campo por muchos años-, pero sabía que podía llegar a ser agradable si se le daba la oportunidad.
Vladimir y su sepulcro a un lado de la hacienda.
Inmediatamente comenzó a sentirse algo mal. Esos recuerdos no eran nada agradables, y siempre la perseguían de algún modo. ¡Y había estado tan bien hasta hace un momento! Ahora parecía que el peso del mundo quería ceñirse a sus hombros, tirarla al suelo y aplastarla con saña. Pero no podía mostrarle a Siobhan todo su sufrimiento. Ella se veía feliz, y no quería arruinar el recuerdo de este día con una triste demostración de dolor. Su hermano había muerto meses atrás, y ya era hora de que lo superara de una buena vez.
Por lo mismo, sonrió levemente y siguió hablando.
-Yo no quiero olvidar mi lugar de origen, pero no puedo recordarlo al mismo tiempo. Es algo muy extraño. Quizá el tiempo quiere que olvidemos, de alguna forma. De cualquier modo, nos ha dado un hogar más tranquilo y amable, supongo.
O al menos eso era lo que pensaba. La joven aún no consideraba París lo suficientemente “tranquilo”- en parte, porque ella había vivido en el campo por muchos años-, pero sabía que podía llegar a ser agradable si se le daba la oportunidad.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
- Mensajes : 284
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Localización : San Petersburgo, Imperio Ruso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Dicen por ahí, que "recordar es volver a vivir", muchas veces es cierto, o quizás el cien por ciento de las veces lo es, pero ¿qué pasa cuando la vivencia tiñe el alma con negrura, amargura y tristeza? Es ahí cuando no quieres recordar, cuando el pasado se vuelve el tormento del presente, el impedimento del futuro. ¿Por qué todo tiene que ser así? ¿Por qué lo malo lleva a lo bueno? ¿Por qué lo bueno lleva a lo malo? ¿Por qué no podía existir el punto medio? Tantas preguntas que quizás tenían respuestas sencillas, pero vivencias catastróficas. Quizás lo mejor era no recordar.
No recordar equivaldría dejar en el olvido a sus hermanos, pasar por alto todo aquello que sus padres habían hecho por alejar a sus hermanos "defectuosos", olvidar le quitaría las esperanzas de encontrar lo que por mucho tiempo la había llenado de felicidad. Tanta contrariedad le hizo sentir una especie de punzada, se llevó una mano a la cabeza, ejerciendo cierta presión, dándose una especie de masaje personal. Suspiró de forma profunda, y luego se relajó para sonreír.
Escuchar a Larisa la hizo concentrarse un poco en la realidad, dejar de lado las tristezas y las relaciones alejadas para concentrarse en construir una nueva, una que valiera la pena y le aminorará la tristeza durante aquella búsqueda, porque estaba cansada de siempre entrar a pasillos sin salida. Una mano amiga durante el trayecto antes de llegar a la meta no le caería mal a nadie, una especie de susurro desesperado menos, y vaya que se sentí necesitada de la esperanza.
-Quizás lo que no quieres es recordar aquello que en su momento te hizo daño, y que te marco, creando heridas tan profundas, que de solo pensarlo se vuelven a abrir - Comentó, sin mucho afán en entrar a grandes rasgos en el tema, Shioban no era una joven imprudente, y no iba a empezar por serlo aquella tarde - Me pasa seguido, por eso entiendo el sentimiento - Comentó, intentando animar a la chica, dejando en claro que, al menos sola no estaba en aquella encrucijada.
No recordar equivaldría dejar en el olvido a sus hermanos, pasar por alto todo aquello que sus padres habían hecho por alejar a sus hermanos "defectuosos", olvidar le quitaría las esperanzas de encontrar lo que por mucho tiempo la había llenado de felicidad. Tanta contrariedad le hizo sentir una especie de punzada, se llevó una mano a la cabeza, ejerciendo cierta presión, dándose una especie de masaje personal. Suspiró de forma profunda, y luego se relajó para sonreír.
Escuchar a Larisa la hizo concentrarse un poco en la realidad, dejar de lado las tristezas y las relaciones alejadas para concentrarse en construir una nueva, una que valiera la pena y le aminorará la tristeza durante aquella búsqueda, porque estaba cansada de siempre entrar a pasillos sin salida. Una mano amiga durante el trayecto antes de llegar a la meta no le caería mal a nadie, una especie de susurro desesperado menos, y vaya que se sentí necesitada de la esperanza.
-Quizás lo que no quieres es recordar aquello que en su momento te hizo daño, y que te marco, creando heridas tan profundas, que de solo pensarlo se vuelven a abrir - Comentó, sin mucho afán en entrar a grandes rasgos en el tema, Shioban no era una joven imprudente, y no iba a empezar por serlo aquella tarde - Me pasa seguido, por eso entiendo el sentimiento - Comentó, intentando animar a la chica, dejando en claro que, al menos sola no estaba en aquella encrucijada.
Siobhan Lundqvist- Humano Clase Alta
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 18/10/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Larisa solo se limitó a asentir y sonreír, como siempre hacía cuando quería ocultar sus emociones profundas. Aunque a decir verdad, gracias a las palabras de Siobhan el peso que había caído sobre su cuerpo había desaparecido rápidamente. El hecho de que ella entendiera esa opresión que siempre la embargaba cuando trataba de recordar algo era otra muestra más de los azares del destino, que parecían casi arreglados para que las personas con experiencias y sentimientos en común se encontraran de manera casi mágica. Quizá su compañera allí presente no había tenido la desgracia de perder a un ser querido de la manera en que ella lo perdió, pero si entendía su pesar era por algo.
Lanzó un suspiro tentativo. Las calles estaban comenzando a tranquilizarse de pronto, la gente prefería esa hora de la tarde para sentarse en los salones de té o acudir a los parques para tranquilizarse del ajetreo de las horas tempranas. A la joven le gustaba ese momento donde la tranquilidad parecía ser ama y señora de París, dada su poca afición a las aglomeraciones de gente. Aquella sensación de paz la reconfortaba y le daba un aire plácido, sin ser perezoso.
-Gracias por entender. A veces es mejor no recordar, a veces es bueno hacerlo. Depende del recuerdo. Pero es mejor no indagar en eso ahora. Tanto una como la otra tenemos nuestras propias cruces que cargar-dicho esto, simplemente se levantó. El descanso había sido suficiente-. Creo que ha sido mucha holgazanería por hoy. ¿Puedo invitarla a un té? Las conversaciones siempre son mejores cuando una se sienta frente a un balcón y disfruta de una buena taza de líquido- dicho esto, sonrió con dulzura.
Lanzó un suspiro tentativo. Las calles estaban comenzando a tranquilizarse de pronto, la gente prefería esa hora de la tarde para sentarse en los salones de té o acudir a los parques para tranquilizarse del ajetreo de las horas tempranas. A la joven le gustaba ese momento donde la tranquilidad parecía ser ama y señora de París, dada su poca afición a las aglomeraciones de gente. Aquella sensación de paz la reconfortaba y le daba un aire plácido, sin ser perezoso.
-Gracias por entender. A veces es mejor no recordar, a veces es bueno hacerlo. Depende del recuerdo. Pero es mejor no indagar en eso ahora. Tanto una como la otra tenemos nuestras propias cruces que cargar-dicho esto, simplemente se levantó. El descanso había sido suficiente-. Creo que ha sido mucha holgazanería por hoy. ¿Puedo invitarla a un té? Las conversaciones siempre son mejores cuando una se sienta frente a un balcón y disfruta de una buena taza de líquido- dicho esto, sonrió con dulzura.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
- Mensajes : 284
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Localización : San Petersburgo, Imperio Ruso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Ahora podía apreciar un poco más a una que otra persona que pasaba cerca de ellas, porque ya no era el tumulto de gente de hace unos minutos atrás, ahora simplemente pasaban algunas esporádicas personas, quienes les sonreían e inclinaban la cabeza en modo de salido. Eso provocaba que la joven castaña moviera un poco el cuerpo por educación, devolviendo un poco el gesto, siempre se había caracterizado por ser bien educada, sus padres le habían dado una educación estricta después de todo, aunque claro, en ocasiones su rebeldía hacía ver muy borrosa a la chica. Dependía también del lente en que se le mirara, había quienes compartían sus ideales, había quienes seguramente ya la habrían mandado a la horca, pero ella era feliz, y eso era lo único que importaba.
Quizás si todos hubieran sufrido alguna clase de perdida, esa que lastimaba el corazón de Siobhan cada mañana al despertar, y la hacía llorar cada noche al dormir, todos estarían de acuerdo que su comportamiento era el correcto, pero la mayor parte de la gente es indiferente, unos por tener mucho dinero, y saberse que la vida la tienen solucionada, y otros por buscar el alimento diario, ese que les llena el estomago, les da energías, y los ayuda a seguir día con día para sobrevivir a la miseria, pero es volver a lo mismo, platicas sin sentido que nadie entendería, y al final, ella haría corajes por no ser comprendida como debería de ser.
- Será un verdadero placer placer tomar una taza de burbujeante té. - a Siobhan le gustaba tomar aquella bebida por las tardes, cuando vivía con todos sus hermanos, ellos se reía de ver como hervía el liquido que ella estaba por ingerir, entre todos hacían burbujas con tubitos de madera, parecían unos verdaderos vagos sin modales, y aunque sus padres los reprendieran al principio, siempre terminaban entre risas por ver a sus hijos felices, aquellos días de gloria verdaderamente le hacían falta, tener señales como esas que le llevaban a recuerdos, la hacían sentir un paso más cerca de sus hermanos.
- ¿A dónde iremos a tomar el té? - Preguntó con mucha curiosidad, poniéndose rápidamente de pie para no hacer retrasar demasiado a la señorita. Según había leído, en algunos países esa bebida era sagrada, pasarme demasiado el tiempo de su consumo no estaba para nada bien. Se enganchó de su brazo con cuidado para seguir un camino, el que fuera más visible, el que se frecuentara y fuera más seguro, dado que París era muy impredecible.
Quizás si todos hubieran sufrido alguna clase de perdida, esa que lastimaba el corazón de Siobhan cada mañana al despertar, y la hacía llorar cada noche al dormir, todos estarían de acuerdo que su comportamiento era el correcto, pero la mayor parte de la gente es indiferente, unos por tener mucho dinero, y saberse que la vida la tienen solucionada, y otros por buscar el alimento diario, ese que les llena el estomago, les da energías, y los ayuda a seguir día con día para sobrevivir a la miseria, pero es volver a lo mismo, platicas sin sentido que nadie entendería, y al final, ella haría corajes por no ser comprendida como debería de ser.
- Será un verdadero placer placer tomar una taza de burbujeante té. - a Siobhan le gustaba tomar aquella bebida por las tardes, cuando vivía con todos sus hermanos, ellos se reía de ver como hervía el liquido que ella estaba por ingerir, entre todos hacían burbujas con tubitos de madera, parecían unos verdaderos vagos sin modales, y aunque sus padres los reprendieran al principio, siempre terminaban entre risas por ver a sus hijos felices, aquellos días de gloria verdaderamente le hacían falta, tener señales como esas que le llevaban a recuerdos, la hacían sentir un paso más cerca de sus hermanos.
- ¿A dónde iremos a tomar el té? - Preguntó con mucha curiosidad, poniéndose rápidamente de pie para no hacer retrasar demasiado a la señorita. Según había leído, en algunos países esa bebida era sagrada, pasarme demasiado el tiempo de su consumo no estaba para nada bien. Se enganchó de su brazo con cuidado para seguir un camino, el que fuera más visible, el que se frecuentara y fuera más seguro, dado que París era muy impredecible.
Siobhan Lundqvist- Humano Clase Alta
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 18/10/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
-Hay un pequeño salón de té cerca de aquí, donde ofrecen pasteles muy buenos y el ambiente es muy grato- con Larisa, todo se reducía a los Pasteles-. Es un buen lugar para descansar. ¿Le parece?
Esperó a que Siobhan tomara su brazo para comenzar a caminar lentamente en dirección al salón de té. A pesar de que en Rusia no tenían la costumbre Inglesa de tomar aquel líquido en horarios casi cronometrados, aún así era considerado como algo importante e ineludible en la vida diaria. Especialmente para aquellos que habían sido criados a la manera de las urbes de Europa Occidental. Ella no era la excepción, con una madre francesa a la que le gustaba la opulencia.
No demoraron mucho en llegar, ya que las calles no estaban tan abarrotadas como al principio. En cosa de diez minutos estuvieron frente a una construcción muy al estilo Rococó, revestida de un blanco inmaculado. Había pequeñas mesitas afuera del local, forjadas en hierro y pintadas de color celeste claro, con sus respectivas sillas a juego. Aquel lugar tenía además un pequeño jardincillo lleno de flores y algunos árboles pequeños, ornamentados de manera delicada. No pudieron verlo por dentro porque la joven decidió sentarse en la parte de afuera y disfrutar de la vista que ésta ofrecía.
-Siempre vengo a este lugar cuando tengo tiempo libre-murmuró, mirando a los lados. Si hacía eso, posiblemente un camarero vendría a atenderlas-. Toda esta belleza resulta relajante, especialmente cuando los problemas comienzan a invadir la mente. ¿Ve el jardín? Intentaron hacer una pequeña versión de los jardines de Versalles, pero el resultado fue más simple y bastante más bonito.
Le sonrió a su acompañante, esperando que el lugar realmente le gustara. Quizá, si tenía problemas, también podía encontrar en ese pequeño negocio una cura para las preocupaciones.
Esperó a que Siobhan tomara su brazo para comenzar a caminar lentamente en dirección al salón de té. A pesar de que en Rusia no tenían la costumbre Inglesa de tomar aquel líquido en horarios casi cronometrados, aún así era considerado como algo importante e ineludible en la vida diaria. Especialmente para aquellos que habían sido criados a la manera de las urbes de Europa Occidental. Ella no era la excepción, con una madre francesa a la que le gustaba la opulencia.
No demoraron mucho en llegar, ya que las calles no estaban tan abarrotadas como al principio. En cosa de diez minutos estuvieron frente a una construcción muy al estilo Rococó, revestida de un blanco inmaculado. Había pequeñas mesitas afuera del local, forjadas en hierro y pintadas de color celeste claro, con sus respectivas sillas a juego. Aquel lugar tenía además un pequeño jardincillo lleno de flores y algunos árboles pequeños, ornamentados de manera delicada. No pudieron verlo por dentro porque la joven decidió sentarse en la parte de afuera y disfrutar de la vista que ésta ofrecía.
-Siempre vengo a este lugar cuando tengo tiempo libre-murmuró, mirando a los lados. Si hacía eso, posiblemente un camarero vendría a atenderlas-. Toda esta belleza resulta relajante, especialmente cuando los problemas comienzan a invadir la mente. ¿Ve el jardín? Intentaron hacer una pequeña versión de los jardines de Versalles, pero el resultado fue más simple y bastante más bonito.
Le sonrió a su acompañante, esperando que el lugar realmente le gustara. Quizá, si tenía problemas, también podía encontrar en ese pequeño negocio una cura para las preocupaciones.
- Spoiler:
- Perdón por la demora ._.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
- Mensajes : 284
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Localización : San Petersburgo, Imperio Ruso
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Siempre hay esperanza, incluso al borde de la muerte [Privado]
Mientras avanzaban, como era de esperarse, la pequeña Siobhan mantenía en silencio. Le gustan mucho poder observar cuanto había mientras avanzaban. Notó que poco sabía de la ciudad, se sabía las cosas más importantes, como que acababa de pasar una revolución, que todo era ahora "igualdad", que la pobreza estaba cada día más cruda, y que las riquezas eran de unos pocos, se sabía las ubicaciones de algunos lugares gracias a libros y notas, gracias a enseñanzas de sus antiguos profesores, pero jamás había visto muchas cosas en vivo, pasarela encerrada la estaba llevando a su ruina, se preocupaba por todos, menos por ella, lo cual estaba demasiado mal. Su vida se iba en una búsqueda que quizás no necesitaba ser encontrada. Cosas que el futuro le dirían.
Aquel pequeño lugar hasta le daba toques familiares, recordó su casa, las tardes donde todos se sentaban en familia para tomar el té. Se dio cuenta que nada de eso había valido la pena, que quizás todo había sido una gran farsa para la sociedad. Ella extrañaba demasiado a sus hermanos, el no poder verlos la traía mal, de seguir obsesionada con ese tema quizás podría terminar más que enferma, y no, no se esperaba eso. Suspiró, avanzó con ella, y dejó que la guiara por el lugar hasta poder tomar una de las mesas del lugar. "Que simpático lugar", se dijo a ella misma, luego la volteó a ver, le dedicó una sonrisa amplia.
- A veces las cosas más diminutas son las que más valen, al menos eso lo he comprobado desde pequeña, ni las riquezas de los reyes de todos los reinos me darían lo grato de encontrar a mis hermanos, todo es tan distinto para mi ahora… - Ni siquiera ella se entendía, ¿cómo esperaría que la rubia que se encontraba enfrente la comprendiera? - Es decir, de lo más simple se puede conocer lo más maravilloso - Concluyó, tomó la servilleta de tela fina que estaba en la mesa, después de eso, la colocó en su regazo, su pose era tranquila, pero firme, recta, como siempre, estar con Larisa la hacía sonreír.
- He conocido a un muchacho - Confesó, como si se trataran de amigas de mucho tiempo atrás. Era lo que verdaderamente necesitaba, una amiga con quien poder desahogarse - Me recuerda tanto a mi hermano favorito, sueña extraño, pero siento que mi corazón le pertenece, y eso ha hecho que pueda seguir de pie en está ciudad - Concluyó, sintió como sus mejillas comenzaron a tomar tonalidades rojizas, pero no dijo nada, ya que estaba cómoda, podría decir más que simples pensamientos tontos, mostrarle un poco de su realidad.
Aquel pequeño lugar hasta le daba toques familiares, recordó su casa, las tardes donde todos se sentaban en familia para tomar el té. Se dio cuenta que nada de eso había valido la pena, que quizás todo había sido una gran farsa para la sociedad. Ella extrañaba demasiado a sus hermanos, el no poder verlos la traía mal, de seguir obsesionada con ese tema quizás podría terminar más que enferma, y no, no se esperaba eso. Suspiró, avanzó con ella, y dejó que la guiara por el lugar hasta poder tomar una de las mesas del lugar. "Que simpático lugar", se dijo a ella misma, luego la volteó a ver, le dedicó una sonrisa amplia.
- A veces las cosas más diminutas son las que más valen, al menos eso lo he comprobado desde pequeña, ni las riquezas de los reyes de todos los reinos me darían lo grato de encontrar a mis hermanos, todo es tan distinto para mi ahora… - Ni siquiera ella se entendía, ¿cómo esperaría que la rubia que se encontraba enfrente la comprendiera? - Es decir, de lo más simple se puede conocer lo más maravilloso - Concluyó, tomó la servilleta de tela fina que estaba en la mesa, después de eso, la colocó en su regazo, su pose era tranquila, pero firme, recta, como siempre, estar con Larisa la hacía sonreír.
- He conocido a un muchacho - Confesó, como si se trataran de amigas de mucho tiempo atrás. Era lo que verdaderamente necesitaba, una amiga con quien poder desahogarse - Me recuerda tanto a mi hermano favorito, sueña extraño, pero siento que mi corazón le pertenece, y eso ha hecho que pueda seguir de pie en está ciudad - Concluyó, sintió como sus mejillas comenzaron a tomar tonalidades rojizas, pero no dijo nada, ya que estaba cómoda, podría decir más que simples pensamientos tontos, mostrarle un poco de su realidad.
Siobhan Lundqvist- Humano Clase Alta
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 18/10/2012
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Quienes se creen poderosos, tienen siempre la muerte a sus espaldas ¿o no, monsieur? -Privado-+18
» La esperanza es el sueño de los que están despiertos || Privado
» Tras el abismo de la muerte, siempre volveremos a encontrarnos || Relaciones de HAE SUN
» Dame una luz de esperanza [Privado]
» Rastros de esperanza || Privado
» La esperanza es el sueño de los que están despiertos || Privado
» Tras el abismo de la muerte, siempre volveremos a encontrarnos || Relaciones de HAE SUN
» Dame una luz de esperanza [Privado]
» Rastros de esperanza || Privado
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour